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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.8 n.34 La Paz oct. 2014

     

    HOMENAJE

     

    Ñuflo Chávez Ortíz (1923-1996)

     

     

    Dunia Chávez Gonzales

     

     


     

     

    El 3 de octubre de 1923 viniste a este mundo. Este es un pequeño homenaje para que las nuevas generaciones conozcan a sus verdaderos ideólogos.

    Hablar de ti es hablar de la ausencia definitiva, esa que al pasar el tiempo se convierte en fotografía al mirar tus ojos en ese papel gastado por y el Sol y los años, sólo quisiera apoyar mi cabeza en tu hombro y simplemente decirte "papá".

    Cuando partiste al allá se producían cambios, que tu espíritu revolucionario no quiso ver. Tu voz calló para siempre el 2 de julio de 1996, en tu natal Santa Cruz de la Sierra.

    Naciste un 3 de octubre de 1923 y, desde I muy joven, el sueño de la libertad fue tu mejor compañero. Ya en la secundaria del colegio Junín de Sucre, formaste parte del Centro de Estudiantes.

    Tu vida universitaria estuvo comprometida con tu tiempo, ocupaste varios cargos en la Federación Universitaria Local y, en 1945, integraste la Unión Reformista de la Universidad Mayor de San Andrés.

    Estudiaste Derecho en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, donde te recibiste en 1941. En 1948, obtuviste el título de abogado en la UMSA y, a los 25 años te doctoraste en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales en San Francisco Xavier.

    Cuando me consultaron el año de tu ingreso al MNR, no supe qué contestar, puesto que los datos son fríos e impersonales, tuve que acudir a un libro, porque yo podría describirte de otra forma, sin fechas, ni títulos, ya que tu sabiduría llenó mi vida y ahora llena mi madurez plenamente. Sin embargo, sé que tus primeros contactos con el Movimiento Nacionalista Revolucionario se iniciaron en 1948, cuando lideraste el movimiento para evitar la reelección de Héctor Ormachea, como Rector lo cual determinó tu ingreso al MNR.

    Papá, cuando mi memoria me traslada a tu pasado encuentro al "Quijote", al forjador de sueños, busco tu presencia en las fotografías y vuelvo a creer que las utopías son posibles. Los rostros que te rodeaban, de campesinos, obreros y estudiantes, tienen en los ojos el reflejo de un futuro más cálido y, cuando retorno a la realidad actual, quiero quedarme en tus recuerdos.

    Sé que tu vida estuvo llena de actividad, eras la palabra de los sin voz, tus discursos apasionados y tu vida de labor impecable.

    Tu pasión por la libertad te llevó en 1948 a tomar el cuerpo de policía de Santa Cruz, para ocupar luego, la Dirección General de Propaganda del MNR.

    Luego te trasladaron a Sucre, como Jefe de Policía Revolucionaria, donde organizaste las fuerzas rebeldes, ocupaste la Secretaría General de la Junta Revolucionaria del sudoeste e ingresaste como capitán a las fuerzas revolucionarias al mando de 120 hombres de la izquierda de Incahuasi (Guapou). Más tarde, te hicieron prisionero en Charagua y te llevaron a La Paz, donde permaneciste recluido hasta fines de 1950, para luego ser desterrado a Antofagasta.

    En 1951, ingresaste clandestinamente al país para las elecciones en Santa Cruz, en las provincias del norte, evitabas la suspensión de los comicios de esa región.

    Nuevamente, fuiste apresado y en mayo de 1951, te trasladaron al panóptico nacional para luego ser confinado a la Isla de Coati y, posteriormente, al páramo de Ulla Ulla y Pelechuco, donde permaneciste hasta agosto del mismo año. De allí fugaste a pie, por todo el altiplano, para llegar a Santa Cruz.

    En 1952, te dedicaste a tu profesión de abogado y ocupaste el cargo de Secretario General del Comando del MNR hasta abril de 1952, fecha en la que actuaste como gestor de la Junta Revolucionaria Departamental. Al enterarte de los acontecimientos de La Paz, desde tu cargo de Secretario, tomaste Radio "Electra" y convocaste a la población a ocupar la Prefectura Departamental; una vez controlado el Departamento te llamaron a La Paz.

