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vol.13 número63EL CATÁLOGO DEL ARCHIVO FÍLMICO DE LA FUNDACIÓN CINEMATECA BOLIVIANACOMENTARIOS AL LIBRO: TRISTAN PLATT Y GONZALO MOLINA. DEFENDIENDO EL TECHO FISCAL. CURACAS, AYLLUS Y SINDICATOS EN EL GRAN AYLLU MACHA. NORTE DE POTOSÍ, BOLIVIA, 1930-1994 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.13 n.63 La Paz ago. 2019

     

    PÁGINAS DEL EDITOR

     

    LOS DOCUMENTOS PROGRAMÁTICOS DE LA CENTRAL OBRERA BOLIVIANA

     

    THE PROGRAMMING DOCUMENTS OF THE CENTRAL OBRERA BOLIVIANA

     

     

    Luis Oporto Ordóñez*

     

     


    RESUMEN

    Análisis de seis documentos políticos fundamentales para comprender el origen, desarrollo y proyección de la Central Obrera Boliviana, producidos por los trabajadores de Bolivia y aprobados en sus congresos obreros. Este artículo fue escrito como prólogo al compendio de título homónimo que permite comprender la historia política contemporánea de Bolivia. Se trata de seis documentos que caracterizan las luchas obreras por buscar y alcanzar ideales políticos y utopías socialistas en el marco de la unidad e independencia de la clase obrera.

    Palabras clave: <Central Obrera Boliviana> <Historia del movimiento obrero boliviano> <Historia política boliviana>


    ABSTRACT

    Analysis of six fundamental political documents to understand the origin, development and projection of the Bolivian Workers Center, produced by the workers of Bolivia and approved in their workers' congresses. It was written as a prologue to the compendium of the same name, which allows us to understand the contemporary political history of Bolivia. These are six documents that feature the workers' struggles to seek and achieve political ideals and socialist utopias, within the framework of the unity and independence of the working class.

    Keywords: <Bolivian Workers Center> <History of the Bolivian Workers Movement> <Bolivian political history>


     

     

    El Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social ha reunido en un solo volumen seis documentos políticos fundamentales para comprender el origen, desarrollo y proyección de la Central Obrera Boliviana, que es a la vez un compendio que permite comprender la historia política contemporánea de Bolivia, cuya información orientará a la sociedad en su conjunto sobre nuestro futuro.

    Se trata de seis documentos constitutivos producidos por los trabajadores organizados en la Central Obrera Boliviana, que caracterizan sus luchas por buscar y alcanzar ideales políticos y utopías socialistas en el marco de la unidad e independencia de la clase obrera.

    En sus 66 años de existencia, la Central Obrera Boliviana ha realizado 17 congresos nacionales, siendo el primero el efectuado en La Paz (del 31 de octubre al 10 de noviembre de 1954), en el que fue elegido reglamentariamente Juan Lechín Oquendo como secretario ejecutivo, y el último en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (en febrero de 2018) donde fue electo Juan Carlos Huarachi, representante de la nueva dirigencia minera.

    El primer documento es el Acta de fundación de la Central Obrera Boliviana, hecho histórico verificado el 17 de abril de 1952, tan solo a días de la acción de masas que expulsó a los "Barones del Estaño", forzó a nacionalizar las minas y decretó la Reforma Agraria, inaugurando en los hechos la era del capitalismo de Estado. La fundación de la COB es considerada como el instrumento idóneo para aglutinar a los trabajadores en "la defensa de los altos intereses ideológicos, políticos y sindicales del proletariado, los campesinos y las clases medias empobrecidas", alianza policlasista que "agrupa a la mayoría de la nación". Los dirigentes históricos del movimiento obrero, campesino y popular que suscribieron el documento fueron Juan Lechín O. (minero), Germán Butrón M. (fabril), Mario Tórrez C. (minero), Edwin A. Moller (intelectual), Waldo Álvarez (gráfico), Antonio Álvarez Mamani (campesino), entre otros, que expresan la alianza de clases, propia de la naturaleza de la COB.

