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    Revista Expresiones de Sociales

    versión impresa ISSN 2304-8878

    Expresiones de Sociales  n.2 La Paz  2012

     

    ARTICULO

     

    ¿SOY MESTIZO? Reflexiones para el debate.

     

     

    José Teijeiro Villarroel,
    Decano de la Facultad de Ciencias Sociales

     

     


     

    Esta interrógame me trae a colación un cuento en el que uno de los principales personajes, dadas ciertas crisis de arrebato personal, buscaba su seguridad de ser preguntando a un espejo si ella seguía siendo lo que siempre sintió y creyó ser, la respuesta de una misteriosa fuerza que siempre acudía al llamado del personaje era prácticamente la que definía tal situación. Existirían dos interesantes aspectos relacionados con dicha especifica situación y el primero de ellos es que la respuesta no era producto de ningún misterioso y coyuntural menjunje y, segundo, da la impresión de que el diálogo con el espejo era un diálogo consigo mismo; con la interioridad de uno mismo y quizás Freud pudo haberlo dicho -quizás lo dijo- que aquél misterioso interlocutor no era otro que su propio Ideal del Yo enraizado en la interioridad psíquica del personaje; es decir, su Ideal Cultural que, entre otros aspectos, se establece en nuestra interioridad en calidad de horizonte de realización o aquello que determina nuestro ser y se establece en calidad de horizonte de realización.

    Un grupo de bolivianos y bolivianas estamos viviendo algo muy semejante a lo que en cuento vivió el personaje de tal cuento; lo que sucede es que el proceso de "revolución democrática y cultural'1 que estamos forjando con el propósito de recuperar, activar y significar nuestra realidad, lo que más se ha ido fortaleciendo en el país ha sido -y es- el tema relacionado con la diversidad étnica cultural en Bolivia. Este hecho no significa, como algunos lo entienden, que estemos "etnizan-do" nuestra realidad; tampoco nos deberíamos sorprender ni enfadar ante tal "descubrimiento''ya que estamos, en realidad, activando y significando una realidad históricamente excluida pero -y aunque parezca una paradoja- profunda e intensamente vivida.

    Y en éste proceso de reconocimiento y significación de nuestra caracterología multiétnica, es que nos hemos abocado a la inserción del mismo en la complejidad estructural de la dinámica estatal y, claro está, buscado a su vez el cambio de aquél imaginario social en el que lo culturalmente diferente solo era parte de una inferioridad al servicio de una supuesta superioridad culturalmente determinada (que, me imagino, es desde donde emerge el enfado e incluso la negación); una inferioridad que culturalmente debía (¿debería?) transformarse -"integrarse"- para así poder ser parte de la ideología dominante.

    Si nos concentramos en el significado de lo que acabamos de apuntar, nos daremos cuenta que lo que hemos ido priorizando, caracterizando y valorando en el proceso de revolución democrática y cultural, ha sido -y es- la diversidad étnica cultural; y cuando ésta emergió desde el ámbito de la exclusión y represión en el que se encontraba, ésta fue -y es- la que empezó a ser lo determinante en la construcción social de ésta nueva dinámica de la realidad del país.

    Si aceptamos que así fue -y no veo por qué negarlo- entonces tenemos que ser conscientes de que la construcción de ésta nuestra nueva realidad se sostiene y se dinamiza en y desde la identidad étnica ya que está claro -o debería estarlo- que la existencia del otro y/u otros se da a partir de la identificación de un sentimiento de pertenencia que, en definitiva, es la principal diferencial cultural de y en tal diversidad. En éste sentido también debemos darnos cuenta que la nueva caracterología de nuestra realidad es la diferencia y no la semejanza.

    Aceptémoslo!., pero ello también significa que tal actividad se esta dando dentro de una estructura pre-existente en la que también existen significativas y profundas semejanzas que son las que estamos excluyendo con el afán no de eliminarlas sino de visibilizar la diversidad. Pero parece que no todos lo entienden así y de ahí es que están emergiendo ciertos radicalismos -uno de ellos es el propio gobierno del MAS- que tienden a extirpar las semejanzas, generando así un muy peligroso explosivo a punto de detonar y destrozar absolutamente todo, incluso la propia diversidad étnica cultural de Bolivia.

    Es cierto que la actual cúpula gubernamental se ha dado a la tarea de copar "el poder total", y esto con el objetivo de... y esto es lo que no está claro porque el gobierno ha perdido la línea en cuanto a su principal responsabilidad, es decir, la construcción de un horizonte de realización social intercultural. En éste sentido y contexto el problema TIPN1S -por ejemplo- es algo más, mucho más, que un problema centrado en un espacio.

