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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.13 n.60 La Paz feb. 2019

     

    INVESTIGACIÓN

     

    La producción azucarera en la provincia cercado de
    Santa Cruz (1825-1880)

     

    Sugar production in the cercado province of
    Santa Cruz (1825-1880)

     

     

    Bruno Valdivia Gallardo*
    * Licenciado de la Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés en 2018. Actualmente
    maestrante en la misma universidad.bruvalga92@gmail.com

    Recepción: 19 de noviembre de 2018   Aprobación: 15 de enero de 2019   Publicación: Febrero de 2019

     

     


    Resumen

    La producción de azúcar en la región cruceña es una actividad que data de la colonia. Si bien, no se sabe con exactitud el año en que se introdujo la caña de azúcar en la región, los relatos permiten estimar que se introdujo durante los primeros 20 años después de la fundación de la Ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en 1561. El comercio de azúcar con las ciudades de la Real Audiencia de Charcas fue el factor que articuló a Santa Cruz con el espacio económico peruano basado en la producción de Plata en Potosí. Durante la primera mitad del siglo XIX, las características de este espacio no cambiaron significativamente. El proceso productivo mantuvo sus particularidades preindustriales durante los primeros 55 años de vida republicana, a pesar de que hubo la intención de modernizar el proceso a partir de la segunda mitad del siglo. La producción de azúcar cruceña creció desde el periodo colonial hasta multiplicar casi por 12 veces la cantidad que se producía en 1793. El comercio de azúcar tenía alcance nacional, pues se enviaba este artículo a la mayoría de las ciudades bolivianas, pese a las dificultades que acarreaba trasladar grandes cantidades de azúcar a las diferentes plazas comerciales.

    Palabras Clave: <Industria azucarera> <Comercio> <Santa Cruz> <Producción> <Siglo XIX>


    Abstract

    Sugar production in the Santa Cruz region is an activity that dates back to the colony. Although, it is not known with exactitude the year in which sugarcane was introduced in the region, the accounts allow to estimate that it was introduced during the first 20 years after the foundation of the City of Santa Cruz de la Sierra, in 1561 The sugar trade with the cities of the Real Audiencia de Charcas was the factor that articulated Santa Cruz with the Peruvian economic space based on the production of Plata in Potosí. During the first half of the 19th century, the characteristics of this space did not change significantly. The productive process maintained its preindustrial characteristics during the first 55 years of republican life, despite the fact that there was an intention to modernize the process from the second half of the century. The production of Santa Cruz sugar grew from the colonial period, to multiply almost 12 times, the amount that was produced in 1793. The sugar trade had national scope, as this article was sent to most Bolivian cities, despite the difficulties involved in moving large amounts of sugar to different commercial places.

    Keywords: <Sugar industrie> <Comerce> <Santa Cruz> <Production> <XIXth century>


     

     

    Introducción

    La producción de azúcar en Santa Cruz se inició en el periodo colonial. Los españoles la introdujeron primero a las islas del Caribe en el segundo viaje de Colón. (Mintz, 1996, p. 63) Posteriormente se llevó a México y al Perú. Se debe hacer una diferencia del destino del azúcar producido en las colonias: el azúcar del Caribe estaba destinado a ser enviado al mercado europeo, mientras que el azúcar de Perú al consumo de los conquistadores, es decir que en el mercado local. En Sudamérica, las características fueron particulares; "La hacienda azucarera mantiene actividades cerradas de auto subsistencia, pero el azúcar es un producto de economía abierta que se rige por las leyes del mercado" (Assadourian, 1982, p. 150).

    Para profundizar la investigación en la actividad azucarera, el autor cubano dividió la actividad productiva en dos sectores: sector industrial y sector agrícola (Moreno Fraginals 1983, p. 59). Por su parte, Paula Peña menciona la fase productiva y la fase industrial (Peña, 2003, p. 31). La primera es la de la siembra y cosecha de caña; la segunda es el proceso de moler, purgar y cristalizar el azúcar. Para nuestro caso dividiremos el estudio en tres partes: la agrícola, la industrial y la comercial, pues también se analizará el mercado.

    Moreno Fraginals indicaba que: "Las colonias de plantación, productoras de mercancías para la explotación, requirieron de grandes concentraciones urbanas, generalmente portuarias, donde residía la infraestructura comercial del azúcar, café, cacao, algodón." (Moreno Fraginals, 1983,  p. 45). En el caso cruceño, la producción de azúcar no estaba destinada a ser enviada a Europa, sino que se comerciaba dentro del espacio económico peruano, en el que la minería regulaba la demanda de los demás artículos (Assadourian, 1982, p.19).

    Para el siglo XIX, la fase agrícola, la industrial y la comercial tendrían muy pocas variaciones respecto al periodo colonial. A nivel general el espacio económico peruano se mantuvo más o menos intacto hasta la década de 1860 (Langer, 1990, p. 75).

    El presente artículo pretende abordar los aspectos principales de la producción de azúcar de la provincia Cercado de Santa Cruz en los primeros 55 años de vida republicana en Bolivia. En este periodo, Santa Cruz mantuvo las características productivas de la Colonia, así también el comercio no sufrió grandes cambios, aunque la cantidad de azúcar comercializada en los diferentes mercados fue variando.

    La producción de azúcar fue la principal actividad económica de Santa Cruz durante el periodo colonial, y se mantuvo durante el Siglo XIX. El comercio de este artículo mantuvo la economía de la región articulada con la del resto del país, aunque también la convirtió en una economía dependiente de la producción de plata de la región andina.