    Dos años más tarde, en su primer congrego nacional, la COB aprueba su Declaración de principios y su programa ideológico (del 31 de octubre al 10 de noviembre de 1954), documento que analiza la situación política internacional y caracteriza el proceso de la revolución nacional, a la que identifica como "producto de la conciencia general del país [...] en relación directa con la evolución mundial y la correlación de fuerzas sociales antagónicas", que será el método de análisis que se mantendrá en su praxis sindical.

    En la declaración de principios, la COB reivindica la "línea estratégica del marxismo-revolucionario" y señala la necesidad de "una férrea unidad internacional para imponer la paz socialista y su victoria, con la supresión de toda explotación del hombre por el hombre", mostrando su interés de exportar el modelo de la revolución nacional y Popular "de obreros, campesinos y clases medias en los países poco desarrollados", a la que muestra como una alternativa ante "la burocracia soviética" y "los países dominados por la clase capitalista", proceso capaz de crear "las condiciones necesarias para la revolución social", constantemente amenazada por las reformas democrático-burguesas del ala derechista del Movimiento Nacionalista Revolucionario con el que cogobernaba la COB.

    Es, sin duda, uno de los documentos más importantes y reveladores generados por la dirigencia obrera aglutinada en el CEN de la COB. Se convierte en un verdadero instrumento para concienciar a la clase obrera y dotarle de una línea estratégica que guiará su accionar durante la época más conflictiva del movimiento obrero que alcanzó el poder, pero no logró consolidar el modelo de cogobierno.

    Por su importancia, es necesario mencionar su contenido. La primera parte analiza el contexto internacional en el que se desenvuelve la clase obrera. En la caracterización de la situación política internacional se establece con claridad la existencia de un bloque occidental y un bloque oriental, en un contexto de guerra internacional en la que el movimiento obrero opta por lo que llama "La tercera posición".

    La segunda parte analiza la relación de la COB con el Gobierno de la revolución nacional en un momento crítico para la clase obrera que es consciente de que tiene un poder real, pero que al mismo tiempo decide abstenerse de tomar el poder político del Estado. Es un movimiento obrero y popular armado, con milicias obrero-campesinas, que, sin embargo, solo garantizan su función de cogobierno:

    La principal y mayor conquista de los trabajadores ha sido la nacionalización de las minas con la consiguiente expulsión de los "Barones del Estaño" y la liquidación del régimen feudal en el campo. Y la mejor garantía de defensa en esas conquistas la constituye la participación obrera en el Gobierno, el control obrero con derecho a veto y la organización sindical y militar del proletariado y campesinado.

    Su gran fortaleza es, al mismo tiempo, fuente de debilidad y amenaza. Se mueve al interior de una trama que se caracteriza por la indecisión y la ambigüedad, producto de sus grandes contradicciones, pues por una parte reclama su papel fundamental como "guardián de la revolución nacional", pero por otro lado se declara impotente ante la perspectiva de tomar el poder político, un error que no pudo ser enmendado en el futuro.

    La concepción del sindicalismo revolucionario confiere al "sindicato", el carácter de "escuelas primarias del socialismo", de "organismos en los cuales el obrero aprende el ABC de la lucha de clases y que, por su misma naturaleza, son organismos amplios donde caben desde elementos falangistas hasta ultraizquierdas, pasando por social-cristianos y apolíticos" [...]. En tales condiciones, resulta absurdo que se plantease la "toma del poder" por una organización sindical, que si bien refleja las condiciones económicas del obrero, del campesino o del empleado, no puede expresar el criterio político uniforme sobre cómo y con qué fines se debe tomar el poder.

    El documento refleja que el debate al interior de la COB es intenso en esta etapa de cogobierno. La COB está consciente de su "poderío" (de sus milicias armadas y la alianza obrero-campesina), está consciente de las decisiones orgánicas que se toman en los congresos obreros (a los que consideran "parlamentos populares", en alusión a la inexistencia del H. Congreso Nacional). La COB explica en este documento que "interviene" y no "colabora" en el poder. Afirma que su intervención era esencial, pues por esa razón "los trabajadores han podido lograr conquistas esenciales e impedir golpes contrarrevolucionarios". En un intento de clarificar el debate político, afirma que "la tan mentada independencia sindical solo significa para nosotros la democracia sindical; pero jamás 'apoliticismo'", elemento que marca la tendencia obrera en la coyuntura post 52.

