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    Revista Varianza

    versão impressa ISSN 9876-6789

    Revista Varianza  n.9 La Paz nov. 2012

     

    CURIOSIDADES

     

    Un Niño Lustrabotas

     

     


     

     

    Raúl

    Un día en la vida de Raúl, un niño de apenas 11 años de edad que se traslada a la ciudad de La Paz a trabajar como lustrabotas por algunas de las principales calles y avenidas de ésta ciudad para ganar unos pesos y así poder ayudar a su mamá o dar de comer a sus hermanitos menores que viven con él en la ciudad de El Alto. El aspecto del niño Raúl es de unos 8 años, seguramente por la mala alimentación que recibe. Su vestimenta desgastada nos da a saber que es un niño de muy escasa posibilidad económica y su forma de hablar es temerosa al responder a cualquier pregunta.

    Esta es la vida cotidiana de Raúl contada después de un seguimiento que hicimos Suelí Moya V. y Lizzet Arana C. estudiantes de la Carrera de Estadística, como un estudio de investigación de casos de información cualitativa.

    Día miércoles 1ro. de agosto, 2012

    Hrs. 7:30

    A la altura de la plaza Gran Poder frente a una tienda de cueros se encuentra un niño lustrabotas, sentado en una patilla de la calle, procede a iniciar su trabajo de la mañana. Se le acercan tres personas a insistencia de él que les ofrece su trabajo de limpiado de calzados. Les cobra Bs. 1.

    Hrs. 8:00

    En ese mismo lugar aprovecha para continuar su oferta laboral a las personas que circulan la calle. Logra convencer a cuatro personas más que requieren de su oficio.

    Hrs. 8:30

    El niño distrae su vista a cualquier otra actividad que se lleva a cabo en el lugar, momento en que la gente trajina con mayor frecuencia hacia sus fuentes de trabajo, al igual que los escolares que de manera apresurada se dirigen a sus colegios o escuelas; y nuestro observado niño continúa con su trabajo realizando dos lustradas más y sin ninguna novedad.

    Hrs. 9:00

    Raúl no logra convencer a otras personas que accedan a su servicio, entonces él en un momento toma atención a su escobilla elemento de trabajo diario, y con ella empieza a jugar distraído esperando que alguna persona acuda a su servicio. A su alrededor existen otros niños mayores o menores a él del mismo oficio que pasan desapercibidos.

    Hrs. 9:30

    Raúl toma sus cosas y se dirige con rumbo a un lugar incierto, para nosotras y por la aglomeración que existía en ese lugar, lo perdimos durante algunos minutos, entonces ambas nos desplazamos en direcciones opuestas en busca del niño, cuando nos damos cuenta que él solamente se dirigió hacia un sanitario público cercano. Un baño de los muchos que existen en condiciones no aptas.

    Raúl es un niño humilde, como muchos de los que deambulan por las calles de la ciudad, viste un deportivo de color azul y un canguro negro algo sucio por la crema de zapatos y cepillo que emplea para su trabajo. Usa una gorra negra y encima de ella una capucha que le cubre el rostro de las inclemencias del tiempo y su propia identidad, sus zapatos relativamente dañados sirven de soporte en el camino que debe de seguir durante el día. En su rostro se nota cansancio y sufrimiento del trajín de la vida a esa edad.

    Hrs. 10:00

    El niño empieza a desplazarse por las tiendas del lugar en busca de trabajo, donde al ofrecer su servicio realiza tres limpiezas más, luego se desplaza rumbo hacia la calle Mariscal Santa Cruz de nuestra ciudad, allí una señora le pide el favor de ayudarla con el traslado de unos "tubos" que ella había comprado. Entonces Raúl de manera voluntariosa deja por alrededor de 10 minutos su actividad cotidiana y se brinda para el traslado, después de recibir un dinerito más a su favor, el niño se dirige hacia la plaza 14 de Septiembre entre las calles Max Paredes y Santa Cruz en el centro de la ciudad.

    Hrs. 10:30

    El niño ofrece sus servicios alrededor de esta plaza. El lugar está muy concurrido a esa hora, se observan a las vendedoras de chantily con gelatina, vendedores ambulantes por doquier, al frente de la plaza están los puestos de telas y otras actividades que se confunden con el desorden de las movilidades que circulan. Así Raúl logra lustrar los zapatos a cinco personas más por Bs. 1.

    Hrs. 11:00

    Transcurre el tiempo y Raúl permanece en el mismo lugar ofreciendo su servicio a la gente que camina, y así logra cinco limpiezas más.

    Hrs. 11:30

    Así mismo continúa en su labor de lustrar zapatos para recaudar lo suficiente y así tener la oportunidad de acumular más monedas de 1 boliviano para llevar a su casa. De lo que recauda, asigna una parte a sus antojos del día.

    Hrs. 12:00

    El niño se dirige hacia la calle Rodríguez, zona de mercado. Raúl va observando a su alrededor distraído con la concurrencia de gente que pasa por el lugar. Cansado de ofrecer su servicio va recorriendo las calles y en el camino logra lustrar los calzados a tres personas más que de manera interrumpida se detiene al servicio de su clientela.

    Durante el trayecto Raúl ingresa por una especie de callejón donde este lugar tenía tres salidas hacia la calle Sagarnaga y por un momento, lo volvimos a perder. Después de separarnos otra vez en busca del niño, notamos que sale por el mismo lugar de donde ingreso.

