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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.44 La Paz jun. 2016

     

    ESTUDIOS BIBLIOGRÁFICOS Y RESEÑAS

     

    Discurso en ocasión de la presentación de "Su día de ellos es" Obra de Luz Castillo Vacano

     

     

    Felipe Medina Espada
    * Cronista de la ciudad de Sucre.
    Recepción: 28 de mayo de 2016. Aprobación: 30 de mayo de 2016. Publicación: Junio de 2016.

     

     


     

     

    Comienzo mi intervención para expresar mis sentimientos de respeto para el equipo de trabajo conducido por Luz Castillo Vacano, trabajo, que hoy, tras varios años, acicalado por bondadoso ropaje se encuentra convertido en un LIBRO, un producto que enorgullece a todos los que han intervenido durante su proceso de logro, en el que me incluyo con mi modesto aporte.

    Me permito una breve reminiscencia...

    Gracias a los ambientes de trabajos y similitud de proyectos y sueños con Luz Castillo Vacano, en lo que hace a la identidad cultural, patrimonio cultural en general en mi ciudad, Sucre, tuve la oportunidad de conocer a esta profesional brillante de abundante trayectoria; y, claro, por su intermedio a un segundo borrador/limpio de este libro en su viaje a puerto seguro; pues, pareciera que se encontraba todavía haciendo un merecido descanso esperando una mano, un hombro y aliento que le dé continuidad para su marcha hacia su nacimiento pleno; hoy, en formato libro, ni tan salido del horno ya, pero, eso sí, en la mesa para su placentera degustación.

    Perdón si me doy la libertad del uso de estos términos; pero, cuando hablamos de libros, hace de nuestras naturalezas que tengamos la costumbre de abundar en detalles por el profundo respeto a ellos, y porque por esos azares de la vida tuve la satisfacción de pasar por esas mismas etapas que mencioné líneas arriba, del cómo de la idea de allá arriba o del profundo de otras dimensiones de la mente y la existencia humanas, podemos, como por arte de magia paulatinamente, procrear un objeto, y para este propósito hombres como mujeres tenemos la virtud que la Madre Natura nos ha provisto para hacer lo que no siempre pueden hacerlo todos; y ello nos adeuda con ella por contar con esos dones como las de Luz Castillo Vacano, Víctor Hugo Machaca, Susana Zuazo Arana, Mónica Sullka, Regina Romero Kuljis, Mario Requena, Marleny Condori y Loui Oporto Almaráz, quien lamentablemente hubiera tenido una desaparición temprana de este mundo, pero he aquí tu testimonio, en esto que hoy nos reúne de forma muy singular, el libro "Su día de ellos es".

    Ahora, permítanme detenerme en una segunda estación de esta breve intervención que me honran compartir.

    "Su día de ellos es", un compromiso con lo profundo del sentimiento humano, desde la vida, desde la existencia, hasta más allá del desencarnar, la muerte.

    Vincular la vida con la muerte no es ajeno a nuestro cotidiano.

    No hace muchos meses, en el pasado noviembre de 2015, gracias a una gentil invitación tuve la oportunidad de tener una vivencia muy próxima de la fiesta de las Calaveritas, digo así porque son cráneos humanos que en el léxico popular se conoce como calaveras, pero que son conocidas como Ñatitas en la ciudad de La Paz, del porqué Ñatitas, no lo supe averiguar hasta el momento. Originalísima fiesta para quien conoce por primera vez; contemplar una costumbre destinada a honrar los espíritus que moran, cuan cuerpos magnéticos, cuerpos etéreos, como astrales no desencarnados con la muerte física, que entornan a estos cráneos humanos, pareciera algo insólito, pero real.

    Fue una grata sorpresa vivir esos momentos. Quizá el poder mental de sus poseedores les hayan dado ropaje tan único, seguro que sí, pues, ellos o ellas, las Ñatitas tienen varios poderes que se manifiestan según los testimonios por demás curiosos que están insertos en el contenido de esta obra, de ahí su importancia, no sólo formativa/ informativa, sino de cuestionamiento en adelante, de las razones de la existencia humana vinculada con el fenómeno: la muerte; esta celebración tiene ritmo, música y gastronomía como casi todo acontecimiento popular de nuestro patrimonio cultural boliviano.