    La Guerra de la Independencia en Santa Cruz provocó efectos negativos en la productividad agrícola de la región. Por un lado, la mano de obra se limitó cuando Ignacio Warnes -comandante patriota en Santa Cruz- decretó la libertad de los negros de la zona; por otro lado, las bajas de la guerra afectaron a la ya limitada disponibilidad de mano de obra, lo que produjo que se abandonaran los campos. Aunque no se sabe con exactitud el impacto de los 15 años de guerra, es probable que haya significado un retroceso económico.

    La actividad agrícola se recuperó paulatinamente hasta mediados de la década de 1840. Posteriormente, se contrajo la producción de azúcar a pesar de que su precio se había reducido, por lo menos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

    La década de 1850 estuvo marcada por la contracción de la producción. El mercado crecía en el país e incluso alcanzaba al norte argentino ¿a qué se debió la contracción de la producción? La reducción de la producción azucarera se debió a diversos fenómenos naturales que sucedieron en esos años. Posteriormente, poniendo en manifiesto la dependencia cruceña de la minería andina, los precios y el volumen de azúcar se dispararon. En estrecha relación con la demanda del distrito minero, la tendencia continuó hasta la década de 1880, en la cual varios factores afectaron la economía nacional repercutiendo en la producción de azúcar en Cercado.

    La investigación sobre el tema es bastante compleja. Las fuentes documentales son riquísimas, pues existe documentación en los archivos de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y Sucre. Sin embargo, pocos son los que se aventuran a incursionar en el terreno cruceño y menos los que investigan sobre historia económica regional. El terreno es prácticamente virgen, no hay estudios que profundicen la historia de la producción azucarera en Santa Cruz. Un tema que se debe profundizar es el proceso de democratización de azúcar en el país. Probablemente esté ligado también a la producción de plata. Me explico siguiendo una línea de razonamiento: mientras más plata se produce, se requiere más mano de obra. Esta mano de obra tiene mayor poder adquisitivo y puede adquirir el azúcar que antes no podía, sin embargo, no lo analizaré aquí debido a que sería tangencial el hacerlo.

     

    Producción de azúcar durante el periodo colonial

    Hasta el día de hoy no hay una fecha exacta comprobable de la introducción de la caña de azúcar, ni de la tecnología para procesarla en Santa Cruz. Sin embargo, revisando las crónicas sobre la región se puede encontrar las primeras noticias sobre plantaciones de caña 20 años después de la fundación de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra:

    Danse en Santa Cruz y su comarca cañas dulces muy bien y en mucha cantidad; siembranla un año, dura mucho sin resembrar; dáse a 9 o 10 meses, y si de aquí pasa florece, hacese muy buena miel de ella, y si la cuecen bien acaesce está la mitad de la botija hecha azúcar morena y alguna piedra (Pérez de Zurita, 1586 en Baptista, 2013, p. 45).

    Pérez de Zurita escribió el párrafo citado en 1586, en su Relación de la ciudad en Santa Cruz y su gobernación en 1585, es decir que la introducción de caña dulce en Santa Cruz fue incluso antes del traslado de la ciudad a su actual ubicación. Indica también que presenta varias ventajas, lo que hace suponer que en otros lugares del continente no tenía tanta facilidad de ser plantada como en Santa Cruz. Sin embargo, no menciona la tecnología con la que se procesa la caña para ser convertida en azúcar, por lo que probablemente no se introdujo la caña y el trapiche al mismo tiempo. Según Köster, en 1629 había 25 establecimientos azucareros alrededor de la ciudad de Santa Cruz (Köster, 1983, p. 19). Esto lleva a pensar que entre 1586 y 1629 se introdujo el trapiche en la región.

    En el siglo XVIII se introdujeron las reformas borbónicas en la América española. Se creó dentro de la Real Audiencia de Charcas la intendencia de Santa Cruz con sede en Cochabamba. El intendente Francisco de Viedma fue su primer intendente y realizó una visita a toda su jurisdicción. Por este motivo visitó el partido de Santa Cruz,1 describió el partido abordando varios aspectos. Sobre la fase agrícola de la producción de azúcar, escribió:

    De pocos años a esta parte se ha experimentado, que los terrenos más fértiles y ventajosos para los plantíos de caña son donde se cría el monte o bosque más espeso; de tal suerte, que aun de más de 13 años de corte, sigue el cañaveral con más fertilidad y sazón lo que no acaece en la campaña que a los 3 o 4 años, tienen que volver a hacerlos de nuevo y, la caña no crece, ni aún la mitad, que en los otros parajes. Este descubrimiento se lo debe a unos negros que desertaron de los dominios de los portugueses y desde entonces han dejado los chacos de la campaña y se han ido al monte donde aumentan el cultivo de caña, en término que la cosecha excede en más de tres partes a los años anteriores (Viedma, 1969, p. 112-113).

    Esta nueva técnica de cultivo de caña fue introducida por los esclavos negros huidos de Brasil a la región. A este nuevo método los cruceños le llamaban "rozar monte". Gracias a esta nueva técnica, no solo mejoró la calidad de la caña sembrada en Santa Cruz, sino que también los cultivos dejaron de ubicarse solamente en la campaña y se expandieron sobre terreno recién rozado, es decir incursionando en el bosque.

    Viedma también describió el establecimiento azucarero en Santa Cruz:

    Las haciendas que hacen siembra de ellos, llaman chacos; las casas son unos ranchos de mucha capacidad, donde tienen las oficinas para el beneficio y custodia del azúcar, son los trapiches necesarios a la cosecha de la caña. Estos son de madera tirados por bueyes: les cuesta muy poco, como que tiene el material a la mano y el ganado en abundancia (Ibíd, p. 113).

