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    Revista Textos Antropológicos

    versión impresa ISSN 1025-3181

    Textos Antropológicos v.15 n.1 La Paz  2005

     

    ARTICULO

     

    LA CONTINUIDAD DINÁMICA Y PRÁCTICA DE LA MÚSICA INSTRUMENTAL ANDINA EN LOS ARTESANOS DE WALATA GRANDE RESIDENTES EN LA CIUDAD DE EL ALTO

     

    DYNAMIC AND PRACTICAL CONTINUITY OF INSTRUMENTAL MUSIC IN WALATA GRANDE'S CRAFTSMEN WHO RESIDE IN THE CITY OF EL ALTO

     

     

    Edwin Mamani Aruquipa

    Edwin Mamani Aruquipa: Licenciado en Antropología, Carrera de Antropología, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz; Estudiante de Maestría en la FLACSO, Ecuador. E-mail:Pabmarka@hotmail.com

     

     


    La población de Walata Grande se caracteriza por la producción de instrumentos musicales, sin embargo cuando la economía en el área rural empieza a entrar en crisis, los walateños afrontan un proceso de migración hacia la ciudad de El Alto. En este nuevo contexto de vida, la producción de instrumentos musicales es un conocimiento que se usa como estrategia económica en la ciudad. Así comienzan a producir bajo las exigencias del mercado citadino. El autor muestra cómo este grupo sociocultural afrenta la migración campo-ciudad, los cambios que se presentan en la producción y la construcción tradicionales de estos instrumentos, y cómo esto manifiesta la cultura de trabajo.


    Walata Grande is a community in which the production of musical instruments was afeature ofthe people living there. But, when the economy of rural lives enteredinto a crisis, walateños hadto affront itandtheydiditby the migration to the city of El Alto. In this new live context, the production of musical instruments is the knowledge of walateños and they use it as an economic s trate gy in the city. That is how they begin to produce under urban market requirements. The author shows how sociocultural group of Walata affronts the rural-urban migration, the changes in production andbuiltprocess of the instruments, and how these facts express the working, gender and ethnic culture of walateños.


     

     

    Muchas poblaciones de Bolivia son el resultado de un largo proceso histórico, y es particularmente en los habitantes de la región andina donde fue visible una contraposición e imbricación permanente de diferentes formas de organización social de producción y reproducción de la vida material y social. Además es un proceso histórico que identifica hasta hoy, la continuidad de ciertos parámetros de producción, permitiendo a los involucrados crear o adoptar estrategias conceptuales y materiales para la sobre vivencia en contextos diferenciados.
    En este sentido, el presente trabajo es parte de una investigación anterior y no solamente enfoca una problemática constante como es la migración campociudad, sino también, la característica particular de un grupo social portador de conocimientos y prácticas sobre la música instrumental andina. Los artesanos de la comunidad Walata Grande (provincia Omasuyos, departamento de La Paz, Bolivia)
    son identificados hoy como una población dedicada a la producción de una variedad de instrumentos musicales aerófonos. Se trata, probablemente, de una población única en esta actividad, que rica en su expresión, práctica, significado, manejo de códigos y otros aspectos muestran su particular importancia. El desarrollo del trabajo obedece a una descripción etnográfica que aborda la problemática de la migración como consecuencia de aspectos sociales y económicos que hacen difícil la convivencia en la comunidad, frente a esta situación la "movilidad social" representa una alternativadesubsistenciaeconómicabasada fundamentalmente, en el caso de este grupo, en la continuidad práctica de la elaboración de instrumentos musicales aerófonos.

    La migración tiene como destino la ciudad de El Alto que, influenciado por otros constructos sociales, recepciona una población diversa, en su mayoría habitantes del área rural. Los walateños forman parte de esta construcción urbanística, económicamente caracterizada como una ciudad donde predominan actividades de carácter informal; en ésta informalidad la producción artesanal muestra una particular expresión.

    De forma significativa la investigación muestra que los artesanos residentes de Walata Grande en la ciudad de El Alto son parte de la construcción cotidiana de una cultura de trabajo expresada en espacios y tiempos diferentes.

    Se afirma que las manifestaciones culturales de cada sociedad están ligadas a sus modos de vida; éste vinculo también esta presente en las culturas del área andina. Es el caso de los aimaras que han demostrado un manejo propio de su arte, tecnología, religión y música; fundamentalmente            manifestaciones que aún se conservan y perviven en sus modos de vida. Hoy es una realidad "presente" y recreada en distintos espacios y tiempos pese a la "alternancia cultural".

    Hacer referencia a la variedad de música andina, es hablar de la amplia gama de instrumentos musicales existentes en la zona, de su papel y significancia cultural, como la participación de los individuos; en este contexto Mauricio Mamani al marcar algunas características de la música andina considera: "que eran el soporte de la convivencia y solidaridad comunitaria..." y argumenta:" (que)... los instrumentos musicales son construidos con ese principio para ejecutar nunca individualmente... siempre con la participación de casi todos los habitantes delacomarca" (Mamani 1997:49) situación que muestra la "función" social que cumplen los instrumentos musicales como aglutinadores de los miembros de la comunidad. Esta condición marca además, la asignación de ciertos especialistas en la elaboración de estos instrumentos musicales y, al parecer es una cualidad de ciertas personas. Gutiérrez y sus colaboradores (1999:268) identifica al ayllu Callapa, de San Pedro de Conde del departamento de Oruro y argumenta que "la mayor parte de los artesanos son del ayllu Callapa, estancia Sikuri, quedando sólo siete familias (...) todos especializados en la construcción de sikuris y zampoñas" sin embargo, destaca una población en particular que es la comunidad de Walata Grande identificada como el centro de mayor producción de los instrumentos musicales en Bolivia donde se fabrican una diversidad de este género.

    En contextos de cambios socioeconómicos los centros de producción artesanal, como los productores de alfarería, han sufrido procesos de cambio que han afectado su realidad social y económica. La región del altiplano norte donde se encuentra Walata Grande no esta al margen de esta realidad y vivió transformaciones vinculadas sobre todo a la problemática de las tierras. Esta característica permite anotar en definitiva que los procesos detenencia y acceso a la tierra son factores que pueden considerarse como definitivos para dar inicio a los procesos de migración. Albó (1998:63) identifica que: "los flujos migratorios se empezaron a acelerar algunos años después de la Reforma Agraria de 1953, cuando las tierras recuperadas de las exhaciendas ya no daban abasto al aumento demográfico" como un referente citadino próximo a este propósito es el conglomerado urbano altopaceño. De acuerdo a Sandoval en 1985 El Alto tenía una población estimada de 223.239 habitantes, delos cuales el 63% era migrante. Para 1992, El Alto cuenta con 405.492 habitantes (INE 2001) constituyéndose en el espacio, donde la "gran mayoría está conformada por personas que provienen del mismo departamento" (1984:38) además: "estos migrantes ... han llegado a formar un grupo social muy característico e influyente en sus comunidades de origen, que reciben internamente el nombre de los 'residentes'" (1984:63). Es con este término de residentes como se identifican los miembros de Walata Grande, que viviendo en la ciudad de El Alto periódicamente visitan su comunidad originaria. Esta situación ubica a los artesanos de Walata en condición de migrantes, donde el acceso a nuevos espacios de producción tiende a cambiar sus realidades de producción tradicionales. La ciudad de El Alto es el espacio donde los walateños reproducen "sus conocimientos"; realidad que implica ampliar sus redes comerciales mediante la mayor producción de "artesanías" ;especialmenteenlaelaboración de instrumentos musicales aerófonos. Al respecto, Mamani (1987:53) identifica dos grupos de instrumentos elaborados; uno sencillo destinado a la orquestación (comunitaria) y otros más trabajados destinados para los turistas, complementa señalando que: "(la) comercialización de éstos aerófonos se efectúa de dos maneras: Exportación y consumo local".

    En adelante, a través de una descripción etnográfica, se busca entender el contexto de esta problemática, teniendo como punto de partida a una población migrante por un lado y por el otro al conocimiento de una practica musical que permite anotar la siguiente cuestión. ¿Qué aspectos caracterizan a la persistencia de un proceso de producción originado en un espacio geográfico diferente al citadino? y ¿Cuáles son los procesos de trabajo que permiten identificar hoy, a un grupo de artesanos especializados en la construcción de instrumentos musicales aerófonos?

    La actividad que desarrolla este grupo de artesanos puede ser interpretada como una cultura de trabajo, no solo porque en él están presentes relaciones sociales y un tipo particular de producción, sino también, porque participan de procesos de construcción que involucra a los walateños con otros grupos y, en si mismas, en cuanto unidades de producción donde se ejecutan distintos procesos de trabajo. Al respecto y considerando la significancia de una cultura de trabajo, Palenzuela (1995:4) anota que ésta corresponde a un: "conjunto de acciones intencionales y no instintivas, individuales o colectivas encadenadas y ordenadas que relacionan la fuerza de trabajo (capacidad física y conocimientos técnicos) con los medios de producción y con los instrumentos de trabajo al objeto de conseguir un resultado final que responda a una necesidad social". Es también un sistema de valores y de percepciones que producto de una construcción histórica son expresadas en su cotidianeidad.

    Son las unidades de trabajo las que proporcionaran el dato empírico, involucrando así a las varias familias de residentes walateños ubicados en la ciudad de El Alto. Tanto su movilidad como la actividad productiva que desarrollan llevan a identificar tres universos culturales que Moreno (1997:24) entiende como la cultura étnica, cultura de género y la cultura de trabajo, sin duda esta referencia abre un abanico de aspectos a ser analizados. Sin embargo, considerando que el presente trabajo se basa fundamentalmente en un primer acercamiento al trabajo de estos artesanos se enfatiza en entender a un grupo social que expresa su cotidianeidad en realidades dinámicas que se construyen, cristalizan y modifican a través de un proceso histórico -temporal. Al respecto, Palenzuela (1995:14) anota: "el estudio diacrónico de los comportamientos sociales, actitudes y valores de un colectivo, nos mostrará las diferentes fases o adecuaciones por las que su cultura de trabajo ha transitado". En este sentido, la migración es entendida como una estrategia constante surgida a partir de una toma de decisiones que son orientadas a la búsqueda de una finalidad concreta como la continuidad de un grupo social. En este caso Palenzuela (1995) identifica esta acción como "estrategia económica de subsistencia", pero ello no significa que estemos exclusivamente frente a una estrategia de trabajo donde la fuerza de trabajo y los medios de producción sean primordiales, sino que en su conjunto intervienen otros elementos complementarios como la ayuda mutua y la solidaridad. Mas adelante cuando se desarrolle la investigación se apreciará esta relación.

