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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.10 n.43 La Paz abr. 2016

     

    PÁGINAS DEL EDITOR

     

    "Camila", Líder de las trabajadoras asalariadas del hogar

     

     

    Luis Oporto Ordóñez
    Recepción: 16 de febrero de 2016 Aprobación: 22 de marzo de 2016 Publicación: Abril de 2016

     

     


     

     

    Circula la obra testimonial de Casimira Rodríguez Romero, Camila. Memorias de la militancia política en el trabajo asalariado del hogar, transcrita y editada por Coni López Silva, impresa por Grupo Editorial Kipus, en diciembre de 2015. La educadora, activista feminista e indigenista mexicana Coni López Silva conoció a Casimira Rodríguez en México el 2007, oportunidad en la que recogió su extenso testimonio. Durante dos años se ocupó de "transcribir lo que ella le contara, ordenarlo y seleccionarlo para ofrecer un texto histórico, una perspectiva personal, un sentir íntimo y profundo sobre su experiencia organizativa como lideresa del gremio de las trabajadoras del hogar en el plano local, regional, nacional y continental, pero también como ministra de Estado", con la idea de socializarlo "para que sirviera de inspiración a las compañeras trabajadoras del hogar mexicanas". La obra de 513 páginas incluye un valioso archivo fotográfico de 123 registros, lo que le da al testimonio un valor adicional.

     

    1. Los testimonios, la otra cara de la historia oficial

    Estamos ante una obra que sigue la línea testimonial de Domitila Chungara (Si me permiten hablar. Testimonio de Domitila, una mujer de las minas),1 cuya impactante trayectoria fue recogida por Moema Viezer. Los estudios sobre el sindicalismo femenino son escasos, entre ellos, el de Ineke Dibbits et al., Polleras libertarias: Federación Obrera Femenina, 1927-1965,2 trabajo pionero que se complementa con la obra de Ana Cecilia Wadsworth e Ineke Dibbits:

    Las agitadoras del buen gusto: historia del sindicato de culinarias (1935-1958),3 sobre la vida de Petronila Infantes (líder del movimiento anarquista femenino), Exaltación Miranda, Tomasita Patón, Natividad Veramendi, Graciela Barrios, Alicia Infantes, Chela Salas y Hugo Sánchez. Por su parte, Elizabeth Peredo publicó Recovera de los Andes. La identidad de la chola del mercado: una aproximación psicosocial.4

    En esta época de redescubrimiento de las mujeres, el Taller de Historia Oral Andina propició dos importantes estudios: Mujer y resistencia comunitaria. Historia y memoria (1910-1950) y La mujer andina en la historia.5

    Finalmente, Silvia Rivera compiló un importante estudio: Ser mujer indígena, chola o birlocha en la Bolivia postcolonial de los años 90.6 A nivel latinoamericano la producción es mayor, y sólo por vía de ejemplo menciono a Rosalía Camacho y Alda Facio con su icónica obra Sobre patriarcas, jerarcas, patrones y otros varones. Una mirada de género sensitiva del derecho7 y recientemente Silvia Pacucci, Costureras, monjas y anarquistas.8

     

    2. Las "sirvientas": resabio colonial de un mundo sórdido

    Camila nos aproxima a la azarosa vida de las mujeres indígenas que migran del campo a las ciudades a engrosar los ejércitos de 'empleadas domésticas', más propiamente Trabajadoras del Hogar.

    Aun hoy, miles de mujeres reproducen un nefando ciclo que inician casi niñas o muy jóvenes y concluye, generalmente, como oficio, cuando no como una profesión múltiple y variada de sirvientas, empleadas, nanas e incluso nodrizas. Estas valerosas mujeres han criado generaciones de hombres y mujeres, que crecieron bajo su amparo y cuidado. Muchas experimentaron la cruel herencia patriarcal, al ser usadas inclusive como parte de la vida sexual de patrones o de sus vástagos que veían a estas jóvenes atemorizadas, inocentes e ingenuas, como extensión natural de la propiedad de sus padres y, por ello, podían experimentar, incluso, sus primeras experiencias sexuales.

    Ese sórdido mundo, resabio de la cultura patriarcal colonial, en el que se desenvuelve la existencia de trabajadoras del hogar, uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, se desmorona por la labor de temerarias mujeres que han abierto brecha en el mundo sindical, hasta arrancarle a la clase política las primeras leyes sociales de protección y salvaguarda.

     

    3.  Camila: de empleada doméstica a Ministra de Justicia

    ¿Quién es Casimira Rodríguez? Se autodefine feminista ("soy una mujer que lucha por nuestros derechos"), socialista ("pienso que el bienestar de las demás compañeras también es mi bienestar") e indigenista ("por mi experiencia personal como mujer indígena").

