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    Revista Cientifica Arte y Ciencia Medica

    versión impresa ISSN 9999-8888

    Rev. Arte y Ciencia Medica  n.7 Sucre  2005

     

    CARTAS AL EDITOR

     

    Desnutrición Infantil, la Cruda Realidad de las Provincias Bolivianas.

     

     

    Dr. Isaac Antonio Caballero Barrón
    CIRUJANO GENERAL Hospital "San Jorge" Zudañez

     

     


     

     

    Aprovecho esta oportunidad para compartir con todos los lectores una preocupación que ha estado dando vueltas por mi cabeza y tocando mi vida a través de mi experiencia profesional vivida en este último año en el Municipio de Zudañez del departamento de Chuquisaca, y experiencias anteriores en los departamentos del Beni y de Potosí.

    -"Hola don Germán, que bueno que hoy haya venido acompañando a sus niños para saber como les está yendo en el tratamiento contra la enfermedad de Chagas"

    -Buenos días Doctor recién he vuelto de Santa Cruz y como hoy era el control de los niños de mi comunidad y mi esposa no podía venir trayendo a mis hijos yo tuve que acompañarlos.

    -Y.....don Germán ¿qué estaba haciendo tan lejos en Santa Cruz?

    -Doctor la necesidad de poder conseguir algunos ingresos para mantener a mi familia especialmente para que podamos comer me ha llevado tan lejos.

    -Y ¿No podías quedarte en la zona a trabajar sembrando?

    -No tengo terreno y lo que tendría que pagar para poder sembrar algún terreno es muy alto.

    -Y...¿Generalmente que es lo que mayormente comen con tu familia?

    -Lo que más comemos es papita, laguita de trigo algo de maíz y motecito, rara vez comemos verduritas o frutas...................

    Don Germán es padre de una familia numerosa en la comunidad de Tejas del municipio de Zudañez, 3 de sus hijos dieron resultados serológicos positivos para la Enfermedad de Chagas, quienes gracias a un proyecto del PLAN INTERNACIONAL recibieron tratamiento. En los controles de los niños, estos mostraron signos de desnutrición crónica marcada especialmente la talla baja para la edad. Este ejemplo y el de muchas familias es la realidad que se vive en muchas zonas rurales de nuestro país.

    La desnutrición no es un término desconocido en los países andinos, donde uno de cada 5 niños padece desnutrición crónica (baja talla para la edad entre O - 5 años).

    A nivel mundial existen 480 millones de personas que sufren desnutrición crónica, aproximadamente el 10,5% de la población mundial. En América Latina más del 50% de los niños menores de 6 años sufren de desnutrición. Bolivia con una población cercana a los 8 millones de habitantes, sufre desnutrición en un 46,5% de población infantil.

    En América Latina, casi el 40% de las familias viven en la extrema pobreza crítica, aproximadamente 60 millones de niños pertenecen a estas familias y el 20% de las familias viven en un estado de pobreza absoluta.

    Según la UNICEF, la mortalidad infantil en los niños menores de 5 años en Bolivia alcanza el puesto N° 57 a nivel mundial y, en América Latina el 2do. Después de Haiti que ocupa el primer lugar.

    El 27% de los niños en Bolivia sufre este flagelo. En el norte de Potosí y Oruro en el altiplano, y Chuquisaca en el valle, los indicadores destacan altas incidencias, siendo que la situación ha empeorado en los últimos arios.

    Los grupos vulnerables habitan en zonas con poco acceso a servicios de agua potable y saneamiento, tienen bajo nivel educativo y en la mayoría de los casos son herederos de las condiciones socioeconómicas desfavorables de sus padres y abuelos, es la llamada cadena de transmisión intergeneracional de la desigualdad.

    En Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú hay más de 190 grupos étnicos diferentes, los indígenas habitan en zonas rurales y el 90% < de ellos se dedica a cultivos de subsistencia en minifundios y empleos de temporada, minería y artesanía.

    La probabilidad de que los niños en extrema pobreza sufran desnutrición global es entre 40 y 130% superior a la media nacional. Entre los niños que pertenecen a hogares de habla indígena la desnutrición está presente en casi uno de cada dos menores.