    Explica que las haciendas azucareras eran llamadas chacos por los cruceños, en estas se encontraban las plantaciones y los trapiches donde se procesaba la caña. Según esta descripción no había trapiches comunales o propiedad de varias personas, sino que cada chaco tenía su propio trapiche. En cuanto a la propiedad de la tierra la situación era diferente, pues los pobladores no tenían los títulos de propiedad:

    Ninguno de aquellos vecinos tiene la propiedad en la tierras que labran, ni en las estancias para los ganados, pues no ha llegado el caso de hacer el repartimiento que previenen las leyes; las poseen bajo un dominio precario, que les dura mientras que mantienen ganado, y labran los chacos, faltando esto, entra el primero que tiene proporción a ocuparlas; de tan mal principio dimana el que la ciudad de Santa Cruz, en cerca de 3 siglos que lleva de su fundación, no ha prosperado como las demás del Perú, porque el no poder disponer de las tierras en muerte o en vida, les hace no esmerarse en el adelanto y cultivo de ellas, y se contentan con lo necesario para el día (Ibíd,p. 113).

    Para Viedma este factor causaba la falta de desarrollo, pues por la falta de títulos de propiedad los agricultores hacían uso de la tierra hasta agotarla, y luego se marchaban a otras, por consiguiente, provocaban que estas tierras sean descuidadas.

    El periodo colonial significó para Santa Cruz la introducción del azúcar. El proceso productivo de azúcar mantenía características preindustriales, Viedma indicó ya en esos años que la tecnología estaba atrasada respecto a la de otros productores de azúcar en Cuzco y La Habana (Ibíd, p. 163-164). Este producto estaba destinado a las clases altas del sistema colonial. El comercio del producto cruceño significó la incorporación de la región al espacio económico peruano.

    Posteriormente, la Guerra de la Independencia en la América hispana sacudiría los cimientos políticos y económicos del continente. Las relaciones económicas se transformaban y se recuperaban de las campañas militares.

     

    Santa Cruz en el siglo XIX

    Antes de ingresar de lleno en lo que fue la Independencia en Santa Cruz es necesario comprender lo que sucedía en el ámbito regional. Las recién nacidas Repúblicas comenzaban a estructurar sus instituciones. Este factor supuso que los primeros años después de las campañas de independencia se regeneraran y crearan sus instituciones. Durante la segunda mitad del siglo XIX, Latinoamérica crecería en importancia para el mercado internacional. Este factor impulsó el fortalecimiento de las instituciones (Carmagnani, 2011, p. 206).

    Otro factor que marcó el siglo XIX en América Latina fue la colonización de los espacios vacíos de los países, es decir, la colonización de los espacios donde no existía la presencia estatal, por lo que los países se enfocaron en campañas en las fronteras internas. Los países entraron en el proceso de convertirse en Estados nacionales (Langer, 1990, p. 69).

    En Bolivia, pese al unitarismo de su primera constitución (1826), se carecía de capacidad para imponer orden y consenso a lo largo y ancho del territorio, lo que fue llamado como el periodo anárquico por la historiografía liberal (Rodríguez Ostria, 2014, p. 413). Las pugnas entre facciones lideradas por caudillos generaron una situación política inestable.

    Durante la segunda mitad del siglo XIX se inició una paulatina desintegración del espacio económico peruano. Las capitales de los países que abarcaba, Lima y Buenos Aires, se vincularon más hacia el mercado europeo, arrastrando consigo a las regiones colindantes con Bolivia que aún mantenían lazos comerciales basados en la producción de plata en Potosí y en otros centros mineros (Langer, 1990, p. 82).

    Autores como Rodríguez Ostria sostuvieron que no existió un mercado interno en Bolivia, sino que en su lugar había un conjunto de mercados regionales escasamente relacionados entre sí (Rodríguez Ostria, 2014, p. 420). Sin embargo, hubo productos que se comerciaron a nivel nacional, entre ellos el azúcar cruceño.

    José Luis Roca (Roca, 2001, p. 47) y Rodríguez Ostria (Rodríguez Ostria, 2014, p. 445) propusieron que la producción azucarera en Santa Cruz era de auto consumo y que solo el excedente era comercializado fuera del departamento. Sin embargo, como se demostrará posteriormente, el comercio de azúcar trasciende la región, además de que el volumen comerciado fuera de Santa Cruz fue siempre mayor al que se comerció al interior de la región.

    Durante el siglo XIX la economía cruceña estuvo condicionada por varios factores. Entre estos podemos encontrar la distancia entre Santa Cruz de la Sierra y las demás ciudades del país, que tuvo repercusiones en el comercio, la política y la administración, etc. En cuanto al comercio, el envío de azúcar hacia Sucre o Cochabamba, las ciudades más próximas, tomaba bastante tiempo, además de los inconvenientes del camino, particularmente en época de lluvias.

    La sociedad cruceña se mantuvo en relativo aislamiento del resto del país debido a las complicaciones que presentaba el viaje hasta la región andina del país. Las principales vías de comunicación desde la ciudad de Santa Cruz de la Sierra eran: el camino que conectaba Santa Cruz con Samaipata, de allí se dividía el camino, hacia el sur a Sucre y hacia occidente, a Cochabamba. El otro camino de Santa Cruz hacia el río Grande de donde se dividía hacia el sur, hacia el chaco y al oriente a Chiquitos. Menos comercial era el camino hacia el norte, hacia el puerto de Cuatro Ojos, de donde se embarcaba hacia Trinidad.

