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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.47 La Paz dic. 2016

     

    HOMENAJES Y EFEMÉRIDES

     

    Gilberto Rojas Enríquez Notable compositor Orureño

     

     

    Marlene Durán Zuleta*
    *
    Poeta, escritora, compositora e investigadora de la cultura orureña.

     

     


     

     

    La música desde tiempos remotos a través de las cítaras, ha elevado el espíritu, comunicación directa para el oído con estilos y expresiones a elegir.

    Para componer influyen muchas circunstancias: el tiempo, el amor cercano o lejano, la patria en toda su esencia, multitudes con consignas de alegría o derrota. Nuestras melodías se centran y concentran en expresiones de folklore, pilar fundamental es la Virgen del Socavón, las montañas que nos rodean, este paisaje telúrico de esta bendita tierra de Oruro.

    La música es patrimonio de cada país, debe conservarse y enriquecerse, a este cúmulo contribuye la letra, quien interpreta con su voz y las partituras para cada instrumento influyen armonía.

    Alborozada me asomo a estas páginas para resaltar el nombre de un notable compositor orureño que dejó su legado en composiciones musicales para Oruro, Bolivia y el mundo.

    Gilberto Rojas Enríquez, nació en Oruro un 10 de marzo de 1916, falleció en la ciudad de La Paz el 21 de marzo de 1983. Sus padres fueron el señor Juan Rojas Raldey la señora Irene Enríquez.

    De niño ya vislumbraba ser talento, a sus tiernos 3 años el obsequio más valioso que marcaría su vida fue un charango. El desarrollo musical fue el carisma que recibió de su madre, cuyas lecciones de piano eminentemente de orden nacionalista, distinguieron su trayectoria como compositor.

    Realizó sus estudios primarios en la Escuela Agustín Aspiazu y el Instituto Americano de la ciudad de La Paz.

    Destacado en el arte musical, sus padres optaron por registrarlo en el Conservatorio Nacional de Música de la ciudad de La Paz, allá por los años 1920. El notorio interés por repetir una y otra vez los fragmentos musicales de piano, determinó en que la energía llamada Gilberto termine por ingresar a una Academia en la capital argentina.

    En sus hazañas de testimonio se encuentra el haber asistido a la Guerra del Chaco, un 2 de noviembre de 1932, a los 16 años e incorporado al Regimiento Vanguardia 24 de Infantería.

    Como todo soldado tuvo una madrina la Sra. María de la Oliva de Uría. Lamentablemente el sol incandescente sin más sombra que el propio guerrero de la Patria, tuvo que lidiar con altas temperaturas, ausencia de agua, suelo desértico, hambre, disparos de morteros, insomnio y enfermedades.

    Gilberto Rojas no fue inmune a este malestar, sufrió la picadura de un mosquito transmisor de paludismo, evacuado hasta la ciudad de La Paz e internado en la clínica Americana, fue desahuciado. La intervención oportuna del galeno Frank S. Beck, fundador de este sanatorio que coincidentemente había estado en la escaramuza del Chaco, le salvó la vida. El compositor Rojas retornó a la batalla el 7 de enero de 1935 con otro contingente de la 9o Compañía del glorioso Regimiento Colorados 41 de Infantería.

    Después del cese de hostilidades en el otoño de 1935, el Suboficial Rojas fue integrado al Regimiento Warnes 11 de Caballería, y luego de cinco meses para ser desmovilizado llegando a la ciudad de La Paz el 15 de noviembre. Combatiente con méritos de gran significado fue condecorado con "La Cruz de Bronce".

    Después de la contienda bélica entre Bolivia y Paraguay, se realizaron las "Olimpiadas Nacionales", en 1936 en la ciudad de La Paz. Como es de rigor en estos eventos, las delegaciones llevan trajes típicos y música. Esos efectos sonoros de gran dimensión permitieron que nuestro autor quede deslumbrado con los taquiraris. Esa suma de ritmos le motivaron escribir nuevos pentagramasque identifican al oriente boliviano, entre otros: "Tiquiminiqui", "Dame un besito", "Caña de Azúcar".

    En 1945 obtuvo el Primer Premio en el Concurso de música boliviana, convocado por la Alcaldía de La Paz, por el tema musical "Negrita". Este mismo año formó el trio "Indios Latinos", junto a Jorge Landívar (paceño) y Hugo Claure (cochabambino), las giras de gala fueron: Perú, Argentina y Chile. Merced a sus creaciones fue llamado el kolla Gilberto. La intensa actividad motivó su retornó a la Argentina (1946) con el dúo "Las Kantutas", conformado por las señoritas Irma Vásquez y Alicia Sáenz.

