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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.5 n.12 La Paz feb. 2011

     

    HOMENAJE

     

    LIBER FORTI

     

    TRIBUTE TO LIBER FORTI

     

     

    Mónica Heinrich V.*

    *Periodista independiente de Buenos Aires, Argentina.

     

     


    RESUMEN

    Semblanza biográfica del activista anarquista Liber Forti y del Grupo de Teatro Nuevos Horizontes, en la ciudad de Tupiza, que realizó un trabajo pionero en las minas de estaño de Bolivia, donde conoció a los líderes mineros de la revolución social de 1952 y pasó a formar parte de la Central Obrera Boliviana como asesor cultural.

    <Biografía de Liber Forti> <Teatro en las minas> <Grupo de teatro Nuevos Horizontes> <Rafael Barrett>


    ABSTRACT

    Biographical sketch of the anarchist activist Liber Forti and the Group of theatre New Horizons, in the city of Tupiza, that did work pioneer in Bolivia's Tin mines, where he met the miners leaders of the social revolution of 1952 and became a part of the Central Obrera Boliviana as cultural Advisor.

    <Biography of Liber Forti> <Theatre in mines> <New Horizons Theatre Group> < Rafael Barrett>


     

     

    PRÓLOGO

    El grupo de teatro "Nuevos Horizontes" se convirtió en una leyenda. Nadie podía creer que alguien se atreviera a llevar obras a las minas. Líber Forti lo hizo, y se ganó el corazón de Tupiza y Bolivia. Nacido en Argentina, siempre tiene la mano extendida para quien lo salude. Su vida sería una gran novela.

    LIBER FORTI

    El poeta español León Felipe conoció a Líber Forti gracias a una divertida anécdota. Tuvo que ser Rafael Barrett el puente que uniera a ambos personajes. La historia empezó cuando León Felipe visitó La Paz en el 47 y Líber pasó a visitarlo a su hotel. Aunque no se conocían, hablaron sobre los poemas de León. En medio de la charla surgió el nombre de Rafael Barrett, que fue confundido por León Felipe con otro escritor francés. Líber lo sacó de su error y además le prestó uno de sus libros; fue así que el español conoció a Barrett y, según palabras de Líber, quedó encantado con el mundo barrettiano. León, antes de irse le regaló su libro Ganarás la luz, que fue dedicado con las siguientes palabras: "Para Líber, luchador amoroso por la justicia. Con un abrazo fraternal, León Felipe". Y León Felipe tenía razón. Conocer a Líber Forti es empaparse de calidez y una apabullante humanidad. No cabe duda de que aquella voz luchadora que se hizo leyenda en el ámbito cultural boliviano merece un reconocimiento, aun sabiendo que el protagonista de esta historia rehúye cualquier aspaviento y se niega a aceptar el lugar preponderante que su existencia ha tenido en muchos corazones. Líber actualmente se encuentra en Cochabamba, rodeado de sus libros y, a sus 92 años, es un hombre infatigable y de memoria impresionante. Enérgico, locuaz y crítico, sus opiniones y vivencias serían suficientes para realizar unas cuantas biografías de grueso volumen. Sin embargo, a él esas cosas no le interesan. Su lucha ahora es contra el tiempo, y las tareas que todavía no ha realizado son un constante aliciente para continuar. Su ya mítica biblioteca es una representación más de su desprendimiento y de su contacto con el prójimo. Líber le ha sacado fotocopias a muchos de sus libros para regalar al visitante de ocasión alguna obra que contribuya a su formación.