    En este mapa se puede observar que la provincia Cercado del departamento de Santa Cruz limitaba con los departamentos de Cochabamba y Beni, y con las provincias de Valle Grande, Cordillera y Chiquitos. Santa Cruz de la Sierra, su capital, se encontraba en el extremo suroriental; alrededor de ella y siguiendo la banda occidental del río Piraí se encontraban las demás localidades de la provincia. El resto de la provincia no había sido pacificada, por lo que se la muestra como despoblada.

    Como se puede ver en el primer mapa de la República la provincia Cercado era extensa, ocupaba toda la parte occidental del departamento. Limitaba al sur con Valle Grande, al oeste con Cochabamba, al norte con Beni, y al este con Chiquitos.

    El crecimiento demográfico del departamento y de la ciudad no fue acelerado en este periodo. La ciudad de Santa Cruz de la Sierra no llegó a superar las 20.000 almas y el departamento no llegó a las 100.000:

    Los datos presentados por Pentland, en 1827, fueron estimaciones, por lo que no son exactos, lo cual se refleja en las diferencias con los datos presentados para 1830-1832. Para 1840-1845, Castelnau presentó los datos de la población de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, pero no del departamento. Los datos presentados por Dalence en 1846 muestran que no hubo un gran cambio demográfico en Santa Cruz en los primeros años de la República.

    Entre 1850 y 1881 se puede ver que hubo un crecimiento demográfico muy bajo. El departamento solo creció en alrededor de 20.000 habitantes hasta 1881. En 1875 la estimación era de casi 200.000 habitantes, pero el dato no pasa de ser una estimación. En cambio, la ciudad llegó a tener hasta 10.000 habitantes, siendo bastante pequeña en comparación a las otras ciudades del país. Algo que resaltaron todos los censos y estimaciones sobre la demografía cruceña fue el desequilibrio de género, pues indicaban que había muchas más mujeres que hombres en la ciudad y en el campo había más hombres, por lo que estimaban que eso se debía a que la principal actividad económica era la agricultura.

    En el siglo XIX llegaron varias personalidades a Santa Cruz, entre ellos viajeros, científicos de Europa, así también varios presos políticos del resto del país. Otras personalidades escribieron sobre Santa Cruz, pero no visitaron la ciudad ni sus alrededores. Todos estos relatos permiten tener una idea de lo que fue Santa Cruz.

    En los primeros años de Bolivia, una de las primeras fuentes sobre el país y que se refiere al departamento de Santa Cruz es el Informe sobre Bolivia (1827) de Joseph Pentland. Él fue enviado a Bolivia por el cónsul británico en Lima; recorrió varios departamentos de Bolivia, a excepción de Santa Cruz. Sobre el comercio decía:

    El departamento de Santa Cruz mantiene un tráfico considerado en azúcar y cacao con las provincias occidentales. Este comercio trabaja en condiciones de desventaja debido a la situación distante de Santa Cruz y las consiguientes dificultades de comunicación en un país donde puede decirse que apenas existen caminos. La cantidad de azúcar, cacao y cera, productos del departamento de Santa Cruz importados a los departamentos occidentales se estima en 80 mil pesos o 16 mil libras esterlinas anuales (Pentland 2017, p. 178).

    Al igual que Pentland, D'Orbigny vio que la sociedad cruceña estaba principalmente dedicada a las labores agrícolas. La producción se destinaba a los mercados de Chuquisacay Cochabamba (D'Orbigny 2002, p. 1251).

    Santa Cruz recibe de Moxos y Chiquitos toda la producción anual de cacao, cera, diversos tejidos de algodón, vainilla, etc., Esta mercadería se vende en la región o se exporta a las ciudades del interior, donde tiene mucho valor (Ibíd, p. 1252).

    D'Orbigny presentó la ciudad de Santa Cruz como principal núcleo comercial de la región, desde la cual la producción de las provincias salía hacia la región andina. En la ciudad se habían desarrollado muy poco las labores "industriales"; sin embargo, existían grupos artesanales importantes como los curtidores de cuero.

    Otro relato interesante es el de Francis de Castelnau, un viajero de origen francés que llegó desde Brasil a Bolivia durante la presidencia del general José Ballivián. En su obra En el corazón de América del Sur (1843-1847), dedica un capítulo al tramo que realizó entre Río Grande y Santa Cruz y a su estadía en dicha ciudad. De ella escribió:

    Uno de nuestros compatriotas, el señor Desmery, tuvo la delicadeza de cedernos una parte de su casa, y muy pronto nos rodearon sastres, talabarteros de toda índole pues, si Santa Cruz de la Sierra estaba perdida en los confines de Bolivia, ésta era sin lugar a dudas, la ciudad más civilizada que habíamos visto desde Ouro Preto (Castelnau, 2001, p. 75).

    En 1852, salieron de los Estados Unidos de Norteamérica Lewis Herdnon y Larner Gibbon, ambos oficiales de la fuerza naval de su país. Llegaron a Bolivia desde Perú con el objetivo de explorar la red fluvial amazónica. Sobre las vías de comunicación, mencionaron lo siguiente:

    La distancia entre Santa Cruz y Cochabamba es de ciento siete leguas. A los arrieros generalmente les toma treinta días para hacer este recorrido cuando están con cargas de chocolate, café y azúcar, o con las manufacturas de algodón, cristalería o sal en el viaje de retorno (Herdnon, 1854. En: Parejas, 2010, p. 79).