     

    Walata Grande: comunidad que expresa una cultura de trabajo artesanal

    Walata Grande se encuentra ubicada al norte del altiplano paceño, la información jurisdiccional indica que pertenece al cantón Warisata, que a su vez, corresponde a la primera sección municipal de la provincia Umasuyu del departamento de La Paz (Chikiyawu).

    Esta localidad se encuentra ubicada a una 105 kilómetros de la ciudad de La Paz, su acceso por vía terrestre, se realiza por la red caminera que conduce a la población de Sorata provincia Larecaja, cuyo tramo se inicia desde Río Seco de la ciudad de El Alto pasando por poblaciones como Huarina, Achacachi y Warisata, requiere un promedio de 2 horas de viaje para llegar a la comunidad.

    Geográficamente es una región que se caracteriza por quebradas y montañas, de clima frío y un suelo arenoso y pedregoso, su cercanía al Nevado Illampu y al lago Titicaca produce una ecología difícil de habitar. Se encuentra a una altura aproximada de 4.100 metros sobre el nivel del mar, climatológicamente presenta en las estaciones del año variaciones; estas pueden ser bastante bruscas en un día. En la madrugada el ambiente se presenta con bastante humedad y una densa neblina, acompañada de fuertes vientos que cambian constantemente de dirección son parte de una rutina diaria, este ambiente se torna más tranquilo a media mañana tiempo en el cual, el calor abrasador del sol tiende a ser intenso y seco. Por la tarde y al asomarse la noche, nuevamente la intensa neblina se apodera del ambiente, que emergiendo desde el Illampu hace nula la visibilidad, que por lo general si es muy intensa, no alcanza a más de dos metros. Esta situación climatológica permite a los habitantes de esta zona cultivos como cebada (forraje) oca y papa principalmente, también existe la crianza de ganado vacuno y ovino pero, como las anteriores, son en menor grado.

    Una visión panorámica de la zona hace ver que las distintas comunidades se hallan dispersas y frecuentemente ubicadas en las laderas de los cerros, a diferencia de otras zonas las viviendas están reunidas en virtud a una referencia común que puede ser la exhaxienda o la escuela.

    La población de Walata Grande se encuentra ubicada sobre las inmediaciones delríoWalata,elmismocruzaporelmediode la comunidad, además de ser un importante fuente de riego, representa una especie de frontera artificial entre Alay Walatha (Walata arriba) y Aynach Walatha (Walata abaj o), esta división establece el principio de dualidad presente en la cosmovisión andina.

    Walata Grande1 limita al Norte con las comunidades de Murumamani y Päqullu, al Sur con el cantón Warisata (actualmente funciona la Normal Rural Warisata), al Este con las comunidades de Walata Chico (también denominado Juqhu Walata) y Walata Qhuwani, y al Oeste con la comunidad de Tari.

    En su generalidad estas comunidades son ex haciendas, la revisión de documentos del siglo XIX permite identificar a estas comunidades como fincas que pertenecían a determinados dueños o patrones. Para 1893 se tiene el siguiente registro proporcionado por Imaña y Durá: "Gualata Grande, nombre del propietario Primitivo Agramonte Murumamani, nombre del propietario Marcelino Gutiérrez Hoco Gualata, nombre del propietario Balvina de Richter Coani Gualata, nombre del propietario Primitivo Agramonte Tari, nombre del propietario Horacio Riveros".

    Lamemoriacolectiva delos walateños recuerda la época de las haciendas como un sufrimiento, dado que los servicios hacia el patrón eran obligatorios u los casos de incumplimiento, eran sancionados con duros castigos. La síntesis histórica hace ver que hasta antes de 1952 todo era hacienda, con la Reforma Agraria son libres de trabajar sus propias tierras, en cierta medida son dueños de sus tierras pero se menciona que aún no son dueños "legales".

    El proceso de adjudicación de títulos de propiedad a favor de los campesinos fue demandado en 1954 cuando se contaban 42 sayañeros2. Sin embargo los títulos comienzan a emitirse recién en 1975, haciendo ver que tuvo una duración aproximada de 19 años, tiempo en el cual el incremento poblacional (98 comunarios) y su consiguiente requerimiento de tierras provoca ciertos enfrentamientos entre familias y los mismos comunarios. Don Pedro Quispe recuerda que para esta época tenía conflictos con sus tíos, dado que al quedar huérfano de padre no le daban importancia en asignarle una porción de terreno, que bajo las normas de la comunidad le correspondía. Esta situación implicó constantes peleas con sus familiares, agresiones que se tornaban más violentas a inicios de la época de siembra puesto que, es norma de la comunidad la distribución de las tierras aun no "legalizadas". Este y otro tipo de problemas fueron generándose como consecuencia de las siguientes causas: Primero, acceso limitado a las tierras que cada vez eran de menor dimensión. Segundo, que también puede identificarse como causante de la primera, es el aumento considerable de la población. Actualmente estos terrenos son cultivados de forma comunitaria donde la sayaña asignada es de uso individual y/o familiar, mientras que las tierras de la ex hacienda son cultivadas de forma colectiva bajo un sistema rotativo, que a cada inicio de la época de siembra son distribuidas a los comunarios, para el mismo deben cancelar un monto de dinero acordado previa reunión comunitaria. Este uso y acceso a la tierra establece, como en la mayoría de los pueblos del altiplano, dificultades o restricciones. Es el caso del comunario Don Gregorio Apaza; cuenta en su familia con cinco hijos los mismos ya conformaron sus propias familias; Don Gregorio al ser dueño de una sayaña tiene la obligación de distribuir el terreno, entre los hijos varones principalmente. Estos al poseer terrenos de cultivo bastante reducidos entran en conflicto con los otros miembros de la familia y será posteriormente uno de los motivos para que estas familias migren. Es importante puntualizar que las migraciones no solo son producto de la escasez de tierras, sino también, como consecuencia de conflictos internos que pueden ser a nivel familiar o comunidad, que en definitiva inciden para el abandono de la comunidad.

    La descripción actual de la localidad Walata Grande hace ver que no responde al típico asentamiento colonial que caracteriza a una mayoría de los pueblos altiplánicos, donde la plaza y la iglesia representan el centro principal del pueblo. En Walata la escuela, la Cooperativa Artesanal y la cancha de fútbol se encuentran en Walata arriba, mientras que la iglesia esta ubicada en un lugar marginal que corresponde a Walata abajo, donde también se encuentra una escuela y la ex hacienda, ambas abandonadas. Esta situación hace ver que Walata no presenta vestigios de la época Colonial, identificándose sus edificaciones con la época de las haciendas, su organización se basa en los principios andinos de dualidad, aspecto que es bastante visible en la asignación de los cargos sindicales: Secretario General, Secretario de Justicia, etc., su nombramiento obedece auna interacción entre ambas parcialidades.

    Sin embargo, la dualidad existente en Walata al parecer ha sido negativa, porque de acuerdo al relato de algunos comunarios, Walata se caracteriza por ser una comunidad bastante rebelde que permanentemente en, épocas pasadas, entraba en conflicto con poblaciones aledañas donde una de las principales causas era la demarcación de linderos. Posteriormente este carácter conflictivo se hace presente al interior de la comunidad, entre las parcialidades de arriba y abajo. Al parecer, uno de los centros del conflicto fue precisamente, la ubicación de la escuela en una de las dos parcialidades, conflicto que al parecer se resolvió en una distribución equitativa; razón por la cual hoy la escuela se encuentra en Walata arriba y la iglesia en Walata abajo.

    Es importante tomar en cuenta el panorama anterior dado que, posteriormente, cuando se analice la situación de los residentes, será importante determinar en que medida se expresan estas disyuntivas, no solo en la comunidad, sino también en centros urbanos como la ciudad de El Alto.

    En términos poblacionales Walata Grande esta conformada por aproximadamente 210 familias, entre residentes3 y aquellos que viven en la propia comunidad. El acta del Sindicato Walata Grande del año 2001 prevee, para la comunidad, una nomina por sayaña, notificándose para este año un número aproximado de 90 comunarios. El número restante de 120 familias radican en las ciudades de La Paz y El Alto, además de poblaciones como Patacamaya (6 familias).

    Se trata de una población que presenta una dinámica interna propia fruto de las condiciones sociales y económicas reinantes en la zona. Por lo general las familias se encuentran dispersas, es decir que algunos migraron a los centros urbanos y otros se quedaron en la comunidad. Los que comenzaron a emigrar son los hijos mayores, quedándose en la comunidad el padre acompañado del resto de su familia. Los hijos menores son los más propensos a quedarse en la comunidad cuidando de los padres, además, las condiciones de acceso a las tierras son mayores y pueden ser aprovechadas en su totalidad; si las relaciones no son conflictivas con el resto de los hermanos este será generoso y ayudara en preparar la tierra para que sus hermanos accedan a los cultivos, ayuda mutua que consolida las relaciones afectivas. Sin embargo, los hijos mayores han sido también los que incentivaron las migraciones al interior de sus familias, empujando de manera progresiva a un proceso de migración de toda la familia.

