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    Revista Textos Antropológicos

    versión impresa ISSN 1025-3181

    Textos Antropológicos v.15 n.1 La Paz  2005

     

    ARTICULO

     

    DE LOS MOVIMIENTOS INDÍGENAS A LOS MOVIMIENTOS URBANOS: LA INSURRECCIÓN DE LOS DESARMADOS

     

    FROM INDIGENOUS MOVEMENTS TO URBAN MOVEMENTS: THE INSURRECTION OF THE UNARMED

     

     

    Miguel Canaza

    Miguel Canaza: Carrera de Antropología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz. E-mail:poyesisajayu@yahoo.es

     

     


    Los movimientos sociales, como también los movimientos indígenas siempre han estado presentes a lo largo de la historia, entendida como secuencia de coyunturas, en donde los sujetos sociales han construido a través de sus mediaciones como la memoria, la praxis y la utopía, sus horizontes de realidades. Esa es la guía de este artículo que trata de una de esas secuencias de coyunturas que toma como referencia la memoria (pasado) identitaria estudiada en un presente (octubre del 2003) que puede trascender al futuro como conciencia de apertura al cambio social.


    Social and indigenous performances have always been present in the history, understood as a sequence ofconjunctures in which social actors have build their reality horizons basedon memory, praxis, and utopic references. That is the guide of this article; it reviews one of this sequences of conjunctures that takes a reference in the past identity memory showed in a close present (October, 2003), that can transcend to the future as an open conscience towards social change.


    A los caídos por la "Guerra del Gas" "Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, no bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado ". KarlMarx

    Este trabaj o1 intenta fulgurar la mirada desde las bases empíricas que sustentan reflejar los últimos acontecimientos de octubre del año 2003, suscitados en Bolivia, a diferencia de los intelectuales que han escrito sobre las causas de las movilizaciones de octubre tratando de explicar el fenómeno desde diferentes visiones2. Lo que hacemos aquí es graficar de manera crítica dichos acontecimientos. Expondré de manera rápida que los movimientos indígenas que ocurrieron a lo largo de la historia de Bolivia en un principio en defensa de las tierras y por la reivindicación de las identidades, actúan ahora en defensa de los recursos naturales y la vida. Pero de lo que tratará el presente articulo es de cómo los movimientos indígenas que se dieron en los contextos rurales del país, sobre todo en el área andina, ahora se dan en el contexto urbano como en el caso de El Alto, no afirmo que los movimientos indígenas se trasladaron de escenario de lo rural a lo urbano si no, más bien, que éstos se extienden, se expanden en el territorio, pero que al expandirse se argamasa en su composición con lo urbano cobrando dinámicas diversas, multiplicidad de elementos de dirección, diversas experiencias e invenciones, que quedan en el imaginario colectivo, como conocimiento acumulado. Y es en este contexto que los aymaras urbanos y las clases explotadas construyen procesos identitarios de autoafirmación y construcción, además de innovaciones, creaciones en la multitud, observadas en los procesos de nuevas formas de organización social y mecanismos de autodefensa.

     

    Un recorrido breve

    La historia de Bolivia está marcada por la constante negación y discriminación de los derechos colectivos de los pueblos considerados por las elites -o por la casta señorial como diría Zavaleta- como culturalmente inferiores, por lo tanto incapaces de llevar adelante su propio devenir histórico. Esta consideración ha sido llevada hasta el paroxismo por las elites dominantes, que tomaron el poder desde la misma constitución de la republica. Así parafraseandoaPlatt(1982:11), desde 1825, un pequeño grupo criollo de aventureros decidió lanzarse e iniciar un proyecto nacional altoperuano, proyecto que excluía a las mayorías indígenas del país, y los condenaba a la opresión y la discriminación.

    Un país construido en la ilusión y en el imaginario, nopodíatenerun sustento firme, sobre todo con una base social y cultural tan diversa como la des Bolivia, en ese sentido se fundó un país de mentira (Rivera 2000) que no tardó en generar grandes movilizaciones indígenas en su interior. Así tenemos los movimientos indígenas de 1889 durante la guerra Federal, comandada por el "temible Willka" (Condarco 1965) o como los que siguieron, por ejemplo, de los Caciques Apoderados, por la reconstitución de las tierras de comunidad, (ver Albo et al. 1996) los movimientos por la tierra antes del 1952 y 1953, donde en 1950, 32 millones de hectáreas, de las cuales el 95% estaban en posesión de patrones y grandes latifundistas (Iriarte 1980). Con la creación de los primeros sindicatos campesinos se empieza una lucha estratégica y permanente por la lucha de las tierras.