    Paso.

    Durante la fiesta de Todos Santos, sucede lo propio, cuando los seres vivos, presurosos se alistan en espera y apuros para brindar la bienvenida al alma, a las almas en el primero de noviembre, que arribarán, probablemente, en comparsa a los sitios donde moraron físicamente. Ellos, de igual manera, tal cual sucede con las Ñatitas, aunque estas últimas son materiales, se dice: "llegan sedientos tras prolongado viaje, de retorno, a los aposentos, al patio, a los ambientes, desandando trechos largos para ser homenajeados por sus seres queridos; llegan agitados".

    Y cuando imagino este pasaje costumbrista que está suficientemente descrito en "Su día de ellos es", deseo invitarles a un breve paseo de recreo imaginativo. Démonos libertad porque la imaginación nos llevará a otro pasaje, paisaje que conocí entre mis lecturas en una pequeña obra hace varios años, bajo el título La Vida más allá de la Muerte, que trata del viaje de las almas hacia el "sitio que Dios les destina" donde morar.

    Cito:

    Las almas en su procura de arribar al Cielo, lugar prometido, luego de caminar mucho trecho, llegan a la orilla de un río caudaloso y turbulento (Río Jordán) a cuyo costado se encuentra Alq'o Llajta en quechua y Pueblo de Perros en español; es una playa extensa donde se encuentran innumerables perros de todo color de pelaje. Ahí está el perro, amigo leal hasta más allá de la muerte. A la orilla del río el alma se ve en dificultades porque no puede atravesarlo y recurre a la ayuda del perro, a su primer pedido a un perro de pelaje claro, éste le rechaza con el pretexto de que si lo hace 'ensuciará su ropa clara'; por tanto recurre a otro de pelaje oscuro quien acepta, atraviesa el alma sobre el lomo del animal, y llegando a la otra orilla, continua su viaje a la Gloria, al Cielo en donde se nos prometió un espacio de remanso infinito.

    Cito este pasaje para figurarnos, si se es permitido, el sitio desde donde tienen que retornar las almas a las 12:00 del día 1 de noviembre y pernoctar hasta la misma hora en su lugar de origen. Esa la creencia popular de la fiesta de Todos Santos.

    Esta fiesta descrita de estos lares nacionales, con muchísimo detalle en la obra que nos citó hoy; mientras me permití leer en una primera vez me trajo sin lugar a dudas realizar ciertas comparaciones obligadas con lo que acontece en mi región quechua y castellano hablante, donde los sentimientos hacia la visita de los parientes desencarnados es casi la misma, salvando solo algunas costumbres culinarias y también artísticas que en el fondo tiene el mismo propósito: alegrar la presencia de "nuestros circunstanciales visitantes" con toda diligencia, hasta incluso, competencial y figurativo en las ofrendas al alma arribada, entre el vecindario en donde hubieran personas fallecidas.

    La fiesta de Todos Santos es una suma de comportamientos extremos, desde el dolor por la pérdida irreversible del ser querido que invoca llanto y luto entre los dolientes y amigos, hasta el extremo de bailar y libar acompañados de música alegre cuando llega el "cabo de año", despedida definitiva al alma del desencarnado, costumbre en mi región, en La Paz al tercer año, despedida con una serie de rituales descrito en "Su día de ellos es", casi similar.

    Quizá, a manera de cierre de este comentario que me permitieron con su dispensa, existe otro capítulo epilogando la obra, y es la fiesta de Hallowen, costumbre extranjera, americana, que durante los últimos años, en esta ciudad como las restantes bolivianas ha venido cobrando mayores adeptos, digo adeptos, por no utilizar simpatizantes, pues, pese a las posturas muy "nacionalistas, localistas" de identidad cultural regional, esta costumbre foránea también está descrita en esta obra que tengo a la mano, de manera abundante.