    Con el tema "Viborita chis chischis", en 1953 obtuvo el 1er Premio por la mejor composición, estrenada en el Carnaval Paceño

    El 24 de enero de 1954 en el Paraninfo Universitario de Oruro, se interpretó "Viva Santa Cruz", por el conjunto Típico Sajama, en el Festival de la Bolivianidad. Considerado desde ese instante como el segundo Himno de la querida tierra cruceña de Gladys Moreno, Gisela Santa Cruz, Los Cambitas. Años más tarde, el Club de Leones de la ciudad de Santa Cruz, en 1976, lo condecoró por el tema "Viva Santa Cruz".

    Fue distinguido al habérsele otorgado "El Cóndor de los Andes", el año 1956, en el grado de Caballero. Presea que sin duda también fue un galardón para los orureños.

    Escribió música para otros países, traducida a otros idiomas: inglés, portugués, italiano, japonés.

    Fue Profesor de Educación Musical, Supervisor Distrital de Educación Musical entre los años 1971 y 1973, ascendió y fue Jefe de la sección Folklórica del Departamento del Ministerio de Educación. Se jubiló del Magisterio en 1973.

    Recibió en Acarigua-Venezuela (1974), el Premio "Andrés Bello" por su contribución a la hermandad latinoamericana con el mensaje musical. Y en 1977 obtuvo el Premio Amancaya de Plata en el Festival Tarija Musical por "Luna Chapaca".

    Catalogado como músico, compositor y educador, sus composiciones se extendieron por toda Bolivia, cada ciudad era retratada en letra y música, aunque según sus vivencias, primero silbaba consolidando la obra e interpretando magistralmente con estilo en el piano familiar.

    Fue Maestro de música en los prestigiosos colegios de la ciudad de La Paz: "Don Bosco", "Ayacucho" "Sagrados Corazones", "Ingavi", "Henriette de la Chevalerie", y la Universidad Tupaj Katary, entre otros.

    Llegó a ingresar como miembro de la Academia de autores y compositores en la capital argentina.

    Ana María y Gilberto Rojas Foppiano, hijos de sus primeras nupcias (Gilberto Jr. recopiló la vida de su padre, escribió "Gilberto de Bolivia"). Andrés Rojas Luna, el mayor de los cuatro hijos de su segundo matrimonio, es autor del festijazz en honor a su mentor, realizado en marzo en la ciudad de La Paz. Danilo y Teresina, lejos de Bolivia, rinden tributo a su progenitor y Patricia emocionada por este enaltecimiento, se une al talento que llevan en la sangre.

    Con el paso del tiempo, Oruro era claro referente a través de las composiciones de Gilberto Rojas Enríquez.

    Tiene en su haber casi 400 melodías que lo han inmortalizado. Las más reconocidas son: "Cunumicita", "Viborita chis chischis", "Flor de

    Chuquisaca", "Claveles Rojos", "Cochalita", "Viva Cochabamba", "Potosí", "Tranquilízate", "Oruro". Probablemente inspirado en los valses y mazurcas de Viena de la familia Strauss, escribió la polka "Palmeras", tema que fue interpretado por otro gran orureño, Raúl Show Moreno, además de Pedro Vargas y Lucha Villa de México.

    Sus composiciones que sobresalen, son:

    "Dios te guarde Madrecita" (1937), "Viborita" (taquirari, 1953), "A Uyuni (huayño, 1956), "Viva Santa Cruz" (taquirari, 1959), "Flor de Chuquisaca" (cueca, 1960), "Prenda querida (polka), "Viva Cochabamba" (huayño), "Flor de Santa Cruz" (carnaval), "Negrita" (taquirari), "Luna chapaca" (taquirari), "La Paz inolvidable", "Tauras", "Maraca Mateo", "Guadalquivir", "Prenda querida", "Una por todas", "Flor benianita".

    Como responsable de la discoteca en la UMSA, los años 1978 y 1979, críticos de arte elogiaron su destreza luminosa.

    Ciertamente, al rememorar un significativo acontecimiento, se han realizado dos conciertos, el 9 y 10 de marzo, recordatorios con "una constelación de estrellas" de artistas que viven la grandeza de sus interpretaciones. Los medios escritos, especialmente en la ciudad de La Paz se han inclinado como signo de reverencia en honor a nuestro querido Maestro del arte musical, compositor y director. Que el regocijo de los 100 años del ilustre personaje de don GILBERTO ROJAS ENRÍQUEZ sea perenne y su nombre a través de sus melodías llegue a horadar el alma.

     

    Referencias:

    ROJAS FOPPIANO, Gilberto: Gilberto de Bolivia. La Paz, SOBODAICOM, 1991.        [ Links ]

    BLANCO MAMANI, Elías. Orureños en la Cultura Boliviana. Homenaje al IV Centenario de la Fundación de Oruro. La Paz, Viceministerio de Desarrollo de Culturas, 2006.        [ Links ]

    SOLIZ BÉJAR, Alfredo. Director y Conductor Pentagrama del Recuerdo. La Paz.        [ Links ]