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    Fuentes, Revista de la Biblioteca y Archivo Histórico de la Asamblea Legislativa Plurinacional

    versión impresa ISSN 1997-4485

    Rev. Fuent. Cong. v.3 n.5 La Paz dic. 2009

     

    PÁGINAS DEL EDITOR

     

    LA PROYECCIÓN SOCIAL DE LA MEMORIA MINERA DE 1952

     

     


    Resumen

    En la Bolivia de 1952, los mineros revolucionarios obligan a la expropiación de las minas. 57 años más tarde, la experiencia de los mineros revolucionarios se recrea en un foro para la elaboración de una malla curricular que sirva para la formación de los nuevos dirigentes de Bolivia.

    <REVOLUCION NACIONAL><FEDERACION DE MINEROS DE BOLIVIA> <MEMORIA MINERA>


    Summary

    In the Bolivia of 1952, the revolutionary miners force the expropriation of the private mines. 57 years later, the experience of the revolutionary miners recreates in a forum for the elaboration of a curricular mesh that will used for the formation of the new leaders of Bolivia.

    <NATIONAL REVOLUTION>< FEDERATION OF MINERS OFBOLIVIA><MINING MEMORY>


     

     

    En mi condición de director general de la Biblioteca y Archivo Histórico del Congreso Nacional, tuve el privilegio de participar en un taller singular, organizado a fines de septiembre pasado por la Universidad Nacional Siglo XX (que tiene su sede en la ciudad de Llallagua), con el auspicio de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias, realizado en la sala de reuniones del Centro de Estudios Superiores (CESU), trató el tema de los métodos de proyectar la experiencia del sindicalismo revolucionario a las nuevas generaciones de líderes y dirigentes. Detrás de ese objetivo político del taller, uno más “académico” busca construir una currícula para la Dirección de Formación Política Sindical de la UNSXX, que tiene previsto iniciar una serie de cursos para formación y/o capacitación de líderes.

     

    “LA GUARDIA VIEJA DE ORO” DE LA REVOLUCIÓN NACIONAL

    El taller sirvió como marco para reunir a líderes de la gloriosa Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), de la Central Obrera Boliviana (COB) y de otras organizaciones sindicales. Una verdadera proeza, pues varios factores, como la edad, la distancia, incluso las diferencias ideológicas, suelen impedir este tipo de coloquios de alto contenido ideológico-político.

    Fácilmente pueden clasificarse en cuatro grupos:

    Miembros de la Guardia Vieja de Oro del Sindicalismo Revolucionario

    Víctor López Arias (Ex Secretario Ejecutivo de la FSTMB y de la COB), Liber Forti (anarquista argentino, ex asesor cultural de la FSTMB y de la COB, Director de Horizontes, grupo de teatro y de la revista homónima que sigue publicándose), Gabriel Porcel (ex dirigente de la FSTMB, nacido en Siglo XX), Rosendo Osorio (ex dirigente comunista de la FSTMB, trabajador Cooperativista de Siglo XX, lugar donde nació) y el legendario Cirilo Jiménez Alvarez (trotskista, ex delegado sindical de bases. Nació en Siglo XX).

    Miembros de la dirigencia del Sindicalismo Revolucionario

    Julio García Colque (diputado, ex dirigente de la FSTMB. Nació en Potosí), Arturo Crespo (ex dirigente de la FSTMB, rentista minero. Nació en Siglo XX), Milton Gómez (ex dirigente de la FSTMB y ex presidente de la CNS. Actualmente reside en Avicaya).

    Miembros de la generación de recambio

    Guillermo Dalence (ex dirigente de la FSTMB, ex trabajador de Matilde, fue Ministro de Minería, ex presidente de la empresa minera Huanuni, ex presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún), José Pimentel (comunista, diputado, ex dirigente de la FSTMB. Nació en Siglo XX, docente de la Universidad Nacional Siglo XX).

    Miembros de la Dirigencia Fabril y de otros sectores

    Sabino Rodríguez (ex trabajador minero, actualmente es trabajador fabril), Gonzalo Viscarra (periodista, ex dirigente de la COB. Nació en Cochabamba), Francisco Mercado (rentista fabril. Nació en Siglo XX), Carlos Soria Galvarro (comunista, periodista, historiador).

    No obstante el esfuerzo de los organizadores, faltaron a la cita varios protagonistas de primer nivel, entre ellos Simón Reyes (reside actualmente en Santa Cruz de la Sierra), Oscar Salas (por su salud muy deteriorada), Filemón Escóbar (sencillamente ignorado), Edgar Ramírez (rechazó participar en lo que él considera “una reunión de viudas”).

     

    FORMAR LÍDERES A PARTIR DE LA EXPERIENCIA HISTÓRICA

    Los viejos mineros se desencantaron desde el principio con la idea de trabajar en un taller para armar una malla curricular destinada a la formación de nuevos dirigentes. Con ese propósito ‘académico’ se les otorgó el calificativo de Dirigentes Expertos, (categoría oficialmente instituida por el Sistema Plurinacional de Certificación de Competencias, para designar líderes naturales de los movimientos sociales).