    Hrs. 12:30

    Saliendo del callejón se dirige a un comedor popular del mercado Rodríguez, allí ingresa y como si fuese habitual, se aproxima hacia una de las vendedoras de comida popular, se sienta y pide un "almuerzo" descansando después de una mañana larga. La comida consta de una sopa y un segundo de condiciones alimenticias escasas a un precio de Bs. 4. Come lentamente a la mira de la mujer que le ofrece la comida. Su caja de crema y cepillo de zapatos deja momentáneamente en el suelo y cansado dubitante de sueño termina el almuerzo en un tiempo aproximado de 20 minutos.

    Hrs. 13:00

    Raúl sale del mercado Rodríguez y se dirige nuevamente rumbo hacia la plaza 14 de Septiembre ofreciendo su trabajo y realizando al mismo tiempo el lustrado de zapatos de cuatro personas más.

    Hrs. 13:30

    A esta hora Lizzet pide a Raúl que le lustre los zapatos, éste con agrado accede y entonces surgen algunas preguntas de Lizzet como en cualquier conversación. Cómo te llamas?, Resp. Raúl; cuántos años tienes?, Resp. 11; dónde vives?, Resp. en El Alto.

    Comienza con su actividad diaria a las 7:00 am., es decir, baja a la ciudad de La Paz a esa hora para luego dirigirse al lugar inicial que lo encontramos. Raulito tiene hermanos pequeños en su familia por el cual se ve obligado a ganar algo de dinero para el día y llevar el sustento a su hogar. Lizzet hace una pregunta más: y vas a la escuela?, Resp. si, voy en la noche.

    Hrs. 14:00

    Después de lo ocurrido anteriormente, Raúl se dirige por la calle Santa Cruz hacia la esquina donde existe un sector de venta de cosas usadas y robadas denominado "Barrio Chino". En este lugar uno puede adquirir cualquier tipo de objeto que necesita, pero todas estas cosas son de dudosa procedencia ya que todo lo que se vende es robado o usado.

    Raulito, nuestro compañero del día, nos lleva por esa ruta e inocentemente llega al lugar como si no entendiera que se encuentra en un sector peligroso de intercambio de mercancías robadas y miradas de gente desconfiada. Se compra en un instante un helado del cual disfruta inmesurablemente olvidando tal vez el lugar donde se encuentra. Aprovecha en lustrar algunos calzados con pago menor al que había cobrado de inicio (Bs. 0,50).

    Hrs. 14:30

    De manera inoportuna, Raúl se acerca a una de las casas ubicada en el lugar, tipo tienda, donde sirven comida distinta como ser: silpancho, chuleta, chorizo, etc. con precio de Bs. 2 cada plato. De pronto Raúl espera que le sirvan un plato de comida como parte de la entrada a un cine clandestino donde se queda a ver la película en video denominada "Rey Escorpión".

    Este cine del que hablamos se encuentra al interior de un garaje el cual además funciona como pensión, divide una cortina que separa el ambiente oscuro con la puerta de ingreso. Allí se escucha el ruido que hace la película y se siente la presencia de otros niños, adolescentes e incluso algunas personas adultas que disfrutan del espectáculo. Por lo poco que se puede ver, se trata de un televisor a color relativamente grande con un equipo de DVD y parlantes que permiten la transmisión de la película. Las personas en el interior se encuentran sentadas alrededor de dos mesas observando atentamente.

    Hrs. 15:00

    Esperando a que el niño saliera de su cine, nos situamos frente a la casa en una posición cercana para no perderlo nuevamente, mientras podemos ver todo aquello que acontece en el lugar. Muchas personas, hombres en su mayoría con caras extrañas nos observan de manera desconfiada, algunos se animaron a preguntar si queríamos vender la mochila que llevábamos y también nos ofrecieron la compra de nuestros celulares, otros recelosos tal vez pensando que estábamos en busca de alguna cosa robada que probablemente uno de ellos tomó. Sinceramente, el temor hizo presa de nosotras por algún momento.

    Hrs. 15:30

    A Raúl lo vimos salir de su cine a esta hora. Se dirige luego hacia la Av. Buenos Aires por la calle Max Paredes de dicha zona. En el camino, el niño se distrae viendo algunos videos de "lucha libre" que se vendían en un puesto ambulante. Sin dejar de lado su trabajo atendió a algunas personas más que solicitaban su servicio. En ese tiempo realizó unos siete trabajos adicionales.

    Hrs. 16:00

    Raulito continúa su camino por la calle Max Paredes con rumbo hacia la Garita de Lima. Después de un momento, empieza a correr para dar alcance a un bus de color verde que lentamente realiza su ascenso por la pendiente y la trancadera de automóviles presentes en el lugar. Raúl el niño de nuestro día de seguimiento se va rumbo hacia la Ceja de El Alto que de seguro lo acerca a su casa, ya que a esa hora se supone que debía regresar para luego poder ir a la escuela en la noche.

     

    Fin

    El IETA agradece a las estudiantes Lizzet Arana C. y Suelí Moya V. por la predisposición de realizar este tipo trabajo de investigación. En conclusión el estudio nos muestra la vivencia posiblemente cotidiana en un día de un niño de los muchos que recorren por las diferentes calles de nuestra ciudad y que realizan actividades de trabajo a temprana edad para su subsistencia.

     

    "No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives. ".
    Elbert Hubbard