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    Journal de Comunicación Social

    versión impresa ISSN 2412-5733

    J. Com. Soc. v.3 n.3 La Paz dic. 2015

     

    ARTÍCULO ORIGINAL

     

    Los tallados de Lucho Espinal. Sus contextos históricos y humanos

     

    The sculptures of Lucho Espinal. Their historical and human contexts

     

     

    Dr. Xavier Albó1

     

     


    Resumen

    Este texto viene a ser una ampliación de la principal innovación que tiene la nueva versión del texto clásico de Lucho Espinal "Oraciones a quemarropa" (2015), que se empezó a distribuir durante el breve paso del Papa Francisco el 8 de julio. Esto implica un análisis de un aporte fundamental de la obra de Luis Espinal, sus tallados, como el que el presidente Morales otorgara al Papa Francisco, en su visita a Bolivia. De esta manera, busca comprender las expresiones de un personaje tan importante como Luis Espinal a través de sus textos y sus tallados.

    Palabras clave:

    Religión, Textos, Tallados, Luis Espinal, Bolivia.


    Abstract

    This text pretends to be a contribution to the last version of the classic "Oraciones a quemarropa" of Luis Espinal (2015). This text started to be distributed during the brief visit of Papa Francisco, in Bolivia, in July 8th. In order to do so, this article analyses a relevant contribution of Luis Espinal's work, his sculptures, as the one that President Morales gave to Pope Francisco, during his visit to Bolivia. This way, it looks to understand the expressions of a relevant actor as Luis Espinal, through his texts and his wood sculpting.

    Keywords:

    Religion, Narratives, Luis Espinal, Bolivia.


     

     

    I. Introducción

    Este texto viene a ser una ampliación de la principal innovación que tiene la nueva versión del texto clásico de Lucho Espinal Oraciones a quemarropa (2015)2, que se empezó a distribuir durante el breve paso del Papa Francisco el 8 de julio. Además de las clásicas oraciones ya publicadas muchas veces, esta edición ampliada incluye también su Testimonio personal de la Huelga de Hambre, según él mismo, una de las experiencias que más le marcó en su último año de vida; se añade también la columna de prensa "Hijo del Hombre" y el audaz texto "No queremos mártires" que apareció en el cajón de su escritorio, en el semanario Aquí después de su martirio y, para actualizarlo, un artículo de Víctor Codina sobre cómo sería y qué diría Luis Espinal hoy.

    Pero su principal innovación, y menos conocida que otros textos, es que en ella se reproducen numerosas tallas en madera del mismo Lucho. Es algo que Espinal desarrollo recién después de haber vuelto a nacer en Bolivia el 6 de agosto de 1968 y haber adoptado rápidamente la nacionalidad boliviana, incluso con pérdida de la española. Ya nunca retornó a su país de origen. 11 años, 7 meses y 15 días después, sus asesinos dejaron abandonado su cuerpo torturado y baleado en un basural en los afueras de La Paz. Ese tiempo, bastante corto, dejó para él y para el país una huella profunda que perdura hasta hoy.

    Esa otra forma de expresarse, mediante tallados en madera, resulta un bello complemento, en otra forma de comunicación, de algunas ideas o preocupaciones centrales de Lucho, expresadas en este lenguaje plástico. Y resultan ejemplos muy concretos de cómo en ello los contextos son esenciales para desentrañar el sentido. Las contextualizaciones que aquí añadimos resaltan que algo adquiere su sentido pleno y genuino sólo si se conoce su contexto pleno. Lo insinuaremos para diversos tallados y lo desarrollaremos algo más a fondo con el crucifijo con el martillo y la hoz, que tanto ha dado que hablar por todo el mundo y con criterios tan dispares desde que Evo regaló una réplica del mismo al Papa Francisco el pasado julio.

    La mayoría de los tallados se hicieron aprovechando maderas viejas, patas o tablas de muebles ya destartalados y otras piezas inservibles, y con técnicas muy rudimentarias. Recién poco antes de su muerte, su comunidad le había regalado una cajita con mejores herramientas, que ya poco pudo usar. Eso ya tiene un mensaje clave en sí mismo: se pueden seguir dando nuevos y creativos sentidos a mucho que la sociedad ya consideraba descartado.

    Esos tallados vienen a ser entonces un preludio de algo que décadas después será uno de los mensajes centrales al principio de la encíclica Laudato si (2015) del Papa Francisco3:

    Hay que superar la cultura de descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como las cosas que rápidamente se convierten en basura [...]. Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los herbivoros... [y éstos] a los carnívoros, que proporcionan grandes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan lugar a una nueva generación de vegetales. En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos y desechos (Papa Francisco, 2015, nº 22, s.p.).

    Esas tallas me recuerdan también la anécdota narrada por Eduardo Galeano, de aquel niño que miraba atentamente a un escultor que de un bloque de piedra sacó finalmente un caballo. Cuando acabó, el chico le preguntó: "'¿Y cómo sabías que ahí dentro había un caballo?".

    Lucho trabajaba en sus tallados algunos fines de semana, con frecuencia para regalarlos a diversos amigos y siempre con temas adecuados a su situación o reflejando ideas centrales de sus propias vivencias espirituales, cotidianas y políticas. Por ejemplo, la alegría de los niños; la esperanza llena de cariño por un embarazo materno; la opresión militara contrapunto con la libertad de expresión; los símbolos de la vida en diversos tiempos y culturas... La mayoría de los reproducidos en esa edición y que aquí comentamos fueron fotografiados por la familia de Hans y Achi Moeller-Zevallos.

     

    II. El tallado mayor: la huelga de hambre del 1979-80

    El tallado de mayor tamaño (153 x 70 cm.) es sobre la huelga de hambre en que participo el propio Espinal, a fines de 1977 y principios de 1978, y que ya es además objeto del último y más largo texto añadido a dicha edición de Oraciones a quemarropa (2015, pp. 101-117). A ese texto remito para mayores detalles sobre el trasfondo de esa huelga, iniciada por cuatro mujeres mineras con sus quince hijos y que resultó el principio del fin de los siete años de dictadura militar con el coronel/general Hugo Bánzer.

    Se lo reproduce en la contratapa del libro más dos detalles en las páginas 71 y 91. Tiene en el centro un hambriento e inmenso esqueleto, que en realidad sigue vivo y que nos convoca a todos con su puño derecho en alto. Representa a los huelguistas. Ellos están a su vez hostigados por dos cabezas de animales feroces, en la diagonal que va -en la perspectiva del propio tallado- desde la parte alta derecha hasta la parte inferior izquierda. En el sentido opuesto, también en diagonal, de la parte inferior derecha a la parte superior izquierda, hay dos símbolos de la vida incipiente y de sueños esperanzados que surgen de esa huelga: una flor (inferior derecha; ver detalle en la p. 91 del texto) y una estrella (superior izquierda; ver detalle en la p. 71 del texto). En todo el fondo, están simplemente delineados numerosos rostros, todos distintos, de hombres y mujeres, niños o viejos, unos sonrientes, otros adustos, reflejando la idea de que, en el fondo, esta huelga no la hicieron tú o yo, sino todo un pueblo sufriente pero a la vez con ganas de vivir con un ideal. Estos rostros son más visibles en los detalles de la flor y la estrella, reproducidos en las páginas señaladas.

