SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.19 issue1Cultural continuity and change between Inca and Colonial periods (AD 1440-1534) in an urban context at the Copacabana Sanctuary author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Article

Indicators

    Related links

    • Have no cited articlesCited by SciELO
    • Have no similar articlesSimilars in SciELO

    Bookmark

    Revista Textos Antropológicos

    Print version ISSN 1025-3181

    Textos Antropológicos vol.19 no.1 La Paz  2018

     

    RESEÑAS

     

    Arte rupestre de la región del lago Titicaca (Perú y Bolivia). Contribuciones
    al estudio del
    arte rupestre sudamericano N°8

    Matthias Strecker, editor. Sociedad de Investigación del Arte
    Rupestre de Bolivia, La Paz, 2016, 358 pp.

     

     

    Claudia Rivera Casanovas*
    * Instituto de Investigaciones Antropológicas y Arqueológicas, Universidad Mayor
    de San Andrés, La Paz. E-mail: clauri68@yahoo.com

     

     


     

     

    El libro Arte Rupestre de la Región del Lago Titicaca, editado por Matthias Strecker y publicado por la Sociedad de Investigación del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB), como parte de su serie Contribuciones al Estudio del Arte Rupestre Sudamericano, constituye un gran aporte a la arqueología de la cuenca del lago Titicaca. Una publicación de esta naturaleza se hacia necesaria ya que existía un gran vacio sobre la temática en la región y lo poco publicado se hallaba disperso y poco sistematizado. En particular se debe destacar el esfuerzo por sistematizar información correspondiente tanto a Bolivia como a Perú, algo que muchas veces no es fácil de lograr debido a las fronteras nacionales modernas y a la separación que existe entre investigadores de ambos países.

    Partiendo de varios estudios realizados por Matthias Strecker y otros autores en la región, así como de los trabajos que se presentaron en el Congreso Internacional 25 años de la SIARB realizado el año 2012 en La Paz, en el simposio sobre la cuenca del lago Titicaca, es que este volumen toma forma y se publica.

    El que la cuenca del Titicaca haya sido uno de los centros nucleares de los más altos desarrollos sociopolíticos en los Andes sur centrales tuvo una significativa gravitación sobre los estudios en arte rupestre que quedaron relegados ante estudios sobre sitios arqueológicos monumentales y la investigación sobre el surgimiento de la complejidad social indicada por la presencia de distintos tipos de asentamientos humanos, el desarrollo de sistemas agrarios y pastoriles, además de otras tecnologías regionales como la cerámica, la metalurgia y la litoescultura. En este contexto priman los estudios sobre Tiwanaku y la relación con sus ancestros culturales del periodo Formativo como el caso de Chiripa y Pucara, entre otros. En menor medida se ha estudiado a las sociedades posteriores al Horizonte Medio como los Pacajes, Lupacas y otros, conocidos como señoríos aymaras, además de la presencia Inca en la cuenca, muy ligada al lago Titicaca y sus islas como uno de los centros principales de peregrinación en el Collasuyu. Los estudios arqueológicos coloniales y republicanos se han realizado de manera mínima, comparados con la gran cantidad de estudios prehispáni-cos. Dentro de este vasto panorama el arte rupestre fue, en general, dejado de lado posiblemente por ser considerado como poco interesante o significativo ante otro tipo de restos y manifestaciones culturales. Sin embargo, podemos ver a través de la presente contribución que existe mucho por decir y estudiar al respecto.

    El arte rupestre en la cuenca del Titicaca debe considerarse como un aspecto clave de la expresión simbólica, ritual e ideológica de las distintas sociedades que poblaron este vasto espacio de orillas de lago, valles de altura y sectores de puna o altiplanicie. La existencia de pinturas o grabados asociados a cerros considerados wak'as, a fuentes de agua, a santuarios y a una variedad de asentamientos humanos muestran su importancia dentro los paisajes sagrados y culturales de las sociedades del lago Titicaca.

