HISTORIAS DE VIDA

 

Semblanza de Luis Palacios Sarabia, Pato Lucas

 

(Homenaje del programa Confidencias de Radio
Panamericana, emitido el 21 de enero de 2016)

 

 

Confidencias de Radio Panamericana
Recepción: 18 de abril de 2016 Aprobación: 30 de enero de 2017 Publicación: Febrero de 2017

 

 

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Luis Palacios, Pato Lucas, ha partido a la eternidad y lo hizo ratificando su manera de ser, su propósito elemental: romper esquemas, eludir la lógica, esquivar la vida, salirse del libreto.

Nació en Potosí el 12 de junio 1948, estudió medicina en la Universidad Mayor de San Francisco Xavier (Sucre) y realizó cursos de especialización en Alemania. En la ciudad de La Paz aplicó sus conocimientos profesionales en diversas instituciones. Atendió también con notable calidez humana en el Consultorio Médico del Sindicato de la Prensa.

Sin embargo, su gran pasión fue la radio. En su faceta de comunicador produjo diversas series de educación radiofónica sobre temas de salud; igualmente, encargándose del argumento, la realización y la edición, elaboró numerosas series dramáticas y comedias relativas a los derechos humanos.

Sin duda, Luis Palacios, por su acertado manejo de los elementos que hacen al lenguaje radiofónico, es un ejemplo a seguir por la nueva generación de comunicadores en radio, y es importante mencionar, desde luego, su capacidad, talento y profesionalismo en la locución.

Su solvencia y versatilidad expresiva le permitieron interpretar con gran acierto diversas especialidades frente al micrófono.

Su participación en Confidencias es, simplemente, incomparable. De ello es testigo la audiencia de Panamericana a través de tantos años. Pato Lucas identificó al programa con marcado y original estilo.

Por supuesto que da mucho más para describir la personalidad y el carácter de Pato: su faceta de melómano, su participación en diversos coros, sus canciones favoritas y su gran afición a la lectura.

Sorpresa, incredulidad y luego resistencia a la resignación, son las etapas por las que pasaron no solo Panamericana y la radiodifusión nacional, al recibir la terrible noticia: Pato Lucas se fue, y de pronto ésta parece ser una patética broma. Pato Lucas ya no está, y súbitamente sentimos que nos falta ya, en cada jornada, su estentórea carcajada, abierta y franca.

Se fue el amigo y queda el silencio; pero, claro, es un silencio expresivo y pleno de significación, tanto así que se traduce en un mensaje: Luis Palacios con el recuerdo de su incomparable jovialidad y su buen humor, llena este vacío que sentimos en el alma. Nos muestra que, a pesar de todo, es mejor traducir la sonrisa con un código de esperanza.

Por todo ello, y por mucho más, en Confidencias de Panamericana no dejaremos de reconocer su valioso aporte. La amistad de Pato Lucas fue una bendición de Dios para cada uno de nosotros. Nos ayudó a encontrar fortaleza y valor ante las desventuras; es decir, gracias a él comprendemos que debemos revelarnos ante el infortunio. El mañana es otra oportunidad. Entonces todavía tenemos tiempo para seguir su ejemplo de sencillez, optimismo y generosidad. Gracias hermano.