    La OPS. Afirmó que los más de 180 millones de niños afectados con distintos niveles de desnutrición en América Latina, representa un tercio de la población total que vive en condiciones precarias y la mayoría está concentrada en Bolivia, Honduras, Haiti, Nicaragua y Guyanas.

    El problema de la desnutrición infantil sigue siendo un problema serio en Bolivia. El ministro de salud admitió que Bolivia tiene los índices de desnutrición más altos de América Latina, con más incidencia en el área rural.

    La mitad de los menores de habla indígena de países andinos sufren desnutrición. Ser pobre e indígena y vivir en zonas rurales del valle o del altiplano, es una receta casi segura para sufrir de hambre en Bolivia, Ecuador y Perú. En la subregión andina uno de cada 5 niños padece de desnutrición crónica (baja talla para la edad entre O - 5 años), según un estudio presentado hoy por la Comisión.

    Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el programa mundial de alimentos (PMA) en Quito Ecuador (25 de Noviembre de 2004).

    Los grupos vulnerables habitan en zonas con poco acceso a servicios de agua potable y saneamiento, tienen bajo nivel educativo y en la mayoría de los casos son herederos de las malas condiciones socioeconómicas. Así el hambre y la desnutrición se relacionan directamente con la desigualdad en el acceso a los alimentos. Este problema se incrementa en los países andinos, por las barreras geográficas y culturales así como por la baja efectividad de las políticas alimentarias. En todo caso el hambre y la inseguridad alimentaria son fenómenos estrechamente ligados con la pobreza extrema.

    Los datos muestran que en los hogares de habla indígena la mitad de los menores están desnutridos, lo que es un promedio mucho mayor que en los hogares donde se habla solo español. Sin embargo entre los grupos existen diferencias significativas. Se concluyó que los de habla quechua de Bolivia y Perú son significativamente más vulnerables que los aymaras.

    La educación de la madre tiene gran influencia en este fenómeno. La incidencia de desnutrición entre los niños es de un 30% a un 40% menor cuando la madre tiene estudios de educación primaria que cuando no los tiene y baja más cuando ésta cursó educación secundaria.

    El tema del agua si es relevante, pues las incidencias de diarreas y desnutrición global son mayores en los hogares que no tienen acceso a agua potable y alcantarillado.

    En cuanto a la distribución geográfica, los niños del campo tienen casi el doble de probabilidades de tener talla baja que los urbanos. En Bolivia en el norte de Potosí Oruro en el altiplano, y Chuquisaca en el valle, los indicadores destacan altas incidencias.

    Cada año, 15 mil niños menores de cinco años mueren en Bolivia, por causas que pueden ser razonablemente prevenibles y relativamente superables como la diarrea, la desnutrición y la pobreza extrema. Los datos oficiales del INE muestran que en el último quinquenio un total aproximado de casi 76 mil niños y niñas perecieron antes de cumplir los cinco años de vida, confirmando a su modo que Bolivia es uno de los países que registra los mayores índices de mortalidad de menores. Para el año 2003 se estimaba oficialmente que habían perdido la vida 15.164 menores de 5 años, la mayor parte de ellos en el área rural y en las zonas peri urbanas de las grandes ciudades.

    La falta de asistencia médica básica la insuficiente y mala alimentación, la ausencia de condiciones mínimas de salubridad e higiene, la desnutrición materna, la carencia de servicios básicos como agua potable y alcantarillado y los crecientes niveles de pobreza e indigencia son los principales factores explicativos de esta mortandad, que paradójicamente se da en un país con un gran potencial de riqueza en recursos naturales y niveles expectables en la producción de alimentos.

    Mi deseo es que toda esta información compartida con ustedes tenga algún resultado motivador en sus vidas, tanto de formación profesional como en el ejercicio de la misma. El campo para la investigación es muy amplio, el desafío para estudiantes de pregrado y posgrado para encarar la realización de protocolos de investigación con bases científicas y sostenibles en el tiempo está lanzado. El no quedarnos solo con resultados de investigación y el hacer un esfuerzo para realizar las intervenciones correspondientes es el reto para todos aquellos que de una u otra manera vivimos la realidad cercana de nuestro pueblo lo cual motiva el poder hacer "algo" por los que más lo necesitan.