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    Revista Textos Antropológicos

    versión impresa ISSN 1025-3181

    Textos Antropológicos v.15 n.1 La Paz  2005

     

    ARTICULO

     

    LA REBELIÓN AYMARA Y POPULAR DE OCTUBRE DE 2003. UNA APROXIMACIÓN DESDE ALGUNOS BARRIOS DE LA PAZ - BOLIVIA

     

    THE POPULAR AYMARA REBELLION OF OCTOBER, 2003. AN APPROACH FROM SOME BARRIOS OF LA PAZ - BOLIVIA

     

     

    Esteban Ticona Alejo

    Esteban Ticona Alejo: Sociólogo, Magíster en Antropología, FLACSO, Ecuador; Docente de la Carrera de Antropología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz. E-mail: eticota@caoba.entelnet.bo

     

     


    El autor presenta una exploración etnográfica a los sucesos de octubre del 2003 desde los barrios periféricos de las ciudades de La Paz y El Alto. La participación de los jóvenes y su encuentro con las generaciones adultas y adultas mayores, las protestas y consignas de la población durante estos conflictos y la repercusión de este movimiento en las políticas estatales son desarrolladas en este artículo.


    The author presents an ethnographic exploration to the events ofOctober 2003, from the peripheral barrios ofthe cities ofLaPaz and El Alto. The youngpeople 's participation and their encounter with the elder generations, the protests and the people 's slogans during this time, and the repercussion ofthis movement on the state 's policies are developed in this article.


     

     

    El contexto

    El decreto N°21060 de 1986 inauguraba una nueva etapa en la vida democrática del país. El Estado Boliviano se retiró de su rol de dueño de los recursos más importantes como las minas. La participación en las empresas fue vendida y los sindicatos fueron combatidos: en el caso de los mineros éstos fueron replegados mediante la política de la "relocalización" o recesión laboral.

    En 1994, Bolivia abría nuevos retos de convivencia democrática a partir de una serie de reformas legales neoliberales, como la reforma de la Constitución Política del Estado1, la reforma educativa y la ley de participación popular (o ley de municipalización) (Gaceta Oficial de Bolivia 1994a, 1994b).

    El Estado al reconocer jurídicamente formas de organización de los estratos sociales más postergados, como los indígenas, campesinos (62% de la población total según censo de 2001) y sectores populares del país, buscaba que éstos se incorporen de manera más activa en la vida política, desde sus comunidades, juntas vecinales y regiones de origen. Sin embargo, esta forma de reconocimiento político no contribuyó a generara espacios reales de democracia intercultural y convivencia en el respeto y la tolerancia. La masacre de cerca de 100 personas y casi 500 sobrevivientes, principalmente indígenas (urbanos y rurales) como resultado de las masivas movilizaciones de los meses de septiembre y octubre del año 2003, realizadas debido a las pretensiones del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada de vender el gas por territorio chileno, puso nuevamente al desnudo el tipo de democracia y las verdaderas relaciones de culturas políticamente sectores sociales dominantes y la población indígena y los sectores populares del país. Por lo manifestado, este trabajo pretende ser una aproximación general y en gran medida testimonial al tema señalado. Desde la perspectiva presente en algunos barrios populares de la ciudad de La Paz, comoMunaypata, Villa Victoria, Laportada, Qallampaya. Barrios que están ubicados cerca de la ciudad del El Alto pero no lejos de la hoyada2 paceña. El obj etivo del trabaj o es responder ¿cómo fue la rebelión de los aymaras y sectores populares en algunos barrios entre el 11 y el 17 de octubre de 2002?

     

    Un adagio aymara

    Qhipa jiwasa mayakiwa (Morir ahora o después es lo mismo)

    En el mundo andino, cuando uno está profundamente consternado, llega a vociferar el adagio citado. En otras palabras, cuando se ha llegado al límite y no hay otra salida que dar la vida por una causa justa, se hace presente este proverbio. Durante los fatídicos días de octubre este proverbio estaba en mente y boca de muchos de los ciudadanos indígenas y sectores populares que estaban desplegados en masivas marchas, asambleasvecinalesosimplemente se hacía presente en el intercambio de ideas sobre la situación de Bolivia.