    A partir de los 60 y 70 se empiezan a conformar las corrientes indianistas con claras reivindicaciones identitarias, Esta etapa se podría considerar, como movimientos que ya no son exclusivos de las luchas por las tierras, sino que a las mismas se suman las luchas por los derechos como grupos diferenciados y con propia identificación social y cultural de reconocimiento y diferenciación ante las elites dominantes (ver Rivera 1986; Pacheco 1992).

    Cabe recordar que a partir de la revolución de 1952 el indígena, fue oficialmente reconocido como campesino, siendo integrado a la perspectiva nacionalista del MNR como clase, y parte de la estructura del Estado, que buscaba a través del mestizaje, fundar como sus antecesores criollos la nación Boliviana. Los pueblos indígenas, una vez más, excluidos del proyecto nacional, siguieron en la nebulosa de la formación social boliviana, sin reconocimiento, con destino propio identitario y de nación.

    Como había mencionado antes, es a partir de los 60 y 70 que estos movimientos reaparecen en el escenario político con demandas propias y con discursos que promueven las corrientes indianistas, principalmente influenciadas por Fausto Reynagayquedanaconocerladiscriminación y manipulación política. Con todo ello se da un camino de conformación de varios partidos indios de diferentes corrientes teóricos-filosóficas que desembocaron en la fundación de la CSUTCB.

    Ya a finales de los ochenta y principios de los 90 se presenta en Bolivia movimientos indígenas de las tierras bajas de Bolivia, como la "Marcha por el territorio y la dignidad" llevada adelante por varios grupos étnicos del oriente y la Amazonía. Estos movimientos reivindicaban, el respeto a la diferencia cultural y el derecho a la tierra y la dignidad consiguiendo de los gobiernos de turno, varios decretos para su reconocimiento como grupos diferenciados, entre estos, la ratificación del Convenio 169 de la OIT, reconocimiento de sus territorios y sus recursos naturales, la implementación de la educación intercultural y bilingüe, esto en el periodo del gobierno de Jaime Paz Zamora, ya en la gestión siguiente cuando sube a la presidencia Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) y como vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, el primer indígena ocupando el puesto que antes era exclusividad de las élites4. Es con este gobierno que en 1994 se cambia la constitución Política del Estado5.

    Aparentemente Bolivia había cambiado y daba un paso fundamental en el reconocimiento de los pueblos indígenas en Bolivia. Pero los nuevos movimientos surgidos desde el año 2000-2003 han desnudado, han desgarrado y mostrado la fragilidad de la conformación Boliviana, y las formalidades de la Constitución Política del Estado.

    Estas reformas convencionales trataron de mostrar un Estado multi-pluri cultural, celebrando su retórica en cada ocasión que pudieron, pero sólo mientras los pueblos indígenas como sujetos constituidos y dominados, se "portasen bien", descubriéndose como folklorizados, donde su cultura y pobreza se muestran como exóticas y como parte de la riqueza turística de los bolivianos. Pero si se "portan mal" cuando actúan como sujetos políticos es decir, sujetos movilizados capaces de cuestionar el orden social dominante, mediante acciones políticas como los bloqueos y las marchas, son "salvajes", "delincuentes", "maleantes", "Inadaptados", "antisociales".

    Si bien los escenarios mostrados sintéticamente, se dieron en gran parte por el protagonismo de los pueblos indígenas6, no obstanteelescenariodesdeel2000-2003 tiene otra configuración, que podríamos llamar movimiento indígena-popular urbano, especialmente a partir de Octubre de 2003.

    Es precisamente en esta coyuntura histórica que se centra este trabajo. Los acontecimientos ocurridos en nuestro país en Octubre de 2003 han mostrado la "desnudes" del Estado, su desgarramiento, su falta de legitimidad "existencial", las rupturas de un Estado-nación de mentira que existe en el imaginario de las élites: donde la nación se muestra en esa ilusión, y la identidad nacional se da por dada o fundada, creyendo que es la suma de las identidades multiétnicas, como un mosaico multicolor. La composición de esa construcción falsa o aparente construcción nacional, de negación, discriminación, exclusión y explotación a los grupos mayoritarios como los indígenas y las clases subalternas.

     

    De los bloqueos de Campesinos del 2000 a la insurrección de Octubre

    Los movimientos Sociales ocurridos en Bolivia desde el año 2000 han marcado un nuevorumboenelescenariopolíticonacional.

    A principios de año, en el mes de enero de 2000 empiezan los primeros conflictos sociales que se inician con la demanda de la CSUTCB (principalmente los campesinos del altiplano paceño) al gobierno central de Hugo Banzer y Jorge Quiroga que pedía aprovisionamiento y tecnificación del agro altiplánico (tractores y semillas). Este conflicto se prolonga todo el mes de enero hasta el mes de marzo. En Marzo se abre otro conflicto, empiezan las primeras amenazas de marchas a la ciudad de La Paz por parte de los campesinos cocaleros de la región de los yungas en contra de la militarización de las fuerzas de tarea conjunta de la policía y los militares7.