    "Su día de ellos es", todo un dossier  culturalcostumbrista al que nos convidan a leer Luz Castillo Vacano y su Equipo de  Jóvenes investigadores.

    He ahí la vida con su extremo la muerte. Motivo de fiestas por doquier, motivo de rituales de los más sincréticos en nuestros tiempos, motivo de libación y degustación culinaria de la más variada, no sólo en La Paz, sino en todo el territorio boliviano. En Sucre, el plato colorido amarillo con rojo llamado mondongo, las mistelas (licores de diferentes colores), chicha de maíz con panala, rosquetes, biscochuelos, panecillos dulces, sobre todo la atención bondadosa de las gentes en duelo festivo acogiendo con mucho cariño a sus visitantes circunstanciales que llegan por decenas, desde la entrada hasta la salida de la casa donde se armó la mesa, el k'anchaku en Sucre, tumba en honor al alma, al ajayu.

    Felicitaciones estimada Luz y al equipo intelectual hacedor de tan valioso aporte bibliográfico al acervo patrimonial intangible de nuestra nación.

    Mil gracias.

    La Paz, 11 de marzo 2016.

    La ciudad de La Paz tiene una identidad propia, basada en la fuerte presencia aymara, de otros pueblos originarios, de mestizos y de extranjeros. Es decir, que es principalmente una ciudad mestiza que se expresa en el cotidiano vivir, donde se encuentran creencias, tradiciones, fiestas y celebraciones. Ya desde el periodo prehispánico y complementado con aquello que se denomina sincretismo, se va a dar el culto de la muerte entre la "adoración" a las calaveras del periodo prehispánico y Todos Santos. Esta última va a ser parte de la vida cotidiana de la ciudad. La celebración de las Ñatitas se la va a efectuar en forma casi silenciosa, hasta que en la segunda mitad del siglo XX se la realiza abiertamente. A estas dos festividades se va a sumar una tercera, Halloween, proveniente de la práctica que se realiza en los Estados Unidos, que representaría un ejercicio de deculturización. En el siglo XXI conviven las tres representaciones que tienen un común denominador: el culto a la muerte.

    En La Paz confluyen tres distintas festividades relacionadas con la muerte, Todos Santos, Ñatitas y Halloween, que van a ser objeto de estudio de "Su día de ellos es". Todos Santos y Ñatitas pueden ser entendidasmediante la teoría animista de Edward Tylor, que propone la continuidad de la vida después de la muerte, la posibilidad de comunicarse con las almas, la existencia de mediadores entre vivos y muertos, la realización de ofrendas y la fusión entre el pasado y el presente y entre el objeto y el símbolo. Todos Santos es una tradición que se practica el Io de noviembre, cuando se inicia el tiempo femenino dejallupacha o de lluvias. Al retornar a la Tierra, el alma fusiona el pasado, donde estuvo vivo; y el presente, al estar en Todos Santos. Las ofrendas se realizan con objetos que simbolizan la ayuda al alma en su trayecto y también para poder pedirle favores. Se cree que la persona fallecida retorna al mundo, aludiendo a la idea de que la vida continúa después de la muerte y de que los vivos pueden comunicarse con las almas, en este caso, mediante los rezos de los risiris y el canto de los músicos. Los risiris provienen generalmente de las comunidades del altiplano y, aunque son generalmente hombres adultos, pueden ser de cualquier sexo y edad. No se les retribuye con dinero, al ser considerado un pecado, sino con comida que cargan en sacañas, sacos de yute o de aguayo. Los músicos alegran al alma y a los presentes, interpretando generalmente música folklórica y autóctona.

    Esta actividad tiene distintos momentos. El primero es en la casa de los familiares, donde se realiza una mesa ritual para recibir al alma. Esta mesa contiene flores, bebidas, alimentos, panes llamados thantawawas con caretas de estuco, que suelen representar el oficio del difunto en vida; frutas, cebollas de tallo largo, cañas de azúcar y objetos, como ser retratos y epitafios. El armado de la mesa es un aprendizaje que se transmite de generación en generación. El segundo momento se da en el cementerio, donde se traslada la mesa ritual para despedir el alma. Si se permite, las mesas son instaladas en los nichos, sino en los alrededores del cementerio. En ciertos casos se tiene también un tercer momento, llamado Kacharpaya, que significa despedida en quechua. Esto se da cuando se cumple un año de luto por el fallecimiento de un ser cercano, sustituyendo la vestimenta negra por colores y representando la alegría en una fiesta.