     

    Los jóvenes toman las riendas de los barrios

    Entre el 11 y el 17 de octubre, día tras día, incluso hora, tras hora, suceden una serie de cambios en los barrios populares con fuerte población indígena urbana, obrera y popular como Munaypata3, Villa Victoria, La Portada o Qallampaya. Una de las transformaciones se da al interior de la Junta de vecinos4, organización vecinal que representa a los pobladores de estos barrios.

    Antes de la rebelión de octubre existía -y aún existe- cierta peculiaridad en las organizaciones barriales. Por un lado, el "no importismo" de los vecinos y por otra, la representación permanente de unos cuantos vecinos. Generalmente estos dirigentes son de la tercera edad o jubilados (que han cumplido con la vida laboral activa). Estas particularidades hacían que muchas de estas personas llamadas a veces como gente con tiempo asumiera la dirigencia barrial.

    A raíz del dictamen de la ley de participación popular de 1994,el panorama descrito se matiza: ser dirigente vecinal se torna más atractivo. Principalmente por el acceso a los recursos económicos que se obtienen mediante la coparticipación tributaria de los distritos o sub-alcaldías urbanas.

    Esto ha provocado que los "viejitos" tengan un control casi total de la representación vecinal. Muchas veces con la "libertad" de actuar, en muchas ocasiones. A favor de intereses ajenos al barrio. Pese al matiz participativo de la última década, muchos dirigentes vecinales han continuado desarrollando ese rol mediador de los partidos políticos, en funciones del gobierno nacional y/o municipal. La finalidad no siempre fue la de buscar el desarrollo de los barrios, sino la de beneficiarse personalmente con los recursos económicos vecinales.

    En los días de la rebelión indígena popular de octubre, esta forma prebendal de hacer dirigencia barrial comenzó a resquebraj arse. Através del cuestionamiento a sus principales dirigentes. Muchos de estos representantes "viejos" y "mañudos" -como se les calificó- fueron desconocidos al calos de las batallas diarias.

    Se justificaron estas acciones radicales con el silencio que mostraban los viejos dirigentes vecinales en la lucha que se libraba en la ciudad y en el país. Los dirigentes vecinales comprometidos con la política del MNR (partido político de Sánchez de Lozada) y otros partidos oficialistas como el MIR, NFR, UCS y ADN, fueron depuestos de sus cargos en asambleas o cabildos abiertos y masivos.

    En estas asambleas vecinales se eligieron a muchos jóvenes (hombres y mujeres) como dirigentes vecinales. Los métodos de lucha de esta nueva dirigencia fueron peculiares: Por ejemplo, una de las primeras tareas fue convocar a nuevas asambleas vecinales, con invitaciones realizadas mediante parlantes o altavoces, se convocaba a los vecinos en horas de la noche o madrugada. En otros caso y siempre para garantizar la participación se procedió a tocar puerta por puerta, muy al estilo de autoridades comunales de los ayllus y comunidades andinas rurales.

    Por otro lado, se procedió a informar sobre los últimos sucesos; a mostrar solidaridad con los afectados en los día de confrontación (muchos heridos estaban en el hospital Juan XXIII de Munaypata), y también se procedía a intercambiar ideas del por qué sucedía la rebelión y el cómo se podría buscar alguna solución.

    Estas acciones fueron la base para organizar las marchas hacia el centro de la ciudad de La Paz. La masificación de la rebelión en los barrios populares permitió una reacción organizada de los jóvenes y su consecuente cuestionamiento a los antiguos dirigentes oportunistas.

     

    La paulatina escasez de alimentos

    A raíz del bloqueo de las vías de acceso terrestre y aérea a la ciudad de La Paz (El Alto y la Hoyada), ésta quedó prácticamente aislada del resto del país y sus provincias. El gobierno de Sánchez de Lozada a través de alguno de sus ministerios se había comprometido, en primer momento, a abastecer de víveres mediante "puentes aéreos", es decir a través de las vías aéreas. Pero este abastecimiento nunca llegó a cristalizarse por la férrea lucha organizada de los ciudadanos, en especial de aquellos ciudadanos provenientes del El Alto. Casi dos millones de personas estaban echadas a su suerte. Ese momento permitió ver el funcionamiento de las estrategias sociales y culturales de sobrevivencia. Para tener alguna idea de esta psicosis colectiva, identificamos dos estrategias:

    1.          El sector q'ara5 de la hoyada, vinculada con los supermercados ubicados en la zona central y en la zona sur de la ciudad de La Paz.
    2.          Los sectores indígenas urbanos y populares, vinculados con las ferias mercados o qhatus6 andinos, ubicados en sus propias zonas.