    En esta lucha del poder por el poder -de corte casi stalinista- el propio gobierno se ha creado su propia oposición y, a su vez, ha minado el camino hacia la interculturalidad que, por principio y esencia es contraria a la monopolización del hecho socio cultural como así lo realizan los imperialismos ya conocidos.

    En éste proceso el gobierno, mejor dicho la cúpula del gobierno, ha perdido capital humano y simbólico y ya se habla de "declinante trayectoria": y se ha identificado un proyecto que busque revertir tal situación con el objetivo de "hallar la forma de asegurar su continuidad más allá del 2014"; a éste proyecto se lo está relacionando con el censo a realizarse en éstos días señalándose, al respecto, que "el Gobierno encara el censo de éste año con un propósito político primordial: revalidar el mito de Bolivia como país indígena y propulsar un nuevo aliento a la indigenización identitaria, que ha sido uno de sus caballos de batalla"2

    "El interés político no declarado del Gobierno es su temor de que toda la ideología de la que tanto usó y abusó, se le desplome y con ella su pretendida legitimidad histórica"3

    Para quienes aún continuamos sosteniendo que la interculturalidad es -quizás- la última oportunidad de poder construir una sociedad boliviana; una identidad colectiva boliviana, no solo es preocupante el contagioso muyu-muyu por el que está pasando la cúpula gubernamental del MAS1 sino también aquella corriente de pensamiento que está emergiendo entorno al tema del mestizo; corriente que bien podríamos identificarla y sintetizarla en la argumentación a la que todo defensor de lo mestizo ha y está recurriendo. En éste sentido, se asegura que la defensa de la opción mestizo tiene como objetivo el de "... aparecer en el mapa de la nación pluricultural [y esta defensa] tenía por eso pleno sentido. Lo tiene incuestionablemente desde el punto de vista de la construcción de un mosaico cultural"5

    Si creemos entender correctamente, la opción mestizo estaría siendo pensada como si ésta representase una diferencia étnica más en el conjunto de la diversidad, es decir, como si lo mestizo fuese un grupo étnico más, lo cual nos conduce a la lógica de la República unitaria multiétnica y pluricultural (CPE-1994); lógica que activa la definición de lo pluricultural a partir de la existencia de varios grupos étnicos, y en aquél tiempo y contexto ¿cuál fue nuestra adscripción étnica? ¿Cuál pudo ser o sería nuestro grupo étnico?- Y ahora no se nos ha podido ocurrir la "mejor idea" de prácticamente crearlo bajo el nominativo identitario de "los mestizos".

    Al margen de lo anecdótico, creemos que el concepto de mestizo describe más una condición cultural cuya principal característica es la heterogeneidad, y nos sería muy complicado el atribuirnos cierta exclusividad étnica relacionada con la heterogeneidad cultural en un país en el que el cien por cien de los diversos grupos étnicos son en mayor o menor medida mestizos, y muchos de ellos más heterogéneos que nosotros mismos.

    La actual Constitución Política del Estado ha recurrido a un término con el objetivo de poder identificar una situación en la que lo característico de la vida en común sea lo diverso, y a ello lo ha identificado con el término de "comunidad interculturat' y creo que la posibilidad de poder construir una identidad intercultural -un horizonte de realización socio intercultural- ya no es el ir acentuando las diferencias y alejando y hasta penalizando las semejanzas y empatias. Lo que tenemos que ir haciendo a un lado sería, en todos los casos, aquello que no nos está permitiendo significar el tejido de las semejanzas en un contexto de diversidad étnica cultural.

    ¿Entonces?...

    O seguimos el camino de los brujos, quienes incluso ya pronosticaron el regreso de los q 'aras -otra paradoja sobre la pérdida de rumbo gubernamental- o nos abocamos a coadyuvar la construcción de nuestro Ideal del Yo intercultural.

    NOTAS

    1 La idea o el origen de ésta "revolución democrática y cultural" se encuentra en la dinámica de los movimientos sociales que, entre otros aspectos, provocaron la caída de Sánchez de Lozada y promovieron el asenso del MAS y a quien prácticamente le encargaron la responsabilidad de la realización del mismo.

    2 Henry Oporto. Página SIETE. 16/09/2012

    3    Jorge Lazarte. Página SIETE. 05/08/2012

    4     Si la realización de un horizonte socio intercuJtural fuese el activo objetivo de ésta cúpula gubernamental, no se entiende el por qué, por ejemplo, "... no se avergüenzan al atacar a los indígenas, no se sonrojan al reprimirlos, no se amilanan al intentar sobornarlos. ¿Dónde quedó la ética, donde quedó su indigenismo de