    La historia política demostró que el enemigo principal se había enquistado al interior del Gobierno "nacionalista". Desde el corazón del poder que no quiso asumir la COB se generó la estrategia desnacionalizadora que liquidó las milicias armadas, eliminó el control obrero con derecho a veto y cercó los centros industriales mineros, propiciando una dictadura militar que incubó el fascismo en sus entrañas.

    La respuesta fue la Tesis socialista de la Central Obrera Boliviana, aprobada el 6 de mayo de 1970. El movimiento obrero organizado logró revertir momentáneamente la correlación de fuerzas, imponiendo su fuerza social. El cuarto congreso de la COB (del 1 al 12 de mayo de 1970) aprueba su tesis política que propugna la "unidad revolucionaria contra el imperialismo para forjar una Bolivia socialista". En su contenido hace un análisis certero sobre el retorno de la clase dominante al poder, detrás de los Gobiernos militares que tomaron el poder en noviembre de 1964. El mensaje de la dirigencia hacia la clase obrera propugna:

    [...] aplastar al imperialismo y a sus sirvientes nativos. Está fresca la lucha heroica que libraron los mineros contra la dictadura y la barbarie del régimen barrientista en aras de la defensa de los altos intereses nacionales. Y acaso fueron los únicos luchadores durante mucho tiempo.

    El proletariado se asume a sí mismo como "una poderosa fuerza social y política independiente", consciente de su papel fundamental en el período de 1952-1964, que asume de manera autocrítica la indecisión por no haber logrado controlar el poder político total. "No basta la acción insurgente de las masas, sino definir quién asume la dirección de esa insurgencia", afirman. En respuesta al Gobierno de Alfredo Ovando Candia, rechazan la posibilidad de reeditar el 'cogobierno', al que califican como "instrumento de control y freno de los trabajadores en manos de la pequeña burguesía", que fue precisamente lo que impidió la conquista del poder por la clase obrera en la coyuntura 1952-1964.

    Los documentos orgánicos de la COB marcan con fuerza la dirección política del proletariado, como se puede ver en la Declaración política del V Congreso de la Central Obrera Boliviana, aprobada el 7 de mayo de 1979, en la que evalúan y caracterizan el septenio banzerista (1971-1976), señalando que "el ascenso del fascismo fue una derrota temporal del pueblo", temporal tras haberse provocado la caída del dictador, luego de la heroica huelga de hambre de las cuatro mujeres del Comité de Amas de Casa Mineras.

    El documento de la COB expresa la línea de acción del proletariado, identificando al imperialismo norteamericano como el enemigo principal de los pueblos de América Latina y Bolivia, que emplea para sus fines de dominación a regímenes democrático-burgueses y Gobiernos fascistas.

    Reivindica la unidad del proletariado con la alianza con campesinos, universitarios y estudiantes, capas medias de las ciudades, intelectuales progresistas y revolucionarios, sacerdotes comprometidos con el pueblo y militares progresistas, con los que se alcanzará el ideal de la liberación nacional.

    Entre los 15 puntos de su plataforma de lucha destacan el aumento de sueldos y salarios; la derogatoria de las leyes fascistas que vulneran el fuero sindical; el derecho de huelga y la actividad sindical; el retiro de las tropas militares de las minas y las zonas rurales; una política exterior independiente de respeto mutuo y la autodeterminación de los pueblos; rechazo de los planes de establecimiento de un enclave racista a través de la inmigración de colonialistas de Sudáfrica y Rodhesia; defensa de los precios del estaño y la práctica militante del internacionalismo proletario.

    Este documento programático debe ser comprendido como el plan de gobierno del proletariado con un impacto evidente en la sociedad boliviana. Su contenido revolucionario provoca una atención de los sectores más retrógrados de la sociedad y, sobre todo, del imperialismo norteamericano, que pasará a desarrollar una acción sistemática para socavar y destruir al movimiento obrero, provocando la destrucción del aparato económico del país mediante una guerra económica que lo llevará a un proceso hiperinflacionario, antesala para la privatización de los recursos naturales, la desnacionalización de las empresas estratégicas del Estado y la subasta pública de las empresas estatales. El decreto 21060, emitido en agosto de 1985 por el Gobierno de Víctor Paz Estenssoro, determina el cierre de los centros industriales, con el despido intempestivo de decenas de miles de trabajadores bajo el eufemismo de la relocalización, que provocó la debacle del sindicalismo revolucionario y el fin del ciclo del capitalismo de Estado.