    Las aclaraciones vinieron en los corrillos: “Nosotros, en realidad no somos ‘dirigentes expertos’, sino más bien dirigentes expertos en subversión contra las dictaduras”, afirmaron en broma y en serio estos legendarios luchadores sociales, a quienes se debe en gran medida la democracia que hoy rige en el país. Las anécdotas afloraron a cada instante, por ejemplo, cuando se mencionó el rol de dirigentes expertos, en la resolución de conflictos, manifestaron a una sola voz que ellos eran “expertos en crear conflictos y no en resolverlos”. Otra muy preciosa fue expresada por Liber Forti, al señalar que la UNSXX debiera formar “líberes” y no líderes.

    Estos viejos luchadores anhelaban exponer sus vivencias y experiencias revolucionarias, por lo que cada vez que tomaban la palabra, aprovechaban para mostrarse en toda su magnitud, describiendo los numerosos actos en los que participaron. El moderador del taller pedía que se aboquen al temario, es decir a responder estrictamente a las preguntas para elaborar una malla curricular, lo que devolvía a los viejos dirigentes “los pies a la tierra”.

     

    LA MEMORIA HISTÓRICA MINERA

    Casi al finalizar el taller, los viejos líderes protestaron formalmente por no poder expresar su testimonio, el moderador entendió la sutileza y dio la luz verde. En ese momento se escuchó el “lamento de viudas” que vaticinó Edgar “Huracán” Ramírez, pero por otro lado, dejaron al margen sus reminiscencias y analizaron la coyuntura, es decir, que desde las lecciones de la gesta revolucionaria del 52, volcaron su experiencia (gracias a su prodigiosa memoria) al análisis del presente y plantearon propuestas para el futuro del país.

    Los dirigentes empezaron a analizar la coyuntura. Llegó el momento de escuchar. ¡Que sabia lección de historia política nos prodigaron! Cada uno de ellos expresó su opinión sobre el proceso de cambio.

    Primera constatación. Las coincidencias fueron notables, pues todos señalaron que es una coyuntura histórica que no puede desperdiciarse. Acudieron al parangón con los hechos sociales de 1971 (Gobierno de Juan José Torres) y de 1985 (Gobierno de Hernán Siles Zuazo), para señalar que debe dejarse al margen la estrategia y táctica de los radicalismos. Segunda constatación. Los viejos líderes coincidieron en que si bien tienen críticas a las acciones del gobierno del presidente Evo Morales, todos apoyan militantemente el proceso de cambio que vive el país.

    La única ocasión en que se escuchó un lamento fue cuando los viejos líderes reconocieron no haber comprendido en su momento que la toma del poder pasaba por la creación del instrumento para el cambio: el partido político: “A diferencia nuestra —mencionó uno de los más experimentados— el presidente Evo Morales tuvo la intuición suficiente para trabajar en esa línea y tuvo éxito”, y remarcó que por ello “ahora debemos apoyar y defender por todos los medios a nuestro alcance el proceso de cambio”.

    A estas alturas, escuchando a este grupo de revolucionarios profesionales jubilados, líderes octogenarios, dirigentes sin base social; surge la pregunta: ¿su presencia, criterios, reflexiones, tienen alguna ingerencia, relevancia o importancia en la vida política actual? Increíblemente sí, pues todos ellos se han convertido en referentes obligados de sus grupos de influencia, es decir, cooperativistas mineros, rentistas fabriles y mineros, juntas vecinales, asociaciones, y un largo etcétera, que forman parte de las organizaciones sociales que son la base de sustento y legitimidad del actual gobierno.

     

    CONCLUSIONES

    A la finalización del taller se logró alcanzar el objetivo académico de estructurar la malla curricular, que contempla las funciones para un líder sindical en la coyuntura actual:

    1. Reivindicar las aspiraciones coyunturales e históricas. Para ese fin se han propuesto las siguientes actividades: a) elaborar las demandas de reivindicación; b) plantear propuestas de solución a sus demandas; y c) planificar el relacionamiento externo.

    2. Organizar la parte administrativa del sindicato. Con ese fin se deben llevar a cabo estas funciones primordiales: a) coordinar el funcionamiento del sindicato; y b) organizar el proceso de capacitación.

    En el plano político e ideológico del taller, se ha constatado que los dirigentes mineros y fabriles jubilados que forman la guardia vieja dorada (como se autocalifican) del sindicalismo revolucionario siguen aportando a la agitada y riquísima vida política de nuestro país. Por ello:

    • Constituyen un reservorio de memoria histórica, de lucha revolucionaria y de lecciones permanentes sobre los procesos de cambio.

    • Constituyen algo así una especie de “oráculos” a los que los más jóvenes acuden en busca de consejo y asesoramiento.

    • Constituyen una reserva moral para las nuevas generaciones de líderes.

    • Sienten y expresan profundo respeto y admiración por el presidente Evo Morales, con un reconocimiento explícito del protagonismo que tiene hoy la clase indígena del país.

    • Reconocen —desde la base clasista a la que se adscriben y a pesar de sus diferencias ideológicas naturales— el papel protagónico del campesinado, los movimientos sociales y los pueblos indígenas, en el actual proceso de cambio.

    • Tienen fuerte influencia y son generadores de opinión en sus sectores sociales y dan la cara cuantas veces requiera la circunstancia.

    • Apoyan con decisión el proceso de cambio.