    Este tallado Espinal lo entregó inicialmente a la pareja de Godo Sandoval y María Durand, muy allegados a nuestra comunidad mixta de jesuitas y laicos casados, que seguimos reuniéndonos ocasionalmente y que ahora nos autodenominamos los "piadosos"4. Pero a la larga, ellos no sabían dónde ni cómo colocarlo en su pequeña casa; además, el mensaje mismo resultaba seguramente demasiado fuerte para sus dos hijas pequeñas, Wara Wara y Anahí, por lo que, después de un año, decidieron transferirlo a la Compañía de Jesús. El tallado estuvo varios años en la capilla de nuestra residencia en la calle Yanacocha 942 y, cuando ésta se cerró, pasó a la curia provincial, donde sigue hasta hoy.

    Cuando el tallado estaba en la capilla de la Yanacocha, donde vivíamos y los domingos celebrábamos misas muy participativas, Javicho Reyes restauró los innumerables rostros, que se estaban borrando, mediante un baño de fuego que les ha añadido consistencia.

    Me viene a la memoria un texto del testimonio escrito de la misma huelga:

    Algunos sentían la necesidad de espiritualizar la huelga de hambre para hacerla más cristiana; y en este sentido se celebraron dos misas en nuestro grupo. Yo no sentía esta necesidad. El hambre me resultaba un magnifico rito religioso, de solidaridad y comunión. ¿Por qué buscar a Dios por otros caminos, cuando sufro solidariamente con mis hermanos? ¿Por qué buscar a Dios en el misterio, cuando era tan tangible en la vida? (Espinal, 2015, p. 112).

     

    III. Las dos Últimas Cenas

    Son los segundos tallados más grandes, después del anterior. Tienen una estructura semejante, con una serie de manos distintas en torno al pan ya partido y el cáliz de vino.

    El mayor (en torno a 100 cm. por lado), y para mi gusto el más logrado, es el que Luís Espinal talló para la familia de Carlos Montaño (ya fallecido) y Guilda Durán, y que sigue hasta ahora con ellos, ocupando buena parte del mueble que preside su comedor. Sus seis manos están deliberadamente distorsionadas, para representar la diversidad de comensales y ocupan dos tercios de todo el contorno de la tabla (ver la p. 15).

    El otro, algo menor, está en el noviciado de los jesuitas en Oruro y sólo tiene cuatro manos de un estilo más uniforme, salvo en su tamaño: una mano es claramente de niño y las otras tres, de adultos. Ocupan la mitad del tallado solo en su parte superior. La parte inferior está ocupada solo por el vino y el pan partido (ver la p. 19).

    En nuestra foto, este último tallado está sobre un fondo de recortes del semanario Aquí, del que es pertinente que añadamos algo. El propio logo del semanario era también un tallado, hoy perdido.

    Este semanario, por entonces único en el país, se formó por decisión de un grupo de periodistas de diversos partidos de izquierda, motivados porque todos ellos manejaban información que los medios habituales en que trabajaban no se animaban a publicar. Por las tradicionales divisiones dentro de la izquierda, era difícil coincidir en quién pudiera ser el director, hasta que de manera unánime todos coincidieron en Lucho Espinal; conscientes además de que él, sin ser militante de ningún partido específico, era comprometido, valiente, transparente y abierto a todos. Aunque podía ser duro en algunos de sus comentarios, Lucho era muy cuidadoso para no caer en un fácil panfletismo. Desde entonces, Luis pasaba en el semanario buena parte de su tiempo, hasta que el viernes por la tarde se cerraba la edición. Entonces, él dejaba el trabajo de la impresión y distribución a otros, mientras iba a ver una o dos películas para el programa de cine en directo en Radio Fides, el sábado por la mañana. Acabado el programa llegaba feliz a la casa para descansar, leer, oír música, jugar con los niños, cocinar, hacer tallados, apoyar alguna parroquia (sobre todo una en Villa San Antonio), etc. A ese Lucho Espinal casero corresponden los tallados. Y fue precisamente regresando a pie a su casa de una de esas películas de viernes, ya de noche, que sus asesinos lo agarraron, lo torturaron y, ya muerto, lo dejaron botado en un basural.

    Reproduzco del semanario su primer editorial "El porqué de un nombre":

    Nuestro periódico se llama AQUÍ porque quiere estar con los pies en el suelo de nuestra realidad nacional. AQUÍ es una afirmación de que creemos en BOLIVIA.

    Se llama AQUÍ porque quiere estar en el lugar crítico, allí donde falta la luz de la información y el esclarecimiento del comentario.

    El seminario se llama AQUÍ porque señalará la actualidad y el conflicto, sin paliativos ni silencios culpables. AQUÍ es como un dedo en la llaga.

    AQUÍ, porque queremos estar en la brecha, sin dar un paso atrás. AQUÍ, atentos y en pie de acción.

    AQUÍ quiere ser también una afirmación contra espejismos de la fuga hacia el exterior, los becados AQUÍ que no vuelven, los capitales en los bancos suizos, los modelos de consumo norteamericano... Nuestra tarea está AQUÍ. Por esto, AQUÍ es una afirmación antiimperialista.

    Semanario AQUÍ, porque queremos estar al lado del pueblo, para escuchar su voz y propaganda, para participar en su lucha. AQUÍ estamos, porque AQUÍ está nuestro pueblo.

    Durante el golpe de Natusch Busch (1 noviembre 1979), en plena Masacre de Todos Santos, un militar encontró a Lucho Espinal en la calle, lo paró y le pidió su identificación. Lucho le pasó su cédula. El militar lo miró y le preguntó: "¿Usted es de Aquí?". Lucho le respondió: "Sí, soy de Aquí". Y el militar le miró y lo dejó pasar. Lucho se fue al San Calixto, al entrar me encontré con él y me dijo: "¡El susto que he pasado!".

    Diez años después, el lunes 13 de noviembre de 1989 por la tarde y a cuatro mil kilómetros de distancia, el jesuita Ignacio Ellacuría retornaba a El Salvador después de una exitosa gira por Europa. Dos días antes, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) había iniciado una nueva ofensiva urbana y el gobierno impuso un largo toque de queda de 6 pm. a 6 am., por lo que fueron a recogerle al aeropuerto y así pudo llegar a su casa a las 5:30 pm., apenas media hora antes del toque. A las siete, ya en pleno toque de queda, entró a la misma casa sin llamar un grupo de 20 que días después se supo eran del grupo de choque Atlacatl para hacer un "cateo" de la casa. Rolando Alvarado ahí presente comentó: "Nunca había visto a Ellacuría tan molesto, seguro de que aquella ofensiva del FMLN no conduciría a la victoria". Recordando lo que había vivido Rolando siendo adolescente en la Nicaragua de Somoza, le comentó a Ellacuría: "Eso se llama reconocimiento. ¿No debería usted irse a otro lado?". Ellacuría replicó con brusquedad: "No seas paranoico. En todo caso, si ya vinieron ya vieron que aquí no hay nada. Y, en última instancia, ¿a dónde quieres que nos vayamos? ¿A la Embajada de los Estados Unidos? Hemos peleado desde AQUÍ y AQUÍ nos vamos a quedar" (Citado en Albó, 2015).

