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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.44 La Paz jun. 2016

     

    PÁGINAS DEL EDITOR

     

    Libros sorprendentes de Antigua y Nueva Data

     

     

    Luis Oporto Ordóñez*
    * Historiador y archivista. Dirige la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
    Es docente titular de la Carrera de Historia de la UMSA y miembro del Comité Regional de América Latina y el Caribe del Programa Memoria del Mundo.

     

     


     

     

    Me place compartir con ustedes, breves notas de sorprendentes publicaciones que de diversas procedencias y autores, han llegado hasta nuestras manos, y hoy están al servicio público.

     

    1. Los Apuntes de la campaña de 50 días de las fuerzas bolivianas en Calama de Andrés Lizardo Taborga

    El Ministerio de Defensa publicó facsimilar de la obra de Andrés Lizardo Taborga, secretario de la Comisión de Negocios de la Provincia de Atacama y Comisario de Guerra en la defensa de Atacama, en ocasión de conmemorar el aniversario de la defensa de Calama por un puñado de 135 héroes. Gracias a este testimonio, la historiografía ha dilucidado los acontecimientos suscitados desde el 19 de febrero, cuando se conoce la invasión del Litoral boliviano hasta el 4 de abril de 1879, cuando un puñado de sobrevivientes de la batalla del Topáter, llegan a Potosí. Hasta la publicación de esta importante crónica, solamente se conocían los detalles de la defensa de Calama. He ahí su importancia.

    Andrés Lizardo Taborga asumió sus funciones el 19 de febrero de 1879, junto a Ladislao Cabrera, Eduardo Abaroa y Fidel Carrazana. Dicha Junta envió un chasqui expreso a La Paz, por la vía de Arica y Tacna, para informar al gobierno de la artera invasión promovida por la oligarquía chilena que ambicionaba las riquezas del Litoral boliviano.

    Andrés Lizardo Taborga escribió sus históricos Apuntes de la campaña de 50 días de las fuerzas bolivianas en Calama, con motivo de la invasión chilena; y retirada de estas a la ciudad de Potosí después del combate en 23 de marzo, opúsculo que publicó en la Tipografía de la Libertad, en Sucre, el 10 de julio de 1879.

    El autor no imaginaba que dejaba un histórico legado que explica en detalle las vicisitudes y penurias de la guerra en el vasto escenario de la invasión en el desierto más temible del mundo, "lejos de todo recurso, abandonados de nuestros hermanos y frente al rotaje". Tomado Caracoles, el ejército invasor prohibió "la internación de víveres a Calama" desde Chile y Perú, lo que motivó que la Junta prohibiera importar "ganado vacuno, combustible y frutos" desde Atacama y valles de Salta: "nuestros puertos de Cobija y Tocopilla abastecieron de lo necesario para la vida" en Calama, refiere.

    Sus datos sobre la organización de la defensa de Calama, son reveladores. Se formaron tres columnas: la primera al mando de los coroneles Fidel Lara, Emilio Delgadillo y Narciso Aviléz; la segunda, el Cuerpo de Rifleros "Bolívar", al mando de Ladislao Cabrera, Eduardo Abaroa y Juan Patiño; la tercera, el Escuadrón de Lanceros "Sucre", comandado por José Santos Gonzáles de Prada. Desde Cobija, el prefecto Severino Zapata envió 120 libras de pólvora inglesa y el oficial Samuel Aramayo trajo diez rifles y munición; el vicecónsul Juan Balza introdujo pólvora de Iquique; por la vía de Iquique, Quillagua y Toco se internaron 100 rifles; Atacama y el cantón Chiuchiu enviaron armas y caballos. La sociedad civil no quedó indiferente: todos los ciudadanos -afirma- espontáneamente dieron armas, municiones, caballos, pasto y dinero; la Casa Artola Hnos. dispuso su maestranza y diez rifles; y el comercio de Calama contribuyó con dinero, vestuario y un contingente, dispuesto a inmolarse.

