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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.45 La Paz ago. 2016

     

    PÁGINAS DEL EDITOR

     

    El Duende Literario de Oruro se irradia en Bolivia y el mundo

     

     

    Luis Oporto Ordóñez*

     

     


     

     

    El duende, ser mitológico, de pequeña estatura, generalmente travieso y entrometido. Su personalidad ha cautivado a escritores de todas las épocas, privilegiado su nombre para diversos fines. Por ejemplo, en 1811 apareció El Duende, terciando en la Guerra de la pluma(Manuela Cantos Casenave, 2006), entre liberales y absolutistas sobre la Constitución de Cádiz. Ciento setenta y siete años más tarde, otro duende surgió en la ciudad de Oruro. Se trata de El Duende [que] Se le aparece cada quincena, que motiva estas líneas.

    Durante la dictadura del Gral. Hugo Bánzer Suárez (1971-1978), se persiguió a pensadores de izquierda, presos muchos de ellos en casas de seguridad, como la que se instaló en Viacha, próxima a la ciudad de El Alto, entre ellos el escritor orureño Alberto Guerra Gutiérrez (1930-2006). Se dice que logró fugar de su reclusión gracias a la colaboración de un personaje de la época,

    "El Conde de Viacha", pero de una u otra manera, Guerra fue exiliado a Suecia, país europeo socialdemócrata, donde encontró la efigie de un duende, con su característico sombrero de ala ancha rematado en largo pico, con sonrisa maquiavélica que destaca en su rostro de nariz afilada y pronunciado mentón, vistiendo el clásico atuendo de holgado camisón, fruncido por cinto de reluciente hebilla metálica.

    El duende se convirtió en inspiración de su creación literaria, conservándolo consigo hasta su muerte.

    Al retornar a la patria chica, Oruro, el escritor, poeta y antropólogo, combatía el frío invernal orureño en una taberna, a la que consideraba un cenáculo:la "Galería Imagen, Café, Arte y Cultura", donde se reunían en francas noches de tertulia, sus correligionarios, escritores como él.

    Una noche de 1988, Alberto Guerra Gutiérrez, cual hechicero,invocó al duende de su exilio sueco.

    Desde entonces, El Duende apareció cada quince días, hasta formar un volumen de 48 números, en su curioso formato de media carta. El suelto cesó sus ediciones al mismo tiempo que aquella vieja y generosa taberna cerrara sus puertas, en 1991. Fue la primera época, fundacional y heroica, de El Duende, más su destino le deparaba una larga existencia.

    Efectivamente, la Fundación Cultural de la Federación de Empresarios de Oruro recogió la posta, yel boletín -dirigido por Luis Urquieta Molleda, empresario y filántropo- se publicó con otro denominativo, El Faro, con la buena nueva de financiamiento asegurado para su edición quincenal, esta vez en tamaño tabloide, a diferencia de su antecesor que dependía de la buena voluntad y esfuerzo propio de sus editores.

    El Duende, haciendo honor a su nombre, le jugó una mala pasada a su director, hombre sensible por la cultura nacional, quien tenía listo un nuevo número, cuando por azares de la vida los empresarios decidieron clausurar su Fundación Cultural, forzando al cierre deEl Faro, que había transitado esta segunda época entre 1993 y 1995.

    Ante esa situación, el empresario -devenido en hombre de letras- decidió crear una Fundación Cultural sostenida por la Zona Franca industrial y comercial de Oruro, el 9de abril de 1995, retomando con más brío la publicación del suplemento cultural, exhumando para esta tercera época el título del primigenio impreso de 1988: El Duende, abriendola tercera época del suplemento cultural. "Viaje al pasado", del poeta revolucionario Oscar (Gonzáles) Alfaro, abre portada, paradójicamente en la época de economía de libre mercado que imperaba en Bolivia.

    Las características de El Duende son singulares, pues si bien privilegia lo nacional -sin ser por ello nacionalista- brinda generosamente sus páginas a escritores orureños:"Entre 1995 a 2003 se registró a más de 230 autores orureños", afirma su director, peroes preciso señalar que en El Duende escriben autores nacionales y del mundo entero.

    Es, a la vez, palestra plural de ideas, cartel y agenda de difusión de novedades culturales, foro para el debate y la reflexión, espacio para rendir homenaje a intelectuales para que su legado trascienda su propia muerte; pizarra en la que el poeta canta a la vida; escaparate para deleitar la vista con la creación de pintores, retratistas y artistas; vitrina para libros de reciente edición; medio para actualizar de aquello que se escribe en América Latina y otras regiones del planeta; en fin, canal para poner los puntos sobre las íes, cuando correspondey es necesario.

    Otra de sus características es que re-publica ideas y escritos, de pensadores de ayer (a veces de uno muy lejano) quizá sin pedir permiso a nadie, por cuanto aquellos forman parte del selecto Panteón de Escritores Patrimoniales, por ello de propiedad colectiva por antonomasia.

    En conclusión: en El Duende, artistas, escritores, músicos, poetas, historiadores y estudiosos de la cultura de Oruro, Bolivia y el mundo, publican sus ideas. Por esas razones, El Duende escosmopolita, universal, enciclopédico, orientador y ameno.

    Veinticuatro años, respetable edad para cualquier medio impreso, motivo de celebración de su edición N° 600. El Duende Se le aparece cada quince

    días, por un pacto de sangre que fue firmado el lejano 9 de abril de 1995, para dar continuidad a su primera aparición, juramento ratificado hoy por Luis Urquieta Molleda (Director), secundado por el Comité Editor conformado por el poeta Benjamín Chávez y el artista plástico Erasmo Zarzuela Chambi (sobreviviente de la segunda época), con el apoyo incondicional de Julia García, cuarteto de conjurados que publica cada quince días un nuevo número de El Duende [que] Se le aparece a escritores de Bolivia -y del mundo entero, gracias a la edición virtual de La Patria- dando lustre a la ciudad de El Pagador, que históricamente tuvo presencia en las letras impresas.

    El Duende, dirigido por el Ing. Luis Urquieta Molleda, con apoyo de la Fundación Zofro Cultural, impreso por La Patria -que para su gloria acoge con placer a este suelto cultural que brilla con luz propia en el vasto universo de suplementos culturales de la prensa nacional- el 22 de mayo publicó su edición especial, N° 600, para celebrar veinticuatro años de existencia ¡una verdadera proeza! A lo largo de ese cuasi cuarto de siglo, siguió una trayectoria editorial casi fantástica, pues más parece un cuento creado por la mente febril de un escritor, que una edición impresa que circula con firma editorial impecable.