    En Abril se empieza a conformar la Coordinadora de Movilización Única Nacional, con la demanda de no a la erradicación de la hoja de coca. Su principal base social serán los cocaleros del Chapare Cochabambino, el mes de abril será el inicio de una serie de movilizaciones marchas y protestas con bloqueos de caminos: es el preludio de los anuncios de la defensa de la hoja de coca. Se suma a esto el Movimiento Social Urbano de Cochabamba, también denominado, como La Guerra del Agua8. Movimiento social que termina expulsando a la transnacional Aguas del Tunari cuyo interés era monopolizar el recurso vital y obtener excedentes de este monopolio (Prada 2004) Este movimiento ha sido registrado por los medios, como un movimiento originado por el aumento del 300% del consumo por agua potable, y que la empresa Aguas del Tunari llevaba adelante con el proyecto Misicuni lo que representaba un gasto indecoroso para los cochabambinos. Este es -según La Prensa y la Razón-. el origen del conflicto que terminaría en una gran convulsión social tal como titulan es su página principal de la prensa nacional9. Es evidente que éstas no fueron las únicas causas pero es también evidente que fueron parte del motivo por el cual se originó dicho problema. Desatando un movimiento social urbano, que si bien su génesis, está entendido en términos estrictamente urbanos, pues tuvo un efecto expansivo por los alrededores de la ciudad, llegando a los poblados de campesinos más próximos a la misma. A esta movilización se plegaron los campesinos regantes de los valles cercanos a la urbe10; trascendiendo lo urbano, el movimiento se extiende a las áreas peri-urbano rural.

    En este recorrido también vemos el primer bloqueo general de caminos convocado por la CSUTCB, las demandas son la anulación de la ley de Aguas ymodificación del estatuto nacional de reforma Agraria (INRA) Los bloqueos se masifican en Cochabamba, Oruro y todo el altiplano del norte paceño, bloqueándose también la carretera Río Seco-Desaguadero. Son los primeros ensayos de bloqueos de los campesinos que se preparan para peleas más intensas.

    Un conflicto significativo pero que no tuvo gran relevancia en el contexto nacional fue la marcha de los pueblos indígenas del Oriente boliviano y la amazonía. Entre los pueblos que participaron estaban los indígenas de Beni y Pando (Esse Ejja, Yaminahua Machineri, de Santa Cruz (Chiquitanos)LaPaz(Tacanay Chiman): su demanda fue por la titulación de su territorio y el saneamiento por parte del INRA de sus tierras comunitarias de Origen. (TCOs)11.

    En Septiembre se da el bloqueo Nacional de Caminos dictaminado por la CSUTCB que tuvo una gran convocatoria en casi todo el altiplano paceño, sobre todo en las provincias Omasuyos, Pacaj es, Larecaj a, Ingavi, Los Andes, Camacho, siendo contundente12. Se trataba de movimientos indígena-campesinos que demandaban ser atendidos por el gobierno de turno -donde estabacomopresidenteHugoBanzerSuárez-este movimiento indígena denunciaba no contar con el apoyo debido del gobierno central y demandaba tractores para el agro, herramientas para el cultivo, semillas, y la asistencia a un seguro social básico.

    Este movimiento fue liderizado por el Secretario Ejecutivo de la CSUTCB, Felipe Quispe Huanca, "el Mallku" quien empezó a dilucidar la teoría de las dos Bolivias, teniendo en su discurso un sentido de nacionalismo aymara, que pronto empezó a irradiar en todo el sector campesino-indígena sobre todo en las provincias ya citadas, siendo septiembre y abril quizás los dos movimientos sociales más representativos de ese año.

    En el año 2001 -tenemos en febrero- otro levantamiento indígena-campesino, con bloqueo de caminos; la movilización se justificaba por el incumplimiento del gobierno a las demandas de los campesinos-indígenas de anteriores años, se reanudaron los conflictos durante los meses de Junio y Julio, ocasionando enfrentamientos en la zona circunlacustre del territorio aymara, entre militares policías y campesinos, enfrentamiento que tuvo consecuencias de muertes en el altiplano. Las demandas por las que se movilizaron fueron: subsidio de maternidad en el campo, creación de universidades agrarias, servicio militar en los propios cantones, elección de autoridades por las propias comunidades y no designadas por el gobierno central, concesiones mineras y petroleras, así como electricidad y telecomunicaciones en manos de las naciones originarias. Puntos importantes de las demandas son la derogación del decreto 21060, la ley INRA, la Ley 1008, la Ley 1565 sobre la municipalización de la educación y la salud, además del código tributario.