    Algunas familias realizan dos mesas rituales, la principal para el difunto más reciente y otra secundaria para los difuntos que murieron hace más tiempo. La festividad implica también un movimiento económico por los recursos que se emplean. Además, alrededor del cementerio, se instalan vendedores de comida, bebida, vestimenta, accesorios y juegos infantiles. Se cree que la abundancia de comida y bebida ayudará al alma en su trayecto. Es común el alto consumo de cerveza y en algunos lugares también de chicha, vino y singani. Durante el ritual, todos rezan. Al finalizar, se desmonta la mesa y se reparte todo lo que queda entre los asistentes. Se cree que no debe sobrar nada para que las penas no se queden en la familia.

    El otro aspecto que abordan los autores está referido al culto a las Ñatitas. Se cree que el alma se encuentra en el cráneo del fallecido, el cual sirve para la relación con la persona que lo posee, siguiendo con la creencia de que la vida continúa después de la muerte y de que puede existir una relación con las almas. Es asumida como una deidad con una función protectora, a la que se le rinde culto permanente en la casa donde se encuentra y una vez al año, cada 8 de noviembre; en el cementerio, donde los principales mediadores son los yatiris y amautas y, en algunos casos, los sacerdotes, los cuales muchas veces niegan este ritual al no ser considerado católico.

    Esta festividad se inicia en la capilla del cementerio, para que la Ñatita "escuche" la misa y reciba la bendición. Después se le hacen peticiones, nuevamente mediante rezos, velas, coca, alcohol, tabaco, flores, músicos, yatiris, amautas y risiris; esta vez a cambio de dinero. Posteriormente muchos propietarios les realizan una fiesta, ya sea en sus domicilios, o en locales contratados. Algunas Ñatitas son utilizadas para actos obscuros, por lo que no son llevadas a la iglesia.

    Este culto se expresa en ofrendas para pedir favores puntuales. Se fusiona el pasado en el cual vivió la persona a la que perteneció el cráneo, con el presente, donde se lo mantiene encarnando su espíritu. Así, este cráneo, que simboliza la presencia del alma, es cuidado durante cada día del año en la casa donde se encuentra. Se lo coloca generalmente en un recipiente especial, el cual a su vez, está sobre un altar que las familias crean en sus domicilios, con velas y otros objetos.

    Las formas para obtener una Ñatita son: que se la encuentre por azar, es decir, que la Ñatita "lo encuentre" a uno, que sea obsequiada por anteriores propietarios, que sea de un familiar fallecido, es decir, por herencia, o comprándola. Se cree además que los cráneos pertenecen a personas que murieron de forma violenta, con sufrimiento y en un momento anticipado, por lo que les quedarían cosas pendientes por hacer. La Ñatita se manifiesta haciendo ruidos. De esta forma se genera un parentesco mítico, relacionándose con la Ñatita en base a los sueños, al diálogo, oraciones católicas y otorgándoles cigarrillos, coca y alcohol. A cambio, la Ñatita cuida la casa, a sus propietarios y puede resolver robos y crímenes. Se cree que si no se realizan estos rituales, las Ñatitas podrían generar secuelas negativas.Algunos propietarios les hacen los ritos acostumbrados para las personas fallecidas, es decir, la misa al mes de obtenerla, luego a los tres meses, a los seis, a los nueve y una fiesta al año, donde asisten familiares, amigos y creyentes, para agasajarla y pedirle favores.

