PÁGINAS DEL EDITOR

 

Domingo Latrille: descubridor y defensor de Tocopilla

 

 

Luis Oporto Ordóñez^*
*Magister Scientiarum en Historias Andinas y Amazónicas. Docente de la UMSA. Presidente del Comité Regional de América Latina
y el Caribe del Programa Memoria del Mundo de la Unesco-Mowlac.
Luis.oporto@vicepresidencia.gob.bo; luisoport@ hotmail.com
Recepción: 15 de enero de 2018 Aprobación: 30 de enero de 2018 Publicación: febrero de 2018

 

 

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Una obra de importancia histórica

Una obra sobre el Litoral boliviano (hoy norte de Chile) reconstruye las proezas de los pioneros que poblaron y aportaron al desarrollo de esa región industrial. Damir Galaz-Mandakovic y Eduardo Owen¹ explican que en ella "se ha entrelazado una historia genealógica y el devenir de los principales antiguos puertos bajo bandera boliviana y que hoy corresponden al actual norte chileno por efecto de una guerra capitalista minera. Por sobre todo es la historia de los orígenes de Tocopilla en cuanto a centro urbano e industrial, emergente poblado gravitante para una diversidad de colectivos migrantes". Caracterizan la relación desigual entre la Europa industrial y la América del Sur mercantil del siglo XVIII, rebatiendo la concepción positivista eurocéntrica que da "a entender que antes de los industriales europeos 'nada' existía en estos territorios" y confirman la herencia prehispánica del distrito del Litoral boliviano en el Pacífico, habitada por pueblos indígenas, como los Changos que bautizaron a la región como Tacama. Originarios de Pau, capital de Béarn en la Gascuña francesa² Dominique (Domingo) nació el 22 de febrero de 1817 y su hermano Jean Roch (Máximo Roque), el 29 de mayo de 1820. Cargados de su cultura minera y herencia lingüística, arriban a Valparaíso (1840) y se dirigen al puerto multinacional de Cobija "con predominancia de franceses e ingleses",³ pero el destino los llevó hasta Mejillones donde Domingo descubrió los depósitos de guano (1841) y obtuvo una concesión del gobierno de Bolivia para explotar las covaderas de Angarrios y Orejas de Mar (1842), habiendo exportado a Europa más de 2 mil toneladas en el carguero Horsburg.

La obra está organizada en nueve capítulos: 1. La trama continental. El escenario europeo y la apertura americana. 2. Los antecedentes franceses. Desde Pau. El origen cultural de los Latrille Loustaunou. 3. La familia. La familia Latrille-Loustaunou. Los apellidos: la raíz. Las residencias de los Latrille Loustaunou. Los hermanos Latrille Loustaunou. 4. La aventura y sus huellas. El viaje a Sudamérica. El arribo. Guaneros en Mejillones. Los chinos y el guano. Tocopilla: emergencia urbana e industrial bajo administración boliviana. De Aduanilla a Puerto Menor. El ambiente minero. Tocopilla según los viajeros extranjeros. Terremoto y tensiones preguerra en Tocopilla. 5. Los vínculos y descendencia. El matrimonio Latrille-Petisco. La descendencia. 6. Otros sondeos. Exploradores en el desierto, la exploración en la zona El Toco. 7. Las marchas y expiraciones. El ostracismo: camino a Huatacondo. Juana Petisco se queda sola. La muerte de Domingo Latrille en Huatacondo. La muerte de Juana Petisco. El regreso a Francia de Máximo Roque Latrille Loustaunou. 8. Sucesores. Descendientes activos en la vida social. Ingeniero del distrito. 9. Impronta.