    De lo anterior se identifican tres categorías de comunarios: Primera: aquellos que aun viven en la comunidad de Walata y mantienen cierto grado de relación con los centros urbanos a través de la producción y comercio de artesanías. Pero es común determinar que estas personas cuentan con un lote de terreno que puede ser en Chukiwayu o El Alto. Segunda: Aquella población que radica en centros urbanos como las ciudades de La Paz y El Alto donde su principal ocupación es la elaboración de instrumentos musicales aerófonos. Estos no se han desligado totalmente de la comunidad, creando una "complementariedad entre campo y ciudad". A partir de la relación que mantienen con la comunidad de origen se identifican dos sub-grupos: a) Aquellas familias que mantienen un contacto continuo con la comunidad, puesto que aun viajan para realizar trabaj os en agricultura, tanto en épocas de siembra como en cosecha, el poco ganado que poseían lo venden o los dejan a cargo de aquellas familias que continúan viviendo en la comunidad. b) aquellas familias que residen en las ciudades y que ya no dependen de la comunidad viajan, a Walata solamente en acontecimientos festivos (14 de septiembre, fiesta en la comunidad), es un subgrupo bastante reducido y en su generalidad son familias que encontraron en la producción artesanal (elaboración de instrumentos musicales aerófonos) estabilidad económica. Tercera: Representada por un porcentaje mucho menor que la anterior son aquellas familias que radican en las ciudades, que ya no dependen de la comunidad ni de la producción de instrumentos musicales, porque han logrado acceder a otros espacios de donde obtienen los ingresos económicos, generalmente son de carácter informal como ser: chofer, comerciante, etc. Estos consideran a la actividad artesanal como algo improductivo, sin valor y que su practica llevaría a afectar el ascenso logrado al ingresar a un nivel de vida (urbano) diferente. Al parecer este grupo se caracteriza por ser conflictivo, no cumple con la normas de la comunidad como ser el rol de cargos, y que finalmente se ha desligado de las prácticas y costumbres de la comunidad.

    Las categorías anteriores no implican necesariamente dar un significado similar a las categorías presentadas por Spedding y Llanos (1999:33-34) quienes categorizan a los residentes como: exitosos, dependientes y conflictivos. Su investigación trata de un grupo poblacional que permanece de forma estable en las ciudades. El caso de los walateños hace ver que no existe una marcada diferenciación entre ser residente y aquél que permanece en la comunidad, siendo que las relaciones de producción obligan a buscar espacios de ayuda mutua, que consiste principalmente en el aprovisionamiento de materia prima o de productos agrícolas como papa, ch'uñu4 y otros, además, ser residente no implica necesariamente tener éxito en la ciudad; existen algunas familias que viviendo en la ciudad son concientes de pasar por una etapa de crisis, en la que, según ellos "era mejor la vida en la comunidad". Sin embargo es evidente el uso del término de "residentes conflictivos", para identificar a un reducido número de individuos que manteniendo una propiedad se resisten a abandonarla de forma definitiva.

    La totalidad de familias que continúan viviendo en la comunidad Walata Grande basan su economía en la producción de instrumentos musicales nativos (siku, tarqa, etc.) estos son comercializados en diversas regiones del país como también en el ámbito internacional. También tienen la posibilidad de practicar la agricultura pero se encuentra en un plano secundario. Los limitantes a este propósito son las malas condiciones del terreno y las inclemencias del tiempo que reducen su producción al autoconsumo.

    La elaboración de instrumentos y su posterior comercialización se realiza a través de dos mecanismos, uno individual y otro colectivo. El primero es de carácter tradicional y propio logrando abastecer a las comunidades de la región, donde se menciona que las épocas de mayor distribución son las de festividades y los acontecimientos más significativos en la vida del individuo y la familia que en cierta medida, van marcando y dando sentido a las rutinas de la vida comunal. El artesano de Walata conocedor de las épocas festivas viaja alugares específicos, que corresponden a áreas intermedias caracterizadas por ser zonas de mayor densidad poblacional. En estos lugares, las ferias anuales que vienen ligadas de celebraciones religiosas, son el espacio, donde el artesano o maestro "luriri"5 distribuye los instrumentos elaborados, así como en la fiesta de San Pedro en la localidad de Achacachi provincia Umasuyu.

    El concepto de acceso a las diferentes zonas ecológicas6 está también presente en la concepción de los artesanos, significan importantes espacios de comercialización individual, esta situación a hecho que el reconocimiento de Walata, como productor masivo de instrumentos musicales aerófonos, sea ampliamente difundido. Si bien es permanente esta percepción, es menester diferenciar algunos aspectos, porque actualmente se produce un acceso indirecto, esto como consecuencia de la pérdida de espacios y la cada vez mayor incidencia de intermediarios, tanto en el aprovisionamiento de materiales, como en la distribución del producto. Esto significa no solo un corte en la lógica del acceso directo, sino también una forma particular de relaciones sociales entre el artesano y su audiencia donde es mayor una relación de tipo mercantilista.

    El segundo mecanismo económico corresponde a una comercialización hacia el exterior que es una estrategia relativamente reciente. Así, la Cooperativa Artesanal Walata Grande Limitada es fundada en la década del 70 del siglo pasado, su fundación obedece a iniciativa de algunos comunarios, que dadas las posibilidades de exportación iniciaron este proyecto. Esta cooperativa responde a la demanda extranjera, por consiguiente implica una producción que responde a un sistema de tipo mercantilista, cambiando y variando la estética en su elaboración. Esta institución (cooperativa) esta afiliada al centro Qantati que aglutina a su vez a diversas cooperativas artesanales entre las que se encuentra Walata. El rol de esta cooperativa encontró variación a lo largo del tiempo; en un principio cumplía un rol institucional bastante importante, siendo inclusive mayor que la organización comunal. Los conflictos y otros espacios eran trasladados a la Cooperativa quien asumía el rol de autoridad máxima, en los últimos años su importancia ha disminuido: En un principio representaba para los afiliados una importante fuente de ingresos económicos, porque la producción de este tipo de instrumentos era escasamente conocida en el exterior, además en los trabajos demandados se buscaba perfección implicando una mayor inversión de fuerza de trabajo, motivo por el cual argumentan: "no se disponía de tiempo para cumplir con trabajos secundarios (agricultura)". Asimismo, la remuneración que obtenían del mismo era relativamente mejor. Esta situación, dispuso en sus afiliados una disminución en la calidad requerida del instrumento, porque se produjo una especialización, de ahí que sólo algunos podían cumplir con los trabajos, consecuentemente provocó mala producción y menor demanda. A esto se suma el prologando espacio de espera para recibir los pagos que finalmente causó desconfianza en la población involucrada. Sin embargo, esta relación no es laúnica, se desprenden además otros elementos que tienen implicancia con el ritmo de vida en la comunidad. Las actividades a cumplir eran demasiadas, se tenía que cumplir con los trabajos agrícolas y los trabajos artesanales, cada uno requería una dedicación especial. Así por ejemplo en la elaboración de instrumentos la provisión de material marca los ciclos de producción, sin esta materia prima es imposible cumplir con los trabajos exigidos, por tanto se produce una diversificación de los distintos procesos de producción expresada en las unidades de trabajo. Un ex afiliado de la cooperativa recuerda que le resultaba imposible el cumplir con algunos trabajos y considera que esta es una de las causas principales para el deterioro institucional de la cooperativa. Este conjunto de datos revela que la incorporación de sistemas de organización "ajenos" modifica la organización social de l a producción, porque emerge un nuevo sistema de producción, el cooperativismo que, expresado en una relación mercantilista, impone un sistema de producción que busca perfección, así surgen en la comunidad especialistas en determinado tipo de instrumentos y comienzan a mostrar indiferencia con otros. Pero al mismo tiempo, este carácter tiende a ser contradictorio porque es evidente un deterioro de tales instituciones, porque el fin económico provoca intereses personales y en cierta forma es un espacio de apropiación que les permite expresar su prestigio. Se menciona también que Perú ha sido y continúa siendo uno de los espacios de distribución más importantes para el artesano de Walata. Esta apreciación es evidente cuando los días viernes de cada semana, un buen número de artesanos comienzan su recorrido hasta la población de Janqhu Janqhu, provincia Camacho (región fronteriza entre Perú y Bolivia) donde se realiza la venta de estos instrumentos. Actualmente este espacio al igual que la anterior genera, entre los mismos artesanos especializados, una competitividad entre ellos mismos, al respecto uno de los artesanos señala: "todos vienen y venden a cualquier precio y nosotros mismos nos perjudicamos, el casero busca precios bajos"7. Para evitar esta situación se organizaron, llegando a reunir el grupo denominado "fronterizos", término que hace referencia al espacio en el que desempeñan esta actividad. Actualmente según estos artesanos la venta ha disminuido de forma considerable donde, uno de los motivos principales es la pugna entre ellos por acaparar mayor demanda.

    De retorno a la descripción de la comunidad, se advierte que presenta un panorama de un pueblo semi vacío. La mayoría de las construcciones están abandonadas, algunos han preferido destechar sus casas antes que por el deterioro del tiempo puedan derrumbarse, el poco material rescatado es trasladado a la urbe. Este proceso de abandono, es mayor en la parcialidad de abajo, mientras que los de arriba mantienen sus viviendas en torno a un círculo que se ha formado alrededor de la Cooperativa. Las reuniones de la comunidad no cuentan con la totalidad de miembros, "se da cada vez menor importancia" señalan algunos.

    Ante este panorama la poca población existente mantiene aún activa la práctica de la elaboración de instrumentos musicales aerófonos. Cualquiera que visite esta comunidad advertirá al llegar el sonido agudo o grave de algún instrumento, especialmente de la Tarqa que con el eco del sonido provocado repercute entre las montañas que la rodean. Este sonido es prueba de que alguien está afanado en resaltar los sonidos de la tarqa para que este presente un afinado. La dinámica del pueblo continua, los instrumentos son cuidadosamente elaborados y cada artesano esta afanado en poder cumplir con sus caseros8, todos dicen "tengo que viajar"; motivo por el cual preparan los instrumentos.

    Uno de los elementos centrales y muy necesarios para dar inicio a los procesos de elaboración de instrumentos es la materia prima (chhalla, tuqhuru, suqhusa y otros). Anteriormente el trabajo de acopio lo realizaba el propio artesano que ingresando al monte recolectaba el material necesario. Actualmente el autoabastecimiento de material ya no es una tarea exclusiva del artesano razón por la cual se puntualizó el acceso indirecto; existen algunos proveedores que siendo de la regiones productoras (Yungas, Valle y el trópico) hacen llegar los materiales a la comunidad.

