SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.10 número47Gilberto Rojas Enríquez notable compositor OrureñoAlfredo Dominguez en el V centro de grabado contemporáneo de Ginebra (Cgcg)   índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Articulo

Indicadores

    Links relacionados

    • No hay articulos citadosCitado por SciELO
    • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

    Bookmark

    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.47 La Paz dic. 2016

     

    HISTORIAS DE VIDA

     

    “Si tú eres un indio,

    ¿Dónde están tus plumas?

    En la Aduana me han quitau, pues señora"

     

    Acercamiento a la semblanza de Alfredo Domínguez Romero

     

     

    Galo Illatarco Peñarrieta*
    * Historiador.

     

     


     

     

    Nació el 9 de julio de 1938, en Tupiza-Bolivia (800 Km. de La Paz); muere a los 42 años de edad mientras jugaba un partido de fútbol en Ginebra-Suiza, el 28 de enero de 1980. Muere a consecuencia del mal de chagas, una enfermedad típica de la pobreza. Sus restos descansan en Tupiza. Se casó con Gladis Cortez, con quien tuvo dos hijos1, quienes radican actualmente en Suiza.

    El charanguista francés Jean Vidaillac2, que tuvo la ocasión de tocar con Gilbert Favré en el grupo Los Gringos y conocer a Alfredo, da testimonio del traslado de los restos de este artista boliviano en la canción "El tren del poeta" de su disco titulado Canciones. Allí escribe:

    ...Pa su último retorno a Tupiza el poeta tomó este trencito
    regresando de Europa, para descansar en
    paz (..)
    En cada parada de este viaje para rendirle
    un homenaje
    sus hermanos mineros cubrieron todo
    el féretro de flores.
    A medio día muy atrasado el tren llegó a la
    estación
    sonaron las campanas y toda la población
    llorando le acogió.
    Al pie de los cerros colorados, en ese
    pequeño cementerio
    duerme ahora en su tierra, el silencio solo
    turbado
    por el silbo del huichico"

    (Del disco Canciones. Paroles et musiques, 2005).

    "Ser uno mismo y no otro, ser sencillo y sobre todo ser AMIGO" era, por así decirlo, valores de su principio filosófico de vida, algo que intentó llevar a la práctica a lo largo de su vida artística y su vida cotidiana, en Bolivia y en Europa.

    Su prolífica labor artística, musical, poética y plástica es una forma de crónica, una narración contemporánea artísticamente elaborada sobre la realidad socio económica cultural y política de nuestro país, y sobre todo de su Tupiza natal y su propia familia de origen, una familia quechua hablante, "humilde pero digna", decía: Su papá el Sr. Cesáreo Domínguez (fabricante de instrumentos) y su mamá la Sra. Eleuteria Romero de Domínguez dedicada a vender dulces y helados y a la difícil "profesión" de labores de casa.

    Su compañera y esposa, Sra. Gladis Cortez viuda de Domínguez, lo define como "Artista plástico, concertista de guitarra, cantor y compositor"; sin embargo en una entrevista realizada por el periodista Roberto La Serna, en Cochabamba el año 1976, a sus 38 años de edad, en su segunda visita a Bolivia, él se define como "viajador, tocador de guitarra... a quien le gusta el folklore boliviano, que no le gusta la poesía complicada o vinculada al intelectualismo".

    Hacía permanentemente referencia a cultivar el absurdo, las cosas con humor y no lo intelectualizado. Decía "prefiero dar a la gente cosas sencillas en mi arte para que no vayan a buscar diccionario y recién puedan entender lo que les digo". Quizá esta particularidad lo diferenciaba de un grupo de artistas sociales de su época con mucha influencia intelectualizada de la izquierda boliviana.

    Durante su niñez en Tupiza, junto a su mamá, vendía helados, dulces, periódicos y revistas usadas; luego trabajó un breve tiempo de portero en una institución. A los 15 años parte con el circo chileno Gasani a conocer el interior de Bolivia; posteriormente emigró a la zafra argentina, luego de abandonar el colegio por haber golpeado a su profesor de inglés, quien insultaba a los alumnos y familias humildes llamándolos "indios, cholos y sucios". Prácticamente se escapó, aventura que le permitió encontrarse y desarrollar sus habilidades artísticas, sobre todo de músico autodidacta.