    Relata que se nombró comandante militar de San Pedro de Atacama y Toconao al sargento mayor Celestino Tejerina y al ciudadano Gregorio Carrazana, de Chiuchiu, "quienes con la indiada armada cumplían enérjicamente su cometido". Por sus Apuntes se sabe que el acopio de víveres se hizo desde Chiuchiu, Santa Bárbara, Tapaquilcha y otros "puntos sobre la vía de Potosí". Denuncia las promesas del coronel Felipe Sevilla, Subprefecto de Lípez que "ofreció el envío de fuerzas del Sud, y aún más, el concurso de indiada armada, que no tuvo cumplimiento".

    Informa que el 13 de marzo se ordenó la incorporación de la Columna de Tocopilla, "con jefes y oficiales de las distintas plazas"; desde Atacama y Chiuchiu se enviaron 20 hombres montados del servicio de vigías ("cuya suerte es naturalmente azarosa", escribió) y los jefes militares de Tocopilla llegaron con nueve celadores. Así, la fuerza defensiva del puente del Topáter alcanzó a 135 hombres que enfrentaron al ejército invasor: "cada boliviano, cual otro hijo de Esparta, peleó contra 15 rotos foragidos", asevera. "A horas diez y cuarto cesaron nuestros fuegos"; al final un puñado de 50 hombres salvó la vida y cruzó el desierto durante trece días. En Huanchaca, "los señores Peró, Juventud huanchaqueña y clase obrera, [los] recibieron con el más frenético entusiasmo, habiendo prodigado a la tropa socorros de grande importancia". Llegaron a Potosí, el 4 de abril, "pueblo valiente supo premiar con guirnaldas las amarguras y decepciones que devoraban el corazón de los vencidos", concluyó.

     

    2. Historia Natural de un Valle en los Andes de La Paz

    Es el título de una obra mayor, casi enciclópedica, editada por el Museo Nacional de Historia Natural con el apoyo del Instituto de Ecología de La Paz. Debo felicitar a M. Isabel Moya, Rosa Isela Meneses y Jaime Sarmiento, por asumir el desafío de compilar los aportes de 101 investigadores, afiliados a 24 instituciones (14 nacionales y 10 extranjeras de Alemania, Polonia, República Checa, Francia y EEUU), quienes han escrito un total 36 estudios, que por su alcance constituye una verdadera Enciclopedia, pues abordan la historia natural del valle paceño que ocupa 1.500 Km2, con altitudes que fluctúan entre los 2.000 y 5.000 m., en cuyo hábitat se despliega una biodiversidad (flora y fauna), amplia, rica y sorprendente, analizada hoy desde varias ópticas.

    El valle de La Paz, comprende tanto la ciudad del Illimani como las poblaciones y comunidades de Achocalla, Ananta, Apaña, Aramani, Cohoni, Killivaya, Lacayani, Llujo, Luquicachi, Mecapaca, Palca, Pampalarama, Pinaya, Santiago de Collana, Siete Lagunas, Tahuapalca, Totorani, Tumusa y Uni, muchas de ellas forman ya parte del entramado urbano metropolitano.

    La variedad de la fauna y flora se expresa en las 1.348 especies de plantas vasculares (938 nativas y 410 introducidas), las 365 especies de plantas ornamentales; así como los animales vertebrados y los invertebrados. Más de 400 figuras y esquemas muestran su potencial informativo y más de 1.000 fotografías ilustran la obra, cedidas generosamente por 32 archivos personales, lo que enaltece mucho más esta edición. Los editores reconocen cada uno de los aportes, incluyendo

    a los que colaboraron con los dibujos y la adecuación de los catálogos.

    Esta magnífica obra tuvo un largo peregrinaje hasta conseguir el financiamiento, trabajo encarado como misión autoimpuesta por Mario Baudoin, quien logró el apoyo de PUMA para financiar la investigación. Por otro lado, Biothaw, auspició la publicación de este impresionante volumen, impreso en papel ilustración (couché), con 801 páginas. Con justicia, se dedica la obra a Mario Baudoin, exdirector del Museo de Historia Natural, quien fue (junto a Eduardo Forno) autor de la primera edición en el lejano 1991.