    Adquirido el material se inician los procesos de elaboración de instrumentos musicales es un trabajo exclusivo de los varones, sin embargo cuando el caso lo requiera también pueden intervenir las mujeres, pero será en casos excepcionales. Ellas pasan el tiempo cumpliendo tareas, que en este caso responden a la actividad agrícola. Para reflejar una división del trabajo mucho más clara se identifica que: la siembra y cosecha son tareas conjuntas entre el hombre y la mujer, claro está, con el apoyo de los hijos. La selección y posterior elaboración de "ch'uñu" es tarea exclusiva de las muj eres yes que el esposo aprovechará este espacio de tiempo para proveerse de material; así, terminada la cosecha irán en busca de materia prima, llegando a los lugares de extracción (monte), el proceso es optativo, o bien ingresan al monte durante un tiempo determinado (uno o dos meses) y extraer el material o bien pueden solicitar una cantidad específica a los dueños de las tierras donde crece este material, quienes harán llegar a la comunidad. Es una realidad que ha cambiado puesto que eran los propios artesanos quienes realizaban y cumplían con la extracción.

    Obtenido el material, los hijos se sumarán en la elaboración de instrumentos, éstos al adjudicarse tareas específicas constituyen una ayuda fundamental en la culminación de los instrumentos deseados. Pero esto también tiene sus límites pues ellos son propensos a irse de la comunidad o están dedicados a cumplir con las "tareas de la escuela". En general la situación actual de la comunidad se encuentra en pleno proceso de cambio; situación expresada por las condiciones en que se desenvuelven sus habitantes, quienes al mismo tiempo, ven cada vez más deteriorada la producción de instrumentos musicales, siendo una de las razones la poca demanda. A este panorama se suman, los conflictos internos en la comunidad referentes a tierras y la baja calidad productiva de las mismas. Bajo esta perspectiva la migración con destino a los centros urbanos es una alternativa de búsqueda de mejores condiciones de vida. Estos artesanos a diferencia de otros grupos migratorios llevan consigo un amplio conocimiento referido a la elaboración de instrumentos musicales aerófonos, motivo por el cual allí donde encuentren un espacio de asentamiento reproducen esta actividad ancestral. Los procesos de migración continúan en la actualidad, cada año se observa que varias familias migran desde la comunidad con destino a centros urbanos como la ciudad de El Alto.

    De la comunidad a la vida urbana

    La ciudad de El Alto

    La referencia válida para la descripción y análisis de los datos demográficos de la sociedad boliviana y la alteña en particular, es el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001, permitiendo reconocer las condiciones sociales y económicas de sus habitantes.

    Los resultados estadísticos de los municipios del departamento de La Paz (cuarta sección de la provincia Murillo-ciudad de El Alto) establecen que en los últimos nueve años (periodo intercensal 1992-2001) la población de la ciudad de El Alto aumentó en 244.466 habitantes, puesto que en 1992 se registra 405.492 personas y en el año 2001 649.958 personas. De los cuales 647.350 pertenecen al área urbana. Este último dato establece que esta ciudad pasa a constituirse en uno de los centros urbanos de mayor crecimiento, donde un elevado porcentaje de habitantes se encuentran distribuidos en los principales centros de la urbe.

    El incremento poblacional de la ciudad de El Alto, no solo es un fenómeno demográfico como tal, sino que repercute en otros ámbitos y uno de ellos es precisamente la identidad cultural, en razón de que un número bastante considerable de población esta conformada por migrantes. En este propósito Xavier Albó (1998) identifica a El Alto como la "capital del mundo andino" justamente por el considerable número de migrantes aimaras, que se diferencian ampliamente de otros grupos minoritarios, como el quechua.

    Como cualquier concentración urbana constituida en buena medida a partir de los flujos migratorios, El Alto presenta una realidad especifica expresada a partir de su configuración socioeconómica, advirtiéndose características que son manifestadas en el cotidiano vivir de sus habitantes. Urbanísticamente esta conformada por procesos de asentamientos irregulares quefinalmente tienden a expresar la cosmovisión andina de sus habitantes, proceso construido a lo largo de su historia.

    Configuración urbanística

    Los procesos de asentamiento urbano de El Alto están en relación al aumento demográfico y en cierta medida por la importancia administrativa que representa la ciudad de La Paz (Sede de Gobierno). Según Fernández (1993:9) "en los primeros años de 1890, se observa una débil estructuración urbana; primero con la acción de los hacendados... y el establecimiento de galpones de las instituciones estatales" estos primeros asentamientos construidos en las inmediaciones de la línea férrea (hoy totalmente abandonada) se identifican como construcciones incipientes. Al parecer este lugar, no fue el centro vital para el desenvolvimiento del "Alto de La Paz"9.

    Paralelo a este desarrollo sosegado, según comentarios de vecinos "antiguos"10, existían comunidades propias del lugar como: Charapaqui, Ingenio, Yunguyu, Chhiji Pampa y otras comunidades menores, que daban muestras de organización de tipo urbano, claro está, con el posterior deterioro extencional de su territorio.

    A este proceso, la revolución del 52 llevada adelante por el Movimiento Nacionalista Revolucionario, contribuyó a adoptar un "tipo" de organización particular. Para Fernández (1993:10) "en 1952 el Alto de La Paz se convierte en el escenario político para conformar el triunfo de la Revolución Nacional... a partir de esta fecha los comandos políticos... promueven la organización de juntas vecinales". La adopción de este tipo de estructuras organizativas culminó con la creación del Consejo Central de Vecinos instituido el 3 de julio de 1957.

    Para abril de 1966, algunos vecinos recuerdan que el presidente de entonces René Barrientos Ortuño, inaugura las viviendas de la Ciudad Satélite, este hecho adquiere su importancia porque es el principio de una posterior urbanización de El Alto de La Paz. Según Saturnino Camacho ex presidente de la Zona Brasil, el 6 de marzo de 1985 el Alto de La Paz se convierte solamente en El Alto, como consecuencia de la creación de la cuarta sección de la provincia Pedro Domingo Murillo del departamento de La Paz. A partir de este momento, junto con el establecimiento de instituciones como la Alcaldía Municipal y otro tipo de organizaciones, la naciente ciudad de El Alto va adquiriendo su autonomía.

    En la actualidad, El Alto como toda ciudad grande o pequeña tiene su especificidad, que la diferencia de otros centros urbanos; así quien visite por primera vez encontrará una diversidad de espacios tanto sociales como culturales, expresados por sus propios habitantes en el cotidiano vivir. Una primera impresión es precisamente las características urbanísticas, en este propósito y dadas las cualidades de su asentamiento se pueden precisar los siguientes espacios.

    Espacios urbanos centrales: Estas zonas presentan, urbanísticamente, mayor desarrollo en su estructura dada la importancia administrativa y actividad comercial que expresan en sus predios. Entre estos espacios se identifica a la Ceja de El Alto, que cobija a la Alcaldía Municipal como la primera institución administrativa de esta ciudad, de igual forma cobija a organizaciones e instituciones de tipo gubernamental y/ o privadas, que desarrollan tareas de organización, promoción y capacitación destinadas exclusivamente a enfocar las problemáticas diversas de esta ciudad.

    El incremento cada vez mayor de la actividad informal a hecho de éste espacio, donde también se ubica a la zona 16 de julio, un lugar de aprovisionamiento, donde se puede adquirir una amplia variedad de productos. Actualmente los mecanismos de subsistencia generan una desorganización que requiere un apoyo de la estructura vial y una reorganización de predios específicos. También la presencia de la delincuencia en sus variadas formas, es una realidad innegable significando para sus habitantes "inseguridad".

    Barrios exclusivos: Estos barrios se caracterizan por presentar edificaciones mucho más desarrolladas, como una buena construcción de las casas. Entre las zonas que pertenecen a este grupo están la Ciudad Satélite, en el sur, que viene a ser el principal barrio "residencial" de la ciudad alteña, también pueden ubicarse en esta categoría las viviendas de Río Seco en el norte, y de 1ro de Mayo en el Sur. Cuentan con todos los servicios primarios, incluso en algunos casos con gas a domicilio. En términos lingüísticos su población es de habla castellana en este propósito Albó identifica a estas zonas como el "sector menos aymara".

    Espacios urbanos periféricos: Los espacios periféricos se caracterizan por ubicarse en los suburbios de la ciudad, son barrios que se incrementaron muchos más por el considerable proceso migratorio, donde las condiciones urbanísticas tienden a ser deprimentes. Estos espacios se encuentran establecidos sobre las principales carreteras, es el caso de la carretera que conecta con el departamento de Oruro, de igual forma las vías camineras provinciales hacía Copacabana y Zongo, entre las más importantes.

    Estas zonas presentan un ambiente semi-rural y semi-urbano. El primero se caracteriza por la planicie extendida; por las calles polvorientas silenciosas y pedregosas, predominan edificaciones pequeñas construidas de adobe con excepción de algunas que son de ladrillo, que por lo general se caracterizan por ser de uno o más pisos, además es frecuente encontrar en estos lugares la crianza de animales propios de la región andina.

    El segundo de los espacios periféricos semi-urbanos, también está ubicado sobre las vías de comunicación terrestre, donde en una primera incursión se advierte una leve presencia del sector informal, con kioscos de refrescos, comestibles, talleres de mecánica, tiendas de lubricantes, fábricas de carrocerías e industriales11, barracas madereras, tambos, pensiones y otro tipo de servicios. El tipo de construcción difiere poco a poco del primer sector, o sea del semi-rural, en su generalidad son de ladrillo y de uno, dos y más pisos, igualmente se observa bastante movimiento, tanto de transeúntes como del servicio vehicular especialmente de micros y mini-buses. Estos espacios presentan urbanísticamente cierta variabilidad; en las diferentes calles predomina el polvo, a excepción de la principal carretera que se encuentra asfaltada, las actividades comerciales son mucho más visibles a través de las ferias diarias o semanales donde las comerciantes proveen de productos requeridos. Una de las razones que justifica esta situación es el incremento cada vez mayor de su población, constituida principalmente por gente migrante, que al no encontrar empleos seguros optan por ofrecer servicios de carácter informal mediante la venta de una variedad de productos. Estas zonas carecen de servicios primarios o llegan con cierta parcialidad12.

    Aspectos socioeconómicos

    En anteriores párrafos se puso énfasis en señalar el mayor y complejo crecimiento demográfico de los habitantes de la ciudad de El Alto, compuesto mayoritariamente por migrantes aimaras provenientes del mismo departamento o de otros del interior del país. El crecimiento demográfico no implica necesariamente el desarrollo social o económico, los escasos recursos financieros no cubren las expectativas de los pobladores y por tanto, dicho crecimiento en condiciones adversas es elemento que disminuye las posibilidades de acceso a mejores condiciones de vida.