    Ante los hechos consumados, la Central Obrera Boliviana aprueba en su octavo congreso (Oruro, del 18 al 27 de septiembre de 1989) el documento político Bolivia no será base de agresión yanqui, será campo de batalla de la liberación de la COB. Cabe indicar que dicha tesis surgió del XXII Congreso Nacional de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), realizado en noviembre de 1988 en el distrito minero de Chojlla. Por tal motivo, dicho documento es también conocido como la Tesis de la Chojlla.

    En este documento político se identifica el origen de la crisis que afecta al país, crisis que ha liquidado la capacidad productiva y económica del Estado al haberse implantado el modelo de economía de libre mercado, abriendo las puertas a las transnacionales. La clase obrera exige la rehabilitación de la minería, denuncia la tercerización de la economía y analiza la nueva coyuntura caracterizada por la guerra contra la coca, la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y la defensa de la seguridad social. El escenario político se ha transformado y la COB tiene plena consciencia de ello. Descubre que detrás de los Gobiernos neoliberales está la estrategia de guerra de baja intensidad de los EE.UU., que usa a la clase política que controla el Congreso por medio de megacoaliciones de partidos de derecha, a las que califica como Gobiernos de continuidad neoliberal, planteando una resistencia subversiva:

    La búsqueda, la forja de esta dirección política del pueblo, es una tarea urgente de todas las clases sociales y nacionalidades explotadas y oprimidas. Particularmente, los trabajadores estamos convocados a construir esta vanguardia con la verdadera izquierda, con aquellas clases y nacionalidades, debemos asumir esta tarea que tiene perfiles estratégicos [...]. En todas las batallas clasistas, en todo accionar popular y nacional, debemos forjar el instrumento político, al tiempo de consolidar los sindicatos. Un instrumento que sea la síntesis de teoría y métodos revolucionarios, el resumen de los intereses clasistas y de las nacionalidades, una organización de masas y de cuadros que fusione el movimiento obrero con la ideología de los explotados y oprimidos.

    La propuesta de crear una instrumento político, sin embargo, no logrará la confianza del proletariado, objetivo que se traslada hacia el trópico de Cochabamba, donde surge el Instrumento Para la Solidaridad de los Pueblos, bajo un nuevo liderazgo del sector de productores de la hoja dela coca del trópico de Cochabamba, que logrará acceder al Congreso con una bancada propia y, posteriormente, logrará el triunfo electoral en las elecciones del 2005.

    La COB observa la nueva configuración del Estado, emergente del proceso constituyente del 2006-2008, que se expresa en la promulgación de la Constitución Política del Estado Plurinacional, en febrero de 2009, y que impulsa el socialismo comunitario en Bolivia como pilar fundamental del proceso de cambio, que transforma la realidad económica, social y política del país y que propugna políticas sociales que favorecen a las grandes mayorías y a los sectores más vulnerables de la sociedad.

    Cabe recordar en este punto un hecho particular. La COB auspició, junto a la Federación Sindical Mundial (FSM), el Encuentro Sindical Internacional Antiimperialista, evento llevado acabo en Cochabamba entre el 30 de junio y el 2 de julio de 2014, donde se aprobó un documento denominado "Tesis política antiimperialista de Cochabamba": "Profundizar el proceso de cambio desde los movimientos sociales en Bolivia"1, en la que se establece el reencuentro de la COB con el proceso de cambio, proponiendo un programa conjunto con los movimientos sociales para su profundización. En su plataforma de lucha se observa esta nueva alianza: profundizar las acciones en el sector minero, protección de los recursos estratégicos, defensa de la Madre Tierra, soberanía energética, revolución agraria, industrialización y la creación de empleo, profundizar en las políticas sociales y los derechos humanos.

    La COB reafirma esta alianza con el Gobierno en su tesis política aprobada en su XVI Congreso realizado en Tupiza el 23 de enero de 2018: Frente a la conspiración reaccionaria, los trabajadores en la lucha revolucionaria.