    Decidió abandonar el colegio para demostrar a la sociedad en general, y a sus profesores en particular, que se podía lograr muchos y nobles objetivos, sin necesidad de esa educación formal, robotizadora y discriminadora de las lenguas indígenas (década de los 40 y 50, antes de la Revolución Nacional), sino teniendo como mejor maestro al pueblo "libre, abierto y sencillo".

    Allí en la zafra argentina, conoció a un viejo boliviano que tocaba su guitarra durante las fogatas que se organizaban. Fue su primer contacto con el arte, a pesar que dicho señor le habría golpeado amenazándolo de que no tocara nunca la guitarra "para que no se volviera borracho" como era lo común entonces.

    Al regresar a Tupiza, seguirá tocando guitarra, casi clandestinamente para que no lo supiera su padre, con una estudiantina del Sr. José Ortega y en una emisora tupiceña. Su esposa señala que esos sus orígenes artísticos tienen la "Influencia del medio ambiente de Tupiza... la estudiantina del Sr. Ortega... [el teatro] Nuevos Horizontes... donde se realizaban actividades de teatro y la publicación de una revista de arte en general" (Cortez, 2003).

    De acuerdo a lo que asegura Gladis Cortez, "La verdadera formación artística de Alfredo Domínguez se llevará a cabo en esta institución... esta agrupación cultivará durante muchos años de su existencia, su voluntad internacionalista, acogiendo en su seno a dramaturgos, escenógrafos, actores, pintores, escritores, poetas, músicos y bailarines procedentes de diferentes países sudamericanos" (ENCICLOPEDIA DE LA GUITARRA, 2004: 688).

    Cuando ya fue inevitable, su padre lo descubre tocando guitarra, pero en lugar de la esperada paliza, le hizo prometer que no se volviera borracho y que a cambio le fabricaría una guitarra. Así fue, tuvo su propia guitarra y éste cumplió la promesa: No se volvió borracho, se volvió artista y de los mejores.

    Según el mismo Alfredo, llegó más tarde a la ciudad de La Paz, alrededor de 1962, cuando tenía 24 años. Allí "...vagabundió (sic), seguía vendiendo dulces, pero empieza a hacer dibujos y caricaturas", incluso para el periódico "El Diario". Nunca dejó de practicar la guitarra, más aún con la primera guitarra profesional, de marca Rivaz, que le ofrecieron los residentes tupiceños.

    Luego por sugerencia de mucha gente y vecinos, nuevamente se fue a Argentina donde participó en un concurso de guitarristas aficionados. Ganó el premio, pero los periódicos fueron injustos con él al no nombrarlo como boliviano sino como argentino.

    Posteriormente se contactó con la radio paceña Méndez donde "se inició con el folklore boliviano". Allí en el programa "El show de los sábados" difundió su talento haciéndose conocer. Luego de mayor experiencia acumulada como artista autodidacta, parte para Salta y en el festival de música folklórica latinoamericana, en 1966, logra el primer premio como solista ganando una medalla de oro, delante un escenario, que según su relato, llegaba a 23 mil personas.

    Un día, extrañamente, como él dice, salió de la radio Méndez "en hombros de los universitarios" para luego tocar en escenarios universitarios como el Paraninfo, que anteriormente se lo habían negado, y volverse artista exclusivo de esa radio. Todo esto se daba en un contexto que todavía era resultado de las aperturas democráticas y derechos ciudadanos generados por la Revolución de 1952, y una radicalización de la pequeña burguesía intelectualizada que giraba hacia posiciones políticas de izquierda, en el mundo y también en Bolivia; de otro modo es probable que estos logros no se hubieran dado.

    De acuerdo con su compañera Gladis Cortez, los primeros géneros musicales que tocaba a la edad de 13 años eran varios y el artista no tuvo ninguna formación académica en los estilos que incursionó posteriormente:

    Al iniciar sus actividades con la estudiantina, Alfredo tocaba bailecitos, cuecas, huayños. Paralelamente, hacía parte del trío "Los Panchitos" (Domínguez, Loza, Calla). El repertorio de este trío era principalmente boleros, pero también Alfredo comenzó a interpretar sus propios solos de guitarra... (Cortez, 2003).