    Las principales diferencias entre las festividades de Todos Santos y de las Ñatitas son: en Todos Santos las almas son de personas específicas, en cambio en las Ñatitas son anónimas, por lo que su propietario les asigna un nombre, generalmente en base a algún sueño. La relación con la Ñatita termina cuando ella lo "pide", igualmente mediante un sueño. En Todos Santos se piden favores amplios y generales, como ser salud y bienestar. En las Ñatitas se piden favores puntuales, como el cuidado de la casa, que aparezca algo robado, o algún aspecto sentimental. Todos Santos se basa en el ciclo agrícola y en el ciclo ritual de la llegada y la partida de la vida y la muerte. En las Ñatitas se rompen los ciclos, ya que permanecen indefinidamente en la Tierra.

    Un espacio importante, en el que confluyen estas festividades, es el cementerio. En La Paz el principal es el Cementerio General. Sin embargo existen también otros cementerios, dividiéndose entre legales y clandestinos. Los clandestinos se forman de manera espontánea, debido a temas económicos y de espacio y se caracterizan por no estar bajo la administración del municipio. Los cementerios representan un lugar de tránsito para el alma, de despedida y bienvenida según los fallecimientos y en Ñatitas y Todos Santos. Además representa un espacio ritual, donde se realizan las ofrendas a las almas.

    Es admirable y digno de orgullo que estas tradiciones se hayan mantenido a lo largo del tiempo. Sin embargo, en ciertos lugares, se han visto disminuidasa partir de la llamada globalización y de adquirir costumbres ajenas a las de la propia cultura haciendo alusión, en este caso, a Halloween, que es el tercer aspecto que los autores tienen como estudio. No se puede afirmar que sean excluyentes, ni que Halloween las haya desplazado, pero muchas personas, principalmente de las nuevas generaciones, tienden cada vez más a relacionarse con esta festividad que con Todos Santos y Ñatitas.

    Halloween aparece en la ciudad de La Paz entre fines del siglo XX e inicios del XXI. Se propone entenderlo a través del consumo cultural, tiempo de ocio, cine y diversión. Desde la perspectiva de Pierre Bourdieu y Alain Darbel, se hace referencia al sentido que se les dan a las prácticas culturales. Así, este consumo cultural se da con la idea de encarnar a personajes de terror del mundo del cine, más allá del pedir dulces, característico en la cultura norteamericana. Para Edwin Harvey los demonios culturales se dividen en las artes, el folklore, la industria cultural y la cultura comunitaria. Halloween se sitúa en la industria del cine y la expresión artística de la representación de un personaje mediante el disfraz. Estos personajes pueden ser de toda índole, pero principalmente hacen referencia a la muerte, como ser brujas, momias, esqueletos y calaveras.

    El consumo cultural se ubica en espacios específicos de la ciudad, como ser plazas, calles, centros comerciales, cines y "casas del terror" instaladas para esta celebración. Las personas que practican esta actividad no le dan un sentido demoníaco, sino el poder transformarse en un personaje del cine, realizando una actividad grupal sin bebidas alcohólicas. Aquí se representa a la muerte mediante el personaje que se encarna y con momentos de miedo en las "casas del terror". Esto, sin ningún tipo de ritual. Esta representación de la muerte como consumo cultural, implica tanto una atracción para provocarla, como algo de lo que se huye porque produce terror. Así se da una representación ambigua, encarnar al muerto y huir de la muerte.

    El libro coordinado por Luz Castillo logra mostrar y ejemplificar los temas que aborda, realizando revisiones bibliográficas y entrevistas. Además lo hace desde distintos autores y lugares, considerándose aspectos positivos. Entendiendo que la propuesta es de carácter antropológico, pienso que hubiera sido enriquecedor realizar un recorrido histórico de los temas tratados, tanto de Todos Santos y de Ñatitas, como de Halloween. Finalmente, considero que no debe ser necesariamente negativo y que se ha vuelto de alguna forma inevitable, abrirse y relacionarse con costumbres ajenas. Sin embargo, creo también, que nuestras tradiciones son muy significativas, ya que nos conectan con nuestras raíces, por lo que es importante mantenerlas y vivirlas continua y plenamente.

    Lorena Alarcón Alquisalet
    Licenciada en Psicología