    Se suman a los movimientos campesinos-indígenasdelaño2001 el trópico cochabambino, donde los campesinos organizados en sindicatos agrarios centrales y subcentrales, determinaban la no-erradicación del cultivo de la hoja de coca, ocurriendo lo mismo en el sector de los yungas paceños. Estas movilizaciones se organizaron debido a la política estatal de erradicación forzosa de la hoja de coca que se implementaba en el gobierno Banzer-Quiroga para conseguir ayuda económica extranjera. Las demandas planteadas por este sector eran: la legalización de un cato de coca por familia13, la desmilitarización del Chapare, estas demandas fueros negociadas con los ministros de gobierno y del área económica, quienes rechazaron la propuesta de los campesinos cocaleros.

    Para el año 2002, los problemas no se habían solucionado pues los pedidos del movimiento indígena-campesino quedaban aún sin resolver. Es importante hacer notar que en este año se dieron las elecciones nacionales y hubo por lo tanto cambio de gobierno, los sucesores de Banzer-Quiroga fueron Sánchez de Lozada14 y Carlos Diego Mesa15.

    Este gobierno llega con demandas sociales no solucionadas y debe enfrentar los primeros conflictos como la demanda del CONAMAQ (Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyu), que piden el cumplimiento de la entrega de tractores y los convenios acordados con el anterior gobierno, también la CSUTCB pide el acatamiento de los convenios acordados. En Agosto los Sin Tierra invaden Aropaya en el departamento de Santa Cruz, esta toma de tierras inicia las demandas por la reversión de las sin uso y la modificación de la Ley INRA, el dirigente de los Sin Tierra es Moisés Torres.

    En el mes de septiembre los cocaleros plantean el tema del Gas y el llamado a la Constituyente. Para octubre se vuelven a producir nuevos levantamientos y disputas entre gobierno y campesinos, demandan el seguro nacional indígena y se pide acreditar a los médicos naturistas. Por otro lado el MAS junto con aymaras y quechuas exigen al gobierno participar en la toma de decisiones en la designación de jueces. En el último mes del año la CSUTCB16 pide una nueva Constitución Política del Estado y Territorio, terminando el año con un enfrentamiento en la zona cocalera del Chapare, poniendo en suspenso él "dialogo" que fue hábilmente manejado por las elites gobernantes.

    A principios del año 2003, en el mes de Enero empiezan las demandas cocaleras por la pausa en la erradicación de cultivos de coca y las de los campesinos del altiplano exigiendo los cumplimientos a los convenios acordados en el 2000. El 4 del mismo mes anuncian movilizaciones y el 13 rompen él dialogo con el gobierno, mientras se pide un encuentro de alto nivel, es decir, entre el presidente y el líder cocalero Evo Morales; pero el poder ejecutivo rechaza la propuesta de los cocaleros, es en esta circunstancia que Evo Morales consigue el apoyo de tres provincias paceñas (Aroma, Omasuyus, Camacho) y otros sectores sociales, anunciando el bloqueo general de caminos, pidiendo la respuesta inmediata del gobierno para solucionar los problemas, dando respuesta a cada sector social incluido los campesinos, caso contrario, -de no cumplirse las peticiones-la demanda sería que "renuncien Goni y Carlos Mesa por incapaces y asesinos" (La Prensa, 20-01-03). En los meses siguientes después de los hechos ocurridos en Febrero, las impetraciones no cesan, en los meses de marzo, abril y mayo los conflictos entre gobierno y cocaleros son intensos, por el pedido de la cese de la erradicación y el cultivo de un cato de coca. En el mes de julio se movilizan los Sin Tierra, pidiendo dotación de tierras y legalización del fundo donde están asentadas varias familias; durante ese mes se ocupan nuevas tierras y amenazan con la invasión de tierras, en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Por otro lado la "CSUTCB, resuelve declarar los bloqueos de caminos a nivel nacional" (La Razón, 28-07-03), al mismo tiempo que los cocaleros exigen soluciones a los problemas ya planteados.

     

    Los antecedentes de Octubre

    El 8 de septiembre alrededor de 3.000 campesinos de varias provincias de La Paz marchan hacia la cede de gobierno, pidiendo la liberación de su dirigente Edwin Huampo, pero al mismo tiempo Felipe Quispe explicaba que la marcha también era por el incumplimiento de los acuerdos. No llegando a un compromiso con los representantes de gobierno se instala, en Radio San Gabriel, una huelga de hambre de 200 autoridades indígenas junto con su máximo dirigente Felipe Quispe (el "Mallku"). Por la testarudez de las autoridades en no dar una solución al conflicto se dicta, el 15 de Septiembre, bloqueos de caminos en las 20 provincias del Departamento de La Paz. Mientras, los partidos políticos como el MAS y el MIP y organizaciones como la Coordinadora del Agua, anuncian "una guerra por el Gas". La iglesia que es la mediadora entre los movimientos y el gobierno decide levantar las manos e indica que se vienen días difíciles17: la demanda es "No a la venta del Gas", pausa en la erradicación y tierra-territorio. Es el instante donde estos discursos se diseminan en el pluriverso social, para encontrar eco en los sujetos sociales como clases explotadas y sectores populares.