    Dadas las circunstancias de sobrevivencia en la ciudad de El Alto, gran parte de la población busca alternativas de ocupación caracterizada fundamentalmente por ser de tipo informal. Esta informalidad ha hecho de El Alto no solo uno de los centros de mercado con una variedad de impresionante de productos, sino también en un centro de producción importante. Estos espacios de producción son copados en su mayoría por mano de obra no calificada, representando para el individuo el acceso a un empleo que proporciona bajos ingresos, por consiguiente sus expectativas de mejores condiciones de vida quedan frustradas13, además la presión sobre el mercado de trabajo tiene efectos económicos; como la disminución de salarios en trabajadores ya establecidos.

    Bajo este panorama el estudio realizado por el Programa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de La Paz (PADUM) identifica que El Alto tiene una significativa participación en la estructura del Producto Interno Bruto, sobretodo en cuanto a industrias manufactureras, comercio, transporte y almacenamiento, ratificando de esta forma el potencial de esta ciudad en actividades comerciales y de producción (Urquidi 1994:19).

    Al identificar la población económicamente activa por categoría ocupacional, el Modelo de Desarrollo Humano de El Alto señala: "El Alto se caracteriza por tener obreros, empleados y también trabajadores de pequeñas unidades económicas dedicadas a producir y vender bienes y servicios" (Urquidi 1994:21). En este propósito se identifican tres tipos de estructura ocupacional: el sector primario caracterizado por l a extracción y explotación de recursos naturales (agricultura ganadería y otros) establecidos en espacios semi-rurales, es decir absorbe a la población de los barrios más apartados y marginales, representando el 3% de la población económicamente activa (PEA). El sector secundario, se identifica con los procesos de transformación de materia prima en áreas como la industria y de construcción, ocupa el 34% de la PEA. Por último se tiene el sector terciario, que comprende prestación de servicios en comercio, hoteles, restaurantes, agua, luz, educación y otros con un porcentaje de 63,29%. El conjunto cuantitativo anterior revela datos interesantes, dado que por ejemplo, el tercer sector tiende a disminuir en los últimos años, en cambio el sector secundario al parecer tiende a un crecimiento, puesto que de 1991 a 1992 se incrementó en 14 puntos aproximadamente, en este rubro un alto porcentaje está relacionado con las actividades de construcción y manufactura, especialmente en talleres de metal-mecánica y de actividad artesanal. Esta situación responde a las características de la población que tiende a ser migrante y por ende ofrece al mercado un alto porcentaje de mano de obra.

    Aspectos Socioculturales

    La ciudad de El Alto expresa en su cotidiano vivir una pluralidad de situaciones que se manifiestan en comportamientos individuales o grupales, a través del idioma, la convivencia social y otras manifestaciones de identidad. La coexistencia de diferentes normas, valores, costumbres y formas de vida son provenientes de distintas "sociedades", expresadas en tiempos y espacios "ajenos". En este caso, la visible heterogeneidad cultural presente en El Alto, determina los contextos en que se canalizan las características de esta población, cuya dinámica involucra una "interrelación conflictiva"14, de formas de comportamiento social.

    La migración trae consigo distintas expresiones culturales, esto en atención a la cosmovisión andina donde cada comunidad tiene su propio thaki (camino), que es la forma en que cada comunidad conserva sus costumbres, tradiciones, conocimientos y otro tipo de manifestaciones culturales queayudan a mantener una identidad propia. Estas formas de comportamiento social, son producto de las relativas diferenciaciones de lamigraciónquepueden ser: campo-ciudad, región - localidad, comunidad - barrial, estableciendo una multiplicidad cultural.

    La heterogeneidad que presenta esta ciudad es de alguna forma una característica propia de las migraciones, donde la población habitante mantiene ciertas normas de comportamiento y para especificar sus cualidades se hace necesario buscar categorías. En este propósito pueden ser definidas como población: rural - campesina, urbano - popular, y urbano - occidental. La población rural -campesina está conformada por aquellos de procedencia campesina o que se encuentran en tales condiciones (en los espacios semi-rural de esta ciudad, aun se practican la agricultura y la crianza de animales propios de la región). El grupo urbano - popular esta conformada básicamente por migrantes, que hace un buen tiempo conviven en esta ciudad, su ubicación en zonas marginales constituyen espacios propicios para manifestar su identidad cultural, idioma y otras, exteriorizadas en algún tipo de acontecimiento social. El grupo Occidental - urbano se caracteriza por poseer ciertos privilegios de tipo urbano como ser una buena casa, niveles de estudio avanzado o ser dueños de medios de producción, es decir microempresas, se diferencian de alguna forma de los dos grupos anteriores, porque un buen porcentaje estaría conformado por aquellos que han nacido en esta ciudad y son propensos a manifestar cierto rechazo al medio cultural en que se desenvuelven.

    La estratificación poblacional de esta ciudad y su consiguiente característica heterogénea, se encuentra en un proceso no solo de asimilación, sino también de desarticulación de valores, normas, pautas y formas de comportamiento. Esta situación produce en cierta medida un enfrentamiento y desajuste, donde lo rural y campesino es considerado inferior. Sin embargo el panorama no se presenta del todo conflictivo porque surgen elementos que coadyuvan a mantener cierta armonía, es el caso de la presencia de diferentes grupos de residentes, que pueden categorizarse como una "institución mediática" entre lo rural y urbano, lo tradicional y moderno.

    Los "residentes" de Walata en centros urbanos

    Como se ha podido apreciar en anteriores párrafos la situación socioeconómica de los pobladores de la ciudad de El Alto expresa una mayor tendencia hacia la informalidad, este panorama no puede ser pensado únicamente tomando en cuenta los datos correspondientes a las determinaciones migratorias y de la composición de sus consiguientes estructuras simbólicas, sino también a partir de la integración de otros factores materiales que sustentan, de un modoparticular,lascondicioneseconómicas de esta ciudad. En medio de este conjunto (las formas de trabaj o informal) se encuentra que un alto porcentaje de la población se dedica a la artesanía, y es precisamente en este rubro en el que cumplen actividades diversas los artesanos de Walata residentes en esta ciudad, que mediante el trabajo de elaboración de instrumentos musicales, encontraron acceso a la vida urbana.

    La importancia de las urbes como El Alto y La Paz (sede de gobierno) hace que varias familias de origen campesino migren a estas ciudades, donde tienen la posibilidad de poder reproducir sus instituciones culturales. Albó (1998:73) nos habla del conjunto metropolitano que es Chukiyawu, al respecto señala que "tiene aproximadamente medio millón de aymara hablantes (234.304 mayores de 6 años en La Paz y otros 200.875 en El Alto) constituye un notable conjunto humano que desde hace siglos ha ido desarrollando sus propias variantes urbanas de la ancestral cultura aymara".

    En este contexto, Chukiyawu se constituyó para el artesano de Walata en el centro urbano donde comercializaba desde un principio su producción de instrumentos musicales. La información etnográfica ayuda a determinar dos periodos de migración; ambos divididos por el hecho revolucionario del 5215 y ambos generadores de cambios de carácter socioeconómico, no solamente en las ciudades sino también en las mismas comunidades originarias.

    En un primer momento, anterior a la revolución del 52, se trata de una migración de tipo temporal, donde el comunario de Walata viaja a Chukiyawu después de haber culminado el tiempo de las cosechas y terminado los servicios al patrón; otras épocas en que se realizaban estos viajes eran los meses de enero y febrero coincidiendo así con fechas festivas como anata (carnaval), donde la demanda de instrumentos musicales propios de la época permitía oportunidades de ingreso monetario. Esta situación no representaba únicamente la obtención de ingresos económicos, sino también permitía ver los beneficios que ofrecía la urbe, y simbólicamente representaba un orgullo para aquél que retornaba a la comunidad, éste se había ganado un prestigio.

    Un segundo periodo se identifica con la época posterior a la revolución del 52, ya libres de obligaciones para con el patrón, las migraciones se caracterizan por ser de tipo permanente y tienden a tornarse mas intensas en la década de los años setenta del siglo pasado. Un intento de explicación a este proceso es la situación vivida en la misma comunidad. Para este tiempo (1970) la población de Walata se había incrementado en más de la mitad en comparación a los años 50; situación que habría originado conflictos entre parientes y vecinos, basados principalmente en la problemática de las tierras dado que éstas eran insuficientes. Esta primera justificación permite establecer la siguiente conclusión: La falta de un ambiente propicio en la comunidad de origen es una de las razones que incita a que varias familias den inicio al proceso de migraciones.

    Los primeros residentes Chukiyawu no solo representó un espacio de distribución sino también, un espacio donde podían reproducir sus conocimientos de elaboración de instrumentos musicales aerófonos. Esta actividad considerada por ellos como una actividad ancestral o nayrapachatawa16 (es de tiempos anteriores) es un bien cultural que se identifica como tradicional y propio. En primer momento, los viaj es a Chukiyawu son periódicos, realizados frecuentemente antes y después de las cosechas; los instrumentos son inicialmente realizados en la misma comunidad y posteriormente trasladados a las ciudades. La necesidad de su comercialización hizo que se busque lugares estratégicos, así Don Pedro Quispe menciona la calle de Isaac Tamayo, y las zonas de Garita de Lima y Ch'ijini como lugares de venta, estos en un principio eran ocupados de forma clandestina y es a partir de 1972 que se pagan patentes municipales.

    Además, los que viajaban a la ciudad o marka, representaban un grupo bastante reducido de artesanos, entre los cuales se menciona a Pedro Quispe, Eustaquio Mamani, Martín Quispe, Cecilio Limachi y otros. Para éstos los viajes temporales no solo significaron el encontrar un mercado seguro para la venta de instrumentos, sino también la búsqueda de espacios, en este caso de un terreno donde puedan permanecer el tiempo de su estadía. Posteriormente lograron ubicarse en zonas como Alto Ch'ijini y Villa Fátima, siendo de esta forma los primeros en poseer residencia. Las estrategias adoptadas, como la búsqueda de espacios, se constituyen en procesos de toma de decisiones orientadas fundamentalmente a garantizar el mantenimiento y reproducción de un trabajo artesanal propio y que encuentran aceptación en la ciudad, transformándose en un motivo permanente de vínculo entre lo rural y urbano. En lo posterior es un vínculo que atrae al artesano a migraciones de carácter permanente bajo relaciones sociales conflictivas hasta lograr establecer un nivel de vida adecuadoy generar recursos.

