EDITORIAL

 

Josep M. Barnadas (1941-2014)

 

 

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El 26 de septiembre falleció Josep M. Barnadas, uno de los intelectuales más importantes de nuestro país, a pesar que él fue catalán de nacimiento, abrazó la identidad boliviana con verdadera pasión.

Intelectual de grandes luces, se caracterizó por su naturaleza ríspida, para muchos, insoportable. Sin embargo, sus amigos, sus colegas y sus compañeros, podían hablar con él largas horas, hasta que la caída de la noche obligaba a suspender las tertulias.

Su carácter especial le generó muchas antipatías, pero también sólidas amistades. Su pérdida generó un notable vacío difícil de llenar, que constituye un desafío de las nuevas generaciones de historiadores.

Se podría afirmar que su obra no fue muy nutrida, pero es firme, sustanciosa y documentada. Sus distintas facetas, son clara muestra de los múltiples oficios que tuvo que desempeñar para solventar su economía, pero también muestra sus preferencias intelectuales. Si leemos su opúsculo sobre la Investigación, veremos al profesor que nunca pudo ejercer la cátedra universitaria, cuyas puertas se le cerraron increiblemente. Sus aportes archivísticos, muestran su profundo conocimiento de las fuentes primarias para la historia, eclesiástica y laica. Sus estudios biográficos, son otra veta para comprender épocas de nuestra historia, desde la visión de ciertos protagonistas. Sus revelaciones historiográficas, permiten comprender la historia colonial, con su tan mentada -y poco leída, casi ignorada—Charcas, seguida de sus combates para denominar correctamente a esta región en la historia colonial, plasmada en su pequeña obra Es muy sencillo, llámenla Charcas, abanderado junto a Guillermo Ovando Sanz, en esa lucha inacabada para recuperar memoria e identidad, que aún sigue siendo asignatura pendiente pues no falta el desubicado historiador que sigue machacando con un inexistente Alto Perú. Sus estudios bibliográficos, lo sitúan en la cima de los constructores de esa ciencia en Bolivia. Está en las alturas del Alaxpacha, a la diestra de Gabriel René Moreno, flanqueando por la siniestra a José Rosendo Gutiérrez, acompañado de Guillermo Ovando Sanz, Emilio Finot y Valentín Abecia, el del siglo XIX.

Pero es recomendable para todos, leer y releer sus estudios autobiográficos, pues en ellos encontraremos las respuestas sobre su peculiar relacionamiento con sus pares bolivianos, que expresan su recia formación, pero sobre todo sus criterios, que los expresaba muy a su estilo, sin pelos en la lengua, frontalmente, sin tapujos.

 

La Paz, noviembre de 2014

 

Luis Oporto Ordóñez
Editor de Fuentes