    Desde otro tipo de experiencia, el testimonio de Genaro Dalens Guarachi es muy valioso; fue exiliado durante la presidencia de José María Linares (1857-1861) por ser opositor al régimen. El describía la provincia Cercado de la siguiente manera:

    La parte habitada de la provincia de Santa Cruz tendrá cuarenta leguas de Longitud de S. a N., es decir desde Abapó a Santa Rosa y veinte de longitud de E. a O. desde la sierra al Río Grande. Todo el territorio que sigue tanto hacia el norte como al Oriente y aun al Sud es desconocido, y solo se sabe que está habitado por diferentes tribus de salvajes (Dalens, 1861, p. 21).

    Finalmente podemos leer las palabras de un autor cruceño. Durante la segunda mitad del siglo XIX vivió en Santa Cruz Victorino Rivero y Egüez, quien escribió una Historia de Santa Cruz sobre su época. Las fuentes sobre Santa Cruz tienen un origen variado y presentan datos útiles referidos atemas como caminos, vías de comunicación, demografía, vida cotidiana, lo que da un panorama de la realidad cruceña. Los datos expuestos no siempre son realistas: algunos de ellos son estimaciones, sin embargo; también tienen valor. Los autores se basaron en fuentes estadísticas, pero también en lo que observaron.

     

    Un siglo dulce: producción de azúcar en el siglo XIX

    La producción de azúcar durante el siglo XIX integró a Santa Cruz a la economía nacional y al mercado interno. El volumen de la producción fue en crecimiento durante el siglo XIX pese a la falta de modernización de la tecnología para procesar la caña. Otro fenómeno relacionado con este crecimiento es la desproporción entre el crecimiento demográfico y el crecimiento del volumen de azúcar, lo que parece indicar que en el país se vivía un proceso de democratización del consumo de este artículo.

    Es necesario hacer varias advertencias antes de ingresar en este capítulo. Primero, la falta de las medidas de las propiedades cruceñas impidió hacer la estimación del rendimiento de la productividad en volumen por hectárea. Segundo, que debido a que no se encontraron contratos entre patrones y peones no se abarcó de forma más profunda.2 Y tercera, no se traduce el volumen en dinero debido a que se exporta a diferentes mercados en el interior, por lo que el costo y la ganancia para el productor no siempre es la misma, también los impuestos varían, así que es, por ahora, un tema aparte.

    Los esclavos que habían huido de los dominios del reino de Portugal hacia el dominio hispano a mediados del siglo XVIII enseñaron a los cruceños una nueva técnica para poder sacar mayor provecho a los cultivos de caña: la ocupación de nuevos espacios en áreas boscosas; a este proceso se le llamaba "rozar el bosque" (Viedma, 1969, p. 112-113).

    Es necesario aclarar que no todos los cultivos de caña estaban destinados a la producción azucarera; también se utilizaba la caña para la elaboración de aguardientes. Los "ingenios" eran bastante simples y se ubicaban en algunos casos al interior de las mismas viviendas (D'Orbigny, 1958, p. 64).

    ¿Mejoró la tecnología para la producción de azúcar en Santa Cruz durante en los primeros 25 años de la República? Aparentemente, no hubo mayores cambios.

    Alcide D'Orbigny describe cómo se preparaba el azúcar en Santa Cruz en la década de 1830:

    Su manipulación también es muy sencilla: tienen varios propietarios un trapiche o molino común, formados muy sencillamente como los de Corrientes, de tres cilindros de los cuales uno central que gira y muele groseramente la caña de azúcar. El producto es conducido después a las calderas, donde la evaporación produce de inmediato, sin otra refinación azúcar blanca, casi tan buena como nuestra azúcar de primera calidad (D'Orbigny, 2002, p. 1219).

    Como indica el científico francés, este proceso industrial era bastante anticuado y era similar al que describió Viedma en el siglo XVIII por lo cual se puede asumir que en realidad no hubo ningún cambio en la producción de azúcar durante los primeros años de la vida republicana. Complementando esta afirmación, la siguiente cita de una escritura pública que describe una propiedad al norte de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra:

    El ingenio de caña que tienen en el lugar de la Tapera de Tocomechi con una vivienda, trapiche, fondos chicos y grandes, acción de propiedad en el lugar, chacras y demás inmuebles y útiles de molienda, con treinta panes de asucar buena, ocho yuntas de bueyes y treinta cabezas de ganado vacuno.3

    Esta propiedad pertenecía a José Paz y Juana de Dios Durán quienes eran vecinos de la ciudad de Santa Cruz; fue puesta en hipoteca para pagar sus deudas a Francisco de López Cuello en 1852. Constaba de las herramientas para procesar la caña y convertirla en azúcar además de su propio cañaveral; este establecimiento también utilizaba aún los métodos tradicionales de producción que describía Viedma.

    ¿Cuáles eran las diferencias entre el establecimiento productor de azúcar y el establecimiento donde se fabricaba aguardiente? El proceso de elaboración y las herramientas utilizadas. Como se puede ver en el siguiente testamento, para producir aguardiente se requería de un "cañón":

    Dejo mis bienes en el dicho naranjal con una casa techo de motacu, un baúl, un cañón para sacar aguardiente, una cuja, una banca, un apero de montar caballo viejo, un cabesal i baticola con piesas de plata, seis cabezas de ganado vacuno, un buci acción i propiedad por herencia de mi señora madre en el sitio de Naranjal, un cuarto de platanal, otro de caña.. 4

    El cañón o cañón de alambique es una herramienta que permite la destilación mediante la evaporación, y es utilizado para producir aguardiente.

