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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.7 n.24 La Paz feb. 2013

     

    INVESTIGACIÓN

     

    Universidad Popular

    Tupaj Katari... ¡La olvidada!

     

     

    Julio Reynaldo Escobar Céspedes*
    Maestro Normalista en Ciencias Biológicas y Química (ENSSB), Licenciado en Administración y Planeamiento en Educación
    (CEPIES-UMSA) y Maestro en Educación Superior UNED-España - CEUB. Fue docente de la Universidad
    Salesiana Boliviana, Director de los Colegios Nacional Mixto "Batallón Colorados de Bolivia" (Desaguadero), "Juan Capriles", "Franz Tamayo" y
    CEMA; Jefe de Radiocomunicaciones de la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), radiotelegrafista de YPFB, ENTEL, COMÍ BOL y de
    la Sociedade Algodoeira do Nordeste Brasileiro (Maringá, Paraná) y Adamantina (Sao Paulo) Brasil.

     

     


    Resumen

    Reseña histórica de la primera Universidad Popular Boliviana creada al influjo de la Reforma Educacional de 1954 y la Revolución Universitaria de la UMSA, con la finalidad de proporcionarle a la clase obrera entrenamiento técnico y profesional complementario para incrementar su capacidad productiva e impartirles nociones de cultura general, asuntos políticos, sindícales y socioeconómicos. Tras 15 años de comunión UMSA-UPTK, la Universidad Obrera comenzó a transitar momentos cruciales a causa de la inestabilidad política y la angurria de la clase militar por detentar el poder gubernamental del país afectando crónicamente las aspiraciones intelectuales y técnicas de la clase obrera. Estos fatídicos sucesos marcaron infelizmente la desaparición de la Universidad Obrera en 1971. Impulsó la educación de adultos y obreros.

    Palabras clave

    <Universidad Popular> <Educación Alternativa> <Warisata> < Educación Adultos >


    Abstract

    Historical review of the first Bolivian Popular University, created to the influence of the Educational Reform of 1954 and the Universtary Revolution, in order to provide the working class technícal and professional training complementary to mercase their productive capacity and provide them with notions of general culture, political, trade unión and socio economic affairs. After 15 years of communion UMSA-UPTK, the Universidad Obrera began to pass crucial moments because of political instability and the community of the military class by holding governmental power of the country chronically affecting the technical and intellectual aspirations of the working class. These fateful events unfortunately marked the clemise of the Universidad Obrera in 1971.

    Key words

    <Popular University > < Alternative Education> <Warisata> <Adults and Workers' Education >


     

     

     

    La educación en el albor republicano

    Al referirme a la Universidad Popular Tupaj Katari (UPTK), considero pertinente retrotraer algunos datos de la Educación Boliviana tras el nacimiento y proclama de la independencia de la República de Bolivia el 6 de Agosto de 1825, habida cuenta que el tema educativo siempre fue el pilar fundamental de tocio gobierno y la preocupación constante por que ésta abarque o alcance a todos los confines de la Nación. Tanta fue la intuición de notables iluminados que avivaban el asunto de la educación que el Decreto de los Simones (Rodríguez y Bolívar) del 11 de Diciembre de 1825 se constituye, pues, en el primer documento delineado hacia una abundante legislación escolar posterior.

    En la Convención Nacional de 1851 se determinó el derecho a la educación para todos los ciudadanos bajo la tuición del Estado, estableciéndose, por tanto, la instrucción primaria gratuita. Posteriormente, en agosto de 1853, el presidente Tsidoro Belzu propuso que las escuelas no sólo se dediquen a la alfabetización, sino también a incentivar y apuntalar el desarrollo vocacíonal propio de cada estudiante acorde al contexto de cada zona geográfica. Sin embargo, debido a la precariedad de los recursos humanos del magisterio de entonces no pudo concretarse tales fines.

    Vale puntualizar que en el ámbito educativo ha sido donde más controversias hubo entre el gobierno, iglesia y organizaciones civiles, pues mientras unos limitaban la libertad de enseñanza bajo el control del gobierno central, otros la restituían a los municipios.

    Desde entonces hasta el presente no dejan de asomarse controversias ele índole diversas que deben ser consideradas exhaustivamente, tales como presupuesto, infraestructura, equipamiento, malla curricular, personal docente y administrativo, etc., en todos los niveles del ámbito educativo.

