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    Historia-Revista de la Carrera de Historia

    versão impressa ISSN 2519-0253

    Historia  n.38 La Paz  2017

     

    RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS

     

    Callisaya Hinojosa, Pedro (2016).


    Levantamientos indígenas, educación indigenal:
    Provincia Camacho,Ambaná, 1917-1933. Líderes indígenas Mariano Quispe /y/Máximo Cordero. La Paz: Imprenta A&P, 160 pp. R.A. N° 1-1299/2016.

     

     

    Raúl Calderón Jemio1
    1 Docente emérito de la Carrera de Historia de la UMSA. Correo electrónico: racaljem@gmail.com

     

     


    Esta investigación comenzó tras la pista de Laureano Machaca, hace más de una década. Culmina centrándose en la historia propia y época anterior. En tal sentido, el autor estudia las localidades de Ambaná, Pareti (Pariti) en la zona multiétnica de los Andes nororientales, ámbito de encuentro de tiwanakutas y yunqas que fuera enfocada hace años por Thierry Saignes.

    El libro se caracteriza por identificar complementariedad y relacionamiento así como desplazamientos, aplicando las explicaciones de Ramiro Condarco Morales. Estos modos de coexistencia con el medio dejan matizadas las memorias que se traducirán en múltiples estrategias ante nuevas contingencias y retos (la conquista). El investigador toma en cuenta que en puna, cabeceras de valle y tierras semitropicales (y también llanos), a base de resistencia y luchas anticoloniales que se remontan a los siglos XVI y XVII, hay dinámicas historias, proyectos y estrategias que cobrarán fuerza. Aquello tendrá coordinación e impacto en el XVIII.

    Callisaya Hinojosa, entrando al tema, remarca que para el siglo XIX y la primera mitad del XX, fueron redoblados los esfuerzos originarios en torno a la defensa de los derechos, las tierras, la participación y la educación, dependiendo la prioridad de los mismos del contexto y de las respuestas. En su interpretación, retoma las nociones de Silvia Rivera referidas a los "proyectos máximo" y "mínimo", o gobierno propio y reformas respectivamente.

    También estudia las alianzas, los métodos de paz y fuerza, la identidad y lo ajeno, aspectos que ya fueron abordados por Ximena Medinacelli, Tristan Platt y Raúl Calderón Jemio. Implícitamente, constituyen el fundamento decimonónico de la comprensión de la primera mitad del XX, los temas de la coordinación de población originaria y subversores democrático populares, 1858-60 y su incidencia, a los que el último historiador mencionado prestó atención en su trabajo doctoral. Además, retoma el sugerente planteamiento de Condarco Morales acerca de los "Willkas educadores" y las redes y vínculos políticos de las décadas de 1920 a 1940 que trabajaron Roberto Choque, Cristina Quisbert, Esteban Ticona, Carlos Mamani, el Taller de Historia Oral Andina, así como Ramiro Fernández y otros autores y autoras.

    De los movimientos en su mayor amplitud, el esfuerzo investigativo de Callisaya Hinojosa incursiona en la historia propia. Retrocede de mediados de la vigésima centuria a las primeras cuatro décadas. Ve la época considerada por Laura Gotkowitz como "antes" de la Revolución Nacional. Para ello, recurre a la consulta de fondos documentales del Archivo de La Paz, la prensa, la información de las comunidades como memorias orales y diversas fotografías.

    Inicialmente, la idea del autor era hacer un libro acerca de la interpelación de Laureano Machaca al nacionalismo, viendo sus planes y acciones consiguientes, particularmente la presidencia aymara que asumiera y propugnara no libre de paradojas. De esa inquietud y recuerdos del diálogo con su padre y madre, surgió el interés por ideas y acciones del bisabuelo paterno, Mariano Quispe quién, de 1916 en adelante, caminó representando a la población de Pareti contra la expansión hacendada y las desmedidas exigencias de servicios. En dicho esfuerzo se encuentra el tema de la integración a la red de Santos Marka T'ula que tuvo gran irradiación, e interesó al THOA. Con el tiempo, Quispe se convertiría en nexo e impulsor de la creación de escuelas de comunidad en Ambaná. El trabajo comentado se aboca sobre todo a vincular autoridades comunitarias con Eduardo Leandro Nina Quispe y la Sociedad República del Qullasuyu, de carácter educativo y político, y con otro destacado educador, Gregorio Ventura.

    Mariano Quispe, en sus andares, conoció a Máximo Cordero, jilakata de Pasarani. Juntaron iniciativas y esfuerzos para caminar y crear establecimientos educativos en los valles de Ambaná y otras zonas a la par que se dieron iniciativas y dinámicas formativas más convencionales. Empleando diversos métodos, ambos estuvieron en la actividad organizativa y defensa de la población que representaban. La educación, según el estudio reseñado, fue motivo para la proyección de una política propia y una manera importante de autoafirmarse y defenderse con identidad. Cordero sufrió la represión de autoridades y propietarios; falleció al culminar 1930. Quispe, a su vez, fue apresado en 1933, tildado de "comunista". Murió en prisión a fines de 1933 o 1934.

    Luego de la lectura y a modo de reflexión y balance, quedan múltiples aspectos para continuar trabajando y debatiendo: por ejemplo, el papel de familias vecinas y hacendados/as solidarios/as en los procesos enfocados; la asimilación de vecinos/as a ayllus, que ya plantean historiadores como Froilán Mamani y Noel Peralta; el reconocimiento a una generación de docentes genuinamente identificados/as con las búsquedas originarias; el análisis del enfoque, métodos y prácticas de formación alternativos; los lazos con movimientos educativos de población criolla y mestiza; la participación del ayllu y familias; la interacción entre el medio y la cultura; el referente de Warisata y sus seccionales. En otro ámbito, aunque íntimamente relacionado, resultaría interesante ver la temática de los contactos político sindicales que tuvieron las cabezas originarias con anarquistas y socialistas, algo que está siendo investigado por Ramiro Fernández y Marcelo Maldonado, y la coordinación de acciones entre aquellos y las alianzas (ni constantes, ni libres de desgastes por cierto).

    Casi a modo de cierre, se remarca la coincidencia respecto al planteamiento de que los movimientos originarios y sociales no son sólo de una persona o del momento, ni tampoco propios de la historia reciente. Constituyen obra de varias generaciones, cuentan con proyecto y tienen un carácter crecientemente participativo.

    Finalmente, cabe destacar la publicación de Pedro Callisaya que ha visto la luz pese a la existencia de hermetismos institucionales y círculos académicos que mantienen monopolios. Es menos de lo mismo y más de lo alternativo. Aquello ha sido posible por su carácter autogestionario, con el respaldo del grupo de investigación "Pachakamayu". Refleja a la vez independencia y cooperación de personas de confianza. En tal sentido, el investigador honra a sus antepasados/ as, recordándolos/as y procediendo tal como ellos/as lo hicieran en su momento.