    Posteriormente, en el decenio de los años 70, los géneros que interpretará serán resultado de la mayor experiencia adquirida y lo nuevo compartido e intercambiado con el jazzista suizo Gilbert Favre, y el charanguista boliviano Ernesto Cavour (componentes del grupo "Los Jairas", con el que tocó sin ser componente), lo que vino a llamarse el "neofolklore", pero continuando la línea iniciada en Tupiza, abordando temas existenciales y sociales. Esta actividad artística y su labor de difusión desde la peña Naira y Los Jairas, permitieron el ingreso y posterior aceptación de lo que se llamaba "folklore"3 en escenarios que anteriormente eran cerrados. Sobre el particular, su ex esposa recuerda:

    De este encuentro nació el "neofolklore", interpretado por el trío Domínguez, el Gringo y Cavour, donde cada instrumento podía ser solista e improvisar. Esta idea la aportó Gilbert Favre, el Gringo, que en Suiza tocaba jazz, pero fue Alfredo que la puso en práctica, componiendo temas en ese sentido. Luego, Cavour vino a completar el trío, aportando composiciones que fueron arregladas en el sentido de las ideas de base del "neofolklore". Otra de las ideas de base del trío fue continuar con la línea que Alfredo había comenzado en Tupiza con "El pirquiñero", "La leñera", "La pastora", es decir, abordar los temas existenciales, sociales y aprovechar la enorme producción poética boliviana, de ahí la colaboración con los poetas Rivera Rodas, el Dr. Carpio, Gastón Suarez y otros (Cortez, 2003).

    Su trayectoria artística no dejó los géneros musicales bolivianos, sobre todo rurales. Su compañera anota que empieza en:

    Tupiza: Primeras composiciones con ritmos nacionales conocidos: villancicos, cuecas, bailecitos, chuntunquis, motivos, con letra y solos de guitarra.

    La Paz: desde julio de 1962. Solista de guitarra con composiciones propias. Trabajo de dúo y trío (Domínguez, el Gringo, Cavour).

    Música para películas: Documental para el Instituto Cinematográfico de Bolivia. "Mina Alaska", "Yawar Mallcu", "Misión cerca del cielo".

    Ginebra- Suiza: desde septiembre de 1969. Continuación del trabajo de composición e interpretación. Giras por Europa y Asia (Íbidem).

    Alrededor de 1965-1966, participó en la fundación de la Galería y Peña "Naira", de propiedad de Pepe Ballón junto a Jorge Carrasco Núñez del Prado y Gilbert Favre. La entrevistada Gladis Cortez recuerda que "La Peña acogía a toda la intelectualidad comprometida de La Paz, así como a la gente del interior del país que Gilbert Favre contactaba para actuar durante los fines de semana". Allí también se realizaban conferencias sobre temas vinculados a la cultura y la realidad del país, razón por la que fue intervenida en 1971, después del golpe de Estado de Bánzer, "...todos los cuadros de la galería Naira fueron incautados y Pepe Ballón se exilió en Venezuela".

    En el año 1969, a través de una invitación recibida desde Ginebra por la fundación "Patiño", junto con Los Jairas deciden ir a Europa para difundir el arte musical boliviano, que según él, estaba siendo tergiversado y mal representado por algunos grupos llamados folklóricos. De ese modo es que empieza su difusión artística internacional, al principio con el nombre "Los Jairas y Domínguez", posteriormente como solista.

    Esta es una de las grandes virtudes de la Peña Naira, pues mientras la música folklórica estaba proscrita a las cantinas, ésta iniciaba su difusión, dándole un contenido mayor de identidad cultural y valor artístico de importancia.

    Su producción discográfica tiene una historia vinculada a los avatares socio-históricos de nuestro país. Tuvo una labor de denuncia de la situación trágica en la que viven los olvidados como el personaje de su canción "Juan Cutipa" y otros como él y su familia.

    En la entrevista Gladis Cortez nos aseguró que:

    Alfredo creó su obra basándose en la denuncia de los problemas estructurales del país, como la pobreza, la injusticia y la discriminación social; sin ser necesariamente la expresión de una posición político-partidaria. Un ejemplo de esta manera de ver el mundo es la "La leñera", motivo compuesto en Tupiza antes que Alfredo cumpliera 20 años y grabado en su primer disco 45r (1963) y posteriormente cantado por Benjo Cruz y Angel Parra. Su obra posterior continuará en el mismo sentido.