    En el altiplano, las poblaciones de Sorata, Warisata, Ancoraimes, Ilabaya, Achacachi, y muchas más, son boqueadas por los campesinos indígenas. Muchas personas quedan atrapadas en el pueblo de Sorata, y el gobierno no duda en intervenir con la fuerza militar matando a indígenas que toman posición de sus territorios, haciendo prevalecer la justicia comunitaria, como mando colectivo a través de sus autoridades originarias. El Estado, con actitudes racistas y excluyentes, dirigido por una clase burguesa, no duda, en asesinar o dicho de otra manera, exterminar "indios" "alzados e insolentes", que se atreven a cuestionar el poder del Estado.

    Ante tal situación empiezan a entretej erse las fidelidades, las solidaridades del pueblo alteño que genera una identidad colectiva en expansión. La molestia y las movilizaciones sociales se extienden desde los bloqueos altiplánicos hasta la planicie de El Alto, no por nada se realiza la marcha del 18 de septiembre a la sede de gobierno por los aymaras urbanos movilizados en contra del poder y la violencia estatal. El Alto muchas veces ya había mostrado su capacidad de movilización y enfrentamiento, entre esas ocasiones, fue precisamente el 17 de septiembre cuando se decretó paro cívico movilizado declarado por la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (FEJUVE) y la Central Obrera Regional (COR), pidiendo la derogación de las resoluciones municipales de aplicar los formularios Maya y Paya como impuestos complementarios a los pobladores, este paro había paralizado en su totalidad la ciudad de El Alto logrando que la alcaldía alteña y su alcalde José Luis Paredes retrocedieran en el intento: era un ensayo o antecedente de lo que se vería en Octubre.

     

    La insurrección de los desarmados

    El día 8 de Octubre la Central Obrera Regional a la cabeza de Roberto de la Cruz y la FEJUVE (Federación de Juntas Vecinales de El Alto) conducida por los dirigentes de las juntas vecinales, declaran paro cívico indefinido. La reivindicación es, "No a la Venta del Gas", y la convocatoria a la Asamblea Constituyente. El día viernes 10 de octubre, en Ventilla ocurre un enfrentamiento entre mineros de Huanuni, vecinos de ventilla y sus alrededores, con el ejército y la policía, que ocasionaría las primeras muertes en la ciudad más pobre de Bolivia.

    Las muertes del altiplano y las muertes del 10, 11 y el 12 de octubre en el Alto provocan, lo que García (2003a) ha llamado la expansión del dolor y el luto, la muerte como catalizador del ímpetu de la sublevación. La élite burguesa había depositado toda su fe en el ejército; aparato represivo representante de la violencia organizada y legitimada del Estado. El Ejército no es algo que existe en el aire, es mas bien la síntesis connotada del Estado (Zavaleta 1986), y el Estado

    racista y discriminador se había reducido a su epítome represivo, ya que es el poder estatal la maquina del despotismo de clase (Marx 1978:68) una forma de dominación que se ejerce encima de la sociedad, a cargo de una clase que ejerce el monopolio de esa dominación. En octubre el poder del Estado no solo actuó como maquina nacional de guerra del capital contra el trabajo (Marx 1978:69) si no también como maquinaria racista, que procedió -por medio de su brazo armado- en asesinar y exterminar "indios insurrectos", aplastar a una nación movilizada que se levanta en contra de una clase desunida y desorientada que decide sobre sus destinos. Es en ese sentido que el acontecimiento de octubre ha cobrado una nueva dimensión en la lucha por la hegemonía, la lucha de clases y las luchas étnicas, tornándose éstas en una radicalización del movimiento social que construía un nuevo horizonte de visibilidad y de autonomía, lo que llevo a tomar formas de autoorganización social que respondieran a las circunstancias de la nueva coyuntura. Si bien el principal escenario fue El Alto y después La Paz no se puede hablar de una exclusividad de lucha de clases, como la burguesía y el proletariado, disputándose la hegemonía del poder o la lucha de una clase contra otra clase, Octubre demuestra lo que Zavaleta denominaría ausencia de centralidad proletaria, o inclusive podríamos hablar de ausencia de centralidad aymara o indígena; es decir, no existía un polo hegemónico, por el contrario, existía multitud18. En cada barrio y junta vecinal que mostraban control territorial y poder de decisión, en estos niveles más micros, el Estado se había diluido, esto se dio principalmente en la ciudad de El Alto, donde las juntas de vecinos, organizaciones barriales, organizaciones gremiales, sindicatos, se manifestaban en reuniones ampliadas, cabildos abiertos, ampliados extraordinarios, se pronunciaban en contra del poder hegemónico que los subsumía a la dependencia, discriminación y a la miseria y asumían una toma de control social