    En el gobierno de Agustín Morales (1871) se declara nuevamente la libertad ele enseñanza, transfiriendo las escuelas a los ayuntamientos y se afirma la libertad y gratuidad de la educación, marcando el inicio de la educación popular para todos, ya que hasta entonces solamente los hijos de los ricos podían acceder a las escuelas conventuales. Infelizmente, este proyecto fue deteriorándose paulatinamente por falta de recursos y apoyo financiero.

    Si bien estas escuelas continuaron brindando servicio en áreas urbanas, los educandos del área rural quedaron abandonados a su suerte, sumiéndolos en la total ignorancia. En esa misma época fueron creadas las escuelas nocturnas para obreros y excombatientes.

    La confrontación bélica boliviana-chilena (1879) fue uno de los periodos más caóticos para la educación, pues se suspendieron las clases en todos los establecimientos, se dispuso que la enseñanza secundaria pasara a manos particulares y por otro lado, se adaptaban programas oficiales de orígenes europeos desde todo punto de vista muy ajenos a la realidad del pueblo boliviano amén de la emisión de una serie de disposiciones complementarias improvisadas; tanto así, que la educación secundaria y superior las dejaban a la iniciativa privada, consecuentemente a los intereses de la élite.

    Don Franz Tamayo*, refiriéndose a los programas oficiales de enseñanza decía:

    Necesitamos, pues, crear la pedagogía nacional, es decir una pedagogía nuestra, medida a nuestras fuerzas, de acuerdo a nuestras costumbres, conforme a nuestras naturales tendencias y gustos y en armonía con nuestras condiciones físicas y morales.

    ¿Tal situación habrá cambiado en la actualidad?...

    Pocos políticos en la historia de Bolivia tuvieron la visión y decisión de dictar leyes para la educación de los marginados, los indígenas; leyes que jamás se cumplían porque a la oligarquía y terratenientes de entonces no les convenía educar a la clase que les servía de esclavos, ya que cuanto más ignorantes, más los podían explotar... los indígenas estaban proscritos de la enseñanza.

    Incidentalmente, Carlos IV, en su cédula de 1785, hubo determinado que no conviene ilustrar a los americanos; su Majestad no necesita filósofos, sino buenos y obedientes subditos. El indigenista don Fausto Reinaga*, conjeturando quizás esto último, enfatiza contrariado: cuando la rosca y el gamonalismo gobernaban en Bolivia, la libertad de pensamiento, de acción política o de simple actividad sindical estaba restringida, o sencillamente no existía para la clase obrera... ni qué decir para el indio.

    Entre éstos cabe, recordarlos al presidente Ismael Montes, quien dispuso a través de la Circular del 22 de diciembre de 1908 la necesidad de crear la instrucción primaria del indio (escuelas rurales), a Misael Saracho y las escuelas ambulantes, a Daniel Sánchez Bustamante, Ministro de Educación, y los decretos para la educación de indígenas, a los Presidentes de la República José Tejada Sorzano, David Toro y Germán Busch, impulsores de la educación indígena.

    No obstante, cabe enfatizar que fue en la Escuela Ayllu de Wansata (foto) donde por primera vez se educó a los indios aymarás, quechuas y guaraníes en condiciones de libertad a fin de que logren los derechos que la esclavitud o el pongueaje les negaban. Esta escuela, de esencia indígena, se dice que íue la primera en su género como política educacional estatal, con proyección e influencia en Bolivia y Latinoamérica.

    Esta escuela ayllu es considerada como la mayor experiencia revolucionaria que ha producido el país en el campo de la educación, fue la gesta que liberó al indio. Los principales líderes visionarios e impulsores de este núcleo educativo fueron Avelino Siñani, Elizardo Pérez, Mariano Ramos (foto), Santiago Poma y por supuesto el inolvidable autor de ¡Warisata mía", ideólogo y mentor del proyecto educativo, profesor Carlos Salazar Mostajo (1916-2004), quien hasta mediados de la década del siglo pasado fue docente de la Escuela Superior de Bellas Artes, catedrático y director de estudios en la Facultad de arles de la UMSA.

     

    La educación a partir de 1952

    Desde 1900 hasta antes de la Revolución Nacional del 9 de Abril de 1952 se fueron implantando diversos procesos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles de instrucción, ya sean en propuestas curriculares, capacitación de maestros, así como crear escuelas piloto para experimentar métodos de enseñanza.

