Reseña

 

Palabras de Erick Torrico en el Homenaje Póstumo al Dr. Luis Ramiro Beltrán Salmón.
U. C. B. La Paz, Agosto 20 de 2015

 

 

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La investigación comunicacional ha sido uno de los campos de interés, actividad y análisis del Dr. Beltrán. Además de estudioso de fenómenos comunicacionales concretos, él fue promotor de investigaciones y sistematizador como también crítico de la producción intelectual latinoamericana especializada en comunicación.

En este último aspecto, que voy a priorizar ahora, cabe remarcar que don Luis Ramiro propició en 1976 la elaboración y publicación de la Bibliografía sobre investigaciones en comunicación para el desarrollo rural en América Latina, trabajo respaldado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo, del Canadá. Ese fue el primer estudio de ese género en la región.

Posteriormente, a partir de 1981, el Dr. Beltrán alentó la producción de una serie de bibliografías nacionales sobre investigación comunicacional con la participación de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación, organización que había contribuido a crear en 1978.

Esa serie, que comprendió las publicaciones hechas hasta entonces como producto de trabajos de investigación en Argentina, Colombia, Chile, Perú, Venezuela y Panamá, se completó en 1990 con la salida a luz de la Bibliografía de estudios sobre comunicación en Bolivia que él mismo dirigió, la cual constituye una base de datos prioritaria para comprender la producción especializada de conocimientos en el país.

Y en cuanto a sus exámenes críticos de la investigación comunicacional latinoamericana vale la pena citar al menos cuatro de sus textos que son fundamentales:

Primero, la ponencia "La investigación en comunicación en Latinoamérica: ¿Indagación con anteojeras?", que preparó en 1974 para un foro en Alemania Oriental.

En ese documento evaluó los temas, las bases teóricas, los métodos y las características generales de la calidad científica de los estudios latinoamericanos. Y expresó su preocupación por que tales investigaciones, en su criterio, respondían a una mirada de la realidad regional basada en el uso de las anteojeras del "funcionalismo conservador" o del "radicalismo ideologizado y no riguroso"

Esa línea de análisis la continuó más adelante. Así, en 1976 publicó en los Estados Unidos de Norteamérica el célebre artículo "Premisas, objetos y métodos foráneos en la investigación sobre comunicación en América Latina", texto en que cuestionó el carácter dependiente e imitador de la investigación comunicacional latinoamericana, aunque también anticipó un porvenir prometedor debido al surgimiento en ese momento de un grupo de intelectuales de la región a los que consideró capaces de pensar por sí mismos y de dar cuenta de sus propias realidades.

Ese futuro alentador fue el que Luis Ramiro Beltrán relacionó con la "comunicología de liberación". En 1982, en la ponencia titulada "Estado y perspectivas de la investigación en comunicación social en América Latina" hizo un recuento del volumen de los estudios efectuados en la zona desde principios del siglo XIX y también reseñó críticamente sus temas, métodos y resultados.

Remarcó, al final, la significación de lo que llamó "la década de la transformación", la de 1970, porque en ese lapso —dijo— "los investigadores comenzamos a quitarnos la venda". Y volvió a convocar a que los intelectuales del área contribuyeran a desarrollar una "comunicología para la liberación".

Por último, haciendo un salto en el tiempo, en 2007, en su artículo "Temas y objetivos de investigación en la comunicación de ayer" que se publicó en Ecuador, Luis Ramiro Beltrán efectuó un repaso histórico del quehacer investigativo regional desde los años '60 y presentó la trayectoria que siguió el pensamiento crítico latinoamericano, comprometido desde un principio con la convicción de que el conocimiento debe ponerse al servicio de la justicia para la mayoría social.

Toda esta obra beltraniana referida a la investigación comunicacional latinoamericana constituye, sin duda, una herencia indispensable para las nuevas generaciones de especialistas de la comunicación.

La documentación reflexiva promovida por el Dr. Beltrán, así como sus certeros y provocativos diagnósticos, junto a sus llamados a la rebeldía epistemológica, teórica y metodológica, como también su convocatoria franca para que se edifique una comunicación humanizante, tienen hoy plena actualidad porque los problemas y desafíos que él encontró desde y para la investigación comunicacional de la región continúan como asignaturas pendientes en una América Latina atravesada por nuevas formas de control, discursos seudo-libertarios y dispositivos tecnológicos cuyas estructuras están bastante lejos de cumplir las promesas de redención que trajeron consigo.

Así, los hechos del presente nos retan a seguir la huella crítica, inconforme, esperanzada y constructiva que don Luis Ramiro nos dejó.

Sin duda, esa responsabilidad es muy grande, porque hoy él tiene que manifestarse en el pensamiento, la palabra y la acción de cada uno de nosotros. Creo que ese será nuestro más grande y mejor homenaje.