    Había transcurrido una década desde aquel editorial del semanario Aquí en 1979 pero el sentido de esos "aquí" es muy semejante. También Ellacuría tenía ya aquella libertad de espíritu de aceptar la muerte, sin buscarla. Tres días después, a las 2:30 de la madrugada, otro comando del mismo regimiento Atlacatl sacó de la cama a los seis jesuitas más una madre e hija que se habían refugiado en la sala de visitas y los mataron. Comenta Ricardo Falla, jesuita de Guatemala, en una bella y larga oración a Ellacuría:

    Ellacu, te rompieron a balazos la cabeza...Ellacu, ¿por qué te dejaste matar? Tan inteligente y no adivinaste que el cateo del lunes era reconocimiento. Tu análisis era potente. Pero no tenías presentimiento... O tal vez estabas ya preparado para aceptar la hora y sellar con sangre tu palabra.

    El martirio de Espinal en Bolivia y el de Monseñor Romero en El Salvador ocurrieron con dos días de diferencia, pero a cuatro mil kilómetros de distancia.

    En vida no se habían conocido, pero su muerte martirial los ha unido y a Espinal le llaman también ahora el Romero de Bolivia (Capuzzi, 2015a y 2015b).

    Una vez los obispos cuestionaron al provincial de los jesuitas, Victor Blajot: "¿Como podía tolerar que un súbdito suyo dirigiera ese tipo de semanario?". El P. Blajot nos vino a ver en nuestra comunidad para reflexionar sobre ello. Luis Espinal le replicó: "Hay muchos jesuitas que se retiran por haberse enamorado de una chica, ¿tendré que dejar yo la Compañía por haberme enamorado de este pueblo, que me honra con su confianza?". El provincial Blajot, que antes había sido su maestro de novicios, aceptó la respuesta y Espinal siguió como el director.

    Pasemos a describir y contextualizar algunos de los tallados.

     

    IV. Tallados sobre la maternidad

    Son bastantes los tallados hechos para madres embarazadas o con wawa o simplemente porque este tema siempre le atrajo. Varios podrían aplicarse también a la Virgen María, aunque no hay ninguno en el que se haga explícitamente esta referencia. Analicemos cuatro de ellos:

    1. El de la página 33 fue tallado para la abuelita Berta Quiroga, viuda de Stuardo Jordán, con una numerosa y bien diferenciada descendencia, con la que algunos de nosotros habíamos tenido relación desde los años 505.Cuando murió Berta, el tallado pasó a manos de Ivonne. Es quizás el tallado de esta serie que tiene los rasgos más finos.

    2. El horizontal, que parece un t'antawawa (p. 49), lo tiene la familia Moeller/ Zevallos. Su estilo viene claramente marcado por las características reducidas del pedazo de madera del que salió y, a la vez, nos recuerda a los angelitos del pintor italiano Raphael a los pies de su Madona de la Sixtina.

    3. En vertical, blanco y negro en la página 45, donde se aprecian mejor los rasgos del tallado en los rostros de la madre y la wawa; en color y horizontal en la página 55, pero no se pueden apreciar tanto esos rasgos. Esta última posición parece la original, por la simetría de la línea inferior y la situación de la cabeza de la madre. No sé todavía quién lo tiene.

    4. El de la página 26 es, para mí, el más impresionante, tiene más o menos 60 cm. de alto y Espinal lo talló para la esposa del entonces su principal colaborador en la serie de televisión "En carne viva"6, Enrique Eduardo Zalles, la cual estaba esperando familia. El tallado representaba una madre que en su vientre ya tenía la wawita. Pero mientras lo acababa, aquella madre tuvo un fracaso y perdió la wawa. Lucho cambió el diseño por el que ahora tenemos, con dos manos sosteniendo el vientre vacío. Y el título: "Ya se fue".

     

    V. Hombres y mujeres libres y con ideal

    Página 21. Cuando, en 1979, Lucho entregó este tallado a Gloria Ardaya -miembro de la comunidad "los piadosos"-, le dijo que era "un retrato suyo". La mano izquierda forma un puño; la derecha está levantada hacia el sol. El vuelo de la cabellera indica que está marchando. No es claro el significado del rectángulo con rayos en la parte inferior: ¿un fuego?

    Era un año antes de la masacre en la calle Harrington, donde los militares de Luis García Meza y Luis Arce Gómez asesinaron a buena parte de la plana mayor del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que se había citado allí para una reunión clandestina. Solo se salvó Gloria porque quedó oculta bajo una cama, protegida por el cadáver de Artemio Camargo. Otros miembros clave, como Oscar Eid, Jaime Paz y Antonio Araníbar, se liberaron por estar en otra reunión en Lima.

    Página 41. Un hombre libre, ya mayor, con barba y desnudo, que agarra con la mano derecha alzada la luna o quizás un bumerang. No sé quién lo tiene.

    Página 65. El joven con una estrella en la mano levantada. Fue su regalo de bodas para Javichu Reyes (educador) y Gaby "Gaviota" Justiniano (joven médica)7, después del siguiente diálogo:

    Lucho: "¿Que quieres que te regale para tu matrimonio?".

    Gaby: "Un joven con una estrella en la mano".

    Lucho: "¿Por qué una estrella?".

    Gaby: "Porque la estrella es un sueño, un ideal".

    VI. Opresión y resistencia

    Este doble tema no podía faltar y en todos los casos ambos temas van en pareja, uno a contrapelo del otro, porque en el fondo el mensaje central es siempre el de la resistencia.

    Páginas 37 y 39: las dos botas militares. La de la p. 37 la tiene José Luis Baixeras y Susy Donoso, que se casaron también tras la crisis de Tiwanaku, recién comentada. La de la p. 39 no sé aún quién la tiene.

    La segunda bota resulta más expresiva y optimista, en medio de su drama. Con solo un oprimido, cuya cara mira de frente a la bota y está retorcido como intentando levantarse. Todo el cuerpo es un diseño en vacío, salvo el extremo de las dos manos, inmensas como garras, y un trozo del único pie. Este segundo tallado está también reproducido en el documental Un mártir incómodo (para la TV3 catalana, de Barcelona), con base sobre todo en la investigacion de Mariona Ortiz, sobrina nieta de Espinal, y su compañera Ana Masllorens, que había nacido en Bolivia cuando sus padres trabajaban como voluntarios en el célebre e innovador Colegio Juan XXIII de Cochabamba, que se organizaba internamente como la "pequeña nueva Bolivia". En esa reproducción filmada en diagonal aparecen mucho más claramente las mil y bellas estrías del fondo del tallado.