    En medio de su charla, el argentino-boliviano se apoya en la literatura muchas veces, por eso cuando quiere afianzar un punto o sencillamente compartir su opinión, saca la fotocopia y la entrega como si fuera cosa de todos los días. El visitante se queda con una extraña sensación de ternura ante aquel gesto desinteresado. Las sorpresas no terminan ahí. Caminar por las calles cochabambinas a su lado es otra aventura. A paso vivaz, el silencio pocas veces envuelve el ambiente. Líber jamás deja de extender su mano, se relaciona con las personas con una facilidad envidiable. Verlo interactuar con la gente es estar ante una representación teatral y al mismo tiempo un acto de amor, como él mismo diría. Seguirle el ritmo es difícil aun si se es joven. Lo más conmovedor de Líber Forti es que una vez se lo conoce no dan ganas de abandonarle, o queda un compromiso personal de verlo otra vez. Reacio a hablar sobre sí mismo, Líber acepta conversar, que es distinto. El encuentro tiene como puente al escritor español Gregorio Morán.

    Es ya notorio el hecho de que Líber genere puentes. Morán viajó a Cochabamba en una desviación de la ruta Barrett (está escribiendo un libro sobre Rafael Barrett) que lo trajo desde el país ibérico hasta Sudamérica. El español también sintió esa necesidad de pasar a ver a Líber, y según sus propias palabras ha encontrado "una amistad para toda la vida".

    Es así que entre charla y charla, idas y venidas, almuerzos y cenas, a Líber se le pregunta qué ha significado Bolivia en su vida. Sin empachos responde que en Bolivia encontró muchas cosas. "Para mí, Bolivia significa despertarme el amor por una gente trabajadora; en este sentido tengo que decirte, como diría Rafael Barrett, que he encontrado en los trabajadores mineros de Bolivia, en los ojos de ellos, 'el divino rincón de la fraternidad'. Sin nombre ni apellido". El amor que siente por el país no tiene explicación posible, dice: "Mis familiares de Argentina o Europa me preguntan por qué me quedo en Bolivia, y yo qué explicación les voy a dar. Porque he aprendido a leer en Tupiza, porque a los 10 años y medio sentí esa cosa tan radiante que es el amor, me enamoré y nunca le dije nada. Yo no sé. ¿Por qué te enamoraste de Ana? No sé. ¿Por qué te enamoraste de Nuria? No sé. ¿Por qué te enamoraste de la anarquía? No sé. El amor es un sentimiento y los sentimientos no se racionalizan. Todo lo que Bolivia tenga que ver en mi vida o lo que yo tenga que ver con Bolivia no tiene explicación", sostuvo. Líber nació en Tucumán (Argentina) el 19 de agosto de 1919. Cuando era muy pequeño su familia se trasladó a Tupiza y es ahí donde surgió la leyenda. Los inicios teatrales de Líber se remontan a la década del 30, cuando pasando clases descubrió a sus 11 años el universo de la poesía. Una maestra le preguntó al alumnado si alguien quería declamar; Líber se ofreció inmediatamente. "Por eso me eligieron para una comedia de teatro. Nos presentamos con la comedia, la poesía 'La patria de mis sueños' (Moscoso) y un poema inédito de Ricardo Jaimes Freyre. De ése me acuerdo únicamente de la frase de 'boga la luna'. Luego nos trasladamos a Tucumán y en una reunión de anarcos me preguntaron: '¿Sabés recitar?', yo dije que sí, que sabía 'La patria de mis sueños'. Los anarcos me dijeron: 'No, no, no, esas cosas patrioteras no'. Yo les dije que no era patriotera. Ellos dijeron: 'Bueno, confiamos en vos'. Luego de la recitación, bajé del escenario y el amigo de mi padre dijo que yo era candidato para el teatro del sindicato", relató.

    Para Líber, su entrada al mundo del teatro fue gracias a la poesía, porque sostiene que si no hubiera recitado esa noche nadie lo hubiera visto, ya que era un 'chango' de no más de 12 años que podría pasar inadvertido.