    Valga hacer aquí un paréntesis... En 1942 emerge el Movimiento Nacionalista Revolucionario, partido declarado fuera de la ley como líder de la izquierda revolucionaria, con lemas ele nacionalización de las minas y reforma agraria, de socialismo e indigenismo, reivindicación de la clase media, que en definitiva revolucionaría a la sociedad boliviana, pero... en suma y esencia, según Fausto Reinaga,* la Revolución Nacional fue un movimiento del pueblo boliviano por su liberación económica, implícitamente por la liberación de la clase inmisericordemente explotada durante años. El MNR -continúa- es el caudillo en esta etapa, pero no es ni se identifica con las masas mineras, fabriles, indias; ni es el espíritu bruñido en la lucha teórica, no es el cuerpo mismo ni la Revolución en sí. Como partido, claro, que pretende hacerla (la Revolución) para sí, más, el pueblo revolucionario, las masas proletarias, dirán a tiempo y sin falta, en interés y defensa de los fueros de la Revolución Nacional, concluye diciendo.

    Retomando el campo educacional, especialmente referido a la clase trabajadora, el Decreto Ley 3937 de 20 de enero de 1955, puntualiza que la Educación Obrera constituye un capítulo primordial del sistema educativo tendente a elevar la cultura y la capacidad productiva ele ese dinámico conglomerado basado en las necesidades del obrero como individuo, miembro de familia y ciudadano, además de proporcionarle nociones de cultura general y enseñarle aspectos sobre problemas sindicales, políticos y sociales.

     

    El D.L. 3937 del 20/01/1955 y las Universidades Populares

    De modo que para justificar un tanto las políticas educacionales emergentes del numen revolucionario emenerñsta, es pertinente citar algunos considerandos y artículos referidos a la educación obrera:

    •   Que la educación en Bolivia hasta la Revolución Nacional fue monopolio de una minoría puesta al servicio de intereses foráneos que explotan las riquezas del país, manteniendo en la ignorancia a graneles sectores de la población, sin beneficio para el progreso espiritual y desarrollo de la Nación.

    •   Que la educación nacional debe inspirarse en la Declaración de los DD.HH., y orientarse por los principios nacionalistas y revolucionarios que alientan las mayorías nacionales.

    •   Que la educación tienda a lormar al hombre (boliviano) equilibrado, sano y fuerte en lo físico, vigoroso y capaz en lo intelectual por su moral.

    •   Que es necesario coordinar el funcionamiento de las universidades con los nuevos principios de la escuela única y los impenosos requerimientos del momento histórico.

     

    Art. 143.- En cada capital de departamento o donde exista Universidad, bajo la dependencia de ella funcionará una Universidad Popular destinada a la capacitación cultural, político-social y sindical de los trabajadores.

    Art. 144.- Materias a enseriarse: Geografía, Historia Nacional y Universal, Actualidad Nacional y Mundial, Historia de las Doctrinas Sociales, Teoría y Práctica Sindical, Instrucción Cívica, Lenguaje, Aritmética, Legislación del Trabajo, Higiene y Seguridad Profesional, Estudio Especial de las Disposiciones Legales sobre Nacionalización de las Minas, Reforma Agraria, Voto Universal, Relorma Educacional, Monopolio del Comercio Exterior y otros.

    Art. 145.-La educación de los obreros, en lo que concierne a la formación teórica profesional, se regirá por las normas que dicte la Dirección de Educación Técnica, así como las normas que las Universidades fijen dentro de su jurisdicción.

     

    Nacimiento de la primera Universidad Popular

    En ese marco, se consideró necesario coordinar el funcionamiento de las universidades con los nuevos principios de la escuela única y los imperiosos requerimientos del momento histórico. Es así que, a partir ele los cambios sociales y políticos acaecidos en el país (1952-54), se constituyó en una etapa crucial para la Universidad Mayor de San Andrés.

    Precisamente, al influjo ele la Reforma Educacional de 1954 y el clamor del pueblo para que la UMSA cumpla su rol con la clase trabajadora, súbitamente brota la Revolución Universitaria de 1954, envuelta, como era previsible, en un clima de efervescencia revolucionaria que propició la creación de la UNIVERSIDAD POPULAR TUPA] KATARl (UPTK), estableciéndose de este modo un nexo sólido y permanente entre la UMSA y los trabajadores (mujeres y hombres) de la urbe paceña y El Alto.

    La nueva Universidad Popular, que en su inicio se llamó INSTITUTO POLÍTICO SINDICAL sustentada por el Consejo Mixto Revolucionario (gobierno docente-estudiantil), fue dirigida interinamente por un eminente catedrático de la UMSA, el profesor don Juvenal Cañedo Chávez; posteriormente fue nombrado como director titular el Dr. Gonzalo Sánchez de Loria.