    Página 57. La boca abierta de un caimán, controlada por una mano con un palo de extremos afilados. Muy conocido, aunque ignoro quién lo tiene.

    Página 77. El hombre (¿o mujer?, lleva trenzas) con una reja de cárcel en la boca. Fue el regalo de bodas para Katy Ardaya (hermana menor de Gloria Ardaya) y Jerry. Esa boca cárcel puede interpretarse o como las censuras que sufre la libertad de expresión o como las autocensuras que con frecuencia nos imponemos.

    Página 95. Su último tallado, inconcluso8, pertenece a este mismo género. Tiene en la parte superior un gran martillo (al igual que el célebre de su Cristo de Votos, del que enseguida hablaremos) alzado por un obrero con una cara esquelética parecida a la del tallado sobre la Huelga de Hambre, en la contratapa de la edición estudiada.

    Dos manos encadenadas que, pese a ello, rompen una espada. No se incluyó en el libro porque su dueño la barnizó y ahora desentona del resto.

     

    VII. Niños o para niños

    Estos tallados nos muestran esta otra faceta muy humana de Lucho, descansando los domingos en la casa. Los dos primeros son tallados sobre niños. Los otros son "juguetes" para niños concretos.

    Página 28: La niña alegre y bailarina. Lo tienen Hans y Achi Moeller/ Zevallos. Este año ha sido reproducido por el Municipio de La Paz en una de cuatro piedras cuadradas de unos 0,70 cm., como parte de las mejoras hechas en el Mirador Las Nieves (el antiguo basural donde sus asesinos botaron el cadáver de Lucho), con motivo de la visita del Papa Francisco; está a unos 2 km. más arriba y ya fuera de la curva de la autopista, donde se detuvo el Papa para recordar a Espinal.

    Página 35: El niño alegre y bailarín. Complemento de la anterior niña, aunque me parece menos lograda. Lo tiene Godo Sandoval.

    Los juguetes

    Página 67: El sapito. Para Javierito, el hijo menor de Hans y Achi y ahijado de Lucho Espinal, con quien jugaba los domingos corriendo juntos en un cuarto largo de la casa. Es más o menos del mismo tamaño que esta reproducción. Como pasa con los demás juguetes de los niños, en otros dos tallados se perdió parte del tallado, al parecer, por tanto meterlo ellos en sus camas...

    Sin página. El gatito del que se perdió su cabeza. Para Mauricio, el hijo mayor de Hans y Achi. La cabeza desapareció.

    Página 69: El leñador [perdido] y sus montones de leña. Para Sebas, hijo de Pepón (José Luis) Baixeras y Susy Donoso, otra de las parejas surgidas de la crisis de Tiwanaku.

     

    VIII. Otros dispersos

    Página 51: El pensador orante. Según Hans Moeller, que lo tiene, la idea inicial de Lucho era la creación del hombre y ello podría mostrarse en los rasgos medio inacabados de todo el tallado.

    Página 47: Vergüenza. En poder de Godo Sandoval.

    Páginas 75 y 99: Dos trilogías, probablemente sacadas de patas de sillas o mesas rotas. Desde dos perspectivas complementarias, muestran la relación entre la lucha política (el puño) y la fe comprometida. En la primera (p. 75), la trilogía empieza con un joven, cuyos brazos alzados se encuentran con la mano de Dios (que está algo más arriba) y juntos forman un gran puño en alto. En la segunda (p. 99), el puño es el punto de partida; en medio está el símbolo egipcio de la vida (que está también de manera aislada en el tallado de la p. 81) y, arriba, la cruz.

    Página 83: Cholita con pan. Horizontal. Diseño semejante al de la madre con wawa de la p. 55.

     

    IX. La cruz con un martillo y, en la base, una hoz

    El más controvertido de todos los tallados ha sido la nueva cruz que Lucho acopló (seguramente a fines en los años 70) al Cristo de sus primeros votos religiosos (recibido en 1951), con un martillo vertical y, al pie, una hoz horizontal. Expresa el necesario, pero huidizo, diálogo cristiano marxista con los obreros y campesinos. No es de ninguna manera una profesión de filiación ni militancia comunista.

    En el cajoncito con herramientas para sus tallados, que le regaló nuestra comunidad no mucho antes de su martirio, seguían los palos originales de la cruz de 1952, como puede apreciarse en la película Un mártir incómodo, filmada por Mariona Ortiz y Ana Masllorens para la TV3 catalana el año 2010. Pero no hemos logrado averiguar dónde ha ido a parar ese cajoncito.

    Este crucifijo transformado la guardaba Lucho Espinal para sí, pues era el Cristo de sus primeros votos, cuyo diseño se inspiraba en una célebre pintura del pintor Velázquez. El que él incorporara esa transformación en su Cristo más cercano, muestra cuán adentro llevaba la necesidad de ese permanente y profundo diálogo.

    Cuando lo mataron, viviendo como vivía en el mismo cuarto, yo me lo apropié sin mayor trámite y lo tenía al pie de mi cama en Qurpa, Jesús de Machaca. Pero en marzo de este año 2015, cuando se cumplían 35 años de la muerte de Lucho, pedí a mi superior, Franz Bejarano, que me lo trajera para mostrarlo en la Cinemateca durante la presentación de una segunda edición del libro de Alfonso Gumucio Luis Espinal y el cine (Plural Editores). Este texto también fue presentado en la Feria del Libro de La Paz junto con unas diapositivas de Power Point que mostraban imágenes de una serie de tallados de Lucho Espinal. Al día siguiente de la presentación en la Cinemateca, junto con otros varios tallados, el autor presidió también la misa y fiesta que celebramos en el Café Semilla Juvenil, en medio de una gran tormenta de lluvia y rayos.

    Como anécdota, en el viaje en jeep desde Qurpa, se rompió la madera en la parte de la hoz y, finalmente, la pudimos pegar de nuevo con apuro con "carpicola" de colegiales. Trabajar con esos materiales deleznables tiene también sus problemas. Tanto en aquella presentación del libro como en la misa del día siguiente, muchos le sacaron bastantes fotos y así llegó el tallado a conocimiento primero de canciller David Choquehuanca y, después, del mismo Evo Morales.

    Cuando meses después se confirmo la venida del Papa Francisco, surgió la idea de hacer una réplica y me pidieron que yo les prestara el original. Les dije que no soltaba el crucifijo, no me fiaba, ya había desaparecido el tallado inconcluso que había puesto en un lugar público; pero que si querían sacar réplicas, no tenía ningún problema, siempre que tomaran las fotos y medidas en mi propio cuarto.

