EDITORIAL

 

EDUCACIÓN EN SALUD

 

 

---

 

 

Dentro de las Políticas de Salud de un Estado se van implantando diferentes Programas, que intentan cubrir la demanda de necesidades en el mantenimiento de la salud en la comunidad. Cada uno de estos programas ha surgido por la necesidad imperiosa de disminuir diferentes problemas de enfermedad en hombres y mujeres y en las diferentes edades.

Los Seguros de Salud poco a poco han ido avanzando en cubrirdiferentes prestaciones, ampliando los grupos etáreos de atención. Respaldado también por Bonos que han ido haciendo más atractiva la atención de las personas en los diferentes servicios de salud.

Una de las estrategias que ha acompañado a estos Programas durante décadas ha sido la Información, Educación y Comunicación, que ha ido sufriendo diferentes ajustes debido a los cambios de las características de políticas de gobierno, en los cuales algunos han tomado como prioridad y otros no.

Si reflexionamos un poco, vemos que en el ámbito de salud es relevante contar con buena información, en el caso del Recurso Humano, que por obligación debería estar lo más actualizado posible, con evidencia científica, la que respalde cada uno de nuestros actos relacionados con la atención que se brinda hacia nuestros pacientes.

De esta manera la educación basada en evidencia puede ser empleada en nuestros pacientes y sus familiares, para hacer comprender lo importante que es la prevención de la enfermedad, o los cuidados que debe tener al momento de su tratamiento y rehabilitación de su cuadro nosológico.

Toda nuestra intención cuando se atiende a los pacientes es la de poder brindar una educación al paciente sobre su enfermedad para que de manera conjunta con el personal de salud se pueda recorrer el camino de la pronta recuperación si son cuadros agudos o del mantenimiento y control en los casos crónicos.

Pero, para poder llevar adelante el proceso de educación debemos ser capaces de identificar, el momento particular para poder hacer esto, debido a que existen factores que influyen en no poder dar ese espacio de intercambio con los pacientes, que puede ir desde aspectos de actitud del personal de salud, hasta lo complejo de manejar documentación durante el proceso de atención al paciente, el cual lleva mucho tiempo, además de la demanda de atención en cada uno de los servicios y consultorios. Todos estos aspectos deberían ser analizados y particularizados en cada servicio de salud y también priorizados.

De esta manera la comunicación entre personal de salud y paciente o cliente externo como se lo quiera denominar, gozaría de un momento particular y fortalecido de un intercambio fluido de sujeto a sujeto, donde seguro el resultado que podamos tener es que nuestros pacientes sean capaces de comprender lo importante que es la salud y la prevención de las enfermedades. Este es un momento relevante sobre todo cuando uno se comunica con otro, demostrando entre ambos el interés sobre un tema en particular, logrando un espacio de intercambio de información, inquietudes y preocupaciones.

Dentro de nuestro ámbito científico deberíamos ser capaces de investigar varios aspectos de porque no hemos tenido el éxito con esta estrategia de Información, Educación y Comunicación, ¿dónde estamos fallando?, somos nosotros el personal de salud y en especial los médicos que ¿hemos perdido esa cualidad de transmitir información?, solo conversamos con los pacientes pero, no nos estamos comunicando. ¿porqué?. Muchas otras preguntas más rondan esta preocupación científica. Deberíamos otorgarle un momento para repensar esta estrategia, debido a que la magnitud de casos de embarazos en adolescentes, embarazos no deseados, abortos, infecciones de transmisión sexual, VIH, automedicación y otras patologías más, han ido incrementándose a través de los años a semejanza de cómo crece una bola de nieve, la cual quizá en algún momento no seamos capaces de poderla detener.

Es preocupación de Archivos Bolivianos de Medicina a través de la divulgación científica de los artículos de investigaciones, ir actualizando a los diferentes profesionales y a la vez intentando provocar una reflexión dentro de nuestro quehacer diario en los servicios de salud.

Recuperemos el espacio de comunicarnos mejor con aquellos que vienen hacia nosotros y nos confían su estado de salud y enfermedad, recordando que como ellos son y tienen la capacidad de otorgarnos prestigio, también nos lo pueden quitar.

Fulvio Antonio Máximo Arteaga Vera. MD. MPH. (c) PhD.
DIRECTOR REVISTA ARCHIVOS BOLIVIANOS DE MEDICINA