    La elaboración de azúcar y de aguardiente se realizaba en el mismo lugar donde se cosechaba la caña. Veamos otro ejemplo:

    Todas las casas diseminadas en medio del campo, componen por lo general de dos grandes habitaciones, una destinada al dormitorio de la familia [...] la otra a guardar las provisiones o para la fabricación de azúcar, aplicación agrícola muy productiva en esas comarcas. Están siempre rodeadas de un cerco o corral para caballos y de los campos de caña de azúcar (D'Orbigny, 2002, p. 1210).

    El francés se refería a las plantaciones ubicadas en Chané, al norte de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Según él, era común la elaboración de azúcar en las haciendas que tenían sus propios trapiches.

    ¿Hubo casos en los que no se elaboraba azúcar en las mismas estancias? Viedma advirtió en 1793 que las estancias tenían sus propios trapiches. A la llegada de D'Orbigny, solo cinco años tras la independencia, los productores de azúcar tenían molinos comunales, y en los primeros años de la década de 1850, vemos que las haciendas tenían también sus ingenios.

    Los países productores de azúcar más próximos a Bolivia eran Argentina y Perú. Perú inició la tecnificación de su producción azucarera en 1860, introduciendo maquinas industriales (Campi, 2006, p. 84). En Argentina, las haciendas de la región subtropical en el norte crecieron en importancia, así como su producción de azúcar y alcoholes; durante la década de 1870 inició un proceso de modernización que se caracterizó por la existencia de "ingenios-plantaciones" (Teruel, 1995, p. 98), lo que significa que las etapas de producción de azúcar estaban unidas en el mismo espacio.

    Que por si y a nombre de sus herederos y sucesores vende y da venta real y enagenación perpetua por lo que tuvo por heredad su hacienda que posee en el lugar y terreno de Chanesito, distante de esta ciudad al norte ocho legua compuesta di dos injenios de asucar, el primero en el mismo lugar se comprenden casa y vivienda y pailas, y chacras de cañaverales con una estancia de ganado vacuno y caballar y lanar [..] y en el segundo casas de pailas dos trapiches corrientes, carretones y demás herramientas y útiles que sirven en ambos injenios; otro establecimiento nuevo con solo chacras de cañas en el mismo lugar y nombre del mismo lugar cuatro yuntas de bueyes y un hechor [...] que así con sus linderos expresados a efectuado la venta de dichos injenios, lugares y estancias al Ciudadano Francés Agustin Blanc en la cantidad y precio de tres mil pesos en dinero efectivo y el resto de los dos mil quinientos se obliga al comprador a pagarlos en la misma moneda en el plazo de tres años...5

    En otra escritura pública también se puede observar cómo las características del establecimiento azucarero no cambiaron:

    ... en la venta de Juan Latino un establecimiento de molienda con una casa de cicienda techo de tejas, otra de paias con el mismo techo, otras dos ídem de techo de hojas de motacú, doce bueyes, un fondo grande de molienda, cuatro carretones dos trapiches, siete vatiazdos de espuma de bronce, seis tinaz, una banca, dos sillas una mesita un catre, dos almudes de platanal con café entre el, un almudes de yuca, medio almudes de caña i dos barbechos.. 6

    A partir de la década de 1860, los dueños de ingenios empezaron a querer modernizar su maquinaria, con el fin de responder a la creciente demanda de los consumidores. Esto se ve claramente en la solicitud de los "industriales de Santa Cruz" al Supremo Gobierno, fechada en 28 de diciembre de 1860:

    El azúcar de Santa Cruz, dicen los solicitantes que se cotiza aquí a dos pesos la arroba,7 en el Oran y Salta se vende a cinco pesos y a seis en la ciudad de La Paz, haciéndose imposible su abastecimiento no obstante las buenas utilidades que reporta. [...]

    Implementando, insisten, las maquinarias movidas o impulsadas por corrientes de agua, en los ingenios azucareros, no solo se daría cabida a la inmensa cantidad de caña que se produce y que se da hasta tres cortes al año, sino que abarataría aún más el precio de este artículo de indispensable uso doméstico, manteniendo las buenas utilidades del fabricante, sirviendo oportunamente los pedidos y favoreciendo a esa importante industria que da vida al lejano departamento de Santa Cruz (Morales, 1925 en Vázquez Machicado, 1992, pp. 367-369).

    La tecnología estaba retrasada: este factor fue el principal freno al crecimiento de la producción. En la solicitud, se señala que la producción era insuficiente para poder abastecer el mercado. Los productores pedían que se dejara introducir este tipo de maquinaria desde el puerto de Cobija, en el litoral boliviano, para procesar la caña de azúcar (Ibíd, p. 367).

    En 1888 el periódico El Cosmopolita Ilustrado publicó "Nuestro grabado" el cual venía acompañado del dibujo de un ingenio azucarero cruceño. Este dibujo es muy importante debido a que muestra cómo era un establecimiento azucarero en el siglo XIX.