    Y efectivamente, pocos días antes de la llegada del Papa, apareció Gastón Ugalde en mi casa de El Alto, junto con dos de sus principales ayudantes para tomar fotos y medidas. Es uno de los más afamados y creativos artistas del país y el autor, entre otros cuadros sobre Lucho, de la bella tapa de la mencionada reedición, la cual en su versión original casi tiene dos metros. En unos cuatro días alistó la réplica y, sin que se supiera nada sobre ello, Evo la entregó al Papa dentro de un estuche, ad hoc, aparte de las dos condecoraciones: el Cóndor de los Andes, que es la máxima condecoración nacional, y otra condecoración llamada Luis Espinal, creada expresamente con ocasión de la visita del Papa Francisco a Bolivia, para quienes sobresalgan por su dedicación a empoderar a los pobres y marginados.

    Al Papa le sorprendió el regalo de la cruz, como bien aclaró primero su portavoz Federico Lombardi y después el propio Francisco en la entrevista-tertulia con los periodistas en el viaje de retorno a Roma. Pero no le disgustó y, de hecho, aunque las condecoraciones -por el mismo hecho de serlo- las dejó a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, la cruz se la ha llevado consigo al Vaticano.

    Desde un principio ese regalo causó un gran revuelo mundial en las redes sociales. Las barbaridades que entonces se dijeron fueron pronto desmentidas primero por su portavoz, Federico Lombardi Sj., y después por el Papa mismo. Sin embargo, el hecho sigue siendo objeto de polémicas y controversias.

    Voy a empezar por la versión oficial de la entrevista con los periodistas durante el viaje de retorno a Roma:

    Pregunta (Aura Vistas Miguel): Santidad, ¿que sintío cuando vio esa hoz y el martillo con el Cristo encima que le regaló el presidente Morales? ¿Dónde ha ido a parar ese objeto?

    Respuesta: Curiosamente, yo no conocía esto y ni siquiera sabía que el Padre Espinal era escultor y además poeta. Lo he sabido en estos días. Lo vi y para mí fue una sorpresa. Segundo: se puede catalogar como del género de arte protesta. Por ejemplo, en Buenos Aires, algunos años atrás, se hizo una exposición de un buen escultor, creativo, argentino, ahora ya muerto: era arte protesta, y recuerdo una obra que era un Cristo crucificado en un bombardero que iba bajando. Era una crítica al cristianismo que se alía con el imperialismo, representado por el bombardero. Así pues, primer punto: no sabía nada; segundo, lo considero arte protesta, que en algunos casos puede ser ofensivo. Tercero, en este caso concreto: el Padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el que la teología de la liberación tenía muchas variantes diferentes, una de las cuales era con el análisis marxista de la realidad, y el Padre Espinal pertenecía a ésta. Eso sí lo sabía, porque en aquel tiempo yo era rector en la Facultad de Teología y se hablaba mucho de esto, de las diversas variantes y de quiénes eran sus representantes.

    En el mismo año [en realidad 1981, cuando Espinal ya había sido asesinado], el Padre General de la Compañía de Jesús, Padre Arrupe, mandó una carta a toda la Compañía sobre el análisis marxista de la realidad en teología, un poco parando esto, que decía: No, no va, son cosas diversas, no va, no es adecuado. Y cuatro años más tarde, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe [entonces presidida por el Cardenal Ratzinger] publicó el primer documento, pequeño, la primera declaración sobre la teología de la liberación, que critica esto. Después vino el segundo, que abrió las perspectivas más cristianas. Estoy simplificando. Hagamos la hermeneutica de aquella época. Espinal era un entusiasta de este análisis marxista de la realidad y también de la teología, usando el marxismo. De ahí surgió esta obra. También las poesías de Espinal [asumo que se refiere a las Oraciones a Quemarropa] son de ese género protesta: era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana, y que luchaba de buena fe. Haciendo una hermeneutica del género, entiendo esta obra. Para mí no ha sido una ofensa. Pero he tenido que hacer esta hermeneutica y la comparto con ustedes para que no haya opiniones equivocadas.

    Es interesante resaltar que el Papa usa tres veces el término "hermeneutica", que implica buscar el sentido genuino de algo (en este caso, ese controvertido tallado) en función del contexto global en que se lo produce.

    Que Espinal estuviera en la corriente de la teología de la liberación, que estaba bastante de acuerdo con un análisis marxista de la realidad, es correcto. Que, de ahí, debamos llamarle marxista en toda la extensión de la palabra, ya es otra cosa. Junto a la "Oración a Quemarropa sobre al comunismo" (nº 11, p. 27, en la edición de Plural/FXA), hay que añadir otra sobre los ateos (nº 13, p. 31) frente a los que se muestra más duro:

    Sobre el comunismo:

    Señor, nos da miedo este mundo que avanza hacia el comunismo. La mancha roja se extiende con el apoyo de muchos. Hoy, aquí, la religión de la materia es más fuerte que tu Religión, es más viva, más proselitista. Tal vez, sea mejor así, que el comunismo crezca y de un zarpazo saque de su letargo a tu Iglesia milenaria. Ante un peligro tan agudo, ¿qué significa esta iglesia de boato y de rutina? Tal vez, tus pobres hallan en el comunismo aquello que Tú predicaste: el hambre y la sed de justicia (Mt 5,6)9. Tal vez, nosotros los hacemos ateos al mostrarles un Dios que de verdad no existe; tal vez, tienen razón al hablar de "opio del pueblo" porque hemos desencarnado nuestra fe... Tal vez, hará falta atravesar el Mar Rojo para entrar en la Tierra Prometida. Tal vez, Tú, Señor, estás con ellos (Espinal, 2015, p. 27).

    Sobre los ateos (por el contexto, militantes10):

    Estamos tristes por ellos, porque gritan para espantar su tristeza. Se ahogan en la noche sin tiempo y sin estrellas. La vida les desgarra, como a nosotros, pero ellos no tienen esperanza. Están solos, sin Dios. Para ellos la vida es apagarse, como la espuma del mar, como el sonido del martillo contra el yunque. Avanza la tenaza del silencio. Estamos tristes por ellos, Señor. El hombre no sería más que un sapo saltando hacia el vacío. ¡Y son nuestros hermanos! Han querido construir un mundo más justo, pero ¿para quién? Apuntálales la existencia, no sea que tan sólo construyan un mausoleo (Espinal, 2015, p. 31).

    En todo caso, también con estos marxistas ateos debemos mantener diálogo, siguen siendo nuestros hermanos.

    En términos más conceptuales podríamos precisar que la mayoría de aquellos teólogos de la liberación que aceptaban, cada uno con sus propios matices y bemoles, el materialismo histórico, eran mucho más reacios a aceptar también el materialismo dialectico. En reuniones de nuestra comunidad, junto a laicos que sí aceptaban el paquete total, recuerdo el calor con que Espinal repetía que en ese punto el marxismo como un paquete total, como el que se planteaba en la URSS, era muy pobre y débil. Nótese también que los textos citados por el propio Papa Francisco y otros para frenar este análisis marxista, porque este ultimo es esencialmente ateo, son posteriores a la muerte de Espinal.