    Los supermercados de la zona central y la zona sur prácticamente agotaron sus mercaderías. Los q'aras, más que nunca, mostraron su "capacidad de compra". Acompañados de sus empleadas y parentela, vaciaron los alimentos que quedaban. En cambio, en os barrios populares, no se mostró la capacidad de compra, sino la de almacenaje y redistribución de los productos en momentos difíciles.

    En los mercados o qhatus populares nunca se agotaron los víveres, siempre hubo algo que vender y comprar, aunque en horarios especiales. El más común era entre las seis y nueve de la mañana. En cambio, en los supermercados, la desesperación de los q'aras hizo que se agotaran las mercaderías.

    En resumen, el paulatino desabastecimiento de víveres nos permitió ver dos prácticas socioculturales. Por un lado la de los q'aras o sectores pudientes, ligada a la cadena de los supermercados y su consiguiente lógica del acaparamiento

    egoísta. Por el otro, la de los sectores urbanos indígenas y mestizos, relacionados con las ferias o qhatus y su consiguiente lógica de redistribución andina.

     

    Comunicación de generaciones

    En las calles, en las sedes sindicales o mercados vecinales de los barrios populares, los adultos y los jóvenes estuvieron en permanente diálogo. La gente mayor contaba los sucesos ocurridos en la revolución del 1952 y la época de la Unidad Democrática Popular, conocida como la UDP7 (1983-1985).

    Los temas de mayor conversación fueron las muertes, la escasez de alimentos, la persecución a los líderes políticos de izquierda, la presencia de militares golpistas. En fin, en estas reuniones abiertas o cabildeos espontáneos, el aprendizaje fue testimoniar el pasado histórico mediante el diálogo de generaciones.

    La juventud que es casi reacia a escuchar a los viejos y peor acerca de sus logros o fracasos históricos, ahora, estaba más atenta y receptible que nunca. Hasta los más incrédulos trataban de entender qué era lo que estaba sucediendo. Era tan gratificante escuchar a los jóvenes, a la gente mayor, además de dialogar con ellos sobre temas como la dignidad nacional, o que los gobernantes siempre deben escuchar al pueblo, e incluso de rebelión armada. Este último tema no era conversación exclusiva de varones, sino también de mujeres. Por ejemplo, algunas vendedoras de mercados decían: "hay que sacarle al gringo8 , que nos den armas".

     

    Las consignas de las marchas

    Durante las movilizaciones de octubre escuchamos muchas consignas en las calles. Desde cánticos con melodías o simplemente estribillos cargados defuria y rebeldía que se convirtieron en una especie de consignas de guerra. Recogemos algo de lo que la colectividad boliviana produjo. Muchas de estas frases se gritaron en el trayecto hacia el centro de La Paz, y en puntos como la Pérez Velasco, la plaza San Francisco9 y sus alrededores.

    Indudablemente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni) del MNR simbolizaron el colonialismo externo, la anti-nación, lo foráneo: la afrenta al pueblo. Esto explica por qué ha generado tal bronca, y que algunas frases adquieran el nivel de insulto. Estas consignas no fueron sólo creatividad masculina sino también femenina. Las palabras cabrón, asesino y carajo fueron las más repetidas en contra de Goni.

    Citamos algunas de esas frases:

    •Goni asesino, queremos tu cabeza
    •Goni cabrón, andate a Washington
    •Compañeros, ¿qué queremos? Querenuncie el cabrón
    •Gringo asesino a la cárcel
    •Out (fuera) gringo
    •Goni cabrón al paredón
    •Gas para Bolivia, Goni fuera
    •Si Goni quiere plata que venda a su mujer(consigna de las mujeres)
    •Goni asesino ¡renuncie pues carajo!
    •Goni cabrón el pueblo no te quiere
    •Gringo de mierda
    •Ya está cayendo carajo
    •Tus orejas te cortaremos
    •Goni hijo de puta, asesino
    •Goni asesino, te vamos a colgar
    •Hemos traído harto chuño y papa pero falta carne de gringo
    •Si se pudo, si se pudo, el pueblo no es cojudo
    •Los cabrones no pasarán
    •Gallo y Bombón la misma porquería También fueron los días en que la identidad de El Alto se mostró al tope y dos frases sintetizan esto:
    •El Alto de pie, nunca de rodillas
    •Abran cancha, abran cancha que aquí llegan los alteños