    En este grabado se puede ver cómo funcionaba un establecimiento azucarero; si bien en el texto de El Cosmopolita Ilustrado se especifica que un "ingenio" tenía generalmente cuatro trapiches, en el dibujo solo se ven dos, junto con una recreación del resto de las actividades de la producción; es decir del proceso de cristalización y purificación del azúcar. A la derecha se puede ver el trapiche de tres cilindros, tirado por bueyes vigilados por un hombre; al centro se puede observar a un hombre transportando caña en un carretón y un hombre purgando el jugo de caña y a la izquierda también se puede ver un trapiche con las mismas características del anterior. En 1888, se afirmaba que existían 1.000 ingenios azucareros "en el país" -es decir el departamento-8, lo que significa que, en tan solo seis años, la cantidad de establecimientos azucareros se habría triplicado. Esto indica que, durante la década de 1880, la producción posiblemente también se triplicó. Sin embargo, el método de producción de azúcar seguía siendo el mismo. "Ingénios hai que tienen cuatro, cinco y seis trapiches situados alrededor de la casa llamada de pailas, en donde se hierve el jugo de caña en las calderas cuyo número es proporcionado al de los trapiches".9

    Hubo varios momentos en los cuales los productores de azúcar tomaron la iniciativa de modernizar el proceso de elaboración. A partir de 1860, se identifican dos: el primero para implementar molinos hidráulicos y el segundo en 1876 para implementar máquinas a vapor.

    El porcentaje de azúcar cruceño comercializado en las "provincias de afuera" -es decir, en las otras intendencias de la Audiencia- representaba 74,77% del total ingresado al mercado permaneciendo 25,23% en la intendencia y 20,56% en el partido de Santa Cruz. Estos porcentajes muestran que la mayor cantidad de azúcar comercializada se destinaba a mercados externos a la intendencia. Lo que quiere decir que la producción estaba mayormente orientada a la Audiencia.

    Lamentablemente, no se obtuvieron datos sobre la producción y comercialización de azúcar en los primeros quince años del periodo republicano. Recién en 1845, Francis de Castelnau señala: "Las exportaciones del departamento según el promedio de los años 1840 a 1845 pueden resumirse de la manera siguiente: Azúcar 60.500 arrobas10 a razón de 2 piastras por arroba" (Castelnau, 2001, p. 99).

    La Guía de Aduana de 1847 nos da una visión más clara de los destinos del azúcar cruceño. El volumen total enviado fuera del departamento fue de 35.936 arrobas,11 mientras que la cantidad hacia el interior del departamento,u fue de 5.172 arrobas.13

    Se puede ver que el principal destino del azúcar cruceño fue Chuquisaca con 55,39% del volumen total comerciado fuera de Santa Cruz; luego La Paz, con 21,12% del total, lo que contradice la idea de que La Paz solo se abastecía del Perú: "Sucede que otro tanto con los productos de la industria que se consumen en los centros de producción o muy cerca: excepto los caldos, el azúcar y los tejidos de lana; el azúcar solo se fabrica en Santa Cruz y se gasta en toda la república fuera de La Paz... "(Dalence, 1975, p. 280).

    El tercer destino más importante para la producción de azúcar cruceña fue el departamento de Cochabamba, con 20,38%, es decir poco menos que la que se enviaba a La Paz. Los otros destinos no representaban juntos ni 5% de los envíos. Por tanto, Chuquisaca, La Paz y Cochabamba juntos consumían casi la totalidad de los envíos de azúcar cruceño.

    El envío total desde la provincia Cercado al resto del departamento fue de 5.172 arrobas en 1847. A Comarapa y a Valle Grande se enviaron tres cuartas partes del total comerciado con el interior del departamento. El volumen que se envió hacia el interior del departamento se incrementó en comparación con 1793. Otro dato muy importante es el envío a la provincia Cordillera, aunque en cantidad reducida, que refleja la apertura de un nuevo mercado dentro del departamento pues no hay evidencia de que se haya enviado azúcar a esta región antes de esta fecha. Esto probablemente se deba a la expansión de las estancias ganaderas hacia la región del Chaco cruceño.

    Los datos obtenidos demuestran que, entre 1847 y 185114 aproximadamente, el volumen de azúcar enviada desde la provincia Cercado de Santa Cruz al resto del país fue reduciéndose ¿Qué provocó que luego del crecimiento experimentado hasta este año se viera una reducción tan acentuada? El envío de azúcar desde la provincia Cercado de Santa Cruz al resto del país se redujo alrededor de 10.000 arrobas en 4 años, la reducción de lo comercializado fuera del departamento y las otras provincias de Santa Cruz fue alrededor de 5.000 arrobas de azúcar cada una.

    En 186115 la Guía de Aduana presenta cambios respecto a 1851: las provincias de Santa Cruz recibían más azúcar que los demás departamentos de la República. Esto es muy importante ya que una década antes, el comercio con éstas era menor. Por lo tanto, volvió a subir el volumen enviado fuera del Cercado. Este año, no se llevó azúcar a Beni, Oruro ni Potosí.

    Chuquisaca dejó de ser el principal destino del azúcar producido en la provincia Cercado para dar lugar a Cochabamba a donde se envió 56,32 % del total. Tarija recibió 5,17 % de los envíos, La Paz solo recibió 1,23 % del total.

    Por otra parte, el envío de azúcar a la provincia Cordillera creció en algo más de 2.000 arrobas. Es posible que estas fuesen reenviadas al norte argentino, pues la ruta que conectaba Santa Cruz con Orán y Salta pasaba por el Chaco. Un ejemplo de la relación comercial entre el norte argentino y Santa Cruz es que el precio del café se incrementó en Santa Cruz debido a la demanda de este artículo desde Argentina (Dalens, 1861, p. 32).

    La producción estaba en crecimiento y continuaría la tendencia hasta finales de la década de 1870, coincidiendo con el incremento de los precios en Santa Cruz y el resto del país. Rivero Egüez, en su Historia de Santa Cruz durante la segunda mitad del siglo XIX, presentó sus "cálculos estadísticos" para 1875 en torno a la producción de azúcar: "Azúcar. - El Cercado produce 109.700 arrobas,16 que se depuran en 13.700 hormas;17 de ellas se extraen inclusive a la provincia de Valle Grande 68.600 arrobas18 y se consumen 41.10019 inclusive en la ciudad" (Rivero, 1975, p. 132).