    El jesuita Miguel Manzanera, en un artículo del 28 de julio (es decir, después de las aclaraciones de Lombardi y del propio Papa), lo sigue llamando el "crucifijo comunista", apelando a la oración a quemarropa ya mencionada de Lucho sobre el comunismo (pero no la otra sobre lo ateos). Reconoce que Lucho: "Fue secuestrado, llevado en un jeep a un matadero y allí cruelmente torturado durante cuatro horas y finalmente asesinado con 14 balazos en la noche del 22 de marzo de 1980". Añade que, al recibir la talla, el Papa quedó "confuso" (la palabra que usa el Papa mismo es "sorprendido") sin saber cómo reaccionar, ya que no sabía que le iban a dar ese regalo. Después Manzanera se concentra en las dos condecoraciones que le entregó Evo: el Cóndor de los Andes y otra nueva creada por la Asamblea Legislativa para esta ocasión, titulada "Luis Espinal" y que incluye una reproducción en metal dorado de la talla del Cristo (algo que al propio Espinal no le habría gustado11). Ya en Santa Cruz, al término de su estadía en Bolivia, al celebrar la misa en la capilla del Cardenal Julio Terrazas, el Papa anunció su entrega de ambas condecoraciones a la Virgen de Copacabana, declarada Reina de Bolivia en 1925, con estas palabras:

    Recibe como obsequio del corazón de Bolivia y de mi afecto filial los símbolos del cariño y de la cercanía que -en nombre del Pueblo boliviano- me ha entregado con afecto cordial y generoso el Señor Presidente Evo Morales Ayma, en ocasión de este Viaje Apostólico, que he confiado a tu solicita intercesión. Te ruego que estos reconocimientos, que dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Cóndor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luís Espinal, S.J., sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solícita y fuerte ternura. En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días, tantas. Madre, te suplico que les escuches; concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

    Manzanera no menciona que el Cristo regalado por Evo, el Papa Francisco lo llevó consigo a Roma, como precisó en la entrevista a los periodistas durante el viaje de retorno. Más bien, a partir de la oración a quemarropa sobre el comunismo (y sin conocer, al parecer, la otra sobre los ateos) y del hecho de que Espinal se hubiera prestado a dirigir el semanario Aquí, Manzanera ya deduce que Espinal era sin duda comunista y soñaba en llegar al comunismo para lograr la justicia. Ahí ya cabrían mayores matizaciones. No lo negaba, ciertamente, como posible; pero tampoco lo proponía como la única vía pensable. En realidad, lo dejaba abierto. En la mencionada oración se repite varias veces el término "tal vez" como una muletilla.

    Otro comentario más inmediato, del jesuita Daniel Mercado (10 de julio 2015), se fija más bien en el riesgo contrario: "Espinal, o el riesgo de un mártir descafeinado", que se lo quiera salvar eliminando lo que ahora determinados sectores ya no aceptarían tan fácilmente. Después de citar a quienes hablan de "crucifijo comunista, oxímoron, regalo insultante", etc. se concentra en mostrar cómo:

    A los personajes proféticos, las sociedades se las arreglan para domesticarlos. De Luis Espinal se preferiría hacer un mártir descafeinado, quitándole todo lo que incomoda para hacerlo inocuo y dejarlo listo para consumo masivo: una estampita de adorno. El incidente del crucifijo ha puesto en evidencia que muchos recuerdan a Lucho, pero no su significado. Un simple símbolo ideológico ha provocado revuelo y la indignación de algunos, esos a los que no les llama la atención, mucho menos les parece incoherente, un Cristo crucificado en una cruz de oro y piedras preciosas12.

    Si Luis Espinal sobrevive en nuestra memoria no es para tranquilizar conciencias, darnos una palmada en el hombro mientras ante la injusticia preferimos mirar para otro lado. Su vida, escritos y arte, también el controvertido crucifijo, están ahí interpelándonos. Luis nos recordará siempre, una y otra vez, a todos los creyentes que "una religión que no tenga la valentía de hablar a favor del hombre, tampoco tiene derecho de hablar a favor de Dios"13 (Mercado, 10 de julio 2015, s.p.; el resaltado es del original).

    He aquí otra versión, en el blog de José Miguel Arráiz, un catequista laico de Venezuela, que sigue viendo ese Cristo, pese a las declaraciones de Lombardi, como simplemente "blasfemo":

    Vincular a Cristo con el comunismo, una ideología atea que ha destruido la vida de millones de personas, es una blasfemia que ningún católico debería aceptar... Las declaraciones del portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, tratando de suavizar el hecho diciendo que "el símbolo no tiene una interpretación ideológica especifica" me han parecido penosas (Arráiz, 10 de julio de 2015, s.p.)

     

    X. Ampliando los horizontes

    Más allá del tallado mismo, el pensamiento global del Papa Francisco ha quedado muy claro en su última encíclica Laudato sí sobre el tema del medio ambiente, visto desde diversas perspectivas y enfatizando la fuerte implicación entre todas ellas. Incluye de manera central y con lenguaje concreto muy asequible a todos, la estrecha relación entre la pobreza social y el deterioro grave de la naturaleza. Y, al buscar cómo afrontar el daño en sus raíces, éstas las encuentra ante todo en el capitalismo que, en los dos últimos siglos, ha fomentado el lucro de una minoría y el creciente poder financiero, marginando a parte de la población como descartable. Sin negar los aportes indudables del avance tecnológico, hay un punto clave en que sigue aplazándose: no sabe qué hacer con sus crecientes residuos industriales por lo que hay cada vez más basura industrial no reciclada. Más aún, algunas investigaciones clave (como en los transgénicos) siguen financiadas por grandes empresas capitalistas que, obviamente, no irán contra ellas mismas y, para ello, producen nuevas semillas híbridas que ya no pueden reproducirse, produciendo el efecto perverso de una creciente dependencia de todos los usuarios de esas transgénicos con relación a estas empresas y sus investigaciones.

    Son significativos en este contexto los comentarios que han ido saliendo en prestigiosos periódicos de Estados Unidos, como The New York Times, con relación a la última gira papal por Ecuador, Bolivia y Paraguay:

    El Papa Francisco no sólo critica los excesos del capitalismo global; los compara con el "excremento del diablo"; no sólo argumenta que la "codicia de dinero" es mala. La llama "dictadura sutil" que "condena y esclaviza a hombres y mujeres" [...]. Sin tener una "receta" para cambiar rápidamente el mundo, les dijo a los 1.500 miembros de Movimientos Populares de América Latina y el mundo, reunidos en Santa Cruz, en el discurso más largo y significativo que tuvo en Bolivia y seguramente en toda su gira: "Ustedes, los humildes, los explotados, los pobres y los desfavorecidos pueden hacer y están haciendo mucho. Incluso diría que el futuro de la humanidad está en gran medida en sus manos" (The New York Times Weekly, 16 dejulio de 2015, s.p.).

    El comentario más duro que he leído es el de Greg Gutfeld, presentador de la cadena de televisión estadounidense Fox News, quien dijo Francisco es hoy por hoy "el hombre más peligroso del planeta" (16 de julio de 2015).