    Ese año y en medio del trajín político conociste a mi madre. A los 18 días de conocerla te casaste y conformaste un hogar, fruto del cual nacimos cuatro hermanos, Teresa, Dunia, Rafael y Ñuflo. El matrimonio de 30 años llegó a su fin cuando la dictadura de Hugo Banzer Suarez se ensañó con nosotros por tener ideales y el exilio tan largo rompió con la Unión. Volviste a reincidir con una señora peruana con la cual tuviste dos hijos: Martin y Stefany (Mimi).

    Mi alma quedó azorada cuando la historia me muestra que sueños y utopías se fueron perdiendo, dando paso a lo vil de la política, sólo me quedé con tu recuerdo, tu mirada fuerte, tu inmenso amor y sobre todo, tu ejemplo de no claudicar nunca.

    En 1952 te llamaron a ocupar la cartera de Asuntos Campesinos. En tu ensayo El Problema antagonista de Bolivia, demuestras que el atraso del campesinado boliviano tiene su origen en la falta de equidad de la repartición de las tierras. Tu propuesta fue devolver las tierras a sus dueños originales, formando previamente una comisión nacional de estudios para la reforma agraria y, el 2 de agosto de 1953, en la localidad de Ucureña (Cochabamba), tu tesis es firmada y promulgada como Decreto Ley de la República. En el mismo año, participas en la entrada en vigor de la Ley del Voto Universal y en los inicios de la Nacionalización de las Minas.

    En 1954, viajaste al II Congreso Latinoamericano de Sociología, como expositor, y posteriormente te nombraron Vicepresidente del mismo. Luego te designaron Secretario Ejecutivo de la Confederación de Trabajadores Campesinos de Bolivia, cargo que ocupaste hasta 1955.

    1956 te llevó a ocupar la Vicepresidencia de la República durante un año. Representaste al país en la XI Asamblea de Naciones Unidas, como Jefe de la delegación boliviana en calidad de portavoz de los países denominados en ese entonces, subdesa-rrollados.

    Renuncias a la vicepresidencia por desavenencias con el entonces representante del Fondo Monetario Internacional, Jackson Eder. Nunca aceptaste negociar nuestro país y eso te costó ese alejamiento forzoso, pues sabías que todos los proyectos de la Revolución estaban siendo mancillados.

    El mismo año te eligieron Secretario General de la CON, cargo que rehusaste a favor del movimiento obrero, ratificando una vez más tu formación de izquierda que te convierte, pese a grandes antagonismos y diferencias, con Guillermo Lora, en uno de los más connotados marxólogos de América Latina.

    En 1960, fuiste elegido Senador por Oruro y, después Ministro de Minas y Petróleos, cargos que desempeñas hasta 1962.

    Durante ese tiempo, publicas El Signo del Estaño. Enjuiciamiento histórico de medio siglo y Cinco ensayos y un anhelo.

    Como ministro de minas y petróleos, aplicaste la tesis del llamado "Plan Triangular". Los logros de dicho plan permitieron la bonanza de COMIBOL, la cancelación de la deuda boliviana y la creación de las primeras y únicas fundiciones de estaño: La Peró, en Oruro y la Saleski, en La Paz.

    Fuiste asesor de Fidel Castro en cuestiones de Reforma Agraria, amigo del "Che" Guevara y otros hombres comprometidos con el cambio en nuestra atribulada América Latina.

    Conociste todas las prisiones de Bolivia, por sólo el hecho de defender tus ideales, de la DOP a Ixiamas, pasando por Viacha. Este peregrinaje fue quizá, el más triste de tu vida, en el ocaso de tu existencia escribiste: Las revoluciones a lo largo de América Latina.

    Fuiste sin lugar a dudas, uno de los más eruditos catedráticos e investigadores en varias universidades.

    Tuviste muchos amigos, pero me atrevería a afirmar que el más íntimo y leal de todos fue el líder obrero Juan Lechín Oquendo.

    Las nuevas generaciones tienen en ti un ejemplo de lealtad, constancia y sabiduría y nosotros tus hijos, recibimos una gran herencia: tu integridad, honestidad y cariño, aspectos mucho más valiosos que los bienes materiales que nunca te importaron.