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    Revista de Analisis

    versão impressa ISSN 1999-6233

    Analisis IBEPA v.1 n.2 La Paz  2008

     

    ALBA CONTRA ALCA

     

    Avances y contradicciones

     

     

    Thomas Fritz*

     

     


    La siguiente discusión va a considerar ambos aspectos. Los avances y las contradicciones de esta vía alternativa de integración serán discutidos mediante el análisis de las iniciativas más importantes del ALBA. Punto central serán los tratados entre Venezuela, Cuba y Bolivia, además de las iniciativas energéticas. Los protagonistas del ALBA justamente le otorgan una gran importancia a la integración energética, por lo cual el análisis de aspiraciones y realidades de la Alternativa Bolivariana en el ámbito energético también será objeto de este estudio.

    El estudio completo (Fritz., 2007)1 puede descargarse de la página FDCL ó IBEPA.


    1. INTRODUCCION

    El paisaje político de la integración latinoamericana está cambiando profundamente. El proyecto de construir una zona de libre comercio panamericana, ALCA, un proyecto neoliberal basado en la competencia y liderado por los Estados Unidos, está estancado. Al mismo tiempo la discusión sobre la integración latinoamericana se está intensificando, empujada por iniciativas concretas de gobiernos de izquierda, que apuestan a relaciones solidarias en vez de competitivas. El alejamiento más evidente del dogma liberal lo están llevando a cabo el ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), iniciado por Venezuela, y el concepto de contratos de comercio alternativos TCP (Tratado de Comercio de los Pueblos), promovido por Bolivia.

    Bajo el techo de ALBA el gobierno venezolano no sólo ha desarrollado una visión ambiciosa de una integración latinoamericana solidaria, sino también ha llevado adelante un gran número de cooperaciones interestatales, especialmente en el sector energético.

    Las expresiones más claras de estas actividades han sido el acuerdo sobre la entrega preferencial de petróleo, Petrocaribe, y el contrato de cooperación entre Venezuela, Cuba y Bolivia, ALBA-TCP. En enero del 2007 el nuevo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció el ingreso de su país al ALBA. Además de eso, Venezuela ha integrado a otros países en su "Alternativa Bolivariana para las Américas" a través de proyectos conjuntos.

    Este nuevo enfoque ha despertado un gran interés en todo el subcontinente y representa un enriquecimiento valioso del revitalizado debate latinoamericano sobre integración regional. ALBA sirve como ejemplo para ilustrar los márgenes de acción de gobiernos, que intentan dar pasos concretos para salir del callejón sin salida neoliberal. Sin embargo, como cualquier proyecto realista de transformación, el ALBA está sujeto a contradicciones que una y otra vez llevan a conflictos con sus propias aspiraciones. Al mismo tiempo, se han podido constatar una serie de logros que han abierto el paso hacia una integración social y solidaria.

     

    2. ENTRE SOLIDARIDAD Y LIBRE COMERCIO

    Los avances y las contradicciones del ALBA, sin embargo, no solamente se pueden estudiar mirando el ejemplo de las políticas energéticas, sino también mediante el estudio de las otras iniciativas, sean los acuerdos comerciales, las propuestas de política financiera o la inclusión propuesta de los movimientos sociales.

    Al contrario de los acuerdos comerciales tradicionales el tratado ALBA-TCP considera la asimetría entre los socios, su nivel de desarrollo desigual. Bolivia, por ejemplo, beneficia en forma amplia del tratado, pero no es instada a una liberalización amplia de sus mercados. Las tres partes se conceden mutuamente un trato especial. El énfasis está en cooperaciones en beneficio mutuo. Las inversiones en las áreas de salud y educación demuestran el enfoque del tratado hacia el combate a la pobreza. Su utilidad inmediata para grandes partes de la población es indiscutible.

    A la vez, sin embargo, Bolivia y Venezuela, en el marco de sus participaciones en la CAN y el MERCOSUR respectivamente, están negociando acuerdos de asociación con un contenido completamente opuesto a los principios del ALBA y del TCP. Así por ejemplo, la UE no solamente exige rebajas arancelarias para casi todos los grupos de productos, sino también la liberalización de servicios, inversiones y compras gubernamentales. Bolivia ha presentado un catálogo amplio de criterios en el inicio de negociaciones entre la Comunidad Andina y la Unión Europea, que exige la consideración de las asimetrías entre las partes. Sin embargo, es poco realista pensar que esto se pueda cumplir2.