    Con los bloqueos de calles y avenidas, las clases subalternas y aymaras urbanos de El Alto tomaban la dirección y el mando que después se iba a generalizar en gran parte del país, sobretodo donde el poder del Estado se había reducido a su epítome represivo, perdiendo su legitimidad frente a la sociedad y recurriendo al ejercito como la única salida para hacer prevalecer su poder. Poder que estaba evidentemente resquebrajado. El Estado-nación había mostrado su fragilidad, la construcción efímera, precaria, que solo representaba a la elite "blancoide" "encomendera".

    Eran los vecinos organizados que ejercían el poder, el control sobre sus miembros y la sociedad en sí. Ahora las juntas, los gremios, los sindicatos, dirigían las acciones, que eran planificadas en las reuniones diarias, los cambios de turno, la vigilancia de las barricadas, los bloqueos fortalecidos y masificados por personas que se incorporaban a la lucha. Los mecanismos de control vecinal por medio de fichas, como medio de presión a las familias, era la forma de lograr que al menos un miembro de cada familia cumpla el turno obligatorio y rotatorio. Pasar casa por casa tocando las puertas y llamando listas y castigando con cruces en sus puertas a los inasistentes era otra forma de control, también los vigilantes de cuadras que se encargaban de pasar la información y organizar su cuadra. Se sumaban a esto, los sonares de los pitos en varias zonas como Avaroa, Pacajes, Bolívar "D", llamando a la presencia y custodio del bloqueo o el toque de los postes de luz como telegramas de información., como pututus al sonido armonioso de la unidad estas formas de comunicación subalternas mostraban la unificación del movimiento urbano barrial. Los vecinos incendiaban todo tipo de artefactos, como llantas, maderas, cartones y otras cosas que sirvieran para agrandar la fogata: el fuego, símbolo de custodia y rebeldía de un pueblo vilipendiado en su cotidianidad.

    Las zonas como Villa Dolores, 12 de Octubre, Villa Bolívar "A", Av. Juan Pablo II que se encuentran en pleno centro y los alrededores de La Cej a, en reuniones diarias, tomaban decisiones en coordinación con su ente matriz (FEJUVE) para fortalecer los bloqueos y las barricadas, utilizado como método de lucha el cerco a la ciudad era una reapropiación del territorio legítimo que se expandía desde el altiplano hacia la urbe. Se daba en los hechos una ruptura con su propia vida cotidiana que los alienaba en el control de sus vidas, ruptura que les permitió socializarse en el seno del conflicto. Esta socialización en seno del conflicto, se expresaba en la unión y alianza entre los vecinos en torno a un discurso aglutinador y a la ruptura de la individualización para entrelazarlos en comunidad, tomando conciencia de su unidad, como barrio, como zona, como vecinos de calles y avenidas es decir, como moldeados por la identidad colectiva en tanto que miembros de una comunidad más amplia: El Alto.

    En Zonas más combativas como el distrito 6 y 5, donde se encuentran barrios como Tahuantinsuyu, Alto Lima, Ballivián, 16 de Julio, Villa Ingenio, Villa Tunari, o como el distrito 2 donde se encuentran zonas como Senkata, El Kenko, Santiago Segundo, Horizontes, Convifac, la movilización organizada compactaba a sus miembros en demandas comunes, como la "No a la venta del Gas" y la renuncia del presidente. El "Kencha gringo", como lo llamaban, sembraba la muerte y la violencia, pero a la vez enardecía la sangre aymara: migrantes de primera, segunda y tercera generación acumulaban en su memoria formas sociales de defensa y organización, conocimientos, enseñanzas y aprendizajes colectivos, diversidades conjugadas en una acumulación de memoria y conocimiento.

    A la organización de los bloqueos se sumaba el acopio de métodos de autodefensa como la protección de los cuerpos en contra de las balas y gases. En las reuniones se instruía a las personas como prepararse para las marchas y los enfrentamientos, cómo preparar botellitas con vinagres, alcohol, vendas, bicarbonato para pintarse la cara y protegerse de los gases, palos para defenderse, mascaras anti-gas fabricadas artesanalmente. En los hechos estábamos ante una forma de protección social y colectiva, invención de formas materiales caseras para la autodefensa de la amenaza armada que mataba sin contemplación.