    La grandiosa UPTK, bajo el cobijo de la UMSA, nació vigorosa y ávida de cambios substanciales en la formación cognoscitiva del trabajador, conglutinando por lo mismo a tres corporaciones de enseñanza especialmente creadas para la clase proletaria con el propósito de proporcionarle entrenamiento técnico y profesional complementario para incrementar su capacidad productiva, así como darle nociones de cultura general e impartirles aspectos sobre problemas sindicales, políticos y sociales. Estas entidades fueron el Instituto Técnico Profesional (ITP), el Instituto de Recuperación Pre Universitaria (IRPU) y el Instituto de Maestros Alfabetizadores (IMA).

     

    El Instituto Técnico Profesional

    Producto de una Reforma Universitaria en 1939 se instaura un nuevo Estatuto Universitario, coyuntura que propició la creación de un Instituto Técnico regido por la Facultad de Ciencias Exactas.

    Pero fue recién en el año del IV Centenario de la Fundación de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz (1948) que el Instituto, bajo la dirección del Ing. Vicente Burgaleta, inicia sus actividades con el nombre de Escuela de Ayudantes Técnicos (EAT) con las Carreras de Química, Electricidad, Mecánica, Construcciones Civiles y Topografía, carreras que marcan indudablemente un avance tecnológico en el seno de la UMSA.

    Tras los cambios socio-políticos acaecidos en 1952-1954, la comunidad universitaria de la UMSA, identificada con las transformaciones profundas del momento, vio propicia la ocasión para fortalecer la Educación Técnica Universitaria y brindarla a su pueblo.

    Al amparo de la UPTK, el ITP comenzó a funcionar (1954) en ambientes de una casona ubicada en la calle Potosí esquina Yanacocha No. 986 (loto), frente al Tribunal de Justicia, ambientes que en los primeros años del gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro (MNR) fue utilizado como uno de los tantos centros de reclusión de políticos opositores al régimen, principalmente de la Falange Socialista Boliviana (FSB) cuyo jefe, don Osear Únzaga de la Vega, sea dicho de paso, propugnó incesantemente la reforma agraria y la redención del indio, raíz de la nacionalidad boliviana. Infaustamente fue victimado el día de su cumpleaños (19-abril-1959) en una casa ubicada en la calle Larecaja No. 188.

    En el ITP comenzó a impartirse las carreras de Electricidad, Radiotécnica iy Transistores, Automecánica, Motores Diesel, Rebobinado de Motores, Máquinas y Herramientas, adicionándose luego Mecánica de Aviación, especialidad que para sorpresa del estudiantado masculino lúe tomada también por féminas, a quienes era algo extraordinario verlas realizar sus prácticas de mantenimiento de aeronaves en hangares ele El Alto debidamente equipadas con indumentaria propia del técnico aeronáutico.

    En ese marco autonomista y revolucionario, se crea la Escuela Técnica bajo el influjo del Rector Dr. Gastón Araoz Levy y la dirección de meritorios docentes, los ingenieros Walter Gonzales y Osear Tapia, Director y Subdirector, respectivamente.

    En 1969, las autoridades de entonces, en su afán de mejorar, dinamizar y diversificar la Educación Técnica en el marco de la autonomía universitaria, la Escuela nuevamente es reestructurada académica y administrativamente, transformándose en Politécnico Medio con las Carreras de Electricidad Industrial, Electrónica y Telecomunicaciones, Máquinas y Herramientas, Mecánica Automotriz y Mecánica de Aviación, pese a los frecuentes intentos de eliminarlos del sistema universitario.

    El ITP funcionó como tal más o menos hasta 1969; podría decirse que era el Instituto residual de la proletaria y grandiosa UPTK.

     

    Golpes de Estado Sus consecuencias

    Nuestro país, prolífico en asonadas golpistas, huelgas, marchas de protesta, cuartelazos, etc., el golpe ele Estado de 1970 afectó nuevamente el sistema educativo, generando consecuentemente cambios sociopolíticos en todo nivel y, por supuesto, esos cambios en la Educación Superior no se dejaron esperar.

    Luego de llegada al poder de Juan José Torres Gonzales, (7 de octubre de 1970) se dispuso que las universidades estatales del país abrieran sus puertas de par en par e irrestrictamente. Más adelante hablaremos de algunos pormenores al respecto.

