OPINIÓN

 

El futuro Censo de Población y Vivienda en nuestro país

 

 

Fernando Rivero Suguiura

 

 

 

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La realización del futuro Censo de Población y Vivienda en nuestro país, está previsto, según el gobierno, para el año 2012, cuando han transcurrido ya 10 años del último censo.

Una de las preocupaciones, es el tiempo que queda para el día del empadronamiento programado para el año siguiente, que según cálculos y el trabajo que se debe realizar, no será posible. Otro aspecto a tomar en cuenta, es la manera cómo percibe la población boliviana del censo, debido a algunas decisiones erradas que se tomaron el año 2001. En este documento de opinión, se comentan estos aspectos.

El censo programado, requiere de un proceso de planificación adecuado en el que se inicia con la actualización cartográfica (actividad más importante antes del censo), donde se incluye la incorporación y actualización de áreas geográficas amanzanadas de las ciudades y centros poblados en crecimiento, en relación al Censo 2001. Además, se necesita efectuar un recuento de viviendas y población por ciudad, centro poblado y comunidad, lo más cercano posible, de tal forma que permita la delimitación y división de sectores y segmentos censales de acuerdo al número de viviendas que se pueda empadronar en un día. Los datos obtenidos de la actualización, también sirven para la preparación de la logística del trabajo de campo, y otros aspectos técnicos propios del censo. Por lo visto, todavía no se ha empezado esta importante tarea que lleva por lo menos un año de trabajo, considerando la actualización de áreas amanzanadas y dispersas del país.

Lo demás, son actividades paralelas, como: definir y consolidar la boleta censal, concientizar a la población sobre la realización del censo, planificar la prueba piloto, etc., tareas que pueden desarrollarse en un periodo de tiempo prudente.

Una deficiente actualización, acortando el tiempo previsto de trabajo, trae como consecuencia una desfavorable delimitación y división de sectores y segmentos censales, una inadecuada distribución de empadronadores y equipos de trabajo, una mala asignación de boletas censales por segmento, etc. Puede ser, que el día del censo, sobren o falten empadronadores y boletas censales por sector y segmento censal por motivo de una incompleta actualización.

No es el único problema, otro y de fondo, es que las demandas sociales piden la realización de un censo para que, de acuerdo a los resultados de recuento de población censal, se destinen mayores recursos económicos a su región, concretamente a su municipio. Uno se pregunta, ¿de dónde viene esta demanda social actual para el futuro censo?; la respuesta es evidente, se trata de una política desacertada de los asesores del Censo 2001, afirmando que:

"Los pobladores que sean censados en sus lugares de origen, y que según el recuento de población, recibirán recursos económicos de la participación popular, que vayan en beneficio de sus comunidades y de su municipio ".

Esta determinación hizo que mucha gente se dirigiera a sus lugares de origen, unos días antes del censo; fueran censados allí, y luego al día siguiente, migrar nuevamente a las ciudades u otros lugares del país, reflejando la verdadera estadía de los pobladores.

En ese sentido, los datos de población y vivienda del censo a nivel municipal, sufren cambios que no refleja la realidad boliviana.

¿En qué queda haber realizado un trabajo de actualización cartográfico, de recuento de viviendas previa al censo, cuando se aplica una política de migración poblacional momentánea como la nombrada?.

En el aspecto técnico, uno de los insumos más importantes del censo, es la construcción de un marco muestral para las futuras encuestas a hogares que el Instituto Nacional de Estadística realiza. Un marco muestral, es una lista exhaustiva de municipios, comunidades, áreas geográficas bien delimitadas amanzanadas y dispersas acompañadas del total de viviendas, personas y otro tipo de información, de todo el territorio nacional; incluye la cartografía bien diseñada. Este listado, que viene de la información censal, sirve de insumo para el cálculo, distribución y selección de la muestra para las futuras encuestas en los diez años siguientes.

La pregunta es, ¿si este listado con información tan importante, más los mapas y planos que se cuenten, no son confiables y precisos, por el problema migratorio censal comentado; cómo se determinarán las muestras futuras a partir de un marco muestral afectado por la política migratoria nombrada?. Indudablemente que mal, reflejando cantidades de población y viviendas ocupadas fuera de la verdad a niveles como el municipio.

Al advenimiento de un nuevo censo en nuestro país, esperar que se consideren estos aspectos con la seriedad que se merece.