    La idea de nación desde abajo

    Uno de los resultados más extraordinarios de las movilizaciones de octubre fue el resurgimiento del sentimiento de la nación boliviana desde sus sectores indígenas y populares. Las marchas multitudinarias durante once días en la ciudad de El Alto y seis días en la Hoyada, que, al unísono gritaban "que se vaya Goni" y "el gas es nuestro", sintetizan el sentimiento nacional desde abajo.

    La estrecha relación de los alteños con sus hermanos de la Hoyada, la esperada llegada de los campesinos y los mineros de Huanuni14 a la ciudad de La Paz, la solidaridad de algunos q'aras de la zona sur en los últimos días de la rebelión, nos muestran el despertar de la idea de nación y la construcción de un país diverso, sobre la base de sus sectores excluidos.

    Simbólicamente, las movilizaciones de octubre, iniciadas a fines de septiembre en la región histórica de Warisat'a15, enarbolando la wiphala andina (multicolor), con el transcurrir del conflicto terminó incorporando la bandera tricolor boliviana (roja, amarilla y verde) como signo de unidad nacional de los de abajo.

    El 17 de octubre, cuando Gonzalo Sánchez de Lozada huyó del país, se cantó el himno nacional, en especial la frase "morir antes que esclavos vivir". Algunas consignas que fueron repetidas en este momento fueron las siguientes:

    •Hermano policía únete a la lucha
    •Morir antes que esclavos vivir
    •El pueblo unido jamás será vencido
    •Fusil, metralla, el pueblo no se calla
    •Ahora
     sí, guerra civil
    •El gas no se vende carajo
    •Chile, Caín de América
    •Si esto no es pueblo ¿el pueblo dónde está?

    La democracia andina en el contexto urbano

    Las masivas movilizaciones de los días del conflicto de octubre nos permiten preguntarnos ¿qué práctica política y democrática se ha desarrollado en los barrios estudiados? Y ¿sobre qué base organizativa operaron los vecinos?

    Una primera respuesta es constatar que la organización barrial funciona bajo criterios de la democracia andina. Algunos ejemplos son la rotación de los barrios para las marchas diurnas hacia el centro de la ciudad de La paz. Las vigilias que se dieron principalmente en El Alto. Ésta es una de las explicaciones del porqué la rebelión duró once días en el alto y seis en la Hoyada.

    El comportamiento de los barrios urbanos fue muy al estilo de las comunidades andinas, con mucha solidaridad y prácticas de reciprocidad comunal. No es otra cosa que, en ciertas horas de la mañana, funcionen los qhatus o mercados barriales, dada la preocupación ciudadana por el desabastecimiento de víveres.

    Todo esto permitió que no se llegue a la desesperación, porque estaba la reserva de víveres para días extremos y, lo más interesante, la lógica de mercado actuaba bajo los criterios de reciprocidad. Aunque no se puede desconocer alguna actitud de especulación a través del alza de precios en algunos productos.

    Otra de las experiencias interesantes fue el control a los robos y asaltos. En los días de la revuelta, no había fuerza policial que garantice la seguridad ciudadana. El pueblo, principalmente en sus sectores indígenasy populares, recogiólaexperiencia de los sucesos de febrero de 200316. Los centros comerciales más concurridos, como el de la zona del Gran Poder y la Huyustus funcionaron bajo la lógica de la organización vecinal. Por turno y haciendo vigilia las 24 horas, controlaron el ingreso de extraños a los barrios comerciales. Esta forma de seguridad vecinal ha posibilitado que no se produzcan ni robos ni asaltos a comercios o viviendas. Aquí funcionó una especie de "policía sindical" urbana, al mejor estilo de los congresos obreros y campesinos.