    La U, consustanciada como siempre con los estratos populares y predispuesta a satisfacer por otra parte el requerimiento de técnicos en el país, incorporó a la Escuela Técnica (ex ITP-UPTK), pasando a constituirse en Facultad de Tecnología con las Carreras de Química Industrial, Topografía y Construcciones Civiles, lográndose además la titulación de Licenciatura amparada por Resolución del Consejo Supremo Revolucionario del 2 de julio de 1970.

    Un año después (21-agosto-1971) se produce otro golpe de Estado perpetrado por el obsesivo absolutista Cnl. Hugo Banzer Suárez, acaecimiento en que la UPTK es cruel y nefastamente desarticulada por el desenfreno militar imperante en desmedro de la clase obrera estudiantil y del pueblo todo. Las carreras técnicas -felizmente- pasan a ser parte de lo que circunstancialmente se llamó Extensión Profesional bajo la estructura y denominativo de Politécnico Medio. Posteriormente, el entonces intervencionista Consejo Nacional de Educación Superior (CNES) determinó que la Facultad de Tecnología se convierta en Politécnico Superior.

    Transcurridos los siete años de dictadura, Banzer. gimoteando descaradamente, deja el gobierno ante el descontento general del pueblo y fundamentalmente por la presión de un grupo de valerosas mujeres mineras identificadas como las armas de casa de Siglo XX y Catavi a la cabeza de doña Domitila Barrios de Chungara, Luzmüa Rojas de Pimentel, Nelly Colque ele Paniagua, Aurora Villarroel de Lora y Angélica Romero de Flores, demandando la libertad de sus esposos, restitución de las libertades constitucionales y amnistía general irrestricta. Eran nada menos -decía ella- la reserva moral del trabajador minero y del pueblo boliviano en general. ¡Nada más cierto!

    La compañera Domitila, replegada los últimos años en su hogar, agobiada seguramente por los avatares de su vida, su indeclinable lucha por la justicia, la libertad y la democracia, acongojada quizás por lo que viene sucediendo actualmente en su pueblo, deteriorada físicamente por su enfermad que la tenía postrada en su lecho, infelizmente la rindió el pasado 13 de marzo, paradójicamente día del natalicio de otro mártir de la democracia, don Marcelo Quiroga Santa Cruz.

    El reconocimiento y homenaje postumo gubernamental del Estado Plurinacional a tan admirable mujer como heroína de la democracia no podía ser más atinado, justo y necesario.

    Transcurrido el septenio dictatorial banzerisla, fueron sucediéndose una sarta de militaradas de corta duración (Pereda Asbún, Natusch Busch, Padilla Arancibia, Torrelio Villa) culminando fatalmente con el derrocamiento (17-julio-1980) de la primera mujer Presidenta de Bolivia, doña Lidia Gueiler Tejada, fallecida hace poco (09-mayo-2011) por otro golpista pariente suyo, Gral. Luis García Meza Tejada, quien en su afán ele acometer contra la comunidad universitaria pretendió transferir los Politécnicos Universitarios bajo la regencia del Ministerio de Educación, empeño que fue resistido y rechazado por toda la comunidad universitaria. Felizmente, su gobierno duró poco tiempo; hoy purga sus atrocidades en la cárcel de Chonchocoro junto a su tocayo y perverso ministro de gobierno, Luis Arce Gómez.

    En el gobierno de Hernán Siles Zuazo (UDP), la UMSA recupera su autonomía. El 20 de enero de 1983 se dicta la Resolución 4/83 en la que el Politécnico Superior pasa a tener el rango de Facultad Técnica, además de tener bajo su tuición al Politécnico Medio, todavía existente.

    Un año más tarde, la Facultad Técnica consolida su jerarquía académica estableciendo el Grado de Licenciatura Técnica para los graduados de la Facultad mediante la Resolución No. 183/84 del Honorable Consejo Universitario emitida en lecha 28 de septiembre de 1984.

    En la actualidad, la Facultad Técnica cuenta con una infraestructura propia ubicada en la avenida Arce (ex Shopping Center, heredad legada por la Fundación Rosa Agramont acondicionada a las exigencias del momento actual, proporcionando a los estudiantes condiciones de excelente comodidad, laboratorios equipados, biblioteca especializada, etc., que inciden de manera positiva en la formación de profesionales de alto nivel, calificados y capacitados para insertarse eficientemente en el mercado de trabajo, no sólo en nuestro país, sino en un escenario internacional exigente que está cotidianamente sobre continuas transformaciones científicas, tecnológicas, políticas y sociales. Hoy marcha en pos de su acreditación internacional.