    Aquella producción discográfica data de 1963. Está registrada en un documento digitalizado en CD Rom y en la bibliografía consultada. Habrá que realizar una pesquisa paciente para reunir los discos producidos en Bolivia y en Europa. No se ha tenido acceso físico a su discografía, pero en base al disco "pirata" ALFREDO DOMÍNGUEZ DE COLECCIÓN y a un disco vinilo que logramos escuchar, se encuentra la canción "Juan minero", una de las primeras canciones donde relata la dura realidad de la vida de los trabajadores mineros de Bolivia, que ha marcado la sensibilidad de muchas personas.

    En las demás canciones que se convirtieron en un hito, se puede encontrar la narración de la realidad boliviana y una especie de autobiografía. Por ejemplo, dentro las más significativas, considerando esa narrativa, se tienen las siguientes canciones y temas:

    -Viva Juancito: donde relata la vida cotidiana de un niño campesino, que bien podía ser su propia niñez.

    -Éxodo: describe la migración boliviana sureña hacia la zafra argentina (algo similar a lo testimoniado por Ricardo Campos, director del grupo Rijch'ary), una realidad que no cambia en nuestro país.

    -Juan Minero: comentado más arriba.

    -Sí señora: la situación vivencial, probablemente de los emigrantes indios bolivianos hacia Europa en los años 70, y su propia vivencia.

    -Viva Cesito: canción dedicada a su hijo mayor César, donde hace un parangón de la llegada del hombre a la luna con la realidad de los hogares pobres; el desarrollo científico que ello significa, pero que no resuelve la pobreza en la que estaba la mayoría de la población boliviana.

    -Doña ciencia: ciencia que asusta a Alfredo. Allí de algún modo declara su decisión de ser autodidacta.

    -Diálogo: donde en una conversación con la mamá de una señorita citadina, denuncia la discriminación social y racial de la Bolivia urbana hacia la Bolivia rural y a los inmigrantes rurales.

    -No fabriquen balas: plantea la oposición a la masacre de Todos Santos (1979 una de sus últimas composiciones, de acuerdo con Gladis Cortez).

    Actualmente su producción discográfica no se encuentra en el mercado, sin embargo una aproximación a ella se logró gracias a Francisco Herrera, Fernando Arduz Ruiz y Nivardo Herrada:

     

    Obras para guitarra:

    Alto Sud / Chacarera de Jacinto / El pañuelito / El pastor / El secreto / Evocación / Feria / Fiesta / La agonía del ave / La muerte del indio / La procesión / La rueda / La yacuibeña / Leyenda / Para Melitón / Por la quebrada / Por tu senda / Villancico / Zapateo (Transcripción de Fernando Arduz Ruíz).

    (Fuente citada: Editorial, Música Mundana Maqueda. S.L. / Lope de Haro, 9. Madrid, 2002) (Herrera 2004, 689).

    Folklore 1. La Paz: Campo. LPOS-1002. (*) Folklore 2. La Paz: Campo. LPS-005. (*) Villancicos. La Paz: Lyra.

    Vida Pasión y Muerte de Juan Cutipa. La Paz: Lyra, 1970. LPL-13090 (*)

    Algo más de Alfredo Domínguez. La Paz: LYRA, 1974. SLPL-13217. (*) Alfredo Domínguez en vivo. La Paz: LYRA, 1983. SLPL-13498" (*) (Herrada 1996, 72).

    La obra con la que más se identificaba era la obra plástico-musical "Juan Cutipa", producida en 1968, donde se denuncia la situación de la mayor parte de la gente del sud de Bolivia y que de acuerdo al investigador Nivardo Herrada L., es una "autobiografía a su modo", autobiografía confirmada por el mismo Alfredo en una entrevista que le hacen en Cochabamba.

    El mayor apoyo a su obra musical con profundo compromiso social y político venía del público citadino y de los centros mineros, de la clase media, los intelectuales de izquierda y el proletariado minero, sobre todo porque su obra estaba basada en temas populares y en música popular y "folklórica". Es decir, su aporte era original y de creación personal.

    Alfredo en el esfuerzo de apropiarse de su propia historia y la de su país, fue uno de los primeros en decir en una de sus canciones "sí señora, yo soy un indio"; pero a pesar de todo ese esfuerzo de identidad, de amor a su país demostrado en su trabajo artístico, en los años 60 y 70 "el apoyo de las instituciones del Estado era insignificante (Cortez, 2003).