    Casimira "Camila" Rodríguez Romero, mujer de origen indígena-campesino, nació en la comunidad de Paredón (provincia Mizque de Cochabamba), el 21 de octubre de 1966. Desde muy joven trabajó como empleada doméstica, descollando luego en la dirigencia de ese sector laboral, uno de los más desprotegidos y vulnerables de nuestra sociedad. Fue fundadora del Sindicato de Trabajadoras del Hogar de Cochabamba e impulsó la formación de sindicatos en el país, que hasta entonces (1990) era uno de los sectores asalariados con menor grado de organización. Su condición de dirigente natural de su sector la llevó a organizar la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia. Su trayectoria la llevó a desempeñar un rol protagónico liderando el movimiento latinoamericano como Secretaria Ejecutiva de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Trabajadoras del Hogar, trayectoria sindical reconocida a nivel internacional, habiendo recibido el "Premio Mundial Metodista por la Paz", otorgado por el Concilio Mundial Metodista (2003).

    Militante del proceso de cambio, impulsó la formación sindical y política de un nuevo liderazgo nacional. Por sus méritos, en reconocimiento a su experiencia y trayectoria sindical y política, fue designada Ministra de Justicia en el primer gabinete del presidente Evo Morales el 22 de enero de 2006 que se prolongó hasta el 21 de enero de 2007. Por primera vez en la historia política de Bolivia una mujer que ejerció como trabajadora del hogar (empleada doméstica) accedió a un Ministerio.

     

    4. La obra

    El contenido de esta obra abarca la vida personal y la trayectoria sindical de Casimira Rodríguez, desde "los orígenes en Mizque" y su inserción en el mercado laboral al que califica como "esclavitud moderna en Cochabamba". Le otorga especial interés a su participación en el sindicato de Cochabamba, preámbulo para su incursión en la organización de los Sindicatos de Trabajadoras del Hogar en Bolivia, inicio de la larga lucha por la promulgación de la Ley de Trabajadoras del Hogar, que culmina con la organización de la Federación Nacional de este sector, inexistente antes de su liderazgo. La rica experiencia en la dirigencia nacional le permite incursionar a nivel latinoamericano, considerando la organización laboral en Bolivia como un modelo para impulsar la organización de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, de la que es dirigente, reflejando sus aportes en "la experiencia de gestión latinoamericana y caribeña". Cierra el primer libro de su obra un relato sobre su participación en "el Ministerio de Justicia de Bolivia", que pone al desnudo la difícil situación que confrontó en el gabinete ministerial y al interior de su propio Ministerio, en una época en la que prevalecía la cultura patriarcal y una franca tensión creada por la condición humilde de la primera Ministra de Justicia. El libro dos está lleno de "anécdotas y crónicas de viajes internacionales", las "memorias de Congreso", tanto nacionales de la Fenatrahob, como los congresos internacionales de la Conlatraho.

     

    5. Epílogo

    El temple de Casimira Rodríguez tiene base en su doble visión del mundo: la que viene desde su formación cristiana y aquella que adquirió en la escuela política como militante del proceso de cambio, que aún guía su praxis. La obra abarca 500 páginas, la que en cierta medida la torna densa, pero por el estilo coloquial y testimonial con el que fue redactado, puede leerse sin dificultad. Su testimonio nos transporta a hechos y lugares en los que fue protagonista. El valor de la obra radica en su calidad testimonial que debe ser vista como fuente primaria, aunque necesariamente debe ser contrastada con otras fuentes, debido a que es una visión personal, a pesar de su condición natural de líder de una de las organizaciones sociales combativas del género femenino popular. El testimonio, transcrito a la palabra de la autora, Casimira Rodríguez, una mujer de origen indígena-campesino, que ha incursionado en el liderazgo latinoamericano de las mujeres trabajadoras del hogar, tiene la virtud de visibilizar al sector de trabajadoras del hogar, hasta hace poco invisibilizadas por propios y extraños.

     

    Notas

    1.  México, Siglo XXI, 1978. El 2004 alcanzó la edición No. 18.

    2.  La obra fue escrita en coautoría con Elizabeth Peredo, Ruth Volgger y Ana Cecilia Wadsworth, impresa en La Paz, Tahipamu-Hisbol, 1989, 218 pp.

    3.  Empresa en La Paz, Tahipamu-Hisbol, 1989, 89 p. Versión ampliada de Historia del Sindicato de Culinarias, 1935-1958, publicado en 1988, con escasas 34 páginas.

    4.  La Paz, Ildis-Tahipamu, 1994.

    5.  La Paz, HIsbol-Thoa, 1986, 91 pp., y La Paz, Thoa, 1990, 115 pp., respectivamente.

    6.  La Paz, Ministerio de Desarrollo Humano, 1996. 541 pp. Dos estudios son particularmente reveladores de las condiciones de trabajo y organización de las mujeres migrantes: "Familias que no 'conyugan' e identidades que no conjugan: la vida en Mizque desafía nuestras categorías" de Susan Paulson (pp. 85-162) y "Trabajo de mujeres: explotación capitalista y opresión colonial entre las migrantes aymaras de La Paz y El Alto, Bolivia" (pp. 163-300) de Silvia Rivera Cusicanqui.

    7.   San José, Ilanud, 1991; pp. 88-100.

    8.  El subtítulo aclara el alcance del estudio: Trabajo femenino, iglesia y lucha de clases en la industria del vestido (Buenos Aires 1890-1940). Buenos Aires, ediciones RyR, 2007.