     

    Conclusiones

    •La rebelión de octubre nos invita a estudiar con mayor detenimiento la dinámica de la organización vecinal.
    •La dirigencia vecinal de la prebenda política ha sido cuestionada y se resquebrajó su representación.
    •No acaba de cristalizarse el ascenso de los jóvenes en la dirigencia vecinal. La pregunta es por qué o ¿qué factores influyeron para el surgimientodelosnuevoslíderesdeoctubre?
    •Los sucesos de octubre han obligado a la clase política del país a legitimar lo que el pueblo ha reclamado: que la participación ciudadana no sea sólo mediante los partidos políticos, sino también a través de organizaciones sociales. Ahora reza el artículo 224 de la reformada Constitución Política del Estado lo siguiente: "Los partidos políticos y/o las agrupaciones ciudadanas y/o pueblos indígenas podrán postular directamente candidatos a presidente, vicepresidente, senadores y diputados, constituyentes, concejales, alcaldes y agentes municipales en igualdad de condiciones ante la ley, cumpliendo los requisitos establecidos por ella".

     

    Referencias Citadas

    Gaceta Oficial de Bolivia 1994a Ley de Participación Popular. Ley No. 1551 del 21 de Abril. Gaceta        [ Links ]

    Oficial de Bolivia, La Paz. 1994b Ley de Reforma Educativa. Ley No. 1565 del 7 de Julio. Gaceta Oficial de Bolivia, La Paz. 2004 Ley de Reforma de la Constitución

    Política del Estado. Ley No. 2631 del 20 de Febrero. Gaceta Oficial de Bolivia, La Paz.

     

    Notas

    1.  La rebelión de octubre obligó a los parlamentarios a realizar algunas modificaciones. Mediante la ley No. 2431 del 20 de febrero de 2004, se reformó la Constitución Política del Estado (Gaceta Oficial de Bolivia 2004). Donde se contempla, entre otras, la realización de la Asamblea Constituyente.

    2.  La ciudad de La Paz o ChuqiyapuMarka (Pueblo de la sementera de oro) por su topografía especial, rodeada de montañas, es conocida también como la hoyada.

    3.  Históricamente Villa Victoria y Munaypata son barrios de migrantes indígenas. Su tradición de lucha viene desde los sucesos del 9 de abril de 1952. En su condición de obreros indígenas y mestizos libraron jornadas heroicas de insurrección popular armada, que fue determinante para el triunfo de la revolución del 52.

    4.  Nos referimos a una organización de tipo local, diferentes a la organización departamental y nacional.

    5.  Q'ara: lit. pelado. Identifica a los sectores sociales blancos.

    6.  Qhatu: lit. puesto de venta.

    7.  Es la etapa de inicio de la democracia boliviana. El periodo de la UDP se caracterizó pro una profunda inestabilidad

    económica y política. El presidente de entonces, Hernán Siles Suazo, tuvo que acortar su mandato para coadyuvar a la solución de la crisis aguda.

    8.  Gringo, apelativo a Gonzalo Sánchez de Lozada por el acento parecido al norteamericano.

    9.  La plaza Pérez Velasco y la plaza San Francisco son el corazón geográfico de la ciudad de La Paz.

    10.  Papa deshidratada.

    11.  Frase contrapuesta de la consigna del MNR utilizada en la campaña electoral del 2002: si se puede, si se puede.

    12.  Se refiere a Jaime Paz Zamora del MIR aliado político del MNR y Sánches de Lozada.

    13.  Se refiere al capitán Manfred Reyes Villa aliado político del MNR y Sánches de Lozada.

    14.  El arribo de cientos de mineros de Huanuni la noche del 17 de octubre fue extraordinaria. Desde la ex tranca de Sensata hasta la plaza San Francisco, la colectividad vecinal salió a las puertas de sus casas con banderas (tricolor y wiphalas) y gritos de júbilo, para aplaudir el paso de los mineros en camiones. Esta enorme gratitud y solidaridad es otra de las muestras de la formación de la conciencia nacional.

    15.  Warisat'a (provincia Omasuyos, departamento de La Paz, Bolivia) tiene larga tradición rebelde. En los años 30 del siglo XX, se desarrolló una de las experiencias más interesantes sobre la educación indígena. Fue la escuela ayllu de Warisat'a, bajo la cabeza del aymara Avelino Siñani y el q'ara Elizardo Pérez.

    16.  Entre el 11 y 12 de febrero de 2003 se produce el enfrentamiento armado entre policías y fuerzas armadas. Este atípico conflicto y la falta de reacción inmediata de los comerciantes produjo el saqueo de algunos locales por delincuentes comunes.