    Habrá que estar atentos a lo que diga el Papa y a la reacción de los medios en el próximo viaje de Francisco a Cuba y, de ahí, a los Estados Unidos. Dejemos el ulterior análisis de este tema para lo que vaya ocurriendo en los próximos meses.

    Hay otro aspecto teológico que siquiera deseo dejar mencionado. Aunque hasta ahora no se ha encontrado vida inteligente en otra parte del cosmos, estadísticamente es muy posible que así ocurra. ¿Como tratar en ese caso la universalidad de Cristo, sin que aparezca como un "tierracentrismo" a priori? La solución pasa seguramente por una mayor relevancia del Espíritu (femenina en hebreo Ruaj), la Tercera Persona de la Trinidad, que como viento sopla, entra y sale, va y viene por todas partes. Sugiero ver el ultimo libro de Víctor Codina, El Espíritu de Dios actúa desde abajo (Santander, 2015). En su primera nota cita a José Ignacio González Faus que, en su libro Herejías del catolicismo actual (2013, pp. 117-131), considera que una de estas herejías es "el olvido del Espíritu Santo". Esta referencia al Espíritu, como el otro brazo de Dios, es también clave para el diálogo con otras grandes tradiciones religiosas mundiales, sin necesidad de apuntar necesariamente a su conversión.

     

    XI. Remate final sobre Espinal y Bergoglio

    Permítanme concluir con tres puntualizaciones: (a) una matización o yapa a la visión del Papa sobre Luis Espinal; (b) algo más sobre la visión del propio Espinal ante el martirio y (c) algo sobre la Iglesia Argentina y Jorge Bergoglio, antes de ser Papa.

    (a) Tal vez se queda corto el Papa al reducir tanto las Oraciones a Quemarropa -asumo que a ellas se refiere al hablar de sus "poesías"- como sobre todo este Cristo y crucifijo al "género de protesta". Este cambio del soporte del Cristo de los típicos palos, uno horizontal y otro vertical, por el martillo y la hoz no lo hizo pensando en otros, sino para sí mismo. Lo tenía junto a su cama y no lo había difundido. Era una llamada permanente y muy íntima al diálogo incluso con los ateos, con un punto sólido de convergencia: la búsqueda conjunta de la justicia.

    (b)  De Espinal, hay que añadir algo más sobre su aceptación de la muerte martirial, a partir del borrador que se encontró en su escritorio del semanario Aquí, que también se reproduce en esta nueva edición de Plural consultada. Se titula "No queremos martires" y fustiga duramente a quienes, sintiendose inútiles o fracasados para construir un orden nuevo, buscan sobresalir después al menos como martires:

    El país no necesita martires sino constructores. No queremos martires, así se queden vacías las horas cívicas. El mártir es un personaje vistoso y demasiado emotivo. Es el ultimo refugio para los "héroes" revolucionarios, sobre todo si proceden de la pequeña burguesia... El grupo político desplazado tiene la mistica del martirio, procura sublimar la derrota. En cambio el pueblo no tiene vocación de mártir. Cuando el pueblo cae en combate, lo hace sencillamente, lo hace sin poses, no espera convertirse en estatua...

    Porque la revolución necesita hombres lúcidos y conscientes. Realistas pero con ideal. Y si un día les toca dar la vida, lo harán con la sencillez de quien cumple una tarea más y sin gestos melodramaticos (Espinal, 2005, pp. 98-99).

    Espinal estaba muy consciente de la posibilidad de que lo mataran. No le faltaron notas anónimas, que él guardaba para sí. Temía la muerte como todo mortal, pero nunca dejó de hacer lo que le parecía correcto, para escapar a sus consecuencias. Tenía, al igual que Monseñor Oscar Romero, Ignacio Ellacuría y tantos otros, esta libertad suprema que da la aceptación de poder ser muerto en cualquier momento. Uno de los primeros pósteres tras su muerte repetía su dicho: "Morir por un pueblo puede dar más carta de ciudadanía que nacer en un pueblo". Dijo a su hermana religiosa carmelita de clausura en la última de sus comunicaciones, tras un atentado al semanario Aquí: "Quédate tranquila, no sufras si algún día me pasa algo, porque ya lo tengo asumido y ofrecido".

    c) Añadiré otros dos datos complementarios sobre la Iglesia Argentina inmediatamente antes de la brutal dictadura de los años 70 y 80. El primero es el movimiento de los "sacerdotes del tercer mundo", que en sólo Argentina llegó a aglutinar a más de 400 sacerdotes; que, junto con varios de otros países, mandaron una carta conjunta de apoyo a los obispos recién convocados a Medellín en 1968.

    El segundo dato, a un nivel más teológico, es sobre lo que se llamó entonces "teología del pueblo", corriente a la que de alguna manera se adscribía el joven Jorge Bergoglio, junto con su colega jesuita Juan Carlos Scannone entre otros14. Fue algo anterior a la teología de la liberación, difundida por Gustavo Gutierrez desde 1971, con la que compartía su opción por los pobres; pero sin referencias al análisis marxista, con mayor énfasis en la diversidad de celebraciones populares, como una posible fuente alternativa de inspiración teológica e incluso mística, y con cierta cercanía con lo que en aquellos años ocurría en la política nacional con Juan Domingo Perón y su esposa "Santa Evita" (ver más detalles en Albó, 2015).

     

    Notas

    1 Xavier Albó nació en 1934 en Catalunya, España. En 1951 se unió a la Companía de Jesús para formarse como jesuita. El año siguiente emigró a Bolivia y posteriormente se nacionalizó ciudadano boliviano. Es doctor en Lingüística y Antropología de la Universidad de Cornell de Nueva York. Estudió Teología en la Facultad Borja de Barcelona y la concluyó en la Loyola University de Chicago. Además es Doctor en Filosofía de la Universidad Católica del Ecuador. Realizó estudios en Humanidades en Cochabamba y posteriormente en la Universidad Católica del Ecuador.

    2 Hay numerosas ediciones y reediciones, pero esta nueva edición ampliada es la primera con tantos tallados y otras adiciones.

    3 El Papa Francisco trajo 1.500 o más ejemplares a Bolivia para repartir en el encuentro con los movimientos populares.

    4 Los miembros de esta comunidad mixta, en el momento de su fundación, fueron los jesuitas Luis Espinal, Pedro Negre, Oriol Prats, Lucho Alegre, Xavier Albó y Francisco Javier Santiago de Pablo, más dos familias de dirigentes universitarios: Oscar Eid Franco con su esposa Lucy Jordán Quiroga y su primer hijo Camilo, y Hans Moeller con su esposa Alcira Zevallos, embarazada ya de Mauricio. Con el golpe de Banzer, la comunidad sufrió toda una reestructuración: los jesuitas Negre, Prats y Santiago debieron abandonar el país y los varones laicos tuvieron que entrar en clandestinidad, pasando a veces por la comunidad donde seguía el resto de sus familias. Entró también entonces en la comunidad Gloria Ardaya (cuyo esposo Nils Sanz había sido detenido unos pocos días en Desaguadero y un tiempo después pasó a la Argentina, donde más adelante viajó también Gloria). Un tiempo vivieron también en esa comunidad los entonces estudiantes jesuitas Josep M. Barnadas, Godofredo Sandoval y Carlos García Tornel, y aterrizaban además allí los jesuitas de la comunidad rural de Tiwanaku, cuando venían a La Paz; varios de ellos y sus familias siguen allegados al grupo “los piadosos”.