    Temas introductorios como la geología, la climatología dan paso al estudio de la biogeografía, desde el pasado más remoto, siguiendo por la ocupación prehispánica, hasta la identificación de las 27 áreas protegidas del valle de La Paz. Los aportes de los investigadores ilustran sobre la bioestratigrafía en la ocupación prehispánica, en la que analizan la paleofauna del devónico inferior, en una lectura que se torna fascinante cuando ingresamos a estudiar el ecosistema (paisaje, ecoregiones, ecosistemas acuáticos y altoandinos), el contexto histórico de bofedales (líquenes, helechos, orquídeas, gramíneas, cactáceas que pueblan nuestros bosques y altiplano), a la vez de los insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Es muy ilustrativo e importante, para el común de la gente, los estudios sobre las especies exóticas e invasoras, diferenciándolas de las especies introducidas, además el fenómeno de interacción positiva entre plantas y animales, que se genera en ese hábitat. El corolario nos muestra el cambio en la cobertura y uso del suelo y nos obsequia con una descripción pormenorizada de las áreas protegidas en valle de La Paz.

    La obra tiene muchos otros elementos valiosos para los interesados, como los seis glosarios de términos que aclaran los conceptos técnicos traduciéndolos al lenguaje natural, al margen del valor intrínseco de la bibliografía y fuentes empleadas, contrastadas por sacrificado trabajo de campo en las comunidades y poblaciones del valle de La Paz. Algo que hay que destacar en ese sentido, es el Catálogo de las plantas vasculares, el Catálogo de especies ornamentales del valle de La Paz y la Lista de especies introducidas en el Valle de La Paz, con valor independiente de la obra y que se tornan en instrumentos de consulta obligada. El lector debe prestar máxima atención a los cuatro anexos que se insertan en los distintos capítulos, entre ellos, los de "Ecosistemas acuáticos del Valle de La Paz" (Listas de Macroinvertebrados, Macrófitas y Zooplancton; Organismos representativos de los ambientes acuáticos), "Pasajes, eco-regiones y vegetación" (Síntesis -comparada- de las ecoregiones, pisos altitudinales y vegetación), y los catálogos que ya hemos mencionado.

    Esta obra debiera estar en el despacho de los alcaldes del Valle de La Paz, como libro-instrumento de cabecera, para orientar la gestión municipal, pues en ella se encuentra información invaluable, fruto de largos años de investigación, que hoy finalmente ven la luz de la imprenta. Espero que su contenido sea estudiado por los técnicos municipales.

     

    3. Evita/El Che. Nueva Biblioteca Clarín de la historieta

    Con verdadera satisfacción, propia de los bibliómanos, recibí este volumen, digno de coleccionistas, dedicado a la biografía de Evita Perón y Ernesto 'Che' Guevara, que dio a la luz de la imprenta, la maestría de Héctor G. Oesterheld y Alberto Breccia y su hijo Enrique, más la participación del periodista Luis Alberto Murray.

    La historia de estas dos semblanzas forma parte de la álgida coyuntura política de la Argentina, que motivó la censura de su publicación. Es el caso de El Che, creación de Héctor G. Oesterheld en el guión y de los dos Breccia, padre e hijo, en el dibujo. Diego Accorsi, prologuista de la obra caracteriza la época:

    Los ideales de justicia social de Perón, de Evita y de El Che, sacudían al mundo entero y hasta parecían una utopía realizable (...) Para fines de la década, ya ha muerto El Che en Bolivia y la revolución, la libertad y Perón parecen no llegar nunca a la Argentina.

    En ese contexto, Oesterheld se reúne con los Brescia (padre e hijo) para plasmar la biografía de El Che en historieta. "El solo hecho de tratarse del Che Guevara es más que suficiente para 1968 y la obra es secuestrada y sus originales destruidos", relata Accorsi.

