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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.12 n.55 La Paz abr. 2018

     

    CENTENARIO DE JOSÉ LUIS ALBERTO "PEPE" BALLÓN (1918-1997)

     

    PEPE BALLÓN. MI PADRE
    LUIS ALBERTO BALLÓN SANJINÉS, PEPE BALLÓN, POR ERROR PARROQUIAL

     

     

    Leni Reneé Ballón Morales*
    * Activista cultural.
    leniballon@hotmail.com

     

     



    Recuerdo al padre, abuelo, amigo, compañero y camarada, un ser humano de extraordinaria calidad humana y sensibilidad, quien dedicó su vida a luchar por la justicia social, por la igualdad de derechos de los excluidos, aspectos que lo conmovían profundamente puesto que no soportaba ver la pobreza.

    Desde muy joven se dedicó a las artes gráficas, actividad que ejerció gran parte de su vida. Aficionado al ajedrez, fue campeón en los años 50 y se hizo cargo de la Federación Boliviana de Ajedrez, a la que dirigió por doce años consecutivos con gran dedicación y mucho éxito. En ese entonces organizó varios torneos internacionales, convocando a grandes maestros ajedrecistas de Argentina, Chile, Perú e incluso España, lo cual logró con apoyo de amigos, empresarios, clubes, embajadas y autoridades. Recuerdo que dichos torneos de ajedrez se efectuaban en El Club de La Paz, en la Casa Argentina y en la Casa de España. Su empuje era incansable.

    De joven, junto a José Antonio Arce y varios camaradas, fundó el Partido de Izquierda Revolucionario (PIR), del cual varios fueron expulsados a raíz de conflictos internos. Algunos de sus integrantes fundaron, luego, en 1950, el Partido Comunista de Bolivia, entre ellos Sergio Almaraz, Luis Luksic, Alfredo Otero Calderón, Fidel Flores, Guillermo Soria Gamarra, Oscar Alfaro, Jorge Ovando, Ramiro Otero y otros más. En este contexto, nuestra casa fue también cobijo para la primera y las siguientes reuniones -hasta el año 1960- de la cúpula de dirigentes del Partido como Mario Monje, Manzanita Tellería (Telleco), Jorge Colhe Cueto. En esta primera época vendrían momentos difíciles para toda la familia por las actividades políticas de mi padre, quien sufrió continuos apresamientos y confinamientos en Coati y Rurrenabaque.

     

    La llegada del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) al gobierno, en 1952, traería paz a nuestro hogar. Pepe Ballón forma, entonces, al calor de la revolución, la Editorial Burillo junto a su socio don Ernesto Burillo, un empresario argentino de gran visión; fueron años de mucha producción literaria, material de difusión, cartillas y una serie de impresiones importantes para su época. En 1955 llega a Bolivia Aquiles Nazoa, gran poeta humorístico venezolano, exiliado de su país por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien tomó contactó con mi padre mediante el camarada Luis Luksic, que radicaba desde algún tiempo en Caracas. Contaba Nazoa que al subir al avión que lo traería a Bolivia, Luksic le entregó un papelito con la dirección de Pepe Ballón, la única referencia que tenía el poeta en tierras bolivianas. Más tarde llegaron su esposa María y sus dos hijos pequeños: Mario y Claudio. En 1958 nacería en La Paz su tercer hijo, Sergio. De estos hechos germina una enorme amistad entre las dos familias.

    En la década de los sesenta, por concurso de méritos, mi padre es convocado a trabajar como Director de la Editorial e Imprenta de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), cargo que desempeñó con gran integridad, hasta el año 1971, cuando salió al exilio para retomar luego sus funciones editoriales en la universidad, hasta su jubilación, en 1983.

    En 1965, Pepe Ballón funda la Galería de Arte, Artesanía y Folklore "Naira", junto a Jorge Carrasco Núñez del Prado y Simone Carrasco, además de mi persona como parte de todo el proceso de gestación de este centro cultural al que nos dedicamos con todo empeño. Al año siguiente, tras su llegada a Bolivia, el suizo francés Gilbert Favre, estupendo ejecutante de la quena, le propone crear una peña folclórica dentro de la Naira, momento en el que se siembra la semilla del gran movimiento cultural que cohesionó en Bolivia a diversas manifestaciones: folklore, artesanía, pintura, literatura. Naira fue el primer centro cultural privado de gran envergadura de la ciudad de La Paz, donde se desarrollaron exposiciones de pintura, escultura, platería, libros, tejidos, bordados y toda clase de arte y artesanía. En sus instalaciones se organizaban, también, charlas culturales, proyección de películas, danza, música y teatro. Por la Naira pasó también Violeta Parra, exponiendo su pintura, tocando y cantando sus bellas canciones de amor para el Gringo Favre. Creo que la Peña Naira nos devolvió el ajayu (el alma) cultural que una gran parte de la ciudadanía había perdido con los rigores de un régimen militar.

    En 1971, Pepe Ballón salió al exilio con rumbo, casualmente a Caracas, Venezuela. Lo acompañé junto a mi pequeño hijo Mauricio. Al llegar, reencontramos a los amigos venezolanos que cobijamos en los años sesenta. La vida está llena de hermosas coincidencias y ésta es una de ellas. Esto nos da la certeza de que la amistad es un valioso tesoro, ya que para nosotros el exilio fue más llevadero con ellos cerca. Estoy convencida de que Pepe Ballón sembró solidaridad, amistad, cariño, honestidad y perseverancia; esto hizo que su cosecha fuera fructífera para mi familia permitiendo que heredemos el mejor ejemplo que un ser humano puede dejar en la vida.

    Después de 21 años de su partida de este mundo, el 9 de julio de 1997, fueron publicados numerosos artículos en los periódicos y revistas de nuestra ciudad; inclusive el estar retratado a lado del gran Maestro Muralista Walter Solón Romero, en su obra "El Retrato de un Pueblo" que se encuentra en el salón de honor de la UMSA, es uno más de los homenajes de cariño y admiración de los que fuera objeto en su vida.

    Este homenaje en la presente edición de Fuentes, revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional, se hace en conmemoración a los cien años de su nacimiento, al que se adhieren más de doce personalidades, con sus recuerdos y evocaciones, testigos que acompañaron el hermoso caminar por esta tierra de mi maravilloso padre. Estos testimonios se publican gracias a la generosidad del compañero Luis Oporto Ordóñez, editor de la revista.

    Estoy segura de que la vida nos regaló la presencia de este extraordinario hombre, a todos los que tuvimos la dicha de conocerlo y compartir con él; ya que, además de ser mi padre, fue un entrañable amigo, un grandioso hermano, el abuelo cariñoso de mis hijos y el compañero ejemplar de muchos.