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LA ASOCIACIÓN DE BIBLIOTECARIOS DE ORURO,
EJEMPLO DE VIDA ORGÁNICA Y ACADÉMICA

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El martes 14 de octubre de 2008, recibí un correo por la vía tradicional, que ya no se estila en tiempos de la Internet: una persona me entregó una comunicación mecanografiada, rarísimo ejemplo en la era de las computadoras.

Creo que no podía ser de otra manera, viniendo de donde viene: el presidente de a Asociación de Bibliotecarios de Oruro. El motivo: la convocatoria a la realización de su Congreso Ordinario. Este hecho singular, más la importancia de aquel evento, me motivan a escribir estas líneas.

FUNDACIÓN DE LA ABO

La ABO creada el 3 de junio de 1969, obtuvo la personería jurídica durante la gestión de la Presidenta Ingrid Patzi, mediante resolución extendida por la Prefectura del Departamento de Oruro (Res. 107/2003). Es la entidad (vigente) decana en su género en Bolivia.

La ABO fue fundada por un grupo de notables y aguerridos militantes bibliotecarios de la ciudad de Oruro, que se formaron en los célebres cursos de Bibliotecología Latinoamericana que se impartían en Turrialba (Costa Rica) y Medellín (Colombia). Entre ellos cito a Don Rodolfo Espinoza de la Biblioteca Central de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), la Dra. Clotilde Calancha, de la misma institución (actual Defensora del Pueblo de Oruro), Don Roberto Rocha del Instituto Minero Metalúrgico (un hombre que dominaba el idioma inglés, ya fallecido) y Don Antonio Cruz de la Biblioteca Municipal de Oruro.

La vocación de trabajo de la ABO se traduce en los siguientes aforismos:

Misión del Bibliotecario: “Promocionar la lectura, las bibliotecas y la cultura a toda la comunidad”, “Trabajar por la defensa y el mejoramiento profesional”, “Resguardar las normas, mantener la vocación y la conducta responsable”, “Ampliar y no restringir el servicio, mejorarlo permanentemente y mejorar uno mismo”

Sin duda alguna esa doctrina denota la valía de la ABO, y con ella nos muestran el camino que debiéramos seguir. En mi experiencia laboral de tres décadas, si en algún colectivo bibliotecario boliviano observé marcada consecuencia con sus principios, es la Asociación de Bibliotecarios de Oruro, genuina entidad gremial de los (as) bibliotecarios (as) de esa ciudad minera, pues sin importar avatares y obstáculos, continuó su trabajo sembrando semillas que explican, en gran parte, la fortaleza cultural de la ciudad industrial y comercial de Oruro.

FERNANDO SANDALIO VIÑOLA (ORURO, 4.09.1947)

Es Técnico Medio en Administración de Cooperativas, título otorgado por el Instituto Cooperativo Interamericano (Panamá), donde estudió entre 1978 y 1979. Actualmente es miembro prominente del Movimiento Cooperativista Mundial “Emaus”, que tiene su sede en París (Francia). “Emaus” ha fundado la “Región Bolivia”, con representantes en Cochabamba (trabaja con madres en programas de Educación en Barrios Marginales), La Paz (dedicada a socorrer Alcohólicos) y Oruro (trabaja en Educación Complementaria Socio Educativa con niños, y para ello sostiene dos escuelas). Es asesor de cooperativas, organiza y dicta cursos de administración de cooperativismo agropecuario, minero y de servicios.

Fernando Sandalio Viñola, uno de los miembros más antiguos de la ABO, es un bibliotecario que como muchos se hizo en el camino, en la universidad de la vida. En la Asociación participa activamente desde 1971, habiendo ocupado responsabilidades como Secretario de Cultura, Secretario General, Vicepresidente (dos veces) y Presidente.

Participó en el recordado Curso de Bibliotecología de la UNESCO, que impartieron los bibliotecarios argentinos Carlos Pena y Josefa Emilia Sabor en 1980, en el Centro Cultural de Portales (Cochabamba). Recuerda que compartió esa experiencia con Clotilde Calancha, Rodolfo Espinoza y Rodolfo Rocha.

Combinando su interés por las bibliotecas con su vocación cooperativista, impulsó la organización de la Red de Bibliotecas Cooperativas en Oruro, que aglutinaba a unidades de información rurales y urbanas (1980), de las que existen todavía algunas en funcionamiento.

Recuerda como uno de sus grandes logros su participación, representando a la ABO, en el Congreso Mundial de la IFLA (Buenos Aires, Argentina, 2004).

ORURO, CIUDAD DE LA DANZA DE LOS DIABLOS

Oruro en época de auge colonial recibió el titulo de Villa de “San Felipe de Austria”, en mérito a su importancia industrial, pues fue la segunda ciudad minera después de Potosí en el territorio de la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia). En esa época, Oruro ayudó a sostener la economía mundial en la colonia, y en la era republicana, generosamente junto al resto de centros mineros, apoyó al desarrollo nacional, sustentando el Tesoro General de la Nación, y por ende coadyuvó al sostén de la Patria. Gracias a las ciudades mineras, se construyeron caminos, escuelas y hospitales en occidente y en oriente, en el norte y en el sur.

Es algo que hoy se olvida con facilidad.

INSTITUCIONALIDAD DE LA ABO

La ABO realizó su Congreso Ordinario Departamental de Bibliotecarios, entendiendo como tales a representantes de instituciones que cuenten con bibliotecas, docentes e investigadores e interesados en la materia bibliotecológica. El evento, se realizó entre el miércoles 15 y el viernes 17 de octubre, en base a los siguientes objetivos:

A) Reunir e integrar a los colegas bibliotecarios, a los Encargados de bibliotecas, a los Socios de la ABO, a los docentes e investigadores, lectores e interesados en la materia.

B) Conocer y analizar los principales tópicos y preocupaciones que tienen nuestras Bibliotecas y proponer soluciones.

C) Conocer las experiencias e inquietudes de los bibliotecarios en ejercicio y el rol de la Biblioteca y del Bibliotecario en la actualidad.

D) Conocer los aspectos e importancia de los Archivos y Museos, ello desde el ámbito de los Trabajadores de las Ciencias de la Información e intercambiar experiencias.

E) Elegir a la directiva de la ABO para la gestión 2008-2010, por parte de los socios de la ABO y quienes regularicen sus cuotas.

La Asociación de Bibliotecarios de Oruro, consecuente con su filosofía expresada en aquellos aforismos, reconoce como pares a miembros de la comunidad a la que sirven. Incluye en su congreso el tratamiento de aspectos especializados, propios de la teoría y práctica bibliotecaria y otros de carácter netamente gremial, como es la renovación de su directorio institucional. Muchas veces vemos cónclaves que, en su agenda, excluyen ambos componentes de la vida bibliotecaria: o son netamente académicos, o son netamente gremiales. El caso de Oruro es, en ese sentido, incluyente y participativo. Por ello, no puedo dejar de remarcar que la ABO, en sus 39 años de vida activa institucional, ha construido un ejemplo notable de vida orgánica y académica.

En ese evento, volvieron a designar a Fernando Sandalio como Presidente de la Asociación, hecho que nos llena de satisfacción, pues en la ciudad del Pagador, su figura es representativa de la acción bibliotecaria.