    Los residentes de Walata en la ciudad de El Alto

    La presencia de estos artesanos en El Alto obedece a problemáticas que se originan en la misma comunidad. Como se vio con anterioridad, las malas condiciones de subsistencia en el campo y la incursión a centros urbanos como espacios alternos, son los justificativos para que adopten la llamada estrategia de movilidad y migren a las urbes. Estas migraciones tienden a tornarse permanentes. La familia de Mario Mamani es identificada como una de las pioneras en este proceso migratorio. Paralelamente, a esta época inicial (1970), El Alto de La Paz comienza a manifestar adelantosurbanísticos,comolainauguración de las viviendas de ciudad Satélite.

    De acuerdo a la información obtenida, la realidad de estos migrantes muestra desde un principio una situación crítica, dado que una vez llegados a la ciudad buscaban un lugar donde asentarse e indican: "no teníamos donde vivir, uno mismo tenía que encontrarse un lugar". Estos artesanos no tenían la ventaja de contar en la ciudad con unafamiliaoalgúnparientequehayamigrado con anterioridad, consiguientemente tenían que actuar por cuenta propia.

    Por lo general estas familias se instalaron en lugares periféricos (suburbios) que caracterizados por ser áreas semi-rurales pasan a constituirse en alternativa únicas de permanencia. Son hogares particulares, donde tenían que pagar un alquiler correspondiente al tiempo de estadía, estos lugares corresponden a espacios marginales carentes de servicios básicos y donde predomina una baja calidad de vida, pero estas condiciones no afectaron para que desde un principio mantengan y reproduzcan sus conocimientos de la elaboración de instrumentos musicales aerófonos.

    Las migraciones hacia la ciudad de El Alto, como ya se afirmó, fueron de manera escalonada. Las primeras familias después de haber "trajinado" varios años finalmente lograron adquirir una propiedad, para ello tuvieron que acudir a recursos extras puesto que el precio del lote de terreno era bastante elevado, así por ejemplo vendieron el poco ganado que poseían, que para ese entonces habían dejado a algún familiar. Después de adquirir una propiedad en adelante serían espacios receptores para que otros; sean miembros de la familia o miembros de la comunidad den continuidad a las migraciones. Estos a diferencia de las primeras familias cuentan con la cooperación de sus "paisanos" que para ese entonces conocen las virtudes o defectos de la ciudad que los acoge y son propensos a manifestar solidaridad.

    Es importante mencionar que estas familias no dejaron de mantener vínculos con la comunidad de origen, ésta representaba un importante mecanismo para proveerse de productos como la papa, que en cierta medida ayudaba a reducir los costos que representaba estar en un centro urbano. Sobre este propósito afirman que: "todo era dinero" pues en el campo, si bien tenían necesidades, recurrían a medios tradicionales como el trueque para satisfacer sus necesidades adquiriendo otros productos.

    Una vez en la ciudad este mecanismo ya no tenía validez y era mediante el dinero que tenían que adquirir los productos requeridos. Esta situación simbólicamente tiene consecuencias tanto positivas como negativas para el habitante de la urbe: positivo pues representa la incorporación a un sistema de intercambio donde el mercado se mueve a través del dinero, significando para el migrante un ascenso social como habitante urbano. Negativo en la medida en que es un "proceso sufrido" es decir, que no es cómodo ni fácil, y porque, además con esto se inicia una posterior aculturación.

    Aún recuerdan cómo tenían que viajar al pueblo de Walata con el propósito de dar inicio a la época de siembra. Esta concepción revela una situación de pluralidad económica expresada mediante la persistencia de relaciones de producción de distinta naturaleza donde se conservan formas sociales. Así, la reciprocidad juega un papel determinante, puesto que en la cosmovisión de este grupo lo rural y lo urbano forman parte de una lógica de complementariedad.

    Actualmente las migraciones a los centros urbanos continúan, tanto a la ciudad de La Paz como a El Alto, a diferencia de las primeras migraciones, hoy al llegar a la ciudad pasan a formar parte de aquellos grupos familiares ya establecidos. En La Paz se distribuyen en dos zonas principalmente, Villa las Delicias (Villa Fátima) y Ch'ijini. En la Ciudad de El Alto, donde se tiene una mayor concentración de migrantes de la comunidad Walata Grande, se ubican en zona como: Villa Yunguyo, Villa Ingenio, Tupak Katari y Tawantinsuyu.

    De acuerdo a un ex Secretario General de la comunidad Walata Grande, que actualmente vive en la ciudad de El Alto, para el año 2001 contabilizó un número aproximado de 120 familias distribuidas tanto en las ciudades de La Paz y El Alto, en este ultimo lugar se identifico a 90 familias confirmando de esta manera una mayor concentración de residentes walateños, en la segunda ciudad.

    Actividad económica

    La principal actividad de los artesanos residentes de Walata en la ciudad de El Alto es la elaboración de instrumentos musicales aerófonos, actividad económica orientada fundamentalmente a garantizar su subsistencia. Un primer acercamiento muestra que en su generalidad todas las familias se dedican exclusivamente a este rubro, claro está con algunas excepciones. Algunos encontraron en la ciudad otro tipo de empleos pero son los menos, es decir que, para generar algunos recursos venden su fuerza de trabajo. Otros han logrado ingresar a las normales de donde ya son egresados y practican esta profesión, también han ingresado a universidades y se espera que dentro de unos años habrá profesionales titulados oriundos de Walata. Algunos migrantes también trabajan como chóferes. Pero para la mayoría, desde el primer momento en que llegaron a esta urbe, su actividad es la producción de instrumentos musicales aerófonos, sobre los cuales ya tenían conocimiento porque en la comunidad un mayor tiempo invertido se referíaaesta actividad. Esteesunprocesoque tiene diferentes etapas y que para su mejor entendimiento se identifican inicialmente dos: una de produccióny otra de di stribución.

    En cuanto a la producción, el artesano José Limachi menciona: "desde que llegamos a La Paz, no hemos dejado esta actividad o luraña". Es un trabajo que los mantiene ocupados durante todo el día, el tiempo de ocupación no tiene un horario fijo y depende mucho de la demanda. La producción comienza con el aprovisionamiento de materia prima, siendo que cada instrumento requiere una variedad específica, su acopio responde a las necesidades de uso. Las zonas identificadas como proveedoras de este materia son: Yungas, Valle y el Trópico de donde se obtienen materiales como: Chhalla, Tuqhuru y Suqhusa17. Anteriormente eran los propios artesanos quienes cumplían el trabajo de autoabastecimiento hoy, la obtención de materias primas gira en torno a grupos de proveedores quienes, siendo dueños de las tierras donde crece las variedades ya mencionadas, cumplen con la tarea de extracción y traslado a los centros urbanos. El hecho de que existan proveedores no desliga de forma definitiva la tarea de los artesanos quienes ocasionalmente cumplen esta labor. Adquirido el material se inician los procesos de producción, que por merecer un otro trabajo de descripción me limito a identificar aspectos generales. Cada instrumento aerófono requiere la aplicación de un conocimiento propio, que sometido a técnicas, recursos, herramientas y fuerza de trabajo cubren los procesos de trabajo; cada especialista y/o familia adquirió estos conocimientos de forma hereditaria, sin embargo, también es evidente una adecuaciónalosrequerimientosdelmercado, este hecho no implica necesariamente adoptar una forma de producción basada en relaciones mercantiles, puesto que la cosmovisión de su cultura de trabajo permite la alternancia con su lógica propia. En algunos casos las familias trabajan sin pausa y sin medir un horario, hasta altas horas de la noche o en su caso hasta la madrugada; en épocas de mayor trabajo se hace referencia al "ayni"18 trabajo reciproco que generalmente involucra a los miembros de la familia, este podrá ser "cumplido o devuelto" cuando el caso amerite. Situación que significó una adecuación a una realidad socioeconómica distinta, donde los requerimientos del mercado demandaban una mayor especialización. De forma secundaria esta situación deriva en el hecho de reclutamiento de fuerza de trabajo; estos ya no son familiares pero sí pueden ser paisanos, generalmente es fuerza de trabajo ajena al grupo de artesanos, quienes son reclutados para apoyar en la elaboración de instrumentos, que bajo una remuneración cumplen las tareas asignadas.

    En la actualidad encontrar mercado para estas artesanías constituye una tarea difícil. Algunos se definen como comerciantes, que en realidad lo que hace es enmascarar esta actividad puesto que continúan en este oficio. Las mujeres se dedican generalmente al comercio de estas artesanías logrando ubicarse en puestos de venta y en cierta medida representan un importante apoyo a la economía familiar, además de estar inmersas en este proceso, deben combinarlo con las labores de casa. De igual forma se presentan los casos en que las mujeres jóvenes suelen trabajar como empleadas domésticas y representa para ellas tener éxito en la ciudad. Las mujeres comerciantes venden exclusivamente los instrumentos musicales, aunque últimamente han optado por incorporar otro tipo de mercancías pero del mismo rubro. Algunas disponen de puestos de venta fijos en La Ceja de El Alto o en la zona 16 de Julio que corresponden a los espacios urbanos centrales.

    Llevarestosinstrumentosalinteriordel país o al exterior representa una importante fuente de ingreso y es parte fundamental de la actividad económica de estos artesanos. Con frecuencia son los varones quienes viajan a otros departamentos como Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, Oruro, y otros, donde encuentran un mercado relativamente seguro, sin embargo pueden tener éxito o no. También corresponde a un modelo más tradicional donde se busca una publicidad de maestro 'luriri' identificándose como "legítimos" artesanos de instrumentos; se piensa que un artesano realmente bueno no tiene que ofrecer sus servicios sino que la calidad de su trabajo hace publicidad por él y los clientes le van a buscar sin necesidad de esfuerzo suyo. Cuando viajan, uno no tiene que estar mostrando cómo elaboran estos instrumentos, señalan algunos, pero las necesidades del momento obligan al artesano a mostrar como se realiza este trabajo; así en los puestos de venta es frecuente encontrar a estos artesanos, donde a la vista de sus compradores elaboran estos instrumentos, es que tiene sus propios compradores si bien se ha elaborado un instrumento con algunos defectos o por accidentea sufrido algúndesperfectolotraen al puesto de venta para su posterior arreglo.