     

    El Instituto de Recuperación Pre Universitaria (IRPU)

    El IRPU, desde su creación (1954), comenzó a funcionar en aulas del edificio central de la UMSA (primer patio), actualmente ocupadas por las carreras de Estadística, Matemática y el Decanato de la Facultad de Ciencias Puras y Naturales, otrora Dirección del IRPU.

    El Instituto, acorde con los planes y programas elaborados meticulosamente por catedráticos tanto de la UMSA como ele la Normal Superior Simón Bolívar, tuvo la peculiaridad de responder plenamente las expectativas de los estudiantes obreros, toda vez que el programa de estudios estructurado para el 3o y 4o cursos del IRPU fue homologado con el pensum de los primeros cursos de las diferentes carreras ele la UMSA, de modo que los egresados preuniversitarios accedían directamente a los segundos cursos de las diferentes carreras.

    En aquella época -como actualmente- se rendía examen de selección o admisión a la U. Esta parte tiene también su historia.

     

     

    Temporalidad, grado de egreso y habilitación

    Tiempo de estudios establecido: cuatro años; horario: 20:15 a 23:15, de lunes a viernes; título de egreso al que podía optar el estudiante trabajador: Bachiller en Ciencias Naturales y/o Bachiller en Ciencias Sociales. Los programas del proceso enseñanza-aprendizaje eran comunes para los primeros y segundos cursos; en cambio, el pensum para terceros y cuartos cursos ele Ciencias Naturales y Sociales eran diferenciados, toda vez que los contenidos curnculares preveían las carreras profesionales a seguir al egresar.

     

    El Bachiller en Ciencias Naturales se habilitaba para estudiar Medicina, Odontología, Radiología, Ingeniería de Minas y Petróleos, Ingeniería Civil, Ingeniería Industrial, Ingeniería Química, Arquitectura, Física Nuclear, Matemática, etc.

    El Bachiller en Ciencias Sociales estaba habilitado para las Carreras de Derecho, Economía, Auditoría-Finanzas, Psicología, Historia, Bibliotecología, Antropología, etc.

    Otra de las particularidades del IRPU era propiciar seminarios informativos sobre el mercado de trabajo, las expectativas a corlo, mediano y largo plazo en las diferentes carreras (orientación vocacional), y ya se hablaba de la computación como la profesión del futuro, etc., ele modo que el trabajadorestudiante, a tiempo de inscribirse, elegía el área de su bachillerato y quizás ya definía la carrera profesional a seguir en la UMSA.

    Al respecto cabe resaltar lo siguiente: por experiencia se sabe que la elección de una Carrera es un gran problema, sobre todo para los adolescentes, quienes en su mayoría no tienen la menor idea de lo que quieren hacer con sus vidas, ya sea porque no se han puesto a pensar en ello, no han logrado todavía identificar sus aptitudes y verdaderos intereses, o bien no tienen la suficiente inlormación acerca de las opciones vocacionales que existen.

    He ahí la importancia de la orientación vocacional en la instrucción secundaria, pues ayuda al sujeto a que supere sus propias dificultades, se conozca más a fondo, averigüe cuáles son sus posibilidades y limitaciones, se forme su propio criterio y sea capaz de tomar decisiones, y, lo más importante, asuma responsabilidades. En síntesis, la orientación vocacional y profesional consiste en poner al estudiante en condiciones de descubrir su vocación para realizarla plenamente. Este importante detalle debiera ser tomado en cuenta e implementarla en la nueva Ley Educativa.

     

    Requisitos de admisión

    Específicamente eran los siguientes:

    •   Ser boliviana o boliviano.

    •   21 años de edad cumplidos.

    •   Libreta de Servicio Militar (habilitaba a menores de 21 años).

    •   Certificado de matrimonio (habilitaba a mujeres menores de 21 años).

    •   Certificado de nacimiento ele hijos (habilitaba a madres solteras menores de 21 años).

    •   Aprobar el examen de selección.

    La prueba de conocimientos y cultura general (60 hojas, más o menos) tenía un grado de dificultad que complicaba a los postulantes, más cuando la mayoría habían dejado la escuela o colegio para dedicarse a trabajar. Si bien contenía saberes de instrucción primaria, gran parte correspondían al nivel secundario, como ser: matemática, física, química, historia universal, literatura, filosofía, etc. Estudiantes que habían cursado secundaria generalmente calificaban para ingresar directamente al segundo curso del IRPU, y los más aprobaban para el primer curso, aunque algunos menos instruidos eran derivados a cursos de alfabetización.