    5 Esta familia Jordán Quiroga conformaba de alguna manera la extensión de nuestra comunidad en Cochabamba, sobre todo a través de la mamá Berta y los hijos que seguían más allegados a ella. Habíamos pasado algunas navidades en su casa y Espinal bailaba ahí muy feliz. Una navidad nos regalaron, para el día de inocentes, una gran torta que, en realidad, era una caja vacía de zapatos. En revancha, los jesuitas les hicimos otra broma anunciando que uno de nosotros se iba a casar y que adivinaran cuál, les causó una gran perturbación.

    Por orden de edades los hijos son: Hernán (falangista, más distante de la familia); Consuelo (que años después se casó con el historiador Josep M. Barnadas, jesuita historiador no sacerdote que había pasado también a nuestra comunidad y de quien ella ha quedado viuda en 2014); Ivonne (enfermera, que heredó el tallado de Berta); Augusto o “Cucho” (abogado, fue el primero que puso en la ventana de su bufete un letrero de Centro de Investigación y Promoción del Campesinado –CIPCA-, aunque la oficina sólo se fundó formalmente más tarde con Carlos Quiroga Blanco, cuando éste retornó de Lovaina); Lucy, esposa de Oscar Eid, ambos miembros de la comunidad “los piadosos” (Oscar era el eterno líder universitario, cofundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria –MIR-, pasó varios anos en la cárcel siendo el hombre de confianza de Jaime Paz y, después, el cerebro de su alianza con Bánzer); Maritza; Carmen (cuya muerte prematura mucho nos afectó a todos); Guillermo o “Guichi”; y Orlando, más conocido como “Cacho”, cuya esposa Yoly trabajó también un tiempo en CIPCA.

    6 Esta serie tenía algo de adaptación (aunque con muchos menos medios y recursos) de la que había hecho anteriormente en la TV de la dictadura franquista en España, con el título “Cuestión urgente” y de la que renunció cuando, en uno de los programas, la directiva de aquella TV no le permitió incluir una secuencia sobre las “chabolas” o viviendas precarias de muchos inmigrantes llegados a las grandes ciudades.
     
    Para completar la historia del breve paso de Espinal por la incipiente TV boliviana, también lo expulsaron como en España, cabalmente durante el corto gobierno izquierdista del general J.J. Torres. Para otro programa sobre violencia en esta misma serie “En carne viva”, Espinal había logrado una secuencia con un grupo guerrillero local, siendo para ello secuestrado por ese grupo. Pero el entonces director de la TV, Ted Córdoba, lo consideró una provocación inaceptable y lo despidió sin contemplaciones.

    7 Ambos seguían siendo parte del equipo jesuita de Tiwanaku, que un año antes había sufrido un golpe muy duro con la muerte de su principal exponente Gustavo Iturralde Sj., quien tras caminar en solitario durante una semana por Yungas y la Cordillera Real apareció ya muerto en un depósito de material al pie del Huayna Potosí. Esta crisis provocó la salida y matrimonio de varios jesuitas (entre ellos, Javichu), que han ido encontrando otros rumbos para seguir soñando creativamente desde nuevas plataformas, como cuenta bellamente Jimmy Zalles (otro del equipo, que también se casó) en su libro En las brasas de un fuego, publicado recién en 2014 (La Paz: Fundación Xavier Albó y Companía de Jesús), después de haber estado varios anos en la web, en diversas versiones.

    8 Yo lo tenía pero algún desconocido se me lo apropió y ahora no sabemos dónde está.

    9 El versículo al que se refiere Espinal es el siguiente: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". Es importante recalcar que esta oración se ha mantenido intacta respecto a cómo la redactó inicialmente, antes de llegar a Bolivia en 1968.

    10 Lástima que en sus Oraciones a Quemarropa no incluyera una sobre los agnósticos, que en muchos casos se mantienen en una búsqueda que puede ser muy larga.

    11 Ver su texto "Hijo del Hombre", una columna en el periódico Ver Última Hora, que se ha reproducido también en la edición consultada en el presente artículo: "Pasaron los anos y la cruz se volvió de oro y marfil, y la cruz coronó la diadema imperial. Fue otra traición. Se empezó a besar a la cruz pero también a olvidar la enseñanza de quien fuera clavado en ella. Y con la cruz en el pecho, se volvió a escupir al pobre y dar la espalda a la viuda, que sólo tiene centavos" (Espinal, 2015, pp. 96-97).

    12 Ver la nota anterior.

    13 Esta fue el lema de un de los primeros pósteres sobre Lucho y yo lo cité una vez para el propio Fidel Castro en La Habana, quien replicó: "iAh, la teología de la libración!".

    14 Anos después Scannone ha fomentado también la "Filosofía de la Liberación", citada por el Papa Francisco en su reciente encíclica Laudato si.

    15 La primera edición, titulada Luis Espinal. El grito de un pueblo, la publicó el CEP (Centro de Estudios y Publicaciones) de Gustavo Gutiérrez en Lima, sin mayores referencias de sus auspiciadores, para evitar represalias en Bolivia. La segunda añade la autoría colectiva de la Asamblea, sin especificar tampoco los autores de los diversos capítulos introductorios. Éstos recién los menciona Alfonso Gumucio (1986).

    16 La versión en castellano es de 30 minutos y la que está en catalán (con subtítulos en español) es de 45 minutos.

    17 Edición, presentación y notas de Xavier Albó Corrons y Javier Reyes Aramayo.

     

    XII. Referencias bibliograficas

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    Espinal, L. (1982 [1980])15. Lucho Espinal, testigo de nuestra America. Madrid: Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia y IEPALA Editorial.

    Espinal, L. (2015a). Oraciones a quemarropa. Tallados en madera y testimonio de la huelga de hambre. La Paz, Bolivia: Plural, Fundación Xavier Albó y Compañía de Jesús.        [ Links ]

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    Gumucio Dagron, A. (1986). Luis Espinal y el cine. La Paz, Bolivia: CIMCA.        [ Links ]

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    Sivak, M. (2008). Jefazo: Retrato íntimo de Evo Morales. Buenos Aires: Debate.        [ Links ]

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    Zalles, J. (2014). En las brasas de un fuego. La Paz: Fundación Xavier Albó y Compañía de Jesús17.        [ Links ]

     

    Articulo recibido en: 9 de septiembre de 2015

    Aceptado en: 26 de octubre de 2015