    En el caso de Evita, Oesterheld escribió el argumento y se lo entregó a Alberto Brescia, pensada para su publicación en Editorial Jorge Álvarez, con el apoyo de Murray, llegando a editarse en 1970, sin datos de editorial o imprenta, pues:

    Por supuesto, el gobierno de facto ordenó el secuestro y destrucción de la edición, permaneciendo por 32 años como un rumor, un secreto, un mito: Oesterheld, Breccia y Evita.

    Finalmente, el 2007 se publica el volumen de Evita/El Che, paradójicamente por los publimedios de El Clarín, adverso a las ideas socialistas.

    Con prólogos de José Pablo Feinmann ("Morir joven y ser inmortal"), y los estudios introductorios de Diego Accorsi ("Un poco de historia"; "Los autores"), la edición de 2007, nos entrega la biografía de El Che y de Evita (en ese orden) en historieta:

    •   "Che" (Bolivia: 21-28; Ernestito: 29-36; El chancho: 37-56; Sierra Maestra: 57-88; El Yuro: 89-101). Ilustraciones en blanco y negro. Texto H. G. Osterheld. Ilustraciones Alberto y Enrique Brescia.

    •   "Vida y obra de Eva Perón. Historia gráfica" (a colores): 103-166). Ilustraciones a color. Texto H. G. Osterheld, guión de Luis Alberto Murray. Ilustraciones Alberto Breccia.

    La obra incluye Otras historias de Oesterheld y Breccia: "Dr. Morgue", "Richard Long", "Berman lo vio así" y "Miedo".

    Tener a la mano una edición semejante, que enriquece mi colección propia de la Biblioteca y la Nueva Biblioteca de Clarín de la HIstorieta, es reconfortante y placentero, en todo sentido.

     

    4. Cuadernos. Apuntes de una generación

    La prensa de izquierda militante, se remonta a la era liberal del siglo XX cuando surge con fuerza propia Bandera Roja, vocero y defensor del proletariado (1926) y más tarde el combativo periódico La Calle, preparando el terreno de una insurrección popular. Al calor de los cambios sociales de 1952, protagonizados por mineros revolucionarios y campesinos en armas, salen desde las prensas rebeldes numerosos periódicos militantes como Lucha Obrera, órgano oficial del Partido Obrero Revolucionario, al que le sigue Masas, de la misma organización política principista; seguido de Unidad, órgano central del Partido Comunista de Bolivia; Rebelión, periódico de la Central Obrera Boliviana; El Pueblo, que dedicó sus páginas a denunciar la intervención norteamericana; Control Obrero, quincenario de la dirección obrera en la Comibol; Izquierda, vocero del sector femenino del PRIN; La Fragua, vocero del Comité Nacional de la Organización Sindical de Izquierda Nacionalista; La Hora, tribuna popular dirigida por Rolando Requena; y Marxismo Militante, revista teórica del Partido Comunista de Bolivia, para mencionar algunos ejemplos. Desde la izquierda radical cito impresos del último tiempo: Insurgentes, de efímera existencia y Fuerza, radical periódico suscrito por un Partido de los Trabajadores.

    A esa notable prosapia de prensa independiente, se suma la experiencia de ocho jóvenes marxistas, militantes de la organización "Generación Evo", que asumen el desafío autoimpuesto de publicar Cuadernos, apuntes de una generación, en su nueva época en tamaño tabloide, continuando la edición de Cuadernos GE que se publicó el 2015 como fascículo junto al semanario La Época.

    Son ocho voluntades que publican Cuadernos, apuntes de una generación con el propósito de llegar a un público más numeroso en la lucha de ideas que tanta falta hace, en un mundo dominado por las redes sociales caracterizada por la defensa encarnizada de posiciones, que muchas veces desliza su campo de batalla a la diatriba, la injuria, la calumnia, el odio racial. Como no podía ser de otra manera, estos jóvenes marxistas, están enraizados en el mundo virtual y usan como instrumentos de batalla diaria facebook (generacionevobolivia), twitter (generacionevo) y youtube (generacionevo), lo que explica que hubieran reemplazado la clásica dirección de email por estos medios.