    Este levantamiento insurreccionario del pueblo Alteño marcó el umbral de una nueva dirección del movimiento social. Construcción de un horizonte de visibilidad ampliada y compartida en la memoria colectiva por la autonomía de las masas, además de una construcción y reafirmación identitaria en expansión que se incorpora a la memoria colectiva mediante la reapropiación del territorio por medio de los bloqueos. Autoconciencia de los despojados, de los "nadies", de los oprimidos y explotados, de los que no tienen nada que perder pero mucho que ganar para forjar un horizonte de posibilidades de apertura a la realidad, que es constituido e indeterminado en momentos históricos.

    El sistema de partidos que es sostén de la democracia, que aglutina en su interior a la burguesía de nuestro país, tiene el manejo de las estructuras de poder desde 1985: convertida en una maquina que cincelaba los cuerpos y los moldaba de acuerdo al modelo neoliberal, que los enajenaba y alienaba en la cotidianidad, esta estructura fundada en los ochenta se desquebrajaba, pues estaba claro que en Octubre esta elite burguesa se desmembraba en su interior: los partidos no encontraban la brújula de orientación, y quedaban sin respuestas ante la movilización de las clases e indígenas insurrectas. El Poder del régimen burgués era cuestionado desde la multitud, poniéndose en tela de juicio su dominación como clase.

     

    A manera de Conclusiones

    El movimiento social de Octubre fue una insurrección aymara urbana y popular, donde las subjetividades colectivas no proclamaban la emancipación del trabajo, ni las autonomías nacionales, tampoco instauraron su propio gobierno, ni formaron un nuevo orden social; no hubo, en términos de Marx, un triunfo de una clase sobre otra. En ese sentido no podemos hablar de revolución. Una revolución se da en todos los niveles, temporalidad que puede ser violenta o con cierto sosiego, pero lo que determina una revolución es el triunfo de una determinada clase que proclama un orden social político de una nueva sociedad, es decir se instaura un nuevo orden social, de las luces sobre la superstición (Marx 1989:217-218). Coincidiendo con García, vivimos una "época revolucionaria", un periodo histórico de apresurados cambios políticos donde las modificaciones del poder de las fuerzas sociales son bruscas y cambiantes, con continuas crisis estatales, con sublevaciones constantes y con ciertos periodos de estabilidad que obligan a modificar las estructuras de dominación, hasta que llegue la hora de formar una estructura estatal (García 2003b).

    En Octubre, en lo que se ha denominado "LaGuerradel Gas", estuvieron involucrados muchos sujetos sociales: clases sociales, y naciones originarias, que reconfiguraron el escenario político del país; desde el 2000 una nueva dinámica en el país terminó en Octubre de 2003, no afirmo que se cerró el ciclo de momentos insurgentes pues aun no se ha solucionado nada.

    Me animo a decir que se constituyó la construcción y reafirmación identitaria: la socialización en el seno del conflicto como la he denominado, porque cabe recordar que El Alto que, predominantemente es una ciudad con un porcentaje alto de migración, en la que los barrios son conformados por migrantes de determinado origen como Santiago Segundo habitado por mineros, o los Andes por inmigrantes de la provincia los Andes, o Pacajes. Pero El Alto también es una ciudad en la que muchos barrios están constituidos por pobladores de diferentes zonas rurales que, por largas horas de trabajo, no dedican el tiempo a la reunión entre vecinos, o reuniones de socialización19, sin embargo, durante el levantamiento de Octubre éstos vecinos tejieron lazos de solidaridad, fidelidad y de sentimientos, como miembros del barrio, identificándose como aymaras aún a pesar de que los aymaras de distintas zonas - barrios no son homogéneos. Cada comunidad cada provincia tiene sus particularidades, esas particularidades y multiplicidades confluyen en El Alto, que se enriquece y desde ahí se genera una identidad aymara urbana en expansión. Otro punto que desearía destacar son las formas de invención y creación en la autodefensa de los desarmados, creando y fabricando tecnologías para su protección, construyendo e inventando. Pues de aquí en adelante todo es posible; porque en las más diversas formas hay utopía a punto de realizarse; pues los sujetos sociales han encontrado el camino y los medios para convertir todo en realidad20.

     

    Referencias Citadas

    Condarco, R. 1965 Zárate, el temible Willka. Talleres Gráficos Bolivianos, La Paz.        [ Links ]

    Iriarte, G. 1980 Sindicalismo ayer, hoy y mañana. CIPCA, La Paz.        [ Links ]

    García Linera, Á. 2003a El Alto, la ciudad donde germinó la insurrección popular. El Juguete Rabioso, Año 3, No. 90, La Paz.

    2003b Época Revolucionaria. El Juguete Rabioso, Año 3, No. 91, La Paz.