    Por eso el primer grupo teatral del que fue integrante fue el del sindicato de la FORA (Federación Obrera Regional Argentina). Fue así que el teatro y la sensibilidad hacia la existencia de la gente siempre fueron de la mano. Más tarde, Líber emprendería su propio rumbo y nacería el proyecto que lo hace conocido, admirado y, sobre todo, querido por mucha gente: el grupo Nuevos Horizontes. Primero, en 1945 creó un grupo de radio-teatro en Tupiza en condiciones difíciles. La idea era montar obras en las que la gente pudiera 'ver' lo que se oía. Un día, caminando por las calles, se topa con un letrero que anunciaba la obra "Con las alas rotas" y presentaba el club de fútbol The Strongest. Dos cuadras más adelante se anunciaba otra obra. "Por eso yo te puedo decir que el teatro en Tupiza es muy anterior a Nuevos Horizontes. Por un tiempo hice teatro con ellos y luego me ofrecieron otro club de fútbol, el Huracán. Pero yo ya estaba acostumbrado a estar con los chicos. Después, el 1 de mayo de 1946 se formó Nuevos Horizontes", comentó. Líber, con excesiva modestia, vuelve a aclarar que "Nuevos Horizontes" no tuvo nada que ver con el gusto que la gente tenía por el teatro. Para él, su agrupación quizás ayudó a mantener el interés por ese arte, pero el teatro en Tupiza es anterior a su grupo. Se le hace una pregunta en la que se lo tilda de artista consumado y él niega con la cabeza. Bromea diciendo: "No estaba ni consumado ni consumido". Su humor refleja un cariño por esas épocas en que, efectivamente, ya era un nombre reconocido en el ambiente cultural.

    Preguntar si Líber Forti usó las obras teatrales para esgrimir panfletos políticos es no conocerlo. Él mismo explica que eso sería confundir las cosas, ya que el arte es tan completo como función cultural y de realización práctica que no necesita de las muletas políticas. "El arte, pues, tuvo la debilidad por la presencia de grandes hombres de darle una cabida importante a la política para humanizar el teatro. Cuando no haya ideología va a seguir habiendo teatro. La necesidad del hombre de recrear su vida, continuará. Por eso yo estoy contento de que el teatro no me haya rechazado. Siempre me dejó que estuviera a su lado".

    Líber señaló que las motivaciones de "Nuevos Horizontes" jamás fueron ni el dinero ni la fama. Nunca hicieron presentaciones en la ciudad de La Paz, a pesar de que le ofrecieron todas las comodidades de traslado y estadía, esto porque la idea era llevar las obras a lugares donde no se veía teatro. "Tanto es así que en Camiri tuvimos una presentación en que la gente no entendió de qué se trataba. Representábamos una discusión entre padres e hijos y se le preguntó a uno de los asistentes que se estaba marchando si no iba a quedarse a ver la función. Éste dijo: 'Qué función? Si hay sólo dos tipos discutiendo'. Pero hubo otro que se quedó hasta lo último y le dijeron: 'A usted sí le gustó porque se ha quedado hasta lo último', y el otro respondió: 'Claro que me he quedado, si tengo que cerrar y apagar la luz'. Por eso cuando yo me retiré de la actividad sindical me dediqué a tratar de ayudar a elevar el nivel de la actividad teatral. De ahí surgieron los cursos", contó.

    En este punto, alguien se podría imaginar que quizás Líber se cansó de hablar, pero no. Hizo una pausa para llenar su pipa, fumó un poco y continuó relatando que hacer los cursos era difícil porque se tenía que dosificar la información. "No vas a encontrar la palabra disciplina. Vas a tener la constatación de que los 20 alumnos participaron por igual en cada una de las actividades, desde servir el café hasta las apariciones en escena".

    Líber agregó que lo importante era sentirse iguales, y que él estaba convencido de que el teatro jalaba más que la política, sobre todo la de los partidos. "Acordate de que partido es una palabra pasiva del verbo partir, divide. Y el teatro tiene la perspectiva de unir en torno a la fraternidad y la belleza. El arte es demasiado revolucionario. Te propone una forma de ser mejor. No necesita de partidos". Líber cree que el arte del teatro es para movilizar. Mientras que otras cosas intentan apaciguar el ritmo de vida, el arte conmueve. El deseo es tener más vida, encontrar obstáculos es luchar por conseguir esa vida más intensa.