    De esa manera estos ocho jóvenes impetuosos buscan "presentar un producto nuevo, y novedoso, donde lo cultural, lo ideológico y lo político, además de la pluralidad de ideas se ven concatenadas en una revista que sistematiza toda la variopinta sociedad boliviana". Fogueados en el periodismo activista durante un año de dura escuela de aprendizaje, incursionan en esta segunda época, con fuerza, con la convicción del militante y activista político, abriendo las puertas de Cuadernos a la pluralidad de ideas, lo que explica que publiquen en su primera edición un "artículo bastante polémico" de Fernando Molina, que se caracteriza por ser un intelectual crítico del marxismo, antecedido por un artículo "de profundidad teórica" escrito por Víctor Oporto, con el que muestran las dos caras de la medalla: detractores y seguidores del marxismo.

    Cuadernos, apuntes de una generación, sigue la senda del periodismo independiente que tantas luces ha dado a la prensa boliviana, desde sus antecesores más remotos, los pasquines de la guerra de la independencia, seguidos de la prensa contestataria, hasta el presente en el que se libra una verdadera batalla mediática en las calles, dominada por prensa de la más variada afiliación ideológica, desde el conservadurismo de la derecha reaccionaria hasta la izquierda radical, lo que es la constatación palpable y práctica de la plena libertad de expresión en Bolivia. Se puede afirmar que nunca, como hoy, la gente puede expresar sus ideas, incluso con la radicalidad que caracteriza a las redes sociales. El término "independiente" se emplea en su acepción a que está libre de ingerencia de un poder superior, o que se someta económicamente a éste.

    En una especie de declaración de principios, los jóvenes editores de Cuadernos, escriben en su editorial que "esta es una publicación estrictamente juvenil donde los militantes de Generación Evo escriben -junto con otros compañeros de diferentes organizaciones- y plasman sus ideas, las ideas de esta época. De acuerdo a sus principios, Cuadernos es "totalmente autogestionado y totalmente independiente de cualquier maniqueo político..", buscando "levantar algunas suspicacias y algunas dudas" de los lectores.

    Las notas de esta edición se refieren esencialmente a reflexiones sobre el marxismo, abordado por diversos géneros como la entrevista ("Actualidad del marxismo, entre el historicismo y el materialismo histórico. Entrevista a Jorge Echazú" por Daniel Llorenti), debate (Actualidad del marxismo en las ciencias sociales", Víctor Oporto Ordóñez; "¿En qué erró marx?, Fernando Molina), análisis ("Marxismo: de detractores e idólatras", Valeria Silva Guzmán; "No a la regulación de redes, pero sí al debate", Denis Michel; "Geopolítica y geoliberación", Gabriel Villalba) opinión ("Qué será de nosotros después del 21F?, Natalia Linares; "Terminó la crisis económica?, Javier García; "Sobre el 'Derecho a la Ciudad' y los procesos de gentrificación", Nicolás Melendres; "El deporte, hacia su despatriarcalización", Yusara Libaneza; "Energía nuclear, una mala palabra", Limber mamani y "Conciertos de rock en Bolivia, limitaciones materiales", Susana e Isabel Mendoza), sin que falte el póster coleccionable (la célebre escultura de la cruz con la hoz y el martillo, obra de Luis Espinal que fue entregada al Papa Francisco I en su visita a Bolivia).

    Esta edición matiza sus notas, con breves reseñas sobre la vida y obra de Marx (Manuscritos, economía y filosofía; Crítica de la filosofía del Estado de Hegel, palabras de Engels en la tumba de Marx, semblanza biográfica), además de cápsulas informativas sobre actividades de Generación Evo (Escuela de formación política; "Sangre combativa", programa radial).

    Como se puede ver, este periódico quincenal, escrito por jóvenes militantes de izquierda, tiene una diagramación y diseño muy propio de los jóvenes, con el que esperan lograr el objetivo de ampliar el círculo de lectores, para generar debate y plantear propuestas a partir del análisis y reflexión del ideal marxista.

    Fieles a su ideal, los jóvenes editores que financian con sus aportes la edición de Cuadernos, advierten que "el 100% del monto del periódico es para los vendedores". El periódico se vende en los puestos de los canillitas.