    La necesidad de lograr mayores ingresos mediante la exportación hacía el exterior, es una de la razones para que se hayan iniciado procesos de organización. Actualmente estos residentes están afiliados en la Asociación Señor de Mayo, ubicado en la zona 1ro de Mayo de la ciudad de El Alto. Esta institución busca clientes en el exterior del país, bajo un código, precio y calidad preestablecidos ofrece los instrumentos elaborados por los artesanos de Walata. Esta asociación no solo afilia a estos artesanos, sino a diversos grupos como ser: en tejidos, cerámicas y otros. La organización a logrado para estos artesanos una buena clientela y lo más fundamental es que mediante esta institución son conocidos como un grupo especializado en la construcción de instrumentos musicales nativos de la región andina. Además, se procura restringir la intervención de intermediarios que lo único que hacen es, "acaparar parte de la producción". Sin embargo, existe una saturación de oferta como consecuencia de una irregularidad de producción donde la lógica de asociación y cooperativismo es contraria a una lógica de producción propia, esta última expresada en las unidades- red de trabajo familiares.

    Toda esta relación conjunta de actividades es apoyada con la agricultura. En realidad se produce una "complementariedad", ambas tareas ya han sido previstas, y su desarrollo implica la asignación de tareas dentro de la familia, que en casos también pueden ser combinadas entre los miembros integrantes. Estos datos ayudan a comprender el manejo continuo de opciones o alternativas, acciones que deben sobrepasar una serie de factores internos o externos al grupo doméstico.

    La actividad artesanaly su aprendizaje

    Esta actividad es llevada a cabo por cada uno de los miembros de la familia, cada miembro puede tener un rol asignado en la elaboración de un tipo de instrumento. Los niños/as desde muy pequeños se van familiarizando con esta actividad, además es muy importante la intervención de estos, porque los adultos requieren ayudas específicas en las que contribuye el niño, de tal forma que su conocimiento en la elaboración de instrumentos va acumulándose progresivamente.

    Es importante mencionar que producto de las relaciones con el mercado cada familia se especializa en un tipo de instrumento, que puede ser: siku, tarqa u otros, donde el niño se va familiarizando, con el tipo de material utilizado, las herramientas empleadas y las técnicas utilizadas. Así, el fabricar estos instrumentos representa una herencia que va transmitiéndose de generación en generación. Adquirir estos conocimientos es muy importante porque posteriormente serán ellos quienes mantendrán esta tradición, por tanto no solamente es una actividad que ayudará a la subsistencia del individuo, sino también es un espacio de autoidentificación de una identidad local como parte de un colectivo, expresadas y difundidas en los procesos de trabajo.

    El niño comienza a intervenir en este proceso cuando tiene entre 5 y 10 años. Inicialmente se hace cargo de trabajos que no requiere mayor esfuerzo y pocas veces llegan a manipular herramientas, puesto que los mismos requieren mayor presión, y podría darse el caso, de que el niño sufra algún accidente, para evitar esta situación los padres tienen absoluto cuidado. Se dice que a esta edad, el niño de la urbe es más habiloso en trabajos artesanales que el niño que vive en el campo, porque pervive en mayor contacto con esta actividad.

    Los niños deben combinar esta actividad con el tiempo que asisten a la escuela. Una vez que retornan al hogar, dedican un periodo de dos o más horas para realizar las obligaciones escolares, posteriormente pasan a colaborar, en lo que puedan, con lo trabajos que los padres realizan. Las vacaciones escolares también son aprovechadas para ayudar en esta actividad. Estos trabajos son menores y están de acuerdo a la edad del niño. A medida que van pasando los años, los trabajos van en aumento al igual que sus conocimientos. Se menciona que a los 15 y 17 años el individuo ha adquirido los conocimientos suficientes como para actuar por cuenta propia. Este periodo coincide con la obligación de cumplir con servicio ajenos como ser la escuela y el servicio militar o ser "reservista"19, este último considerado obligatorio para los varones es el paso tras el cual los jóvenes tienden a formar su propia familia.

    Las circunstancias de la producción establecen ciertas normas en que el iniciado debe también conocer los procesos de extracción de materia prima. Este consiste en adquirir conocimiento de las regiones o zona de donde se obtiene el material, pueden iniciarse en primer momento como simples acompañantes, esto aparece como un rito de paso, donde el iniciado tiene una edad apropiada para incursionar en este proceso.

    El aprendizaje no se limita únicamente a nivel de producción, implica también conocer las estrategias y mecanismos de su posterior distribución.

    Como ya se indicó, una vez completado sus conocimientos el individuo puede actuar por cuenta propia, generalmente formado un nuevo hogar. Estas familias continúan en esta actividad y deben buscar sus propios espacios de distribución (ferias, tiendas de artesanías y otros), aunque este proceso es de forma autónoma, importante será la guía de un adulto, puesto que éste, con la experiencia adquirida, conoce los espacios de expendio, las épocas de mayor demanda y lo más importante, los precios establecidos. Sin embargo, al mismo tiempo que se procura incorporar al "iniciado" éste se transforma en un competidor más.

    Este conjunto de datos implica sintetizar la complementariedad de percepciones y significados, puesto que existe una combinación entre lo "originario" culminación del aprendizaje de la elaboración de instrumentos, y lo "ajeno" cumplir con las obligaciones impuestas (escuela-servicio militar). En la percepción andina una persona es considerada como gente o "jaqi", cuando tiene su pareja e inicia su vida independiente como familia, posteriormente será tomado en cuenta para formar parte en los distintos espacios sociales. En este entendido los artesanos de Walata preparan a sus hijos para que, según ellos: "llegado su hora" no tengan dificultades en la consolidación de su familia donde el servicio militar y la educación significan el cumplimiento de normas necesarias que son requisitos para que cuando afirme un rol, como ser autoridad, sea capaz de controlar a su comunidad.

    La enseñanza tradicional del oficio de artesano en instrumentos musicales, parte de la participación constante del individuo en el proceso de producción. Se considera que aquella persona que vive en la ciudad mantiene un contacto más directo con esta actividad y por consiguiente es más especializada. Sin embargo esta situación puede traer ciertas consecuencias; estas personas a diferencia de aquellos que viven en la comunidad, pierden los conocimientos sobre la variedad de instrumentos realizados, su forma de ejecución y las épocas simbólico religiosos a los debe responder su elaboración, porque el mercado ha hecho del artesano, especialista en determinado tipo de instrumento. Motivo por el cual ejercen un conocimiento superficial de la amplia variedad existente. Actualmente se produce un abandono paulatino del oficio tradicional entre los más jóvenes principalmente. Una de las razones es la educación formal que abstrae al joven del contexto de la enseñanza tradicional, y en algunos casos conduce a la perdida total de los conocimientos adquiridos. En otros casos el mismo padre considera que el hijo debe seguir otros rumbos, mediante la especialización en otro oficio. Esto responde a la percepción de que esta actividad pasa por un proceso de devaluación; por la poca demanda existente y la competitividad entre los mismos artesanos, generando ingresos económicos cada vez menores. A decir de estos artesanos es preferible dedicarse al comercio o buscar un empleo asalariado.

     

    Conclusiones

    La migración como alternativa económica de subsistencia

    En esta parte considero importante rescatar otros aspectos que justifican las migraciones y elementos adicionales respecto a esto. En el caso del tema de investigación no sólo obedece a la escasez de tierras, sino también a la presencia de ciertos conflictos al interior de la comunidad y las familias. Frecuentemente se categoriza a la comunidad como un espacio de ayuda mutua, de decisiones adoptadas de forma conjunta y de una relación armónica. Sin embargo se ha podido puntualizar que en la comunidad Walata Grande existen conflictos y que en su interior se llegan a manifestarinclusorelaciones de dominación que fuerzan al individuo al abandono de la comunidad. Pero al mismo tiempo este hecho permite manifestar, la ayuda mutua, la solidaridad y otros aspectos característicos de las comunidades andinas, relaciones que son mucho más frecuentes al momento de hacer frente a un intercambio donde el dinero es el único mecanismo valido. Es una lógica que se mantiene estática por un tiempo y se activa de acuerdo a las necesidades presentes del grupo o la familia.

    El caso específico de los artesanos de Walata muestra que, además, la migración obedece a una alternativa económica. Pero es un proceso largo y conflictivo, en el que el trabajo artesanal no es suficiente y es determinante combinar los recursos básicos con otros como la movilidad entre campo y ciudad, ayuda mutua o la solidaridad. Sin la intención de caer en criterios contraproducentes se puede sinterizar que existe una alternativa de posibilidades y que es esta condición que permite a grupos migrantes mantener o hacer estable su convivencia en las ciudades.

    Los espacios urbanos son identificados por estos artesanos como centros de intercambio, haciendo ver que los miembros de este grupo han sido parte y, continúan siendo parte de este mecanismo: es una alternativa de movilidad que probablemente les permite el acceso hacia otras zonas. Estos artesanos, teniendo residencia en el suñi o altiplano, acceden frecuentemente a los yungas, valles y el trópico, de donde además extraen el material necesario para la elaboración de los instrumentos musicales aerófonos. Esta movilidad implica no solo un beneficio material, sino también ampliar sus relaciones de parentesco con otras zonas.