    "La gente del grupo Buenaventura, que hacía teatro en la calle, alguna vez me preguntó '¿Y vos qué obras llevás a las minas?' Como diciendo, qué obras revolucionarias llevás. Yo digo Zoo de cristal de Tennessee Williams, ¿por qué? Porque la madre es un símbolo de autoridad. O sea que la gente se va odiando el poder, en este caso a la madre. Siempre hemos cuidado de que la obra sea una obra de arte. Por eso la proposición de Nuevos Horizontes era hacer la producción de un teatro popular artístico". Lo popular y lo artístico no deben separarse, asegura Líber.

    Sobre el teatro boliviano dice no haber tenido la oportunidad de ver mucho últimamente. Los problemas de tiempo y viajes han imposibilitado de alguna manera el acercamiento al teatro actual. Por ejemplo, no disfrutó de las dos últimas obras de Teatro de los Andes por falta de coincidencia en el itinerario, ya que en esas fechas se encontraba en Barcelona. Los festivales de teatro le gustan siempre y cuando no tengan una remuneración económica. "Los festivales tienen que ser una fiesta, una reunión de amigos en que no estés pensando cuál de ellos te puede cagar y ganar el premio. Tendría que ser más espontáneo".

    Ante una vida llena de experiencias, de momentos duros en qué defender su punto de vista, le valió persecuciones, arrestos y demás bestialidades humanas, es seguro que Líber tendrá muchos recuerdos que lo llenarán de ternura y otros que le provocarán tristeza. Vale la pena preguntarle si a estas alturas de su vida mira por encima de su hombro y se arrepiente de algo. "Me arrepiento de no haberme arrepentido a tiempo de lo que pude arrepentirme", dijo enigmáticamente. Pudo quedar la frase abierta para que el lector se imagine la respuesta. Una afirmación tan bonita y filosófica sería un gran cierre. Pero Líber Forti se merecía una catarsis. Y el ¿cómo de qué? salió escupido en tono reverencial.

    La mirada de Líber se vuelve más acuosa y anhelante. Cualquier observador podría ver que retrocedió en el tiempo. "De no haber hablado más con mi padre. De no haberle preguntado tantas cosas que se me ocurrieron cuando él ya no podía contestarlas. A veces me hago la ilusión de que esas cosas me las conteste en la última carta que me escribió desde su lecho de muerte. Que son signos incomprensibles", dijo. Ante esa respuesta no queda más que sufrir otro ataque de ternura por ese hombre mayor, canoso, pero todavía entero que recuerda como un niño a su padre. "Él fue grande, porque nunca me presionó para que yo siguiera sus pasos o no fuera quien soy".

    A sus 92 años le queda mucho por hacer. Los proyectos incluyen una publicación de un nuevo número de su revista Teatro, la puesta en escena de la obra 'La zorra y las uvas' en Tupiza y continuar con su labor de traspasar su experiencia y conocimiento sobre el teatro en un nuevo taller.

    Queda Líber para rato.

    Aparte de su faceta como director de teatro, Liber Forti fue testigo de todos los momentos históricos por los que ha atravesado Bolivia en las últimas décadas. A lo largo de su conversación, el observador llega a sentirse sobrecogido por la catarata de nombres que salen de su boca. Para Líber es lo mismo hablar de un hombre famoso que del chico que vende periódicos en la esquina.

    Él sabe que conoce a mucha gente. "Lo que pasa es que yo no me pongo en un pedestal. A mí me gusta hablar con la gente. Estar con la gente", comentó. Y es obvio que no miente. Es notoria la fascinación que tiene por los demás y la que él mismo ejerce. Algunos amigos lo califican como un gran seductor, porque una vez se entabla relaciones con él es difícil desentenderse.