    Dijimos que este insigne artista no sólo era músico y de los buenos, sino también era artista plástico, dibujante y pintor; tuvo una cualidad artística multifacética. En la faceta paralela de su vida, la de pintor, recibió varios premios. Tuvo varias exposiciones, incluso una en 1976 junto a trabajos de Salvador Dalí y otros grandes de la plástica mundial. La mejor representación de sus cualidades de pintor y dibujante lo representa la colección de 12 cuadros pintados titulado "Vida, pasión y muerte de Juan Cutipa".

    Esta faceta de artista plástico la desarrolla y profundiza en Europa, cuando fija su residencia en Ginebra, donde para poder conseguir algunos recursos y la posibilidad de estudiar en Suiza, se incorpora al Centro de Grabado Contemporáneo. Allí profundizará sus conocimientos en pintura y en grabado. El grabado no le gustaba, según le manifiesta al periodista La Serna, pero tuvo que hacerlo para continuar viviendo en ese centro de formación artística, puesto que era una de las condiciones. Posteriormente logrará muchos triunfos en concursos de arte plástico, principalmente en Europa.

    Respecto a su vida política, debemos decir que Alfredo Domínguez no militó en partido político alguno, ni fue auspiciado o promocionado por alguno de ellos. Tampoco conocemos que haya sufrido persecuciones o discriminación política por algún gobierno de turno.

    De política decía no saber, y cuando se le preguntaba por su preferencia política: "no sé", era su respuesta. Sin embargo se puede percibir en él la influencia de poetas, artistas y algunos activistas de izquierda, aunque no creyó en la lucha guerrillera de Ñancahuazú y Teoponte que se dieron en 1967 y 1969 respectivamente.

    Herrada asegura que "...admiraba a Atahuallpa Yupanqui desde muy joven, más tarde conoció a Violeta Parra en la que admiraba, sobre todo, la vena poética y entre los poetas nacionales a Oscar Alfaro y Oscar Rivera Rodas..." y entre los activistas sindicales de izquierda, está el reconocido dirigente anarquista Liber Forti, asesor durante muchos años de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.) quien fue su mayor inspiración política a través del teatro "Nuevos Horizontes" fundado el 1 de mayo de 1946, donde "...cultivó una voluntad internacionalista". Incluso con Violeta tenía algunos proyectos artísticos de tocar juntos (Herrada 1996, 72) que quedaron truncos por el suicidio de esta canta autora chilena. Gladis Cortez considera que el encuentro personal con Violeta Parra fue capital para que Alfredo decidiera cantar desde entonces "...porque si no, el Alfredo no hubiera cantado nunca".

    Corroborando esta influencia política anarquista, Oscar Vargas del Carpio, tupiceño y militante del ideario "Sin dioses en el cielo ni amos en la tierra", quien conoció personalmente al artista, asegura que:

    Y  allí [Tupiza] conoció a ese grupo de hombres y mujeres liderizados por ese hombre extraordinario que fue, y lo sigue siendo... Liber Forti, había creado el conjunto "Nuevos Horizontes", bella escuela de teatro, de honradez, de solidaridad humana, del inalcanzable anarquismo de la libertad de los hombres, sólo limitada por la libertad de los demás.

    Y Alfredo.... ponía el hombro a las puestas en escena del grupo, los acompañaba en sus giras por los centros mineros, en las propias presentaciones que hacían en Tupiza para recaudar fondos para los niños pobres -que los había, y muchos- como Alfredo y como todos nosotros que un día juramos luchar porque en nuestros pueblos no hubiera más "calachaquis", niños y menos hombres... descalzos (O. Vargas, 2006).

    Este mismo compañero de lucha y de ideales, le ha dedicado un poema, del que hemos extractado algunas líneas:

    Fue la zafra argentina que lo trujo
    Doblegado al machete, casi vencido,
    Buscando mejores medios de vida
    Que los magros de su pueblo...
    Pero... ¡qué triste la vida,
    Qué denigrante el trabajo,
    Qué explotación la del hombre...!
    Y Alfredo se hizo más dulce,
    Más sencillo, más humilde... ¡qué carajo!
    Adiós Alfredo Domínguez,

    Humilde trovero cantor,
    Moriste un día cualquiera
    Pero tu canto, trovero,
    Se agrandará más y más,
    Porque es un canto de pueblo
    Con olor a eternidad
    Y esos cantos, mi trovero...
    ¡no pueden morir jamás!