    El libro contiene 13 capítulos a través de los cuales se van presentando investigaciones con distintos enfoques teóricos y metodologías de estudio y análisis. En conjunto, estos trabajos forman un corpus de datos que permite realizar un importante aporte no solamente a los estudios del arte rupestre en la región sino que posibilitan una sistematización sobre los sitios con arte rupestre hasta ahora registrados, la proposición de secuencias cronológicas y estilísticas, así como clasificar y categorizar distintas técnicas de ejecución de estas manifestaciones en conjunción a lo anteriormente mencionado.

    Este es un logro significativo y el aporte del libro está sobre todo en sentar bases para el estudio de la temática en la cuenca del lago Titicaca de una manera más organizada y sistemática, para comenzar a explorar los sitios con arte rupestre no de manera aislada, como generalmente ocurre, sino en relación a otros ejes de investigación que permitan contextualizarlo dentro de un contexto social y cultural regional. Para ello los estudios de patrones de asentamiento y de paisajes culturales, los estudios a nivel de sitio, el re-lacionamiento con fuentes históricas y etnográficas, así como estudios iconográficos y su correlación con otros tipos de soportes son de gran utilidad como se desprende de varios trabajos que forman parte del volumen.

    Aunque una buena parte de los trabajos mantienen su carácter descriptivo, en el que se detalla y sistematiza la información considerando la descripción de los lugares o sitios, las características técnicas y estilísticas del arte rupestre, su cronología, así como su estado de conservación, otros trabajos van más allá en su estudio incorporando modelos y preguntas de investigación que permiten explorar al arte rupestre dentro de un contexto social de producción y vida social.

    Para ello, los estudios de patrones de asentamiento son esenciales a la hora de entender la distribución de estos sitios en una región, su relación con y dentro de asentamientos de distintos tipos (aldeas, centros rituales, cementerios, áreas de tráfico e intercambio, pastoreo, etc.) y las prácticas culturales que tienen que ver con relaciones de poder, conocimiento esotérico, actividades políticas y rituales jerarquizadas o no y aproximarse a estos aspectos desde sus espacios de producción ya sean públicos y altamente visibles o por el contrario ocultos o para un uso más restringido. En ese sentido, los estudios regionales permiten indagar la centralidad o marginalidad de las prácticas vinculadas con el arte rupestre dentro de su contexto social de producción y uso.

    En síntesis, el aporte de este libro está en la sistematización de la información existente sobre el arte rupestre en la cuenca del Titicaca y en abrir líneas de investigación considerando aspectos que van desde lo técnico y descriptivo hasta modelos teóricos que vinculan a estas producciones con prácticas sociales mayores.

    Entrando ya a una revisión más detallada de los trabajos que conforman el volumen se tiene una interesante introducción a la temática realizada por Matthias Strecker en la que se presenta una breve síntesis de los desarrollos culturales en la región delTiticaca a través del tiempo, una introducción a los estudios de arte rupestre, las características de los sitios, sus categorías y su relación con otros asentamientos, las técnicas de producción, su cronología y función y el estado de conservación.

    El trabajo de Elizabeth Klarich se enfoca en las figuras de camélidos que son frecuentes en el arte rupestre de Quelcatani desde el Arcaico Medio y en relacionarlas con datos de contextos de excavación y otras fuentes de información para entender la transición de modos de vida cazadores hacia modos de vida pastoriles.

    Tenemos también los trabajos pioneros y comparativos de Matthias Strecker y Rainer Hostnig sobre los grabados rupestres, una serie de incisiones que corresponden al periodo Arcaico y que no habían sido estudiadas con anterioridad. En la misma línea entran sus trabajos sobre los grabados del periodo Formativo que, por comparación iconográfica y estilística se relacionan con incisiones figurativas, cúpulas, vulvas y otras representaciones.

    Adán Umire presenta un estudio sobre la distribución de tacitas o cúpulas en algunos sitios tempranos de la cuenca norte del lago, en Puno, sobre todo en soportes verticales que corresponderían a los períodos Arcaico y Formativo Temprano, cuya función sería diferente a aquellos más tardíos hallados en forma horizontal a nivel del suelo.