    Es así que con su habitual apertura comentó sus planes futuros, que son bastantes. En primer lugar, están las compilaciones que está haciendo sobre libros de teatro. Serán 20 Cds sobre teatro y 13 sobre la teoría del juego.

    Para Líber existen tres teorías que nombra constantemente: las triangulaciones, las proporciones armónicas y el juego.

     

    TRIANGULACIONES

    Ver a Líber mostrando en qué consisten las triangulaciones es, como bien lo dijo Gregorio Morán, ver el teatro en vida. Líber dice que las triangulaciones son esenciales para el movimiento en escena. Estos ejercicios involucran una manera de mover el cuerpo, los pies, el torso para dar una mayor estética a la manera de desplazarse en el escenario. Triangular es desplazar el cuerpo de una posición tres cuartos a otra de tres cuartos, en distinta dirección, con el mínimo gasto de energía posible y con el máximo efecto posible.

    PROPORCIONES ARMÓNICAS

    En este punto Líber se basa en los textos de Matilde Ghyka sobre la importancia de la armonía y la estética del arte. Líber de pie explicó que las formas verticales u horizontales que se repiten se tornan aburridas. Por eso, cuando un actor maneja las manos debe hacerlo de manera diagonal para crear un efecto estético y más efectivo. Enfatizó que el público va al teatro a ver y por lo tanto, el actor debe tratar de hacer la escena lo más visual posible. Por ejemplo, la ocupación del espacio en el escenario puede decir qué es lo que sucede sin tener que referirse al texto.

    EL JUEGO

    Con una bibliografía que abarca desde Schiller, Winnicott, Maturana hasta Lascaris, Líber es un firme convencido de que el juego es la mejor manera de hacer teatro. Él no cree en aquella expresión de "vivir el personaje", ya que si fuera así el actor que interpreta a Otelo tendría que ahorcar realmente a la actriz que interpreta a su amada. Entonces, Líber afirma que hay que jugar y pasárselo bien en el escenario.

    LA REVISTA TEATRO

    Además de dar a conocer las teorías más adecuadas para elevar el nivel del teatro, Líber también elabora una revista que contiene lecciones, frases, opiniones, y obras teatrales. La diagramación se basa en las tres teorías ya expuestas. Líber juega con la forma y el espacio. El último número (16) salió en noviembre del 2001, aunque el tiempo y, en algunos casos, la salud, no le han permitido publicar otra vez, Líber ya tiene casi listo el número 17. "Tengo tantas cosas que hacer que este número quedó pendiente, pero sólo me falta elegir la obra", contó.

    A esta publicación se le suma el gran proyecto Barrett, del que forma parte activa. Este proyecto involucra el dar a conocer a Rafael Barrett a través de todos los medios posibles. Una página web ya está en marcha y la digitalización de la obra barrettiana también está por llevarse a cabo.

    Por si fuera poco, Líber se da tiempo para sacar fotocopias de sus preciados libros y compartirlos. Contactarse con sus amigos, seguir leyendo y escribir sus inquietudes. Su legado es "Nuevos Horizontes" que actualmente funciona como una Fundación. Sin embargo, aún falta concretar el sueño de llevar a escena 'La zorra y las uvas', en la que, como hace casi medio siglo, Líber interpretó a Esopo. La realización de dicha experiencia se llevaría a cabo en Tupiza y sería un sueño realizado para los mismos tupiceños. La otra alternativa es un curso para instructores de teatro, en la misma ciudad.

    Queda mucho por decir acerca de Líber Forti, él parece no darse cuenta de la simpatía y la admiración que despierta. Su labor incansable, su apoyo recalcitrante hacia los menos afortunados, que a su vista son sus iguales y ese infinito amor por el ser humano, hacen de Líber un personaje difícil de eludir. Aunque él no lo quiera se ha convertido en un mito, que poco tiene de fantasía y mucho de realidad.