     

    Personal docente

    Otra de las virtudes de este emprendimiento educativo fue sin duda la elección de docentes. Para los primeros cursos se designaron profesores de la Escuela Normal Superior Simón Bolívar que, en muchos casos, eran también connotados catedráticos de la UMSA, entre ellos el egregio profesor don Juvenal Cañedo Chávez, doblemente condecorado con la Gran Orden de la Educación Boliviana en el Grado de Comendador (20-09-74 y 06-06-90), reconocido como Ciudadano Notable por el Senado Nacional según Resolución 059-92-93, Dr. Wilfredo Mérida (primer Director del IRPU), Dr. Alberto Aparicio A., Dr. Humberto Achá Bleichner, Dr. Alberto Ayala Cabello, profesoras Beatriz Jordán de Albarracín, Maruja Palacios, María Josefa Saavedra, profesores Rene Higueras del Barco, Rene Pajarito Villarroel, Alberto Negro Landívar, Alex Charanguero Rivera y muchos otros eximios educadores que, como popularmente se dice, le metían a uno como con cuchara; el estudiante, obviamente, era capacitado para responder con eficiencia las exigencias del pensum pre-universitario y universitario.

    A partir del segundo al cuarto curso, las clases eran académica y cualitativamente análogas a las de la U, pues quien impartía biología era un médico; química, un ingeniero industrial; física, un ingeniero electrónico; dibujo técnico, un arquitecto; economía política, un economista; legislación del trabajo, un abogado laboralista; historia universal, un historiador; contabilidad, un auditor-financiero, etc.

    Entre ellos cabe recordarlos a los ingenieros David García (Secretario General del IRPU), Jaime Carranza, Raúl Romero Auad, Gonzalo Sánchez de Loria, Federico Salces, a los abogados Alipio Valencia Vega, Mario Vargas Salinas, Jaime Mendizábal Moya, Alberto Aparicio A.Juan Albarracín Jordán y otros excelentes académicos que escapan a la memoria, pero que dejaron indudablemente proíunda huella en el IRPU.

    Hoy aún existen egresados de las últimas promociones del IRPU y, por supuesto, de la UMSA que prestan todavía sus servicios profesionales en nuestra comunidad.

     

    Centro de Estudiantes del IRPU

    El CEIRPU, órgano obrero-estudiantil constituido en Consejo Supremo o Comité Revolucionario, desde sus inicios fue conformado en gran parte por dirigentes con mucha experiencia en la brega política-sindical, toda vez que provenían de empresas estatales como la Corporación Minera de Bolivia, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, Corporación Boliviana de Fomento, Banco Minero, Caja Nacional de Seguridad Social, Fabriles (Said, Soligno, Forno, etc.), Ministerios, Transportistas, Constructores, Artesanos, Reporteros, Ferroviarios, etc.; en verdad, el CEIRPU era un bloque obrero-estudiantil compacto y contestatario por naturaleza; en síntesis, era punta de lanza de la FUL.

    Presagio del fin y postrimería del IRPU

    7 de octubre de 1970, Juan José Torres Gonzales, autor de la plataforma política de los gobiernos militares denominado Mandato Revolucionario de las FF.AA., toma el poder. Sus primeras acciones político-administrativas: nacionalizar la Mina Matilde, expulsión de los Cuerpos de Paz de los EE.UU., creación ele las Corporaciones de Desarrollo y del Banco del Estado, reposición salarial a los trabajadores mineros del país, incremento significativo al presupuesto de las universidades estatales, determinando además el ingreso libre a dichas Casas de Estudio Superior.

    Esta medida universitaria populista, como era de esperarse, produjo una avalancha estudiantil sin precedentes, por lo menos en la UMSA; pabellones y aulas universitarias se sobresaturaron con estudiantes que durante dos, tres, cinco o quizás más años no habían logrado aprobar los exámenes de ingreso.