    García Linera, Á., R. Prada, L. Tapia, R. Gutiérrez y F. Quispe 2004 Tiempos en Rebelión. Muela del Diablo, La Paz.         [ Links ]

    Marx, K. 1978 El Dieciocho brumario de Luis Bonaparte. Progreso, Moscú.         [ Links ]

    Pacheco, D. 1992 El indianismo y los indios contemporaneos en Bolivia. La Paz: HISBOL/Musef.         [ Links ]

    Platt, T. 1982 Estado boliviano y ayllu andino.Instituto de Estudios Peruanos,Lima.         [ Links ]

    Prada, R. 2004 El Gasto Heroico. Manuscrito en posesión del autor.         [ Links ]

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    2000 Un país de mentira. Semanario Pulso Año 1, No. 39, Abril de 2000.        [ Links ]

    2003 Las Fronteras de la Coca. ILDIS/ Aruwiyiri, La Paz.         [ Links ]

    Zavaleta, R.1986   Las Masas en Noviembre. Los Amigos del Libro, La Paz.        [ Links ]

    Zemelman, H. 1987    Conocimiento y sujetos sociales: contribución a los estudios del presente. El Colegio de México, Jornadas 111, México, D.F.        [ Links ]

     

    Notas

    1. Debo agradecer a Heriberto Gutiérrez por las oportunas sugerencias y comentarios a este trabajo, sin las cuales no lo hubiera podido concluir.

    2.  Un ejemplo de lo que afirmamos es los numerosos escritos que se difundieron desde diferentes artículos de prensa, como Pulso y el Juguete Rabioso, y toda la prensa nacional. En el Semanario Pulso se encuentra él artículo de H.F.C. Mansilla y en el Juguete de Álvaro García Linera. Dos visiones diferentes de octubre.

    3.  Al respecto se puede consultar y ampliar sobre este tema en Pacheco (1992).

    4.  Si bien es cierto que fue el primer indígena, esto no cambio en nada la estructura colonial del país.

    5.  En su Articulo 1ro que a la letra dice "Bolivia, libre, independiente, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en republica unitaria, adoptada para su gobierno la forma democrática representativa, fundada en la unión y solidaridad de todos los bolivianos" (Compendio de Disposiciones Relativas a Derechos Indígenas en la Legislación Boliviana, 1997, p. 36). Sumándose decretos como la Reforma Educativa, ley de Participación Popular, titulación de tierras comunitarias de origen TCOs.

    6.  No se toma en cuenta el movimiento obrero en este recorrido porque es un tema muy amplioparatratarloaquí, pero reconozco su importancia en las luchas sociales de todo el siglo XX, como los movimientos antes de 1952 y después de 1952, (fundación de la Central Obrera Boliviana) los procesos de 1957, la resistencia del 64 ante el golpe del Genera José Barrientos, o la Asamblea Popular de 1971, o la resistencia obrera de 1979 que ocasionó la masacre del "Todos Santos" y las masas en Noviembre en Villa Victoria, la huelga general indefinida de 1984 y las jornadas de 1985, y la marcha por la Vida: procesos largos de lucha que evidentemente necesitan otro análisis, pero que complementarían para el análisis de Octubre del 2003.

    7.  Para una lectura mas detallada de los hechos véase Rivera (2003).

    8.  Este acontecimiento fue denominado por algunos intelectuales como García Linera et al. (2004).

    9.  Véase los periódicos de la fecha.

    10.  Ver los periódicos de Abril de 2000 (La Prensa y La Razón).

    11.  Esta marcha no fue un acontecimiento significativo, ya que fue solucionado rápidamente por el gobierno de Banzer.

    12.  La Prensa y La Razón, Septiembre 2000.

    13.  Un cato por familia significa 1.600 metros cuadrados con cultivo de coca.

    14.  Ex presidente boliviano, electo el 2002, que presentó renuncia debido a los acontecimientos de Octubre del 2003 en los que además, se pedía explícitamente su renuncia.

    15.  Vicepresidente del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, es el presidente actual de Bolivia por sucesión constitucional.

    16.  La Razón en su información pública que "Campesinos Amenazan con reiniciar los bloqueos. La Razón Diciembre, 2002.

    17.  Para mayor información revísese los matutinos del mes de septiembre, principalmente los primeros días.

    18.  Tomo él término de multitud en el sentido de Paolo Virno.

    19.  Cada mañana cuando tomo movilidad desde la Cej a de El Alto a La Paz en buses que van repletos de aymaras, obreros, vendedores, señoras, jóvenes, ancianos, estudiantes o de otra ocupación que diariamente acuden a su fuente de trabajo, o a sus actividades cotidianas, por lo menos con los que puedo conversar me dicen que la mayor parte de su tiempo la ocupan trabajando y que muchas veces lo hacen los siete días de la semana.

    20.  Canetti, citado en Zemelman (1987); muchos de los aspectos metodológicos de este trabajo son producto de la propuesta del Profesor Hugo Zemelman.