    (O. Vargas, 2006).

    Puede ser que la vida en Europa le permitió ver con mayor dureza la realidad socio política de Bolivia y solidarizarse, o mejor, identificarse más con los sectores discriminados de la sociedad -obreros, campesinos y otros sectores subalternos-, de donde él mismo venía. Sin embargo, como dice Gladis Cortez, luego que se fueron en gira por Europa en septiembre de 1969, y después del exilio de Pepe Ballón en 1971, decidieron quedarse allí por razones que se desconocen. "A partir de entonces, el conocimiento que teníamos de la situación en Bolivia era a través de los exiliados y de dos retornos: seis meses en 1974 y dos meses en 1976" (Cortez, 2003).

    Esta es una pregunta que quedará pendiente a este magnífico artista popular, que decide dejar su escenario de lucha para instalarse, suponemos, en una sociedad que le ofrecía mejores oportunidades económicas, sociales y artísticas que la nuestra.

    No participó directamente en la vida política boliviana, pero en los años 80:

    Se supo que algunos grupos universitarios de La Paz utilizaban la música y la imagen de Alfredo, probablemente a causa de la canción "No fabriquen balas", compuesta después que Alfredo viera en la prensa Suiza que tanquetas suizas eran utilizadas durante la masacre de Todos Santos

    (Cortez, 2003).

    El conflicto cultural en Bolivia durante este período era bastante duro, a pesar de la Revolución del 52. Una sociedad basada en la discriminación, la explotación y marginamiento de los pobres, y entre ellos los más pobres, nuestros hermanos que vivían y viven aún en las áreas rurales, los pueblos indígenas. Una realidad que no ha cambiado mucho actualmente, pero Alfredo:

    ...había abierto los ojos a ese problema en Tupiza que, en ese tiempo, era una representación, en pequeño, de toda la sociedad boliviana, con sus ricos mineros de la minería mediana, los mineros politizados de COMIBOL y campesinos abandonados a su suerte, además de todos los prejuicios contra los indios (Cortez, 2003).

    En ese periodo 1970-1980, considerando que era un momento histórico de construcción de vanguardias políticas, construcción de discursos y difusión de ideologías, el máximo objetivo que habría tenido Alfredo era "hacer escuchar la sensibilidad del sur del país en La Paz y en Europa, una expresión boliviana".

    Según conocemos, Alfredo no estuvo en contacto con grupos que se identificaban con la canción deprotesta en los años 70 en Bolivia ni en Latinoamérica. La Nueva Trova Cubana, según su esposa, recién entra a Europa en 1980. Él continuó hasta el final de su vida con la temática que había comenzado en Tupiza. "Alfredo pretendía solamente hacer música al servicio de la bolivianidad...", asegura su esposa.

    La llamada Canción de Protesta era un estilo de canción que entonces, 1970-1980, estaba de moda. Alfredo estaba de acuerdo con el sentido de la narrativa que planteaba ese género musical, sin embargo tuvo una posición crítica con la conducta de algunos de esos cantautores sociales que comercializaban su obra musical, que para él era otra manera de enriquecerse a costa de los pobres y explotados. Pero también fue ácido en criticar a los artistas que hacían una especie de "saqueo de la música campesina", los que hacían música autóctona y los folkloristas, a quienes convocaba a ser "más creativos y menos copiadores". Recordemos lo que opinaba sobre los grupos musicales que difundían el folklore boliviano en Europa.

    A pesar de esas diferencias bastante marcadas conlos otros artistas, y por sus principios de vida "Alfredo respetaba a todos los artistas que se presentaban en esa época y solo esperaba que lo respetaran de la misma manera" (Cortez, 2003), incluso a los que tenían alguna militancia política.

    Alfredo Domínguez es uno de los artistas bolivianos más destacados y multifacético, como producto del momento histórico que vivía el país y como producto de sus propias virtudes y convicciones.