    Otra cifra importante es el total de azúcar producido en la provincia Cercado en 1875: 109.700 arrobas de azúcar (Ibíd, p. 132). En 1793, según Viedma, el total producido fue de 10.700 arrobas. Comparando ambos años, se puede ver que en 1875 la producción se multiplicó por 8,07. Este incremento de la producción tuvo relación con la democratización de su consumo en el país.

    Comosepuedeverenlaanteriorimagen,laproducción de azúcar comerciada desde la provincia Cercado de Santa Cruz al resto del país es significativamente mayor a la cantidad que se comerció al interior. Esto desmiente que la producción de azúcar estaba destinada al autoconsumo, y que, en su mayor parte, se orientaba a la actividad económica.

    Por otra parte, aunque no se dispone de los datos adecuados, presentamos una estimación que es un indicador de que el consumo de azúcar se democratizaba a lo largo del periodo estudiado. Desde el año 1793 hasta 1876, cuando se produjo la mayor cantidad de azúcar, según los datos obtenidos, ésta se había multiplicado por 11. En comparación, el crecimiento demográfico del país fue mucho menor. La población boliviana que no llegó ni a duplicarse entre 1827 y 1900 llegó a consumir 11 veces más azúcar en menos de un siglo. Entre 1825 y 1880 la producción de azúcar en la provincia Cercado de Santa Cruz estuvo estrechamente relacionada con la democratización del consumo de este artículo a nivel nacional.

     

    Conclusión

    La producción de azúcar en Santa Cruz durante los primeros 55 años mantuvo una tendencia ascendente. A excepción de la década de 1850, según la información consultada, se mantuvo un ritmo creciente en cuanto a producción de azúcar.

    Es importante resaltar que el crecimiento de la producción de azúcar estuvo ligado también a la producción de plata en la región andina. Según los datos presentados, el mayor crecimiento de comercio de azúcar en Santa Cruz coincide con el auge de la plata que se inició en la década de 1860 en adelante. La relación con la minería de la plata demuestra que la producción de azúcar y su comercio en particular articulaban la economía cruceña con la del resto del país.

    El volumen que se producía para ser comerciado fuera de la provincia Cercado fue siempre mayor al que se mantenía al interior de la misma. Como se puede ver en la imagen 4, aproximadamente un tercio de la producción permanecía en la provincia, mientras que los restantes dos tercios se enviaban al interior del país. Es importante señalar esto, pues demuestra que la producción de azúcar en la región no era de autoconsumo, sino que estaba destinada al comercio.

    Los títulos de propiedad y las descripciones de diferentes personas muestran que las características preindustriales de la tecnología en los establecimientos azucareros en Santa Cruz se habían mantenido desde el periodo colonial. Lo que indica que el crecimiento de la producción fue en función del crecimiento de las plantaciones y de la instalación de más trapiches, no así de la modernización del proceso productivo.

     

    Notas

    1.  El Partido de Santa Cruz en el periodo republicano pasó a ser la provincia Cercado del departamento de Santa Cruz que se creó en la primera constitución.

    2.  Se buscaron, pero no se encontraron, no quiere decir que no existan.

    3.  M.A.U.G.R.M. Escritura Pública. Landívar, Manuel Melchor. 22/01/1852 en Rojas, 2012, p. 221.

    4.  Escrituras Públicas, Fol. 558 1850. Testamento. Juan de Dios Justiniano. 09/04/ 1850. En Rojas, 2012, p. 222-223.

    5.  Escritura Pública. 2.11.1852. Archivo M.A., U.G.R.M. en: Rojas, 2012: 227.

    6.  Escritura Pública. 25.02.1871 en Rojas, 2012: 269. Almud es una medida antigua de capacidad, su valor varía según la época.

    7.  Unidad de masa utilizada en España e Hispanoamérica, que equivale a 11,339 kg.

    8.  Nuestro Grabado. 21 de agosto de 1888. El Cosmopolita Ilustrado. p. 2. Santa Cruz, Bolivia.

    9.  Ibíd, p. 2

    10.  686.009,5 kg.

    11.  407.478,3 kg.

    12.  BO ABNB, TNC 2228. Fs. 1-37. Aduana Nacional de Santa Cruz 31/12/1847

    13.  58.645,3 kg.

    14.  Aduana Nacional de Santa Cruz 31/12/1847; Fondo Pref. SCz. 2/46-18. Fs. 1-34.

    15.  Aduana Nacional de Santa Cruz 31/12/1851; MHSC. Fondo Pref. SCz.2/72-29 Fs. 1-40. Libro duplicado de guías de 1861. Santa Cruz.

    16.  1.243.888,3 kg.

    17.  Moldes en los que se vaciaba el azúcar para su solidificación

    18.  777.855,4 kg.

    19.  466.032,9 kg.

     

    Fuentes y Bibliografía

    Archivos consultados

    ABNB: Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, Sucre. Serie Tribunal Nacional de Cuentas (TNC).

    MHSC: Museo de Historia de Santa Cruz (Universidad Autónoma Gabriel René Moreno), Santa Cruz de la Sierra. Fondo de la Prefectura de Santa Cruz (Pref. SCZ).

    Periódico citado

    Nuestro Grabado. 21 de agosto de 1888. El Cosmopolita Ilustrado. p. 2. Santa Cruz, Bolivia.

     

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