HISTORIAS DE VIDA

 

Martha Urioste Fernández de Córdova
(Sucre, 1946 - La Paz, 2017)

 

 

Luis Oporto Ordóñez
Recepción: 27 de diciembre de 2017 Aprobación: 10 de enero de 2018 Publicación: febrero de 2018

 

 

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Fue historiadora (UMSA). Profesora en el Colegio Alemán de la ciudad de La Paz. Fue editora de una emblemática obra: Estudios Bolivianos en homenaje a Gunnar Mendoza, impresa en mimeógrafo (1978), reeditada por el Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (2014). Colaboró con William L. Lofstrom, en Dámaso de Uriburu, un empresario minero de principios del siglo XIX en Bolivia (La Paz, Biblioteca Boliviana de Minería, 1982). Igualmente, colaboró a Víctor Codina, en su obra Creo en el Espíritu Santo: Pneumatología narrativa (Santander, Sal Terrae, 1994), que reconstruye "el itinerario teológico y eclesial en América", y -junto a Teresa Rosazza y Gustavo Loza- colaboró a Xavier Albó en Una casa común para todos. Iglesia, ecumenismo y desarrollo en Bolivia (La Paz, Cipca, 2002).

Destacó por su vinculación a organizaciones católicas, desde muy temprano. Su labor humanista dentro de la Iglesia Católica, es muy temprana. Apoyó al Movimiento Franciscano Justicia y Paz, en el que participó, junto a su esposo Fernando Aguirre, con una conferencia sobre "Fe y Política, a la luz del mensaje de los obispos en el documento de Puebla"(4 al 8 de julio de 1990). Formó parte del Centro de Promoción del Laicado (CEPROLAI) durante 20 años. Monseñor Jesús Juárez afirma que era "una mujer atenta y detallista". Asistió al cardenal Julio Terrazas en la preparación de la visita del Papa Juan Pablo II (1988). Integró el grupo de estudios teológicos del que formó parte la élite intelectual católica aglutinada en torno de la Revista Cuarto Intermedio: X. Albó, F. Damen, G. Marte, J. Baptista, M. Preiswerk, S. Gualberti y C. Palmés. Fue secretaria general del Secretariado de América Latina del Movimiento Católico Miamsi, "que engloba a asociaciones del laicos que predican los evangelios católicos".

Pasó de manera fugaz por la administración pública, como subsecretaría de Culto, en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En tal condición condecoró a la Comisión Episcopal de Educación, ocasión en la que "recordó que la Comisión Episcopal dirigió su mirada a los más pobres y persiguió cambios en la educación". En esa fecha se condecoró también al padre jesuíta Gabriel Codina: Javier Reyes y Jaime Calderón (diciembre de 1995). Eran tiempos en que la CEE impulsó la labor de los colegios Juan XXIII e INDICEP.

Otra de sus aficiones fue el deporte, en el que cultivó el voleibol y la natación. Tardíamente surgió su veta de artista, con una exposición junto al artista plástico orureño, Jaime Calizaya, su maestro.