Tocopilla bajo administración boliviana

Esta apasionante historia se refiere a la emergencia urbana e industrial de Tocopilla bajo administración boliviana, que al principio era "un pequeño campamento minero implementado con pocilgas y barracas" (1830), hasta que varias empresas (entre ellas la Fundición de los Hermanos Dorados) se instalaron. El Estado boliviano firmó convenios para la explotación y exportación de guano con la Sociedad Mineralógica de Tocopilla (1842). Esa riqueza motivó la codicia de Chile, cuyos capitalistas iniciaron emprendimientos en la región amparados en la Ley del Guano del 31 de octubre de 1842, con la que se inicia la estrategia de despojo del Litoral boliviano. "Para los bolivianos esta ley significaba el despojo total, totalmente arbitrario, turbando la posesión en que se hallaban las islas e islotes. Las reclamaciones del Estado boliviano no se dejaron esperar. Desde ahí los conflictos sobre la soberanía de Mejillones no cesarían, incluyendo conflictos entre empresarios, políticos y militares", afirman los autores. El prefecto de Cobija habilitó a Domingo Latrille y Mariano Benavides para mensurar los terrenos de la costa y levantar la ciudad de Tocopilla en reemplazo del campamento minero, elevándola a cantón (1843). Domingo Latrille es nombrado Corregidor (1849), el Gobierno de Bolivia le presta la atención necesaria e instruye la creación de la Aduanilla en la caleta de Tocopilla (1863) y la eleva a rango de Puerto Menor (1871). Los terremotos de 1868 y 1877 la aislaron por tierra, contexto en el que se desarrolló "una conflictividad que propició una sangrienta reyerta minera auspiciada por capitalistas chilenos y europeos", sembrando el terreno para una invasión.

 

Domingo Latrille, defensor de Bolivia

Chile diseñó la estrategia para mover los límites a su favor bajo el argumento de que "la costa de Atacama desde Cobija hasta Paposo estaba inhabitada", apoyado en su fuerza militar, con la toma del puerto (1844) y la incursión de la corbeta de guerra Esmeralda (1847), declarándolo de propiedad de Chile(1857). El gobierno de Bolivia levantó un sumario con declaraciones de testigos que demuestren la propiedad de Mejillones por parte de Bolivia, "sin que ni remotamente se pretendiera por otro Estado derecho sobre ella". Uno de los testigos fue Domingo Latrille, "considerado en primera instancia por ser un actor clave en los orígenes de la explotación de las covaderas de Mejillones". Su testimonio es concluyente: "dijo que le consta que Bolivia ha poseído siempre la bahía de mejillones y los demás terrenos de su territorio al sur de esta hasta el Hueso Parado". D. Latrille era "un altruista que tuvo una importante labor durante la fiebre amarilla". En 1857, es una figura internacional y se lo menciona como "el francés que dedicó algunos fondos para reconocer los picos en los cerros de Duendes, una industria con alguna posibilidad de un futuro feliz". Domingo y Máximo Latrille protagonizan una hazaña que la historiografía chilena sepultó, a pesar que Jaime Mendoza (1926) y Roberto Hernández (1930) habían documentado, cada cual por su parte, que Domingo y Máximo Latrille obtuvieron concesiones de la Prefectura de Cobija en Salar del Carmen y fueron los primeros dueños de la mina de Santo Domingo o Toldos, en 1857. La historia oficial de Chile ha tratado de superponer -y esconder- adjudicándole el título de "descubridor de salitre" a José Santos Ossa, para opacar la hazaña de los hermanos Latrille que en 1857 ya habían explorado la región, siendo los primeros en encontrar los yacimientos de salitre, con el apoyo del baqueano boliviano Hermenegildo Coca. Benjamín Vicuña Mackenna, expresión de aquella historiografía, afirma que Domingo Latrille "fue desterrado a Huatacondo por sospechas, escribía un plan análogo para el uso de los peruanos, si bien con mucho menor juicio y discernimiento militar". Domingo Latrille murió en Huatacondo el 27 de abril de 1891.

 

Notas

1.  Damir Galaz-Mandakovic y Eduardo Owen: Hermanos Latrille. Impronta en el desierto. Pau (Francia) Tocopilla (Litoral boliviano-Norte de Chile). Tocopilla, editorial Retruécanos, 2015.

2.  Región en la que existían yacimientos de cobre, plomo, fierro y mármol y un singular carácter lingüístico pues en ella se hablaba dialectos del Occitán (patois) y el francés.

3.  Fundado en 1680 por españoles procedentes del Perú, quienes bautizaron al puerto como Santa María Magdalena de Cobija.