    Se debe destacar su formación anarquista a través de "Nuevos Horizontes" y el dirigente Liber Forti, posterior asesor de la COB. Estas ideas las expresa de algún modo en sus expresiones: "Prefirió tener como maestro al pueblo, libre, abierto y sencillo"; su voluntad internacionalista cultivada en el teatro "Nuevos Horizontes" con inspiración anarquista; la decisión desde muy joven de ser autodidacta; su principio filosófico "ser uno mismo y no otro"; prefería cultivar "el absurdo", las cosas con humor y no lo intelectualizado; y el contenido social y político de sus canciones. Todos estos ejemplos anotados, son la mejor prueba que este gran artista tuvo inspiración anarquista. Y si se lo quiere rescatar y recordar para la historia tupiceña y boliviana, nos parece más verdadero mostrarlo completo, con su pensamiento libertario, porque además, el "Anarquismo" fue una corriente política muy importante en la organización y formación del movimiento obrero, popular y campesino boliviano desde principios del siglo XX.

    Apesar de sus reticencias, tuvo formación intelectual en Ginebra, pero esto no contradecía su posición contraria al intelectualismo pequeño burgués. Era contra esas poses "del intelectualismo" que este magnífico artista prefería diferenciarse.

    Un artista, a pesar de haber decidido vivir en Europa, que vivió siempre para su arte y no de su arte precisamente. Sin embargo habrá que coincidir con Nivardo Herrada al considerar que fue un artista que ha "...disfrutado de su fama en vida, aunque lejos de nuestro país" (Herrada 1996: 65).

    Como señala su compañera y esposa, Gladis Cortez, "Se puede considerar que el mejor premio es el de no ser olvidado y el de ser interpretado por las nuevas generaciones".

    Este cantaautor tupiceño tiene una pregunta sin responder, la misma que formulamos a todos los artistas que se fueron de Bolivia y nunca volvieron, tanto por el exilio o por razones personales: ¿Por qué prefieren vivir lejos de su país, de su realidad?

    Siendo Alfredo Domínguez contemporáneo de Benjo Cruz, Nilo Soruco y Luis Rico, forma parte de la primera generación de artistas sociales con compromiso social y político con la transformación revolucionaria de nuestro país. Una generación que dio todo su intelecto, su inspiración, su capacidad, su sensibilidad y su corazón para que Bolivia cambie y sea una sociedad igualitaria sin explotados ni explotadores. Un proceso de cambio que vimos expresarse nuevamente desde el año 2000 y que ahora tiene los desafíos presentes en el proceso que está viviendo la sociedad boliviana en su conjunto. Ojalá las nuevas generaciones de artistas, de investigadores sociales, militantes políticos revolucionarios y el propio pueblo, volviendo a escuchar su obra musical puedan inspirarse en su "ajayu"5, su claridad y su sencillez.

    Su canción y todo su arte, tuvo mucho compromiso social y político, pero prefería no estar considerado dentro de lo que se denomina Canción Popular de Protesta Boliviana.

    Ese artista claro, hombre sencillo, no intelectualizado, con mucho "ajayu" y contrario al intelectualismo, no tenía el complejo de artista famoso, a pesar de "haber llegado a las cumbres andinas donde solo pueden llegar los cóndores de alto vuelo".

     

    Notas

    1.  Ambos hijos fueron muy queridos por Alfredo. César Domínguez Cortez, su hijo mayor, nació en la ciudad de La Paz un 9 de octubre de 1968; el menor, Melitón Domínguez Cortez, hijo adoptivo, también nació en la ciudad de La Paz, pero desconocemos la fecha.

    2.  A este artista "lo conocí verdaderamente" en un almuerzo que compartimos en la ex peña Naira, un día martes 2 de octubre de 2007, y al escuchar su disco Canciones, que decidió obsequiarme mientras conversábamos de Favré, Violeta Parra y Domínguez. Sin querer, tuvo el acierto de proporcionarme la información sobre dónde se encuentran los restos del artista tupiceño, algo que hasta entonces desconocía.

    3.  En base a lo planteado más arriba, preferimos utilizar el término Cultura Popular en tanto que es creación intelectual y material de los sectores subalternos de la sociedad.

    4.  Los datos que se encuentran con asterisco, tienen referencias numéricas iguales en los datos dados por Nivardo Herrada, lo que hace suponer que se tratan de los mismos discos. Esto solamente se podrá comprobar haciendo un análisis físico de los discos, cuando tengamos la "suerte" de saber dónde se encuentran.

    5.  En el conocimiento popular es sinónimo de "ánimo", "energía", "fuerza".