    Si bien esta medida fue recibida con beneplácito por los circunstanciales beneficiarios, no fue así para quienes ingresaron a la UMSA superando dicha prueba, forzados después a madrugar (Cb:00 a.m.) para ubicarse en primeras filas o asientos para poder medianamente escuchar a los catedráticos ante la falta de sistemas de amplificación que se habían extraviado en la asonada y, de yapa, soportar la humareda de pitillos, el tortuoso rumoreo de los nóveles universitarios, etc., que convertían las clases en una chacotera insoportable y, para colmo de males, los estudiantes del IRPU (Promoción 1970) que cursaban ya el segundo año en las diferentes carreras conminados a bajar de curso irrespetando el convenio UMSA-IRPU (ingreso directo a los segundos cursos de las carreras), so pretexto de erradicar privilegios, no ocurriendo así para estudiantes brasileños que por convenio tenían ese mismo trato.

    Llega el fatídico 21 de agosto de 1971. El coronel Hugo Banzer Suárez, apoyado por el Alto Mando Militar, los EE.ULL y subrepticiamente por el Plan Cóndor, del que era miembro, asesta la más cruenta militarada al gobierno socialista (también de fado) del presidente Jota Jotíta Torres -como afectuosamente lo llamaba el pueblo— para perpetrar luego los actos ele corrupción más deplorables de nuestra historia, acrecentando tremendamente la deuda externa que jamás tuvo Bolivia, fomentando veladamente el contrabando, el boom del narcotráfico y, lo peor, desangrando al pueblo y cometiendo las más flagrantes violaciones a los Derechos Humanos.

    Sin embargo, pese a las iniquidades cometidas en su gobierno, increíblemente en las elecciones de 1997 (por amnesia del pueblo), nuevamente toma el poder esta vez constitucionalmente hasta el 4 de agosto de 2001, fecha en que renuncia por enfermedad y fallece tiempo después impune de los procesos penales en su contra.

    Universitarios de la UMSA y especialmente del IRPU son salvajemente reprimidos y apresados por fuerzas policiacas, militares y paramilitares del banzer ato.

    El Cnl. Andrés Selich, principal ejecutor del cruento golpe y a la postre traicionado por Banzer (ex Ministro de Educación), urde desde el Ministerio de Gobierno la suspensión de ciases en las universidades estatales, anulando de este modo cualquier intento que tuvieran los universitarios de reorganizarse en torno a la FUL y ordenar sus cuadros obrero-estudiantiles opositores al gobierno golpista.

    Semanas después, un decreto determinó el cierre indefinido de las universidades, alentando execrablemente contra la juventud estudiosa del país. A consecuencia de esto, muchos universitarios ele San Andrés y de la UPTK, deseosos de continuar estudiando, optaron por postularse -previo examen de ingreso- a ias diferentes carreras de la Escuela Normal Superior Simón Bolívar.

     

    Última promoción del IRPU

    El acto académico de la última promoción oficial del IRPU (de la que orgullosamente fui parte) se realizó un 12 de junio de 1971.

    A principios de 1974, ante la presión estudiantil las Universidades reabrieron sus puertas, reimplantando nuevamente los exámenes de admisión.

    En el ámbito paceño, muchos dejaron la Normal para retornar a la U, otros prefirieron profesionalizarse en la Escuela Normal, y algunos, ajustando sus tiempos, lograron egresar de ambas instituciones. Al final, los únicos perjudicados con aquel cierre de las Universidades fue la clase obrera, pues el grandioso Instituto de Recuperación Pre Universitaria nunca más abrió sus puertas.

    Luego de acaecido aquel trágico suceso, los estudiantes que quedaron a medio camino es posible que hubieran culminado el preuniversitario, pero sin la relevancia que debieron merecer, menos gozar del ingreso libre.

     

    Conclusión

    En el epílogo de esta reseña histórica de la UPTK, simplemente exultar con añoranza la feraz existencia de lo que fue aquella Universidad Obrera, aquella escuela ele líderes que, de no ser por la fatalidad de haberse puesto en la mira del milico dictador, podría hasta hoy seguir albergando y formando estudiantes de alto nivel emergentes de la clase trabajadora.

    ¡Gloria a la Universidad Popular Tupaj Katari que
    nació al amparo y fulgor del espíritu rebelde del adalid indígena Julián Apaza! ¡Viva Bolivia!

     

    ANEXOS

    Bachilleres promoción 1970 - PROMOCIÓN SERGIO ALMARAZ PAZ

     

    Agrádecimientos:

    A mi hija Corazón de Jesús por la transcripción y configuración del trabajo.

    Al Sr. Pedro Calizaya, del Archivo Central de la UMSA, por haberme proporcionado importantes datos de la extinta UPTK.

    Al Lie. Alberto Arellano, por obsequiarme la invitación-programa de la Promoción 1970.