    Este documento político, conocido como la Tesis de Tupiza, hace un profundo análisis del contexto económico, político y social del mundo, Latinoamérica y Bolivia. Muestra el interés de Estados Unidos por consolidar su control hegemónico en América Latina y el Caribe, territorio donde se encuentran los recursos naturales esenciales, recursos del futuro: desde los metales corrientes y conocidos, pasando por el cromo, cobalto, berilio, manganeso, litio, molibdeno, platino y titanio, hasta las tierras raras (nuevos materiales esenciales), que son los metales más importantes en la producción capitalista.

    Esto explica, según el análisis de la COB, los esfuerzos del imperialismo para reponer a la derecha en el poder político, empleando dos estrategias de acción: la mediático-democrática ("golpes suaves") y la militar (guerra de intervención directa). La guerra mediática socava la credibilidad de los Gobiernos populares, como el caso de Argentina o el golpe parlamentario, como sucedió en Paraguay (destitución del presidente Fernando Lugo), Brasil (destitución de Dilma Rousef), los intentos de golpes de Estado en Bolivia (2008), Honduras (2009), Ecuador (2010), para reemplazarlos por Gobiernos funcionales a los intereses del imperialismo norteamericano.

    La COB respalda la urgencia de desarrollar la industrialización de nuestros recursos naturales hidrocarburíferos, mineros y agrícolas como parte de la lucha por la independencia económica del país. La COB define y expone con claridad su posición en la presente coyuntura: apostando por la profundización del proceso (política de estabilidad), en el marco de la unidad con el Estado frente al enemigo principal: el imperialismo estadounidense.

    En su plataforma de lucha, la COB expresa esa realidad: "Luchar por una Bolivia soberana y digna en la transformación y liberación de los intereses neoliberales del imperio capitalista, dando la continuidad y el fortalecimiento a este proceso que vive el país"; por una política minera y metalúrgica que defienda el interés nacional, garantizando la estabilidad laboral de todos los trabajadores tanto privados y estatales; por una política minero metalúrgica que se convierta en el pilar central de crecimiento económico; reestructuración de COMIBOL con un nuevo régimen impositivo de regalías; unidad de todos los trabajadores del subsuelo para la lucha y respeto a nuestras conquistas y derechos; administración obrera en la seguridad social a largo y a corto plazo; desarrollo e industrialización del país con control social; promulgación de la nueva Ley General del Trabajo; sindicalización obligatoria; estabilidad laboral; nueva justicia que tenga mayores niveles de control.

    Como se ha podido observar, los documentos programáticos de la Central Obrera Boliviana constituyen las bases para un programa de gobierno del proletariado y los movimientos sociales a lo largo de la historia. El alcance de cada una de las tesis políticas o documentos políticos es esencial para comprender el curso de la historia política, económica y social de Bolivia. Rebasa al sector obrero al analizar su papel revolucionario en un contexto internacional, regional y nacional.

    Cada uno de los documentos programáticos caracteriza la realidad nacional, cuyo análisis de la coyuntura demuestra que el curso de la historia de los pueblos y naciones está determinado en gran medida por los intereses geopolíticos y económicos del imperialismo de los EE. UU. y sus aliados nativos, frente al cual se señala con claridad el rol del proletariado y los movimientos populares para consolidar la independencia del país.

    La compilación de las tesis políticas de la Central Obrera Bolivia tiene una importancia singular en la actual coyuntura, pues orientará al sector obrero, a los movimientos sociales y a los jóvenes dirigentes de Bolivia en la decisión colectiva que deben (y debemos) asumir para fortalecer el proceso de cambio y alcanzar la independencia política y económica del país.

     

    Notas

    * Magíster Scientiarum. Docente titular de la carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés. Jefe de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Presidente del Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco-Mowlac.

    1. Véase Profundizar el proceso de cambio desde los movimientos sociales (Tesis Política Antiimperialista de Cochabamba, 2014). La Paz: Biblioteca Laboral del Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, N.o 1,2015.

     

    Recepción: 20 de noviembre de 2018

    Aprobación: 3 de marzo de 2019

    Publicación: Agosto de 2019