    Las demandas bolivianas se contraponen a los intereses económicos centrales de la Unión Europea. Además, en el ámbito del marco negociador de la Comisión Europea, son prácticamente incumplibles. Además, hace solo pocos meses la Comisión ha acordado una nueva estrategia comercial, que prevé demandas liberalizadoras aún más estrictas en beneficio de las empresas europeas.3

    La afiliación de Venezuela al MERCOSUR y la afiliación potencial de Bolivia al mismo pacto plantea aún más preguntas sobre la consistencia del proyecto ALBA. Aquella unión arancelaria no satisface los principios centrales del ALBA-TCP, ni pueden estos dos países resistir a la competencia brasileña o argentina. Un estudio del instituto de investigación social ILDIS llega a la conclusión de que, a excepción de las industrias de petróleo y de acero, numerosos sectores venezolanos no estarían preparados para una rebaja arancelaria en el marco del MERCOSUR. Esto sería sobre todo el caso de toda la industria alimentaria. En total 1,9 millones de puestos de trabajo peligrarían, directa o indirectamente, por la entrada al MERCOSUR.4

    El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) también advierte sobre los impactos de este paso. Sin considerar las exportaciones de gas a Argentina y Brasil, Bolivia cuenta con un déficit comercial con el MERCOSUR de 613 millones de dólares. Este déficit es especialmente marcado en el sector de productos agrarios. El IBCE deduce, que el MERCOSUR sería una "amenaza real" para los sectores agrario e industrial "por su cercanía geográfica y los menores costos de producción y transporte". Además, si Bolivia acepta la reglamentación arancelaria del MERCOSUR, pondría en peligro su participación en la Comunidad Andina.5

     

    3. ENTRE AUTONOMIA Y EL PAGO DE LA DEUDA

    Dudas similares sobre la consistencia del ALBA surgen al observar las propuestas de política financiera. Así, la creación de un Banco del Sur podría posibilitar el otorgamiento de créditos sin el condicionamiento de realizar ajustes estructurales al estilo Banco Mundial y FMI. Si esto, sin embargo, constituye un avance, va a depender de los tipos de proyectos en que invertiría el banco sudamericano finalmente. Si, por ejemplo, los gobiernos participantes acordasen considerar al mega-gasoducto empujado por Venezuela como un proyecto integrador digno de financiar, entonces habría que dudar del potencial progresista de un banco de esa índole.

    Claudio Katz además critica, que la compra de bonos argentinos por parte de Venezuela, finalmente le posibilitó a Argentina pagar su deuda con el Fondo Monetario Internacional. Si el Banco del Sur seguiría ese ejemplo y posibilitaría el pago de la deuda frente a los acreedores del Norte, esto sería contraproductivo, ya que las causas del endeudamiento seguirían sin ser cuestionados. "El reciclaje de los pagos choca, además, con la perspectiva de un frente común de deudores que pondría fin al drenaje de divisas, advierte Katz.6

     

    4. EL DESAFIO DEMOCRATICO

    El mayor desafío, sin embargo, parece ser el de la participación ciudadana. A pesar de que el ALBA se presenta abierto a propuestas desde los movimientos sociales, todas las decisiones relevantes hasta ahora se han tomado por el lado de los gobiernos. El tratado ALBA-TCP surgió sin participación de la sociedad civil que haya sido reconocible.

    Proyectos energéticos como el gasoducto son llevados hacia adelante sin participación pública. Si se recogen propuestas de los movimientos sociales, como en el caso de la creación de una red regional de empresas recuperadas, es porque no conllevan potencial conflictivo. ALBA, por lo tanto, aún atiende demasiado poco a la pluralidad de la sociedad civil.

    Existen diferentes visiones sobre modelos alternativos de integración. Con una mayor apertura al debate sobre modelos diferentes de integración el ALBA sólo podría ganar. Los movimientos sociales, en cambio, pueden ejercer la mayor influencia posible sobre el ALBA y los demás bloques regionales desarrollando modelos de integración propios.

    Las contradicciones del ALBA confirman la advertencia de Alberto Arroyo, de que no es cuestión sólo de escoger "entre las propuestas que vienen de los gobiernos progresistas del Mercosur, de Venezuela o de Bolivia".7

    Más bien se requiere desarrollar modelos propios, para desde esa base desafiar o apoyar a las iniciativas gubernamentales. El ALBA, sin duda, ha hecho un aporte importante a la discusión sobre alternativas de integración regional. A pesar de todas las contradicciones la Alternativa Bolivariana de las Américas ha comprobado, que los márgenes de acción para una integración social y solidaria son mucho más amplios de lo que afirman muchos gobiernos.

     

    NOTAS

    * Investigador sénior del Centro de Investigación Chile Latinoamérica-FDCL. Berlín

    1 Fritz T. 2007. ALBA contra ALCA. La Alternativa Bolivariana para las Américas: una nueva vía para la integración regional en Latinoamérica Centro de Investigación y Documentación FDCL. Berlín, abril de 2007. Traducción: Jan Stehle

    2 Véase Ronald Köpke, pie de página 10, pp. 29.

    3 Véase: 'Global Europe Competing in the World', European Commission, External Trade, Bruselas 2006.

    4 Osvaldo Alonso, 'Incorporación al MERCOSUR: efectos potenciales sobre la fuerza de trabajo en Venezuela', Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ildis), Caracas, octubre de 2005.

    5 'IBCE desaconseja ingreso pleno de Bolivia al MERCOSUR', Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), 19 de diciembre de 2006.

    6 Claudio Katz, 'Las disyuntivas del ALBA', especial para Argenpress.info, 2 de abril de 2006..

    7 Alberto Arroyo, 'Reflexiones ante la Cumbre de Cochabamba'. En: America Latina en movimiento, número 414-415, año 30, 4 de diciembre de 2006, Integración: Nuevas rutas, p. 22-24.