    En este contexto cabe identificar en la memoria de los residentes walateños dos espacios temporales; uno anterior al periodo revolucionario del 52 y otro posterior a éste hecho histórico. Antes del 52 y pese a las limitantes que implicó la época de hacienda, la distribución de los instrumentos musicales gira en torno a una referencia local/regional, alcanzando principalmente a comunidades de la región, esta relación no implica una circulación estática porque es evidente una renovación en la variedad de instrumentos realizados, éstos como ocurre hoy, son rescatados de otras regiones de Bolivia. Es el caso del instrumento denominado Phalawata o Chuñchu que teniendo un origen amazónico forma parte de la colección de estos artesanos, probablemente su relación obedezca a otros espacios y tiempos, pero lo importante es destacar que existe una constante renovación, situación que revela también el instrumento denominado Zaczo andino, que es una variedad de origen occidental pero que actualmente es elaborado por estos artesanos. Posterior al 52 su radio de acción alcanza otros espacios, esta vez llega a las ciudades, departamentos y el exterior. Esta incursión implica también la inserción a una economía de mercado donde se van generando nuevas relaciones sociales (intermediarios) e institucionales; así surge el cooperativismo. Este espacio de organización y de producción emerge inicialmente en la comunidad, se justificaba por las oportunidades de trabajo que ofrecía. Posteriormente repercute en los artesanos residentes de la ciudad de El Alto, que denominados como asociaciones tienen el mismo propósito: exportar los instrumentos. Al respectoexistenvarios aspectosarescatar, que van desde la forma de organización, la importancia institucional frente a la comunidad, la forma de producción y otros. En cuanto a las características de organización se rescata lo siguiente, ocurre que mientras en la comunidad es una solo, en las ciudades llegan a ser tres e incluso más, las causas obedecen a que estos grupos, giran en torno a linajes familiares; en el fondo se trata de una estrategia para que las unidades de producción (familias) produzcan instrumentos en serie. Esta es una nueva concepción de trabajo producto de la vida en la urbe, que provoca actualmente una especialización negativa, porque va en contra de la multiplicidad de prácticas y conocimientos adquiridos y/o heredados referidos a la elaboración de instrumentos musicales. En un contexto más o menos general se advierte una producción compartida, es decir, que existen interfases entre dos lógicas de producción una propia y otra basada en las relaciones de mercado, ambos producen lo que algunos llamarían "interfas de sistemas" y en definitiva es esta particular forma de producción construida por la cotidianeidad de trabajo artesanal permite identificar hoy a un grupo portador de una cultura de trabajo. Perspectiva que manifiesta que toda forma de trabajo es el conjunto de conocimientos teórico-prácticos, comportamientos, percepciones, actitudes y valores que los individuos adquieren y construyen a partir de la inserción en los procesos de trabajo. Son tres los factores o universos culturales que ayudan a construir una "matriz cultural": la cultura étnica, la cultura de género y la cultura del trabajo. Este reconocimiento esta relacionado de forma directa con las "unidades de producción". En el caso de la elaboración de instrumentos, se hace evidente la interrelación de las estructuras ya mencionadas y cómo estas se muestran en la organización del trabajo. La acción del trabajo, identifica que en los diversos contextos socioeconómicos forman parte de un conjunto de estrategias orientadas a garantizar su mantenimiento y reproducción. Además es importante mencionar quelosconceptosyaidentificados son estructurales y son advertidos solamente en un plano conceptual. La noción de cultura de trabajo significa, en el caso de la producción artesanal; el empleo de la materia prima más el contenido "simbólico y cultural" de los instrumentos aerófonos que combinados junto a la fuerza de trabajo determinan el factor productivo. La propiedad viene justificada y legitimada por el hecho de trabajar sobre ella. En este proceso de trabajo no solo se crea valor económico sino también de conciencia (valores y normas). Por ejemplo el caso de los pedidos, es decir la demanda interna o externa, implica la obligación de cumplir con éstas; percepción que esta ligada a la obligación consuetudinaria de trabajar, basada en dichos como: "manqirjaqixirnaqañapauw" (la persona que come tiene que trabajar) o "irnaqañ utjkipanx irnaqañaw" (habiendo trabajo hay que trabajar) son encargos o "iwxas", frecuentemente manifestadas cuando se inician los procesos de producción, especialmente de los padres hacía los hijos. Contrariamente toda actitud de flojera es discriminada, y aquellos que incurren en estas faltas reciben fuertes llamadas de atención adicionadas con una sanción de trabajo, esta acción puede entenderse como subordinación, sin embargo en su concepción interviene como mecanismo de control puesto que ayuda para que en el futuro no ande en desgracia. En este sentido el trabajo es una obligación y al mismo tiempo es una necesidad, no solo como medio de subsistencia, sino en el sentido de que el trabajo es lo que da razón de ser y significado al "jaqi" (persona). Es una cuestión que involucra tanto a hombres y mujeres, haciendo del trabajo el reconocimiento de una cultura de género, este espacio tiende a una complejización, puesto que la cosmovisión andina incorpora en esta estructura el principio dualista que organiza el espacio, mítico, ritual y material de la vida de los andinos, percepción no aislada en la elaboración de instrumentos musicales aerófonos y que baj o la lógica de los cambios continuos del tiempo y espacio aún se hacen presentes. Al respecto surgen algunos elementos adicionales, así por ejemplo aquél que se refiere al trabajo de las mujeres, ellas fueron incorporándose poco a poco, aspecto que desplazó la condición exclusiva de los varones, únicos especialistas hasta antes del trabajo en las ciudades. Hoy día el trabajo no deja margen a diferencias, tanto el hombre como la mujer pueden desempeñar similares acciones, pero también es evidente la regulación especializada, existiendo trabajos específicos tanto para hombres como para mujeres. También hago referencia al trabajo como autoidentificación y que guarda directa relación con la cultura étnica. La presencia de una identidad comunitaria el ser walateño o artesano de Walata incorpora la noción de una cultura étnica, en la medida en que son especialistas reconocidos en la cons trucción de instrumentos musicales del área andina, sin embargo, al tratarse de una actividad de tipo informal, no existe una categoría profesional socialmente reconocida o regulada por el Estado. Otra identidad de grupo se refiere al mismo hecho de la producción, es decir, cuando se hace referencia al trabajo como una actividad ancestral, sentimiento reforzado por la transmisión de conocimientos que se han heredado de padres a hijos, aunque existe un espacio negativo, cuando algunos miembros de este grupo califican a esta actividad como deshonrosa. Sin embargo, se advierte una fuerte tendencia en reconocer y resaltar el origen tradicional, así por ej emplo el uso en los sellos o marcas son logotipos que identifican a WALATA, que de forma generalizada se adicionan a los varios tipos de instrumentos.

     

    Referencias Citadas

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    Notas

    1.  Según los comunarios el nombre Walata proviene del nombre de un ave (wallata) ya extinto en la zona.

    2.  Sayaña (conocido también como Jachuxa): Porción de tierra identificada como un regalo del patrón, destinada desde el periodo colonial para los sembradíos y crianza de animales. Yampara lo identifica como el espacio territorial de asentamiento principal, de uso y disfrute familiar privado, donde esta ubicada la cala, el patio, los corrales de ganado (Medina 2001:90).

    3.  El término "residentes" de acuerdo a Albó (1998:63) es asignado internamente por los grupos migratorios procedentes de varios lugares, transformándose en una especie de mediadores culturales: "... su ingreso y adaptación a la ciudad se facilita por la presencia de otros grupos de ayamaras urbanos, algunos de los cuales son incluso sus parientes. Pero cada vez son ellos los que marcan la pauta de la cultura andina urbana y los que, a su vez, más contribuyen a transmitir esos nuevos valores y estilos urbanos en sus comunidades de origen".

    4.  Papa deshidratada.

    5.  Términoenaymaráquesignifica"persona que hace algo", el sufijo nominalizador iri se utiliza como "actor".

    6.  La ubicación de la comunidad Walata Grande representa una estrategia de acceso a las distintas zonas: puna, suni o altiplano, valles y yungas. Acceso indirecto que hasto hoy aún se mantiene, no sólo para obtener materia prima, sino también para distribución de producción artesanal.

    7.  Jacinto Mamani, artesano de Walata, es uno de los que viaja a la población de Janqhu Janqhu, su travesía es de dos días,

    comienza el día viernes para poder ofrecer su producción muy de madrugada al día siguiente.

    8.  Término popular para designar a la contraparte que adquiere un producto.

    9.  Denominación que se le daba a El Alto hasta el año 1985, periodo en el cual se consolida como cuarta sección del departamento de La Paz.

    10.  Doña Lucia actualmente vive en Jichhu Sirk'a (zona ubicada al norte de la ciudad), antes perteneciente a la comunidad de Yunguyo. Ella recuerda como poco a poco fue reduciéndose la extensión de su comunidad hasta convertirse hoy en día en una de las varias zonas marginales de El Alto.

    11.  Estas fabricas industriales son comunes en la ciudad de El Alto, la contaminación ambiental que producen es bastante cuestionada ya que existen muchos hogares alrededor de ellas, afectando indirecta y directamente la convivencia vecinal.

    12.  En algunas zonas los servicios básicos, como agua, luz y alcantarillado, están ausentes. En el caso del agua la provisión se la hace mediante "pozos" comunes o individuales, y en otros casos mediante cisternas que venden el turril de agua entre 1.50 a 2 bolivianos.

    13.  Uno de los principales factores que ayuda al incremento de una mayor oferta de fuerza de trabajo es precisamente la poca preparación de aquellos que ofrecen sus servicios, pues al tratarse de migrantes sin especialización alguna, buscan empleos como el de albañil. Este es el caso de don Fpelix Soto, quien llegó a esta ciudad hace dos años y ofreció sus servicios como ayudante de construcción.

    14.  Para Antezana (s/f) en la ciudad de El Alto se aprecia relativas diferencias en las estructuras simbólicas de las poblaciones migrantes, estas determinan diversas formas de comportamiento social, según la comunidad de procedencia del migrante.

    15.   Se hace referencia a la revolución de 1952 que ha provocado en Bolivia cambios estructurales dentro del Estado y la sociedad.

    16.  Debido a variantes en el uso del alfabeto fonético del aymará, la referencia de términos y oraciones están en función a la propuesta de Dona Gómez, José Condori y Edgar Humerezm en su texto "método fácil para el aprendizaje del idioma aymará", del Centro de Investigaciones de Ciencias Nativas, Universidad Mayor de San Andrés

    17.  Un acercamiento más riguroso permite notar que la variedad de material utilizado en la elaboración de instrumentos aerófonos responde al término científico: arundo donax, deriva del latin arundo, caña, sino: amphidonax nees, donax beauv, scolchloa, nayrudia hook. Género nativo de Eurasia, una especia cultivada y subespontánea de América del Sur, son cañas huecas de 2 a 6 metros de altura, rizomas poderosos, uniformemente distinguidas por el tallo, panojas de 30 a 60 cm. de longitud.

    18.  Término que se refiere al sistema de reciprocidad existente en la percepción andina, donde el sufijo ni funciona como reciprocativo.

    19.   Ser "reservista" significa haber cumplido el servicio militar obligatorio de un año.