    Rainer Hostnig presenta un impresionante estudio de registro y sistematización de cientos de sitios con composiciones abstractas en las provincias peruanas sureñas del lago así como en Carabaya, al noroeste del lago. Estas composiciones que varían en tamaño, diseño y combinación de colores y motivos parecerían relacionarse con representaciones de tejidos desde al menos el Horizonte Medio y continuada hasta el Horizonte Tardío. Se vincularían a sociedades pastoriles y sus prácticas culturales muy vinculadas con el tráfico e intercambio.

    Destaca el trabajo de Freddy Taboada sobre Qillqantiji en la localidad de Peñas, al sureste del lago Titicaca. Se presentan avances de investigación sobre esta particular cueva que pareciera ser una pacarina de origen, vinculada con la fertilidad, usada desde el periodo Formativo hasta la Colonia. Este sitio es de excepcional importancia por encontrarse por primera vez íconos del periodo Formativo Tardío como serpientes bicéfalas y mascarones relacionados con la tradición religiosa Yayamama. Los análisis de FRX para titular los pigmentos de las pinturas son una novedad en los estudios de arte rupestre de la cuenca.

    Incluye también los estudios de Rainer Hostnig sobre los grabados rupestres de Ichucollo cercanos al sitio de Tanka Tanka en el suroeste del lago Titicaca. El autor realiza un estudio detallado de la composición pictórica de los paneles, la iconografía de representaciones zoomorfas y antropomorfas, profundizando y complementando los trabajos de John Hyslop realizados en la década de 1970.

    Matthias Strecker trata sobre el arte rupestre de los periodos tardíos en el sitio de Cutimbo, uno de los principales centros regionales Lupaqa. Analiza las representaciones de rebaños de llamas, figuras antropomorfas con escudos, unkus, arcos y flecha y quipus. Relaciona esta iconografía con motivos cerámicos preincaicos e incaicos mostrando su pertenencia tanto al periodo Intermedio Tardío como al Horizonte Tardío. Los qipus habrían servido para el registro de los rebaños de llamas.

    Por otra parte, Matthias Strecker, José María López Bejarano y Elizabeth Arkush presentan un interesante estudio sobre los monumentos rupestres incaicos en Copacabana y la isla del Sol comparándolos con otros similares en varias regiones del Imperio Inca. Estos lugares tuvieron ocupaciones o actividades pre incas y fueron apropiados y resignificados por los Inca dentro su ideología religiosa imperial. Se hallan asociados a las rutas de peregrinación hacia las islas del lago, principalmente las del Sol y de la Luna.

    Finalmente, se tienen dos trabajos sobre el arte rupestre colonial y republicano en la región. El primero de Matthias Strecker y Rainer Hostnig revisa el arte rupestre de estos periodos en los andes sur destacando algunas continuidades con los periodos pre-hispánicos tardíos y sus modificaciones con la incorporación de nuevos elementos coloniales como jinetes, armas, cruces, definiendo nuevas tendencias estilísticas y los roles de estos sitios dentro de contextos etnográficos actuales.

    El trabajo de Elizabeth Arkush en cercanías de la Laguna Umayo, Vilque, Puno es un excelente ejemplo de la aplicación de metodologías y modelos arqueológicos al estudio del arte rupestre. Considera tres tipos de arte rupestre tardío y los vincula con accesibilidad física y su ubicación en relación a asentamientos para entender quienes tuvieron acceso a símbolos importantes, viendo relaciones diferentes en el ámbito social, que van desde un manejo ritual general a nivel doméstico hasta una producción especializada, más oculta relacionada con aspectos funerarios. Destaca el arte rupestre republicano como medio de expresión y ritual del pueblo indígena con poco poder religioso y político como una forma alternativa o subalterna de representar y/o canalizar y controlar un poder armado y peligroso (batallas en la época de la confederación peruano-boliviana, década de 1840).

    Cierran el volumen los comentarios de Arik Ohnstad sobre el libro en el que remarca el aporte del mismo a la arqueología de la cuenca del lago Titicaca y las posibilidades que presenta para contextualizar el arte rupestre considerando continuidades y cambios en una tradición de larga duración.

    En síntesis este libro se constituye en un referente obligado para el estudio del arte rupestre en los Andes y Bolivia.